Eres gorda, estúpida y fea (la historia de Diana)
DESCRIPCIÓN DE LA HISTORIA
EDAD DE LOS ALUMNOS
Mi historia comienza cuando era más joven, pero se ha intensificado en los últimos dos años. Siempre he sido un poco más rellenita que los niños de mi edad. Había compañeros que me miraban mal o me decían que estaba un poco gorda, pero poco frecuente. Hace dos años fui a la escuela secundaria y entré en una clase con compañeros nuevos. Al principio, se enviaban mensajes y se reían de mí, y eso me entristecía, pero no sabía lo que escribían. Luego, empezaron a enviarme mensajes por Whatsapp diciéndome que era "gorda, estúpida y fea". Enviaron mensajes en el grupo de clase de Whatsapp con fotos mías de Facebook e hicieron caricaturas; dijeron que soy como una vaca, como una ballena. Nunca me llamaron por mi nombre, solo gorda, ballena, cerdita. Sucedía todos los días. Estaba desesperada, pero no tenía a nadie a quien contárselo. No quería que mis padres o profesores lo supieran. Incluso empecé a verme y creerme fea y estúpida, porque estaba gorda. Así que dejé de comer siempre que pudiera, y si lo hacía, iba al baño y vomitaba. Conseguí perder peso. Mis padres se preguntaban qué me pasaba, pero yo les decía que eso era lo que quería, pero los mensajes de Internet seguían apareciendo, y como no comía, no podía concentrarme tan bien y mis notas bajaron. No me sentía nada bien, estaba mareada, me sentía muy triste y lloraba. De alguna manera quería gritar pidiendo ayuda, pero no tenía fuerzas para decirle a nadie lo que me estaba pasando. A veces deseaba no haber nacido o morir para no ser una carga para los demás. Hace unos meses, tuve una crisis, me dijeron que tenía un nivel bajo de calcio y me llevaron al hospital. Los médicos les dijeron a mis padres que tenía una anemia grave, que estaba deprimida y sufría bulimia. Mientras estaba inconsciente, mi hermana mayor descubrió los mensajes de mi móvil y se los enseñó a mis padres. Mis padres y mi hermana me ayudaron mucho y me sentí querida, me apoyaron mucho. También hablaron con mis profesores y descubrí que no era la única del colegio que pasaba por esta situación. Ahora todos participamos en lecciones relacionadas con el ciberacoso, nuestros profesores nos dicen cómo reaccionar y qué hacer en estos casos. También empecé un programa de psicoterapia y aprendí a aceptarme tal y como soy, y conocí a algunos compañeros con los que me llevo bastante bien. Ojalá hubiera dicho antes lo que me pasaba.
12 AÑOS
