La España del siglo XXI, poco tiene que ver con la del siglo pasado, guste o no guste a una parte de los herederos del franquismo, empeñados en mantener el odio inoculado durante cuarenta años de dictadura que han mantenido de forma soterrada, mientras tragaban una democracia que aceptaron a regañadientes a cambio de reinstaurar la monarquía. De eso trataba en buena medida la transición, tú me das democracia y yo te devuelvo la monarquía. De ese toma y daca, el “tit for tat” de los ingleses, vienen entre otros, el problema de Cataluña. El franquismo respetó y plasmado está en la Disposición Adicional Primera de la Constitución del 78 los Fueros VascoNavarros que otorgan a estas dos comunidades un tratamiento distinto respecto del resto del Estado español. En el año 2.000 se crea la Zona Especial Canaria ZEC, que concede a esta Comunidad Autónoma un tratamiento especial de baja tributación fiscal. Es tan difícil entender que Cataluña exija un concierto económico particular? Por aquel entonces –año 2006-- el nacionalismo catalán aprobó de forma “consensuada” y mayoritaria la reforma de su Estatuto de Autonomía, utilizando todos los cauces legales y democráticos.