LA CAJA MISTERIOSA Hola Carla, llevo 21 años buscándote, supongo que no tienes la más mínima idea de quién soy, por esa misma razón te voy a contar mi historia sombría.
31 de mayo de 1991, eran aproximadamente las seis de la tarde, me encontraba en el sillón de casa viendo una serie mientras esperaba a mi padre. Mi padre era la única persona en mi vida y a la cual más amaba, mi madre nunca estuvo para mi, la verdad no tengo ningún recuerdo de ella, ella se fue cuando yo tan solo tenía un año. Tocaron la puerta de casa, era mi padre, se sentó en el sillón conmigo y me comentó que había contratado una mujer para que limpiara la casa, no tuve problema y acepte. Al día siguiente esa mujer apareció, ella me habló, se llamaba Rosa, parecía una mujer agradable pero tenía pinta de guardar un secreto, pase por alto eso y seguí mi camino. Me dirigí a mi habitación pensativa, ya que en unos pocos días era mi cumpleaños, y mi mayor deseo era poder conocer a mi madre. Tocaron la puerta de mi habitación, era Rosa, me ofreció un jugo y me dijo que mi padre tenía que irse por trabajo. Me sorprendió porque él pocas veces se iba, y menos se iba a ir cuando dentro de poco era mi cumpleaños, no le di mucha importancia y me puse con los deberes.
Llegó el día de mi cumpleaños, 4 de junio, invité a unas amigas a mi casa. Rosa nos preparó comida mientras yo abría unos regalos, nos sirvió la comida y trajo con sigo un regalo, la caja era bastante grande, de su boca salieron unas palabras de lo más extrañas, ella me dijo “ábrelo al final del día de hoy y al principio del de mañana” Llegó la hora y decidí abrir el regalo siguiendo sus instrucciones, no me esperaba lo que aquel regalo contendría. Aquel regalo me dejó marcada, ¡era la cabeza de mi padre! aquella mujer loca había matado a mi padre, todo se volvió negro. Cuando volví a ver la luz, esa mujer me dijo que era mi madre, en aquel momento no lo creí, pero hace un par de días descubrí que decía la verdad. No he estado contigo por miedo a que te pasara algo malo, yo te quiero con toda mi alma y se con certeza que cuando leas esto estaré muerta.
Por ello pido perdón, y te mando todo el cariño del tiempo en el que falte. Un adiós con cariño mamá. IVANIA ALVARADO CHICHANDE –DBH 3A142