Sostenemos que antes de la invasión occidental, el Perú no existió, pero sí existía el Imperio del Tahuantinsuyo, que era un conglomerado de muchas culturas, sobresaliendo la Cultura Quechua, la misma que se convirtió en cultura dominante. Los occidentales con el descubrimiento, y luego con la conquista, dan inicio a un nuevo sistema económico, político y social, que trató de integrarse y luego se sobrepuso, a esa sociedad, denominándola después: Perú. El historiador Jorge Basadre no es ajeno a estos planteamientos, más aún los reafirma diciendo: “El aluvión de la conquista con tales elementos venidos conjuntamente con la raza y la cultura españolas, realizó una nueva formación social, aunque no llegó a barrer del todo a la antigua.” (Basadre, 1980: 233) Esa nueva formación social de la cual habla Basadre, deviene la llamada república de españoles, con la cual se da inicio al Perú: “El nombre `Perú´ fue acuñado y popularizado para aludir al nuevo Estado, fracción o parte de un Estado metropolitano, y a la nueva sociedad, desde un principio autónoma en su proceso de desarrollo y crecimiento.” (Basadre, 1980: 246) Y esa cultura que no fue barrida del todo, se constituyó en la república de indios. LAS DOS REPÚBLICAS Esta nueva formación económico-social, la misma que en un principio intentó llegar a un cierto nivel de mestizaje en lo económico, político, social, étnico y cultural, rompe estos pequeños vínculos con la cultura nativa y pasa a desarrollarse en contra y a espaldas de la misma. Después de algún tiempo, luego de la implantación del Virreinato, adoptará el nombre de República de Españoles. La misma que tenía marcadas características. De todas ellas, en el presente trabajo haremos sobresalir el aspecto ideológico, político y social, ya que nos interesa centrar la atención en estos puntos. -La República de Españoles. En lo Ideológico: La forma ideológica que predominó en la conciencia de los invasores es la religión católica, de ahí la importancia de los curas doctrineros, los mismos que se autoconsideraban elegidos por Dios y propagandizaban que su misión estaba al servicio del progreso moral y espiritual. Prueba de ello es el sinnúmero de santos patrones que proliferaron en esta parte del mundo. Convirtiendo a la fiesta patronal en la más importante del año en cada pueblo, el mejor ejemplo lo tenemos en la Capital de la República de Españoles: El historiador Jorge Basadre nos brinda 104