Revista Impacto Económico Edición N° 16

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ECONOMÍA

Es imposible cambiar si no se quiere cambiar. Desde hace muchos años la sociedad ar-

pero no estar dispuestos a modificar

gentina, a pesar de la alternancia de di-

nada.

ferentes gobiernos, ha intentado sin éxito construir un país económicamen-

Más allá de los discursos, las diferen-

te sustentable. Cada intento de revertir

cias, la grieta y las banderías parti-

la decadencia ha terminado en frustra-

darias, desde hace 70 años, la mayo-

ción, mayor retroceso y más carencias.

ría de los argentinos exigen cambios y

ERNESTO SANDLER.

Ningún sector social, laboral, empresa-

al mismo tiempo ejecutan las mismas

Economista. Empresario en medios de comunicación. Escritor

rial, gremial o cultural ha podido eludir

políticas económicas. Políticas que han

ese sostenido proceso de fracasos. Sola-

llevado la regulación de las actividades

mente algunos pocos, posiblemente por

privadas, la corrupción, la inflación,

la posición dominante que ocupan en la

la protección de grupos monopólicos,

sociedad o por haber participado en ac-

los privilegios sindicales, la instala-

tos de corrupción, han podido disminuir

ción de mafias económicas para-esta-

el impacto negativo generado por nues-

tales, la escasez de bienes, el aumento

tra crónica decadencia.

de la pobreza, la falta de oportunida-

Fundador y Director de WexWe emprendedoras. Creador de Utilísima Multimedios. Presidente de Bellavisión Entertainment y Mucho Gusto contenidos. Autor de los libros “Mujeres emprendedoras”, “Emprendedoras las emociones importan”, “Malos Hábitos Empresariales” y “Tu mejor negocio es emprender”.

des para emprender, la escasez de emEn estos días, como es habitual, segura-

pleo, la falta de viviendas, la desigual-

mente escucharemos en todos los me-

dad social, el aumento de las villas de

dios de comunicación que la crisis eco-

emergencia, el exceso de presión im-

nómica que estamos atravesando es por

positiva, la constitución de un Estado

el coronavirus, como en otros momen-

corporativo, el decaimiento cultural,

tos fue atribuida a la deuda externa, los

la ausencia de capacitación, el retraso

CEO de Macri, los populistas de Cristina,

tecnológico, el proteccionismo de in-

el FMI, los empresarios inescrupulosos,

dustrias obsoletas, la inseguridad jurí-

los corruptos con sus bolsos o los sindi-

dica, el cierre de las importaciones y el

catos, entre una extensa lista de culpa-

rechazo a las innovaciones comercia-

bles. No es que esos factores no hayan

les, como parte de un extenso listado

contribuido a nuestra decadencia ni ne-

de políticas negativas para el progreso

gamos su participación en ese proceso

y el bienestar social.

destructivo, pero enfocarnos en eso no permite conocer la verdad.

Es curioso y sorprendente que a pesar de esta fotografía decadente, las políti-

No es mi intención sumarme a los que

cas económicas implementadas por to-

se entretienen pegándole a otros o se-

dos los gobernantes que se han sucedido

ñalando culpables de nuestras crisis

a lo largo de décadas sean siempre simi-

económicas de acuerdo a sus convic-

lares y vayan en la misma dirección. Son

ciones o intereses. No me quiero subir

similares, porque debajo de su maqui-

a esa conducta colectiva que impide vi-

llaje político, mantienen la misma ma-

sualizar la principal la causa de nuestra

triz ideológica que nos ha colocado a la

crónica decadencia: reclamar cambios

cola de las economías del mundo.

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