Tal y como en otros cuentos, Arredondo presenta un epígrafe, un poema de Edgar Allan Poe que da una idea al lector de la trama y los personajes principales del cuento. El escenario es Eldorado, una hacienda en la que vive don Hernán y sus sirvientes, entre estos destaca Lótar, quien se encarga de buscar adolescentes vírgenes que acepten vender su virginidad a don Hernán. Sin embargo, el nuevo interés de don Hernán es una chica de dieciocho años que no acepta los quinientos pesos en oro, sino que a cambio de su virginidad solo pide ver los libros y las pinturas que posee don Hernán. Lótar espera a que el encuentro finalice, pero Don Hernán lo sorprende, diciéndole que Lía se quedará con ellos. En este cuento, los celos se hacen presentes, pues Lía solo anhela obtener conocimiento que, sin don Hernán, no podría tener; él la lleva a viajar por todo Europa e incluso por Asia, le compra joyas y ropa y la llena de libros y aprendizaje sobre otras culturas; mientras Lótar comienza a sentirse abandonado y desplazado, “por las noches don Hernán me llamaba a su cuarto, pero raras veces era para aquello, y cuando sucedía era sin pasión, como una cosa necesaria y mecánica” (Arredondo, 1979).
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