Realizar una inversión para la educación y aprendizaje en la primera infancia es esencial, pues es una de las etapas más significativas para el bienestar y el proceso de desarrollo en el ámbito físico, cognitivo y socio-afectivo de los infantes. Durante esta etapa se desarrollan habilidades, cualidades y valores fundamentales que guían su conducta a futuro, además de las vivencias y experiencias de la vida cotidiana que llegan por medio de la conducta de los padres, educadores y comunidad (Cortés & Ibagué, 2011). Alineado a lo antes establecido, la atención y la educación que se de en los primeros años de vida del niño será un factor clave para compensar cualquier limitación y aportar al principio del trato equitativo para todos los infantes con escasos recursos y situaciones de vulnerabilidad. (Aguilar, 2005). Este estudio visualizó y colaboró con la instauración de un centro infantil en un sector altamente poblado de Bastión Popular con el objetivo de contribuir al desarrollo, aprendizaje y bienestar de los niños que integren el centro infantil a partir de los seis meses a cuatro años de edad, a su núcleo familiar y la comunidad. Se enfoca en el diseño de los ambientes de la vida cotidiana, como los lugares en común que son utilizados diariamente por aquellas personas que integran el CI y que están comprendidos en diversos lugares del centro. Jonassen y Roher- Murphy (1999) mencionan que los ambientes de aprendizaje son espacios compuestos por diversos elementos (docente – estudiante), y que conjuntamente desarrollan actividades para asimilar y crear nuevos conocimientos. Desde una óptica escolar, los ambientes de aprendizaje se refieren a la organización del espacio, a la distribución de recursos didácticos y mobiliarios, a la administración del tiempo y a las interacciones; también son considerados como estrategias educativas que respaldan el proceso de enseñanza aprendizaje y varían de acuerdo a la edad, necesidad e interés del infante (Ministerio de Cultura, Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, & Fundación Carvajal, 2014). Sainz de Vicuña y Fernández (2000) mencionan que los ambientes de la vida cotidiana son espacios en común utilizados por todos los integrantes que cohabitan el centro infantil y están comprendidos por la entrada del centro, pasillos, oficinas, servicios higiénicos, cocina, comedor, entre otros. A través de este proyecto se considera importante conocer los tipos de ambientes de aprendizaje de la vida cotidiana, el propósito y la influencia que ejerce cada uno de ellos en el desarrollo integral del infante. Estos ambientes, aunque no son los más destacados en los procesos educativos, son fundamentales, pues además de brindar descanso e interacción entre el personal que los ocupa, también están vinculados con las actividades del diario vivir de los infantes. Por lo tanto, deben ser considerados desde una perspectiva educativa. En resumen, el propósito del proyecto fue diseñar ambientes de la vida cotidiana en el Centro Infantil de la UCG ubicado en el Centro Polifuncional Zumar del sector de Bastión Popular, beneficiando al desarrollo y al aprendizaje, lo que contribuye significativamente a los infantes de seis meses a cuatro años de edad con la guía del docente, núcleo familiar y comunidad, esto en relación directa con los enfoques ecológico e inclusivo.
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