CREAN O NO TODAVÍA ESTAMOS AQUÍ Distinguida señora Academia portadora de siglos fosilizados, de gustos muy caros, de maneras refinadas y de alta alcurnia de sangre azul, huesos de marfil y ojos telescópicos resplandecientes, muy experimentada para hacer cada vez más ricos a los ricos. Tú que miras con obscena indiferencia a mil millones de indigentes a las tres cuartas partes de la población mundial que padece hambre al 1% de ricos que bien del 99% la riqueza que produce el planeta Tierra no nos rendiremos nunca ante la falacia magister dixit. Crean o no todavía no hemos muerto, estamos vivitos y coleando aún reímos a carcajadas de quiénes se creen papa santos de Roma, juramos la verdad ante el Notario de Fe Pública contra los calumniadores, tenemos pleno derecho de pisar fuerte y no dar el brazo a torcer, ejercemos con maestría nuestros derechos constitucionales. Cada vez que a la gente se le ocurre poner misa en nuestro nombre sobre falsas sepulturas. Miles de años antes de Cristo decidimos con mano dura bañarnos repetidas veces en las mismas aguas negras de los mismos ríos turbios y ríos amarillos en el ir y venir de largo filosofar reímos burlándonos del canto de cisnes con que nos arrojan falsos amigos que no se cansan de mirarnos con dudas y asombros de filosofar saben lo que de rosas los cerdos. No estamos muertos, vivimos la vida leyendo libros. Amamos la risa franca, la risa abierta y la musa fresca. Todavía estamos aquí dando saltos y brincos. Sanos, salvos, más filosos que la piedra de la calle. No cobramos por frotarnos las espaldas entre asnos, gritamos a voz en cuello líbrennos de sofistas: “El que sabe, sabe y el que no sabe enseña”. 13