Por otro lado, tenemos la dominación cultural que no es más que la plasmación a nivel ideológico de la dominación nacional y étnica. Se expresaba principalmente a través de la religión católica, cristiana y occidental y en el idioma castellano; los mismos que no sólo fueron oficializados, sino que fueron violentamente impuestos, ya que los catequizadores llegaron a esta parte del mundo con la "miel en los labios y con la ponzoña en el corazón" y quienes más sufrieron con estas imposiciones fueron los indios, a quienes les impusieron formas de vida, valores y costumbres totalmente extraños al mundo en el cual se desenvolvían. Todo esto descansa sobre el problema de clase; pero en esos momentos la contradicción principal se desarrollaba entre los “españoles-españoles” como representantes de la metrópoli española, y la colonia compuesta por indios, negros, mestizos, encastados y también los “españoles-americanos”, es decir, los criollos. De estos sectores, los más interesados en una revolución democrática y nacional eran los indios porque ella significaba coronar sus aspiraciones, como escribimos hace algún tiempo atrás, siguiendo a Mariátegui: “Dándoles aquello por lo que cuatrocientos años han luchado, es decir, la tierra sin pago alguno.” (Roldán, 1082: 162). Los menos interesados por su ubicación en la sociedad fueron los "españoles-americanos" y aunque parezca contradictorio, fueron ellos los que cosecharon todo lo que los demás -principalmente los indios- sembraron con dolor, sangre, lágrimas y con sus propias vidas. En función de este trabajo es de capital importancia reflexionar sobre lo siguiente: entre los años 1821 y 1824, las condiciones para este movimiento fueron tan decisivas, que sin lugar a dudas podemos afirmar que se vivió una auténtica situación revolucionaria. PRIMERA OPORTUNIDAD PARA CONSTRUIR LA NACIÓN Brevemente analicemos la actitud de las clases sociales en el momento de la independencia y a la vez sus proyecciones, ya que nuestro interés está centrado en el por qué no se dio inicio al proyecto de destruir la dominación colonial y a la vez construir el Perú como Nación. Los indios estaban interesados en el proyecto, su acción se inicia con la sublevación de Manco Inca, continúa con la de Juan Santos Atahualpa y se esfuma con la derrota de Túpac Amaru; es importante mencionar que uno de los personajes más crueles contra este último fue Mateo Pumacahua, entonces Coronel de las fuerzas españolas y Oidor en el Cuzco; el historiador Juan José Vega nos ilustra al respecto: "Un buen ejemplo 111