ENTORNO
Deserción escolar, un reto en Colombia
Si bien en el país hay un aumento en el número de matrículas para educación primaria y secundaria, la deserción sigue siendo alta y la falta de opciones laborales es la principal razón. “LOS JÓVENES Y NIÑOS COLOMBIANOS NO VEN UN PANORAMA CLARO PARA SU FUTURO CUANDO ENTRAN A ESTUDIAR Y ESO LOS HACE DEJAR EL COLEGIO, PORQUE NO VEN UN FUTURO DE VIDA”, así lo afirma José Ferrao,
director mundial de United Way Worldwide, fundación que ayuda a mitigar el impacto de la deserción en el país y que muestra el trasfondo de la problemática en el país. De acuerdo con las cifras del Ministerio de Educación, del 100% de los niños que se matriculan en los colegios del país, solo el 44% terminan sus estudios secundarios y el 56% restante no pueden quedarse. Además, la directora de la fundación Andi, Catalina Martínez, señaló que "en Medellín se registran cifras de 12 mil niños que desertan anualmente, en Bogotá 21 mil y en la zona de Urabá 9 mil. Considero que esto se asocia al núcleo familiar y las condiciones socioeconómicas, donde el nivel de cobertura de necesidades básicas es muy elevado al igual que la pobreza multidimensional". En esto coincide Cristina Gutiérrez de Piñeres, directora United Way Colombia, quien asegura que además de la visión negativa del mercado laboral, los problemas de tra-
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DE LOS NIÑOS QUE ENTRAN A ESTUDIAR EN UN COLEGIO DESERTAN EN SECUNDARIA POR FALTA DE MOTIVACIÓN.
bajo infantil y desplazamiento forzado se suman a las razones a las que han llevado a que crezca la deserción escolar. Para Gutiérrez, es fundamental empezar a buscar la solución más allá del problema e involucrar a todos los sectores de la sociedad que influyen en el sistema educativo del país porque no es solo un problema de los niños, los docentes o los padres; es una red en la que todos deben estar conectados. “La idea es desarrollar programas educativos y planes comprendiendo las necesidades de todas las comunidades para que los jóvenes sientan que pueden desarrollar sus habilidades de liderazgo y creatividad, sientan que su aporte para la sociedad es importante, más allá de simplemente un lugar para ir a aprender”, añade Guitérrez. Así lo confirma Ferrao. “A los jóvenes de hoy en día les falta motivación, en todo el mundo hay niños que son capaces de crear, de proyectar futuro y de tener sueños para que sus intereses
puedan ser tenidos en cuenta, por ello, los espacios de creación son fundamentales; necesitan cátedras de innovación, de liderazgo para que al llegar a las universidades sientan que van a dar lo mejor de sí en una empresa y en lo que se propongan”. Para ello, los programas de educación en Colombia necesito un verdadero revolcón. “Los jóvenes deben analizar los problemas que tienen en la vida diaria para plantear soluciones con sus familias y todos los actores de su entorno, salir de su zona de confort pensando en nuevos ecosistemas educativos que los hagan partícipes de su educación”, afirma Gutierrez. Y para ello el papel de los docentes también necesita una transformación. Los expertos coinciden en afirmar que atrás quedó la docencia tradicional en la que solo se debía memorizar, para pensar más en espacios para que los niños y jóvenes sean capaces de crear una visión de futuro apoyados de sus docentes, que en sus colegios se sientan motivados y construyan futuro con profesores, padres, gobierno y país.