Pasión Cofrade
La Semana Santa de León anterior a 1930 Es conocido por todos que la Semana Santa de León hunde sus raíces en el siglo XVI con la creación de dos corpo raciones penitenciales, la Vera Cruz y las Angustias, a las que se unirá en los comienzos de la centuria siguien te la compañía de Jesús Nazareno. Posteriormente, la Tercera Orden de Penitencia también desempeñará un papel importante en Semana Santa. Sin embargo, la puesta en escena de las procesiones actuales puede afir marse, con algunos matices, que es un producto de la sociedad españo la de los años cuarenta, y sucesivos,
que aportaron la fundación de cuatro corporaciones más, así como del pos terior resurgimiento de la Semana Santa experimentado en la década de los años noventa con la institución de nuevas cofradías. Esta afirmación puede sorprender al lector, pero realmente la salida de las procesiones penitenciales en nuestra ciudad nunca gozó de una amplia par ticipación de los leoneses ni tampoco contó con el reconocimiento de la so ciedad, a tenor del seguimiento que se hacía de esta celebración en la prensa
leonesa, en la que se llegó a exponer duras críticas o comentarios que re flejaban la escasa consideración de las procesiones frente a las de otras poblaciones españolas. No queremos decir que los cortejos penitenciales carecieran del prisma religioso propio de la manifestación de fe, sino que el aspecto externo ofrecía muy poco des de un punto de vista estético y artís tico, distanciándose, por lo tanto, de la magnificencia con la que otras ciu dades organizaban sus cortejos pro cesionales con importantes obras de arte que escenificaban los misterios de la Pasión. ¡En la prensa publicada en nuestra ciudad cabe destacar la preponde rancia concedida a todo tipo de actos religiosos, oficios y sermones, entre otras ceremonias organizadas para conmemorar la Pasión, Muerte y Re surrección del Señor. Un ejemplo es la atención prestada al novenario de los Dolores, publicando puntual y deta lladamente información de los predi cadores y de la procesión final de este piadoso acto, tal como estudiamos en esta misma revista en 2017, “Las dos procesiones de la Dolorosa del Mercado en 1856”. Esta situación de la Semana Santa de León, que sobrepasó el primer cuar to del siglo XX, puede justificarse pri meramente por el escaso número de procesiones: Procesión de los Dolores, de las Palmas, de Jesús Nazareno (el Dainos), de los Pasos y del Santo En tierro, a las que se unirá en 1928 la Procesión del Silencio aunque sola mente saldría en aquella ocasión. Au relio Calvo refiere así esta procesión, “la del Silencio. Dicha así porque ésta era su característica: el silencio. Fue una imitación en pequeño de la del Silencio de Sevilla. Hizo su salida, conforme muchos recordarán, de la iglesia de Santa Nonia con el Paso de la Oración
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Semana Santa • León 2019