Su origen es tan antiguo que tal vez estemos hablando de una tribu de Neandertales que se cruzó con los Cromañones y se asentó en el País Vasco, algo que no es de extrañar dadas las peculiaridades de los vascos y sus bien diferenciadas costumbres del resto de los pueblos de su entorno. Si a ello añadimos que los vascos hablan una lengua totalmente distinta a las de su entorno latino, estaremos en el camino de entender porque no son “españoles”, ni siquiera latinos, como los lusitanos (gallegos y portugueses), castellanos, catalanes y franceses. Los vascos tienen una “forma de ser y estar” totalmente distinta a la forma de ser y estar del resto de los pueblos de su entorno, ya sean españoles o franceses, por lo tanto, no cabe la menor duda de que estamos ante una tribu distinta que ha mantenido a lo largo de los siglos sus características propias, como beber Txakoli, ser bertsolari o arrantzale. Los vascos fueron respetados por todos los pueblos que invadieron y conquistaron la península ibérica a lo largo de los siglos. Por la península ibérica pasaron los romanos y se quedaron tanto tiempo que modificaron las costumbres y las lenguas de las tribus locales hasta su adaptación completa al latín, los bárbaros, los Godos, los Suevos… no dejaron esa huella.