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S E R I E
S O B R E
J U S T I C I A
S O C I A L
Misión cumplida Por Charles Mills
Nuestra misión como cristianos es proporcionar la oportunidad para que todas las personas experimenten la redención y la restauración de Dios.
36 Pacific Union Recorder en español
¿Q
ué se supone que debe hacer una iglesia en un mundo envenenado por el racismo, la discriminación y la injusticia? Jesús proporciona un plan de acción. Como dice el canto, «Zaqueo era un hombre pequeño». Era pequeño tanto en estatura como en carácter. Como principal recaudador de impuestos obligaba a sus compatriotas a pagar impuestos a los despreciados romanos que ocuparon sus tierras por la fuerza. A menudo recolectaba más de lo necesario, haciéndose muy rico. ¿Es de extrañar por qué el pueblo judío lo despreciaba? Un día, como se registra en Lucas capítulo 19, Zaqueo estaba en Jerico haciendo lo que sabía hacer mejor cuando escuchó que Jesús, el famoso rabino que sanaba a los enfermos, estaba de paso. Zaqueo decidió que quería ver a este popular extraño. Pero siendo un hombre pequeño, pararse en una multitud curiosa le brindaba una vista perfecta de las espaldas y los vientres. Nunca dejó que su falta de altura interfiriera con sus elevados planes, buscó una solución y la encontró muy cerca. Las higueras de sicomoro salpicaban el terreno y justo al frente había un espécimen maravilloso, con ramas resistentes y suficientes hojas para ocultar su curiosidad. Llegó el Gran Maestro rodeado de atentos discípulos. Zaqueo sonrió para sí. Había encontrado el mejor asiento de la casa para el espectáculo que se desarrollaba ante sus pies. Al llegar al árbol, Jesús se detuvo de repente. Lentamente, con una sonrisa que se extendía en a su rostro robusto y bronceado por el sol, miró hacia arriba, directamente a los ojos de Zaqueo. El recaudador de impuestos sonrió conscientemente. «Hola», dijo deseando ser mucho más pequeño de lo que ya lo era. «Zaqueo», le dijo el Gran Maestro, «baja inmediatamente. Debo visitar tu casa hoy».