Acto de Apertura XVIII Congreso de Aapresid.
“Tratamos de mantener encendida la lámpara del conocimiento” Con la presencia de altos funcionarios, el acto de apertura tuvo en la voz de Gastón Fernández Palma la necesidad de buscar consensos y la importancia de encuentros que -como el Congreso- sirven para exponer ideas hacia el desarrollo sustentable, con un Estado fuerte que marque pautas justas y claras.
Gastón Fernández Palma, presidente de Aapresid
La ceremonia inaugural del XVIII Congreso de Aapresid estuvo encabezada por el presidente de la Institución, Gastón Fernández Palma, con algunos pasajes de un discurso personalísimo a destacar: “En este congreso se buscará mantener encendida la lámpara del conocimiento compartido, con la referencia tecnológica como todo norte. Esto requiere un fuerte compromiso de parte de
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los productores y los Grupos Regionales que los nuclean y, fundamentalmente, de un staff joven altamente involucrado, y en continuo aprendizaje, que trabaja cotidianamente en los programas insignias: Regionales, Agricultura Certificada y Sistema Chacras”. “No queremos una empatía forzada, elegimos ser nosotros mismos y nuestros pensamientos, de esa manera podremos mantener nuestra independencia y nuestro ideal de libertad intelectual, que siempre es la antesala de la libertad de hecho, la del día a día. La que nos permite realizarnos y afirmar nuestro yo sin temor a exponer
ideas sin tabúes, participando en la discusión que desde lo técnico, lo social, lo político y lo histórico llenan de obstáculos el camino difícil de la convivencia.” “Bregamos por la seguridad jurídica, el respeto a las leyes, la propiedad privada- ratificada hoy más que nunca, como alternativa que asegure la producción, la propiedad intelectual, evitando de manera consensuada con todos los sectores de la cadena-la pérdida de oportunidades, procurando lograr con rapidez, inteligencia y justicia, acuerdos para el uso de nuevas tecnologías que nos permitan aumentar la competitividad productiva y comercial necesaria”. “Bregamos por el uso social del suelo, con leyes que respeten los derechos de todos los involucrados, generando el espacio legal que permita en igualdad de condiciones y de posibilidades, la sana competencia de pequeños, medianos y grandes productores, organizados en grupos o aisladamente. Con la razonable y prioritaria protección a los de menor escala, evitando los desequilibrios que sólo generan divisiones y rencores irreconciliables, a la vez que convalidan la mala praxis agronómica. La vigilancia necesaria de un estado fuerte que marque las pautas sin transformarse en rémora que obstaculice todo esfuerzo creador”. “La necesidad de aumentar la producción, respetando las normativas de seguridad, obligación indelegable del estado en su ordenamiento jurídico y de control, aplicando a rajatabla las leyes y reglamentaciones de los organismos técnicos,