OFERTORIO ¡HAY, AMOR! ROSARIO, alma mía de mis amores lees mis pensamientos Corazón de abril tú que me amas siglos de ensueños con la niña de tus ojos. Yo a cambio te amo tanto que no puedo amarte más, pero te amo cada vez más Con la luna en el bolsillo arrodillado a tus ojos negros bailo al son de la poesía. Y no cesaré de admirar la belleza de tus zapatos en el horizonte de mis dudas. Mucho menos dejaré de amarte bebiendo el agua fresca en el hueco de tus manos. Reiré contigo filosofal, enraizado y arbolado de tus labios rojos abiertos a la risa. Es lo bueno que tiene el universo en cada una de tus pestañas colmenar de abejas Cada vez más evidente que te amo con el alma entera que no renuncio a amarte. Dramático sed de amor, ventanal de mis ojos enamorados el jazmín de tus carnes Saboreando pan, vino y oraciones póstumas consagradas al sacerdocio de tus días
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