Niños
TEMOR “Es importante acompañar al niño en su aprendizaje, dándole seguridad y confianza”, afirma Domenech.
¿Defensa o inseguridad?
E
El miedo en los pequeños puede ser normal, pero cuando se hace persistente, hay que prestarle atención
l primer miedo que surge en el ser humano al nacer es el miedo a caer y ocurre como un mecanismo instintivo de supervivencia. La psicóloga infantil y pedagoga Montse Domenech, autora de “La vacuna contra el miedo”, asegura en la publicación que este sentimiento es una respuesta ancestral, “y en realidad es un fenómeno positivo porque nos defiende de posibles peligros”, afirma. Sin embargo, y como todo en la vida, debe existir un equilibrio. A medida que el niño crece, las experiencias que viva pueden ocasionar la aparición de otros miedos que igualmente pueden desaparecer por sí mismos, pero cuando son excesivos llegan a ser perjudiciales y debe prestársele la debida atención.
Por Verónica Abreu
Domenech asegura que los temores pueden convertirse en inseguridad de la cual surgirían diversas fobias difíciles de sobrellevar y que posiblemente se prolonguen hasta la vida adulta. “Ancestralmente, el miedo era un mecanismo de defensa y de autoprotección para el mantenimiento de la especie. Pero la persistencia de estos miedos puede ser negativa porque potencian la inseguridad del niño o incluso del adulto. En realidad, el miedo del adulto 74 en forma & saludable
en un niño. Una conversación, presenciar un hecho impactante o sorpresivo, o una experiencia en la que se sintiera amenazado, pueden ser algunas de las muchas causas.
es consecuencia del temor en la infancia que no se ha superado o de una experiencia traumática”, dice la especialista. Siempre juntos El acompañamiento de los padres tendrá como resultado un niño y un adulto seguros y con confianza en sí mismo y en el mundo que lo rodea. De igual forma, el origen de algunos miedos en la infancia se relacionan con referencias que obtienen de padres miedosos o sobreprotectores. “Los niños que sienten miedo son inseguros, no tienen referencias claras de lo que pueden hacer y lo que no, y estas referencias las tienen que dar los padres. Al niño hay que dejarlo experimentar, siempre vigilándolo de reojo”, expresa la pedagoga. TV e internet Cualquier cosa puede desencadenar un sentimiento de miedo
La televisión y el creciente uso de Internet desde muy temprana edad, juegan un papel destacado en la aparición de temores. Por esta razón, los profesionales recomiendan a los padres, controlar lo que sus hijos ven y explicarles lo que están observando, sobre todo, ante imágenes que puedan herir su sensibilidad. Cuidado con las fobias Cuando la sensación de temor se hace frecuente puede convertirse en una fobia, un miedo intenso e irracional que llega a ser debilitante, e incluso interferir de manera significativa en la vida diaria de quien la sufre. Para tratar las fobias, los profesionales recomiendan la desensibilización, una técnica en la que, siempre bajo la orientación de un terapeuta, se expone al paciente de forma progresiva a aquello que origina la ansiedad. La psicoterapia y los ejercicios de respiración también pueden ayudar a los niños a aumentar la seguridad en sí mismos, y a controlar la ansiedad y el estrés.