Domingo 06.12.20 EL NORTE DE CASTILLA
64 +VINOS
De proyectos y vinos interesantes VÍCTOR BORDA
C
uando pienso en vino, me vienen a la cabeza algunos proyectos interesantes que han llamado mi atención cuando los he conocido y, sobre todo, probado. Algunos se mueven bajo el paraguas que cubre a algunos de los caldos –ya sé que a algunos les repatea este término, pero a otros no– más destacados de la comunidad, Vinos de la Tierra de Castilla y León. Otros se manejan dentro de pequeñas denominaciones de origen o comparten espacio con ellas. Son vinos originales y llamativos, unas elaboraciones sobre las que merece la pena poner el foco. Para mí, uno de los más llamativos proyectos vitivinícolas es Fuentes del Silencio, una bodega ubicada en territorio leonés, en la población de Herreros de Jamuz, que sorprende con sus tintos. Hablamos de viñas prefiloxéricas y centenarias, donde predomina la variedad mencía pese a estar en pleno territorio de la prieto picudo. Máximo respeto a la tierra y su fruto. Uno de sus tintos, Las Quintas, se convierte en un auténtico placer en la copa. Algo parecido sucede con La Gándara, –el top de sus vinos–, Las Jaras, o Mataperezosa, un blanco original, con palomino y Doña Blanca, que recuerda al vecino Bierzo. También dentro de Vinos de Tierra de Castilla y León se encuentra Bodegas La Mejorada, un proyecto del arquitecto navarro Rafael Moneo que se halla en las cercanías de Olmedo. Tintos de calidad como bandera y una fidelidad absoluta al ‘terroir’. Son
vides plantadas en su mayoría en la década de los noventa y con la omnipresente tempranillo como variedad principal, aunque acompañada por otras, como syrah, merlot, malbec o cabernet sauvignon, para ensamblar vinos con mucha personalidad. En la emergente zona de Valtiendas, en la provincia de Segovia, brillan las creaciones de Bodegas Carlos PJ. Su Flor de la Redreja o su Tinto Fino son dignos de conocerse por su originalidad. Hablamos de viñedos casi centenarios ubicados a más de 900 metros sobre el nivel del mar, con un cultivo orgánico-ecológico en sus parcelas. Una elaboración casi artesanal y una crianza en roble que permite ofrecer un caldo particular, perfecto para acompañar al plato estrella de la zona, el lechazo asado. Una joya de los viñedos segovianos. En la denominación Arlanza sobresale Bodegas Buezo, en el burgalés pueblo de Mahamud. En esta bodega solo se elaboran reservas. En sus instalaciones se aúnan vanguardia con tradición.
IBARROLA
«Son vinos originales y llamativos sobre los que merece la pena poner el foco»
Como manda la DO, la tempranillo es la reina de sus elaboraciones, aunque sobresale entre los cuatro tintos que saca al mercado el que une esta casta con la petit verdot, una variedad con poca presencia en nuestro país y que, en este caso, da lugar a algo diferente. Cuenta con un restaurante en una zona de la bodega en el que se pueden probar sus vinos junto a una esmerada cocina de corte actual. También en la DO Arlanza, pero en la localidad palentina de Palenzuela, existe otra bodega que ofrece vinos interesantes: Pagos de Negredo. Su Quinta Negredo Gran Coto Redondo convence a los paladares más exquisitos. Palencia enológicamente hablando también existe y este vino es una muestra clara y rotunda de ello. Ya en la DOP Cebreros mencionar a Soto Manrique, una bodega que saca un espléndido rendimiento a los viñedos, principalmente de garnacha y albillo real. Sus Naranjas Azules, un particular rosado de garnacha, fue un auténtico ‘boom’ en el mercado. De La Viña del Ayer en las dos variedades reinas en esta zona de Ávila a vinos de paraje –La Cruz Verde, Las Violetas o La Mira–, esta bodega ha logrado elaboraciones meritorias y originales. Al final, el público quiere cosas nuevas y Soto Manrique lo consigue en la copa. Son solo algunos ejemplos de lo mucho y bueno que se hace con los viñedos de esta nuestra comunidad autónoma. Hay muchos más.