LIDERAZGO CON PROPÓSITO
¿Cuál es tu océano azul?
H
ace un tiempo escuché una conferencia de John C. Maxwell donde exponía su teoría que las personas deben potenciar sus fortalezas en vez de invertir tiempo tratando de mejorar sus debilidades. Claro está, cuando se trata de competencias para desarrollarse en el ámbito laboral. Me hizo todo el sentido del mundo. A veces por exigencias de nuestros padres terminamos estudiando algo que no nos gusta y para lo cual no somos buenos, y eso nos lleva a desarrollarnos como profesionales en áreas poco atractivas para nosotros y terminamos frustrados. Una vez leí la entrevista de una persona que dijo que amaba la música y cantar, pero tenía poco oído musical. Por más que tomó clases de canto siempre fue mediocre como cantante. Sin embargo, era excelente bailarina (nunca he entendido como alguien puede bailar bien si no tiene oído musical); entonces, cuando fue momento de irse a la universidad decidió hacer su segunda carrera en danza, porque se dio cuenta que su fortaleza estaba ahí y que sería más fácil tener éxito como bailarina que como cantante. El otro día, conversando con un colega que estaba frustrado, le dije busca tu océano azul. Me quedo viendo con cara de “no te entendí”, entonces le comenté sobre el libro que se llama “Blue Ocean Strategy”, escrito por Renée Mauborgne y W. Chan Kim. La estrategia del océano azul básicamente es la búsqueda simultánea de la diferenciación y el bajo costo para abrir un nuevo espacio de mer-
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cado y crear una nueva demanda. Se trata de crear y capturar un espacio de mercado indiscutible, haciendo que la competencia sea irrelevante. Muchos de nosotros crecimos con el mensaje de que había que trabajar duro para mejorar nuestras debilidades. Por ejemplo, durante mi carrera bancaria he tenido la oportunidad de estar a los dos lados de la industria: el front office, atendiendo clientes, y el back office, en áreas como gobierno corporativo, riesgos y cumplimiento. Durante la primera parte de mi carrera estuve en crédito en los tiempos donde el ejecutivo promovía el negocio, analizaba los créditos y los presentaba en el comité hasta llevarlos a formalización. Ahora, por temas de check and balances es más sano que los de negocios “vendan” y los analistas analicen. De hecho, desde el punto de vista de talento humano, es más fácil buscar perfiles de personas que tengan las competencias para cada área porque generalmente unas con las otras no son necesariamente compatibles. En mi caso particular me costaba muchísimo vender por mi temperamento introvertido, y tenía que trabajar mucho esa parte para lograr ser exitosa; pero a la hora de hacer los análisis me sentía como pez en el agua. Entonces, a mi colega le hice una analogía con la estrategia del océano azul enumerando sus habilidades, competencias y fortalezas para que dejara de competir con otros en algo donde nunca iba a ser exitoso, y más bien se enfocara en desarrollar sus fortalezas y encontrar oportunidades para ponerlas en práctica.
LA ESTRATEGIA DEL OCÉANO AZUL ES LA BÚSQUEDA SIMULTÁNEA DE LA DIFERENCIACIÓN Y EL BAJO COSTO PARA ABRIR UN NUEVO ESPACIO DE MERCADO
Karla Icaza M. Vicepresidenta Ejecutiva Gobierno Corporativo de Grupo Promerica.