En el cuento de 2 de la tarde, Arredondo muestra una escena más cotidiana, transcurre en una parada de autobús, en el calor abrasador de las 2pm, la espera impaciente de los pasajeros y Silvio como protagonista, un hombre que en la espera de su ruta se encuentra con una joven que “bonita podría ser, pero alta, y le faltaba gordura donde las mujeres deben de tenerla” (Arredondo, 1979). Al igual que el escenario, la situación es bastante común, un hombre que se encuentra atraído por una desconocida en la calle y comienza a buscarla con la mirada y el tacto con el fin de llamar su atención. La autora transporta al lector a los hechos, no solo por las descripciones sumamente atinadas que realiza que despiertan a la imaginación sin esfuerzo alguno, sino porque el escenario de la parada, del chofer que se estaciona entre los autos y no donde debe, de los camiones llenos, de las personas peleando por poder subirse, es tan común que el cuento logra simpatizar y hasta empatizar con el lector. La atracción entre la muchacha y Silvio se hace presente entre los jaloneos y el clima caluroso, y aunque es un cuento cortísimo, y la trama puede parecer bastante sencilla, Arredondo agrega su toque como escritora para contar una historia que no se trata solamente de amor ni de esperar un camión, logra detener el tiempo en las 14 horas para narra la “llama sensual y pura” (Arredondo, 1979) que los envuelve.
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