Revista Marejada Vol. 9 #1 Primavera - Verano 2012

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REVISTA AMBIENTAL

Vol. IX, Núm. 1

Primavera-Verano 2012

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Foto: Michelle Schärer Umpierre

Visión Mucha gente piensa que el espacio sideral, el universo, es nuestra frontera final de la exploración y del conocimiento. Sin embargo, los océanos todavía son una región desconocida y nuestros mares, los que nos quedan a unos pasos de nuestras casas, aguardan por nuestros esfuerzos en investigación, para conocerlos a profundidad, mantener su valor ecológico y salvaguardarlos para que las generaciones futuras puedan beneficiarse de las oportunidades económicas y recreativas que estos ofrecen. Tal vez, lo irónico es que muchos conocen sobre el planeta Tierra o sobre nuestro sistema solar, pero conocen muy poco sobre los ecosistemas marinos y costeros y su extraordinaria biodiversidad, su fuerza y su energía física, así como su papel en la climatología. Como ciudadanos, debemos entender bien esa inmensa parte de esta biosfera que está formada por las aguas de los océanos. Marejada surge como un medio de comunicación enfocado en educar a los hispanoparlantes acerca de la importancia de proteger nuestros mares y océanos de los complejos procesos climáticos y antropogénicos que los amenazan. Marejada es una revista ambiental comprometida con la conservación y el desarrollo sustentable de nuestros recursos y atracciones marinas y costeras. Nuestro interés es educar al público general y llevarle información científica de una manera sencilla y fácil de entender. Para nosotros, uno de los puntos clave, en el marco de las investigaciones científicas aplicadas, es poder desarrollar proyectos dirigidos a solucionar problemas actuales que afectan los recursos marinos y costeros que nos rodean, al tiempo que facilitamos los resultados de estas investigaciones a los manejadores y los usuarios de estos recursos. Estos resultados deben ser publicados y puestos al alcance de la mayor cantidad de personas. Esta revista ambiental constituye ese espacio accesible para que los investigadores, los científicos, los usuarios de los recursos, los educadores, los manejadores y los especialistas publiquen artículos cónsonos a nuestra visión, al tiempo que el lector disfruta en este proceso del saber. Marejada: una manera de acercarte más a la costa.

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REVISTA AMBIENTAL

ALERTA AMBIENTAL 6 22

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Nuestras tortugas marinas

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Amenazas y mitigaciones en las playas de anidación

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MAR ADENTRO 22

Cuba y las tortugas marinas

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El genoma

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El carey de concha en PR

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El peje blanco

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El tinglar en PR

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Arrecifes con chambones

NUEVOS ACERCAMIENTOS 36

Proporciones sexuales del carey

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Conservación de hábitats críticos

EDUCANDO CON EL MAR 28

30

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Ciclo de vida de las tortugas

VIDAS APASIONADAS 43

Luis Crespo

COMPROMISO AMBIENTAL 46

Proyecto ATMAR

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TICATOVE

EVENTOS 36

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Primer Encuentro Tortuguero

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Grupos de conservacion

CONOCE A NUESTRO EQUIPO 54

Oliver Bencosme Palmer Foto portada: Michelle Schärer-Umpierre

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Carta del director Las tortugas marinas son organismos que provocan fascinación y despiertan el interés de muchas personas. Esta edición de Marejada, la hemos dedicado a las especies de tortugas marinas que desovan en las playas de Puerto Rico, cuyo futuro es incierto, ya que los impactos del cambio climático y el desarrollo desmedido de nuestras costas, amenazan tanto los habitáculos esenciales para su reproducción (ej. la arena de nuestras playas) como aquéllos utilizados para su alimentación (ej. los arrecifes de coral y las praderas de yerbas marinas). Estos organismos nos ofrecen un mundo de curiosidades. Nos llama la atención sus patrones migratorios, su ciclo de vida y su regreso a desovar en las playas que las vieron nacer. Encontrarán, en este número, artículos que nos ofrecen información relevante sobre las características de estas especies, su hábitat, sus patrones de alimentación, reproducción y migración y los problemas que las aquejan. Asimismo, se incluyen escritos en los cuales se explican las interacciones entre las tortugas y otros organismos. En los artículos Nuestras tortugas marinas y Amenazas para las tortugas marinas por ejemplo, la científica marina Michelle Shärer Umpierre y el biólogo Carlos

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Diez González describen las tortugas, nos explican cuál es la situación actual de sus poblaciones y nos ofrecen soluciones para reducir los impactos de las actividades humanas que amenazan a estas especies y a los hábitats esenciales para su subsistencia. En la sección de Compromiso ambiental, reconocemos a los grupos ATMAR y TICATOVE, los cuales se han destacado por su trabajo en favor de la protección de las tortugas marinas. Dedicamos, además, el espacio de Vidas Apasionadas al señor Luis Crespo por su esfuerzo como voluntario en el patrullaje de tortugas marinas en Maunabo. De igual manera, en la sección Conoce a nuestro equipo de trabajo, resaltamos la labor de Oliver Bencosme, recreacionista marino, conservacionista y artista gráfico de nuestro programa. Espero que la información ofrecida por este grupo selecto de científicos, servidores públicos, educadores y voluntarios les ayuden a entender la situación actual de las tortugas marinas del Caribe y les motiven a colaborar activamente en los esfuerzos por conservar estas fascinantes especies y los habitáculos esenciales para su sobrevivencia. Cuento con ustedes.

Ruperto Chaparro Serrano, MA


Marejada es publicada por la Oficina de Comunicaciones del Programa de Colegio Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico bajo la subvención Núm. NA10 OAR4170062 del Departamento de Comercio de Estados Unidos y la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica (NOAA). ISSN 1947-1424 Ruperto Chaparro Serrano, Director del Programa Sea Grant Manuel Valdés Pizzini, Director asociado del Programa Sea Grant/Director Programa de Extensión Marina Cristina D. Olán Martínez, Coordinadora de comunicaciones/Editora Delmis del C. Alicea Segarra, Asistente de comunicaciones/Especialista en educación Mydalis M. Lugo Marrero, Recopilación de artículos Michelle T. Schärer-Umpierre, Editora científica Oliver Bencosme Palmer, Ilustrador científico/Diagramador Johanna Guzmán Castillo, Asistente de impresión

Foto: Michelle Schärer Umpierre

Las opiniones y los puntos de vista expresados en esta revista no necesariamente reflejan los de la Universidad de Puerto Rico o los del Programa Sea Grant. La mención de marcas de productos no debe ser interpretada como un endoso a las mismas.

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NUESTRAS TORTUGAS MARINAS Por: Carlos E. Diez González y Michelle T. Schärer-Umpierre

Puerto Rico, como bien indica el nombre de nuestro archipiélago, es rico en biodiversidad. Las aguas marinas y oceánicas que bordean nuestras costas proveen un espacio donde convergen cientos de especies distintas, entre ellas, las tortugas marinas. El Archipiélago de Puerto Rico, en la isla principal y en las islas adyacentes (Mona, Caja de Muertos, Vieques y Culebra), alberga cinco especies de tortugas marinas: el carey de concha, el tinglar, el peje blanco, la tortuga caguama y la tortuga lora. La caguama y la lora han sido avistadas en pocas ocasiones en las aguas y en las playas de Puerto Rico.

Foto: Pedro Padilla

Cada una de estas especies posee cualidades particulares. En este artículo presentamos valiosa información acerca de las características de las tortugas, su hábitat y sus patrones alimentarios, reproductivos y migratorios. Por último, detallamos algunas de las amenazas para la supervivencia de estas especies, muchas de ellas provenientes de las actividades humanas.

Carey de concha en arrecife de coral.

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Eretmochelys imbricata (carey de concha o “hawksbill”) La tortuga carey de concha es una de tamaño medio. En su etapa adulta puede llegar a medir 90 cm (3 pies) de largo y pesar hasta 80 kg (176 lbs). La especie se caracteriza por tener un pico puntiagudo similar al pico del halcón (por esto se denomina hawksbill en inglés) con el cual se alimenta de organismos bentónicos que crecen en las superficies submarinas, como las esponjas y los corales, por ejemplo. Esta especie es de caparazón duro cubierto por un material de queratina. Al caparazón se le conoce como bekko en japonés o tortoise shell en inglés. Es de color ámbar y marrón, lo cual luce muy atractivo cuando se pule. El bekko se utilizaba para hacer arte y objetos lujosos tales como abanicos de mano, peinillas, diademas cajas ornamentales talladas y otros adornos como pulseras, anillos y coronas. Se ha usado, incluso, para hacer espuelas para los gallos de pelea. La venta o tráfico de cualquier producto derivado de la concha del carey es ilegal hoy día porque la especie ha sido designada en peligro de extinción. Algunos artesanos han comenzado a utilizar el cuerno de vaca como substituto del bekko. No obstante, aún en algunos países la pesca del carey es legal aunque no es legal la venta de productos derivados de la concha. Estos países, como por ejemplo, St. Lucia, St. Kitts, Nevis, St. Vincent y las Antillas Británicas disponen de cuotas y periodos de veda para regular la captura de esta especie. A pesar de que esta pesca es restringida, la misma afecta la recuperación de esta especie en peligro de extinción. El carey de concha habita solamente en aguas tropicales y subtropicales, principalmente en los arrecifes de coral. Los careyes adultos pueden migrar


Durante el año 2012 se contabilizaron 1,975 nidos de carey de concha en todo el territorio de Puerto Rico, incluyendo 1,271 nidos en Isla de Mona. En Isla de Mona, se ha reportado una tendencia de aumento en el número de nidos. Desde 1989 hasta 2012, se ha detectado un aumento de casi cuatro veces más nidos. En 1989, se contabilizaron 250 nidos mientras que en 2012 fueron más de 1,200. En las últimas tres temporadas (2006-2011), se contabilizaron un promedio de 1,300 nidos que produjeron aproximadamente 119,000 neonatos al año. En Caja de Muertos y en Humacao, el número de nidos ha fluctuado significativamente entre temporadas. Entre Humacao a Patillas, por ejemplo, se reporta un rango de 60 a 250 nidos por temporada o el equivalente estimado de 20 a 78 hembras reproductoras. Este número se obtiene considerando que el promedio de puesta de la tortuga carey es de 3.5 nidos por temporada. Cabe señalar, además, que la Isla de Vieques tiene un número bastante significativo de nidos de carey con un estimado de más de 100 nidos por temporada. El éxito reproductivo del carey de concha, por su parte, varía y está influenciado por las condiciones climatológicas ya que las tormentas pueden erosionar los nidos, las inundaciones pueden ahogar los embriones dentro de los huevos o las temperaturas muy elevadas pueden matar a las tortuguitas dentro del nido. El éxito de eclosión (neonatos vivos que emergen del huevo) que ha sido calculado para las playas de anidación más importantes es de 78%.

Tinglar adulto en su hábitat natural.

Dermochelys coriacea (tinglar, baula, tortuga laúd o “leatherback”) El tinglar es la tortuga marina más grande de todas. Es la única especie que no tiene un caparazón duro ya que está compuesto de un cuero aceitoso que le permite comprimirse al bucear en busca de alimento. El caparazón del tinglar está formado por un mosaico de pequeños huesos los cuales poseen fisuras. Por ende, al momento de bucear, el caparazón se comprime o estrecha de tal manera que no colapsa ni se rompe. Además, el caparazón del tinglar no tiene los escudos sólidos que tienen las otras tortugas, sino una lámina muy fina de cartílago, parecida a una cubierta de cuero o piel, y por la cual en inglés se le conoce a esta especie como leatherback. Comúnmente puede llegar a medir de 165 a 180 cm de largo (5 a 6 pies) y pesar entre 400 y 500 kg (881 y 1,102 lbs). El récord de tamaño fue encontrado muerto en las costas de Gales en 1988 y pesó 916 kilos (2,019 lbs), midió 2.4 metros (8 pies aprox.) de largo de caparazón, medidos desde la nuca hasta la punta trasera del caparazón. El tinglar es una especie de tortuga marina altamente migratoria y pelágica, en otras palabras, habita principalmente en las aguas profundas del océano. Los tinglares solamente comen aguas vivas que encuentran en toda la columna de agua hasta entre 150 y 232 metros (492 y 761 pies) de profundidad. Estudios de telemetría satelital y recapturas indican que esta especie migra

Foto: Proyeto Tamar Brazil/Marine Photobank

ALERTA AMBIENTAL

cientos de kilómetros hacia otras costas (no cruzan océanos) para llegar a sus playas de anidamiento. En Puerto Rico, la temporada de anidación de la tortuga carey se extiende todo el año con un pico durante los meses de agosto a noviembre. Esta especie anida, principalmente, en playas pequeñas, angostas, con barreras de arrecifes de coral y con mucha vegetación costera, por lo que se dificulta encontrar sus nidos. Las playas de anidación más importantes para el carey en Puerto Rico se encuentran en: Isla de Mona, Humacao, Maunabo, Vieques y Caja de Muertos. Isla de Mona es el lugar más importante para la reproducción de la tortuga carey en Puerto Rico y segundo en el Caribe insular.

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Nombre científico Nombre científico

Nombres comunes Nombres comunes

Nombre en inglés Nombre en inglés

Hábitat de adultos Hábitat de adultos

Eretmochelys imbricata Eretmochelys imbricata

carey de concha carey de concha

hawksbill hawksbill

arrecifes de coral arrecifes de coral

Dermochelys coriacea Dermochelys coriacea

tinglar, tinglado, laúd tinglar, tinglado, laúd

leatherback leatherback

oceáno profundo oceáno profundo

Chelonia mydas Chelonia mydas

peje blanco, tortuga verde peje blanco, tortuga verde

green green

fanerógamas marinas fanerógamas marinas

Caretta caretta Caretta caretta

caguama, cabezona caguama, cabezona

loggerhead loggerhead

arrecifes de coral arrecifes de coral

Lepidochelys olivácea Lepidochelys olivácea

golfina, olivacea golfina, olivacea

olive ridley olive ridley

oceáno profundo oceáno profundo

Lepidochelys kempii Lepidochelys kempii

lora, cotorra lora, cotorra

kemps ridley kemps ridley

oceáno profundo oceáno profundo

*Aunque no existen estimados de la población total estos números están basados en los números de hembras que anidan en las playas que se monitorean según informes y publicaciones recientes.

hacia el norte para alimentarse. Estudios realizados por la doctora Molly Lutcavage, de la Universidad de New Hampshire, durante 1998 y 2002, indican que tinglares marcados durante la anidación en las playas de Culebra y Fajardo han migrado al Atlántico Norte hasta Nueva Escocia, en Canadá, y han cruzado el Océano Atlántico hasta llegar cerca de las Islas Azores y al norte de Gales, Inglaterra. En Puerto Rico, los tinglares llegan durante la temporada de reproducción la cual se extiende de febrero a julio. Esta especie prefiere anidar en playas arenosas, anchas y de alta energía (sometidas a mucho oleaje, con alta pendiente). Las playas del Corredor Ecológico del Noreste, en los pueblos de Fajardo y Luquillo, han sido las más importantes para esta especie en Puerto Rico, seguidas por las playas de Dorado, Culebra, Vieques, Humacao, Maunabo y Añasco. Se estima un rango de entre 500 a 1,200 nidos anuales en las playas incluidas dentro del Programa de Monitoreo del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) y un rango de 24 a 129 tinglares anidando en una temporada. El promedio de puesta del tinglar es de 6.5 nidos por temporada. Para el año 2012 se contabilizaron 1,359 nidos de tinglar en todo el territorio de Puerto Rico, incluyendo el récord para la playa de Dorado con 339 nidos. La producción de neonatos de tinglar varía por temporada, pues 8

depende de muchos factores climatológicos como, por ejemplo, las marejadas de tormentas, la cantidad de lluvias e inundaciones costeras y las temperaturas muy elevadas que pueden matar a los neonatos en el nido antes de la eclosión. Es posible estimar un promedio de 75% de éxito reproductivo en las playas más importantes de Puerto Rico y una producción estimada de 54,000 neonatos por temporada. Es importante destacar que, en años de marejadas fuertes, este promedio puede bajar considerablemente ya que las playas de anidación usualmente están expuestas al oleaje fuerte. Al igual que las demás especies de tortugas marinas, el tinglar enfrenta las amenazas de falta de áreas de anidar y los impactos de las luces sobre las tortuguitas a la hora de encontrar el camino hacia el mar. Pero, además de las amenazas al hábitat de anidación, el tinglar sufre una alta tasa de mortandad en la industria de la pesca del alto mar. Los palangres y las redes flotantes de gran tamaño diseñadas para capturar peces espada, atunes y otros peces pelágicos ahogan a muchos tinglares adultos. La mayoría de estos muere ahogados ya que los palangres y las redes no les permiten llegar a la superficie a respirar. La ingesta de plástico y el enredarse con productos de este material, que a veces son muy parecidos a las agua vivas que ellos comen, les obstruyen el sistema digestivo y causan


Estimado de población* Estimado de población*

Playas de más nidos en PR Playas de más nidos en PR

Circumtropical (todos los océanos) Circumtropical (todos los océanos)

22,900 22,900

Mona Mona

Circumtropical Circumtropical

35,860 35,860

Dorado Dorado

Circumtropical Circumtropical

88,520 88,520

Vieques Vieques

Circumtropical Circumtropical

44,560 44,560

N/AN/A

Circumtropical Circumtropical

800,000 800,000

N/AN/A

Golfo de México y Océano Atlantico Golfo de México y Océano Atlantico

2,500 2,500

N/AN/A

la muerte de esta especie en peligro de extinción a nivel mundial. Chelonia mydas (peje blanco, tortuga verde o “green”)

Foto: Héctor Ruiz

El peje blanco posee un caparazón duro y puede llegar a medir 120 cm (4 pies) de largo y a pesar unos 230 kg (507 lbs). Se puede diferenciar del carey de concha por su pico achatado que tiene una forma de sierra en la mandíbula con la cual corta las hojas de las yerbas marinas. El peje blanco es una especie con una amplia distribución geográfica que se reproduce en aguas tropicales y subtropicales, aunque también pueden alimentarse en aguas templadas del continente americano. Históricamente, en Puerto Rico, se reportaron

Peje blanco adulto entre las algas del fondo del mar.

ALERTA AMBIENTAL

Distribución Distribución

varias playas de anidación para esta especie. Sin embargo, sus áreas principales de anidación han ido despareciendo. Son muy pocos los lugares donde, actualmente, se han documentado nidos. Algunos de estos lugares son: Vieques (400 nidos), Mona (20 nidos) y Humacao (2 nidos). En el año 2012 se contabilizaron 296 nidos de peje blanco en todo el territorio de Puerto Rico, incluyendo 274 nidos en la Isla Municipio de Vieques. Alrededor de Puerto Rico, existen importantes áreas de alimentación y de crecimiento para los juveniles y sub-adultos de esta especie. Los pastizales marinos compuestos de yerba de tortuga (Thalassia testudinum) son el lugar preferido de alimentación del peje blanco o tortuga verde. Una de las áreas de alimentación mejor estudiadas ha sido la Isla de Culebra, la cual fue designada como un hábitat crítico (al igual que las aguas alrededor de Isla de Mona) para esta especie. El peje blanco enfrenta diversas amenazas entre las que figuran la falta de áreas de anidación, los impactos de las luces sobre las tortuguitas recién eclosionadas y los daños que las personas ocasionan en las praderas de yerbas marinas, principal fuente de alimento. Esta especie también muere en las redes y otras artes de pesca que no le permite llegar a la superficie a respirar. Todavía se consume la carne de esta especie en varias localidades alrededor del mundo y la caza afecta la recuperación de la especie. Por ejemplo, en lugares como las Islas Vírgenes Británicas, St. Kitts, Nevis, la costa de Miskito en 9


Cabe señalar, además, que el peje blanco enfrenta la fibropapilomatosis, una amenaza que es única del peje blanco a nivel mundial. Esta enfermedad le causa tumores internos y externos y eventualmente le causa la muerte por falta de comida. La ingesta de plásticos que obstruyen el sistema digestivo y causan la muerte es otra razón por la cual esta especie se encuentra en peligro de extinción. Caretta caretta (caguama, cabezona o “loggerhead”)

Foto: Pedro Padilla

Esta especie posee un caparazón duro y puede llegar a medir 110 cm (3.6 pies) de largo y pesar

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de Puerto Rico. Los resultados de estudios de migración con transmisores de satélite así lo demuestran. Éstos las han localizado en las aguas al sur y algunos varamientos de tortugas heridas o moribundas. Recientemente se llevó a cabo un rescate de una tortuga cabezona o caguama por un grupo de buzos en la costa sur de Puerto Rico. Al percatarse de que tenía una línea de pescar de monofilamento enredado en una aleta delantera que le estaba causando una herida profunda ayudaron al DRNA a llevar a la tortuga al centro de rehabilitación en el Zoológico de Puerto Rico Juan A. Rivero en Mayagüez. Los veterinarios allí determinaron que el tejido del chambón (la aleta) todavía tiene posibilidades de recuperar la circulación y esperan poder liberar la tortuga tan pronto se normalice.

Tortuga caguama en los arrecifes de coral en el sur de Puerto Rico.

Tortuga olivácea anidando en la playa.

hasta 180 kg (396 lbs). Se caracteriza por tener una cabeza extremadamente maciza por los músculos que mueven la quijada los cuales son lo suficientemente desarrollados para fracturar los caracoles y comerse la carne del interior de los cangrejos, de los carruchos y de otros caracoles. La caguama está distribuida en todos los océanos del mundo, mayormente en aguas más templadas y se ve ocasionalmente en nuestras aguas. Esta es especie es más común en las costas continentales y no parece haber sido residente en Puerto Rico ya que no se han reportado nidos de la misma. Sabemos que ocasionalmente pasan por las aguas

Lepidochelys olivacea (olivácea o golfina “olive ridley”) La tortuga golfina es de menor tamaño que las especies descritas anteriormente y alcanza unos 70 cm (2-2.3 pies) de largo de caparazón y hasta 50 kg (77-110 lbs) de peso. También es de caparazón duro con color de aceituna y habita aguas tropicales pelágicas durante la mayoría de sus vidas donde se sumergen hasta 150 m (492 pies) de profundidad para alimentarse de crustáceos tales como camarones y cangrejos, o moluscos y peces. Solamente llegan a las costas para anidar. El proceso de anidar de la

Foto: WIDECAST

Nicaragua y las regiones indígenas de Venezuela y Colombia todavía es legal el consumo de esta especie.


Foto: WIDECAST

Esta especie es muy parecida a la golfina. Se le nombró Lepidochelys kempii en honor a Richard

Tortuga lora anidando en la playa.

Kemp, científico y conservacionista de las tortugas loras. Las loras son las tortugas marinas de menor tamaño y se estima que son la especie más amenazada de extinción ya que sólo queda una población adulta que anida entre en México y Texas, EUA. Estas tortugas no anidan en Puerto Rico ni se ven en nuestras aguas. Forman arribadas de anidación, de manera similar a la golfina, las cuales ocurren de día. Se encuentran amenazadas por la pesca de arrastre para camarón y la contaminación por hidrocarburos como lo fue el derrame del pozo petrolero Deepwater Horizon en 2010 en el Golfo de México.

Todas las especies de tortugas marinas antes mencionadas enfrentan amenazas naturales y otras que están asociadas con las actividades humanas. Entre las amenazas naturales se encuentran las tormentas y los huracanes que destruyen nidos en las playas y la depredación por animales costeros. Ciertas especies son más vulnerables a algunas amenzas que a otras. Por ejemplo, el tinglar es más propenso a caer en palangres y en redes que otras especies. El carey también es más vulnerable a la desforestación costera puesto que anida debajo de la vegetación. Además, la destrucción de ciertos hábitats, como los arrecifes de coral, afecta más al carey y la degradación de las praderas de hierbas marinas perjudica sustancialmente al peje-blanco.

Carey de concha con mordida de tiburón.

Asimismo, la etapa de crecimiento en la que se encuentran las tortugas determina su vulnerabilidad. Durante los inicios de su ciclo de vida en las playas y las costas, las tortuguitas son depredadas por otros animales marinos y costeros tales como aves, cangrejos, peces y pulpos. Cuando ya son adultas, las tortugas son depredadas por tiburones de tamaños mayores a éstas. Por ejemplo, el carey de concha y el peje blanco habitan en los arrecifes de coral y en las praderas de yerbas marinas donde los tiburones habitan. Cuando suben a respirar, las tortugas están vulnerables al ataque de estos depredadores desde las profundidades y a veces son tragadas enteras o

Foto Robert van Dam

Lepidochelys kempii (lora o cotorra “kemp’s ridley”)

Amenazas para las tortugas marinas

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golfina es muy peculiar, se llaman arribadas. Ellas se agregan en aguas poco profundas cerca de las costas y llegan a tierra en olas de miles de tortugas a la vez. En el Océano Pacífico, arriban en las playas de Centro-América (Península de Osa, Costa Rica y Playa Potosí, México) al igual que en las costas de India. En el Océano Atlántico, se han reportado arribadas menores en Las Guyanas y en África. Esta forma de anidar las hace más vulnerables a las interacciones con artes de pesca ya que la densidad de tortugas cercanas a la costa permanece alta durante las arribadas.

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sobreviven al ataque (ver imagen arriba). Como resultado de las amenazas que enfrentan las tortugas marinas, se estima que solamente una de cada 1,000 tortuguitas llega a ser adulta. A las amenzas naturales se le suman las antropogénicas, es decir, aquéllas causadas por los seres humanos. La degradación de los hábitats críticos, la deforestación costera, el desarrollo en la costa, la pesca incidental y la caza de tortugas para la obtención de su carne y/o el uso de su caparazón constituyen serias amenzas para la supervivencia de las tortugas marinas. A continuación, se ofrecen detalles de estas amenazas. Degradación de hábitats críticos Aunque todavía hay pesca furtiva y robo de huevos en las playas, la amenaza principal para estas especies es la destrucción y la degradación de sus hábitats críticos. El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) define como hábitat crítico todo hábitat necesario para la supervivencia de especies vulnerables o en peligro de extinción cuyas características se dan únicamente en un área en particular. Se puede entender también como aquellos espacios necesarios para la alimentación y la reproducción de estas especies. La degradación de los hábitats críticos se da como consecuencia del desarrollo costero que, a su vez, impacta los arrecifes de coral y las praderas de yerbas marinas y aumenta la contaminación del mar. Hoy día, las tortugas marinas no pueden anidar en muchos lugares por falta de acceso a la arena suelta en las playas, o mueren más de las que sobreviven por causa de las actividades antropogénicas (de los humanos). Las construcciones en la zona marítimo terrestre, los gaviones, los muros de protección, las verjas y las fuentes de iluminación artificial amenazan a miles de tortugas cuando intentan anidar o a las crías cuando tratan de llegar al mar. Deforestación costera La deforestación de la vegetación natural costera es una amenaza seria en los lugares donde aún hay anidación. Al eliminar las plantas costeras y sustituirlas por palmas de coco, pinos y otras plantad exóticas, las playas dejan de servir como 12

hábitat propicio para la incubación de los huevos en el nido. Además, la vegetación nativa costera ayuda a conservar arena mediante la protección de las dunas y protege las playas contra la erosión. Las playas con bosques costeros proveen un amortiguador que reduce el alcance de las luces que desorientan a las tortugas recién emergidas del nido. Para garantizar el éxito reproductivo de las tortugas que nos quedan en Puerto Rico, necesitamos conservar las playas en su estado natural, esto es con accesos desde el mar, arena natural, vegetación costera y sin contaminación lumínica (oscuras). Esto es sumamente importante ante las amenazas latentes del cambio climático. Las tortugas tendrán que adaptarse a cambios en la temperatura de la arena que afecta la incubación de los nidos y el impacto más severo al hábitat de anidación, el aumento en el nivel del mar. Según se inunden las playas y costas del planeta las tortugas necesitarán otras áreas para anidar en lugares altos fuera del alcance del mar o su extinción finalmente se cumplirá. Desarrollo en la zona costera Las tortugas marinas se encuentran bajo amenaza por la reducción de lugares de anidar ya que se han proliferado las construcciones de condominios, casas, muros, carreteras y verjas en la zona marítimo terrestre. Los neonatos que emergen de los nidos en lugares habitados están bajo constante amenaza de la desorientación que les causan las luces prendidas durante la noche que es cuando buscan el camino desde su nido hacia el mar. Al desorientarse por la luz, éstos caminan hacia la carretera, hacia las casas en la playa y hacia lugares donde son depredados por los carnívoros (cangrejos, aves y hormigas). Las mascotas (perros y gatos) abandonadas en las playas también se han convertido en un problema serio pare esta y otras especies de tortugas en las playas de Puerto Rico. Pesca incidental y caza de tortugas Mar afuera las artes de pesca con redes, palangres o líneas y la pesca industrial con palangres y redes atrapa y ahoga a miles de tortugas marinas que han logrado sobrepasar las amenazas de sus estados más vulnerables en las costas. También, las redes y las líneas de monofilamento, los trasmallos y los chinchorros usados cerca de la costa atrapan a


Vida Silvestre (USFWS, por sus siglas en inglés) tiene jurisdicción sobre los casos de las tortugas marinas y en el mar es el Servicio Nacional de Pesquerías Marinas (NMFS, por sus siglas en inglés). Las multas por violaciones a las leyes federales y estatales de protección de especies en peligro de extinción pueden llegar hasta $ 50,000 por animal matado y puede incluir sentencias de cárcel de 1 año. El DRNA promulgó la Ley de Vida Silvestre de Puerto Rico (Ley 241 del 15 de agosto de 1999) la cual incluye el Reglamento 6766 protege las tortugas y sus hábitats por ser especies en peligro de extinción.

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las tortugas y esto no les permite respirar en la superficie. Existen métodos para evitar la captura y resucitar o rescatar las tortugas que son pescadas incidentalmente, como por ejemplo, las puertas de escape en las redes de arrastre (conocidos como TED o turtle excluding device, en inglés), los anzuelos circulares en los palangres y el uso de las redes durante periodos cortos de tiempo para que las tortugas respiren y puedan ser liberadas. Desafortunadamente, algunas personas todavía matan tortugas en la playa o en su hábitat submarino para luego vender su carne para consumo humano. Esta forma de pescar era muy común en todo el Caribe ya que las tortugas eran muy abundantes. Pero desde 1973, la pesca y la matanza de las tortugas marinas en los territorios de los EUA esta prohibida. Bajo la Ley de Especies en Peligro de Extinción federal (ESA, por sus siglas en inglés) es un delito tocar, atrapar, molestar, perseguir o poseer cualquiera de las tortugas marinas o sus productos ya sea la carne o cualquier parte del cuerpo incluyendo el bekko. En las zonas terrestres de Puerto Rico el Servicio de Pesca y

¿Qué hacer si encuentra una tortuga herida, desorientada o varada? En caso de que encuentre alguna tortuga en peligro, varada o desorientada en Puerto Rico, debe comunicarse de inmediato con el DRNA para notificarlo y así poder activar el equipo de respuesta a emergencias de la División de Especies Protegidas del DRNA. Los números a llamar en el DRNA son 787787-230-5550 o 787-724-5700 en USFWS es el 787851-7297 y para NMFS es el 1-800-853-1964.

Conceptos importantes eclosión – Salida de los neonatos del nido. fibropapilomatosis – Virus parecido al herpes humano que está relacionado al sistema inmunológico de las tortugas verdes (peje blanco) y está asociado a la contaminación. Esta enfermedad provoca tumores que afectan la visión de las tortugas y les puede causar la muerte al no poder encontrar su alimento. hábitat crítico – Todo hábitat necesario para la supervivencia de especies vulnerables o en peligro de extinción cuyas características se dan únicamente en un área particular. neonato – Organismo recién nacido. pesca incidental – Captura de un organismo que no es el blanco de pesca. quelonio – Reptil que posee un caparazón duro que le cubre la espalda y el pecho y tiene aberturas para sacar la cabeza, las patas o las aletas y la cola. Las tortugas marinas son quelonios. queratina - Proteína que constituye la parte fundamental de las capas externas de la epidermis de los vertebrados y de sus derivados como plumas, pelo, cuernos, uñas y caparazones a la que deben su resistencia y dureza. telemetría satelital – Tecnología que permite llevar a cabo mediciones remotas (a distancia). En el caso de las tortugas, se les coloca un instrumento que permite medir sus movimientos y patrones migratorios. El aparato tiene una antena que, cuando las tortugas están en la superficie, la misma emite una señal y la envía a tres satélites que la recogen. El dato llega a una computadora en la cual se puede determinar la posición exacta (o casi exacta) del animal. 13


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Linda Schonknecht/Marine Photobank


ALERTA AMBIENTAL

Amenazas para las tortugas marinas y formas de mitigación Por: Carlos E. Diez González

¿Qué está ocurriendo con las poblaciones de tortugas marinas en el mundo?

La pérdida y la degradación de las áreas de anidación representa también una amenaza para la supervivencia de las tortugas marinas. El crecimiento poblacional humano y el consecuente desarrollo urbano en la zona costera constituyen una tendencia mundial que pone en peligro a estas especies. Puerto Rico no es la excepción. El censo de 2010 refleja que el 56% de los habitantes (2,317,189 personas) del País viven en zonas costeras. A esta situación se le suman los múltiples usos que poseen las costas, entre los cuales se destacan las actividades recreativas y turísticas. Las condiciones de las playas en las que anidan las tortugas marinas—playas arenosas, principalmente—propician este tipo de uso. Por lo tanto, resulta común encontrar viviendas, hoteles, restaurantes, áreas de acampar y otras instalaciones recreativas en las áreas de anidación de estas especies. Debido a esta situación, es importante establecer reglas que permitan el desarrollo de actividades recreativas y turísticas, pero que, al mismo tiempo,

Foto: Ruperto Chaparro

La alarmante reducción de varias poblaciones de tortugas marinas ha llevado a que estas especies se encuentren mundialmente amenazadas o en peligro de extinción; en otras palabras, susceptibles a extinguirse en un futuro próximo o en riesgo de desaparecer debido a la baja extrema en los números de su población. Esta disminución se atribuye, principalmente, al gran número de amenazas antropogénicas (provenientes de las actividades humanas) que afectan a las tortugas marinas, como por ejemplo: la matanza de hembras que están anidando para la obtención de carne, el saqueo de huevos en las playas, la pesca furtiva e incidental, así como la destrucción y la degradación de las áreas de alimentación y de anidación de estas especies.

Playa de anidación de tinglar en Ocean Park, San Juan.

garanticen el mantenimiento de las características del hábitat de anidación de las tortugas marinas. Cualquier actividad que se lleve a cabo en las playas de anidación que altere el comportamiento reproductivo de estas especies, ya sea directa (ej. molestando hembras que se encuentran anidando o removiendo huevos y/o neonatos) o indirectamente (ej. removiendo vegetación costera, arena, alterando la pendiente), podría considerarse como una amenaza contra estas especies. Esto se podrá penalizar bajo las estipulaciones incluidas en la Ley de Especies en Peligro de Extinción de los Estados Unidos (ESA, por sus siglas en inglés) y la Ley de Vida Silvestre de Puerto Rico (Ley DRNA-241 del 15 de agosto de 1999) la cual incluye el Reglamento 6766, que 15


Foto: Michelle Schärer Neonato de peje blanco de camino hacia el mar.

protege a las especies vulnerables y en peligro de extinción en Puerto Rico.

Medidas de mitigación ante las amenazas y sus distintos niveles Ante la diversidad de amenazas que existen en nuestras playas, se han tomado medidas de mitigación cuyo propósito es promover la recuperación y la conservación de estas especies. Las medidas de mitigación se implantan para intentar minimizar el daño ambiental causado por las actividades humanas. La mitigación, es decir, el proceso mediante el cual se disminuye el impacto de estas actividades, puede llevarse a cabo a través de acciones de prevención, control, restauración y compensación en y/o alrededor del área impactada. Existen, por lo menos, cuatro niveles u opciones de mitigación ante la amenaza de degradación de playas de anidación de tortugas marinas. Éstos son: 1) eliminar la amenaza; 2) reducir la amenaza; 3) relocalizar los nidos; y 4) no intervenir. A continuación, explicamos en qué consisten estos niveles.

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Primer nivel: Eliminar la amenaza Eliminar la amenaza es el nivel de mitigación más eficiente, pero a su vez el más ambicioso, ya que, en muchos casos, es muy difícil, y hasta imposible, de ejecutar y de controlar. Algunas amenazas, como la erosión natural por ejemplo (causada por huracanes o por fuertes marejadas), no se pueden evitar y, de existir medidas, serían económicamente costosas y hasta biológicamente dañinas, ya que las amenazas naturales forman parte del funcionamiento de los ecosistemas. Los huracanes son eventos naturales, pero sirven también para renovar los ecosistemas y acabar con algún tipo de plaga que esté creciendo en las raíces de un mangle, por ejemplo. Segundo nivel: Reducir la amenaza Reducir la amenaza es una opción viable ante las dificultades que se presentan al tratar de eliminar la amenaza. Con frecuencia, resulta imposible eliminar toda la iluminación en la costa, derrumbar todas las construcciones en el litoral o dejar de visitar la playa. Sin embargo, existen medidas para


Tercer nivel: Relocalizar los nidos Los nidos pueden ser relocalizados por diversas razones; entre éstas las inundaciones por marea alta y la depredación por parte de humanos y animales. Para relocalizar los nidos, es necesario mover los huevos. Si esta tarea no es llevada a cabo por personal adiestrado, puede tener un efecto negativo sobre la población de tortugas marinas ya que, al trasladarlos, se puede alterar la proporción sexual de los neonatos—debido a los cambios en las temperaturas—y puede aumentar la probabilidad de mortandad. Durante la temporada de anidación, las tortugas marinas anidan en más de una ocasión y construyen, intencionalmente, sus nidos en diferentes partes de la playa. Algunos investigadores indican que los nidos expuestos a la erosión son genéticamente más débiles que

los puestos en zonas más altas o debajo de la vegetación. Por lo tanto, intentar relocalizar estos nidos podría tener un efecto negativo a largo plazo en la población. Este medida, aunque es beneficiosa para los neonatos, no provee mecanismos para proteger a las hembras anidadoras, ni al hábitat en cuestión, por lo que se recomienda como última opción y cuando se tiene la certeza de que, si no se relocaliza el nido, el daño que sufrirá será inminente.

ALERTA AMBIENTAL

reducir las amenazas, adaptar nuestras edificaciones para afectar lo menos posible a las tortugas marinas y cambiar nuestros patrones de conducta y la manera en que nos recreamos sin dejar de disfrutar de los recursos que la naturaleza nos ofrece. Más adelante, se ofrecen ejemplos específicos sobre cómo reducir las amenazas a las tortugas marinas.

Cuarta medida: No intervenir No intervenir es una opción de mitigación aunque esto implica dejar que la naturaleza siga su curso. Esta medida se recomienda ante amenazas naturales difíciles de manipular que pongan en riesgo la vida del mitigador. Ejemplo de ello son los huracanes. Si las condiciones lo permiten, se recomienda la relocalización del nido. Al llevar a cabo esta acción, se debe tratar de imitar las características del nido original, tales como la profundidad y el ancho, por ejemplo. Además es importante monitorear el éxito del nido relocalizado, es decir contar el número de huevos relocalizados vs. el número de neonatos vivos.

Albert y Raymond, miembros del grupo Chelonia, relocalizan los huevos de tinglar para maximizar su sobrevivencia.

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Imágenes: Florida Marine Research Institute Technical Reports Understanding, Assessing, and Resolving Light-Pollution Problems on Sea Turtle Nesting Beaches Blair E. Witherington and R. Erik Martin

Amenazas más comunes y formas de mitigarlas

Iluminación inapropiada que desorienta a las tortugas cuando eclosionan del nido.

Iluminación inapropiada que afecta los nidos cercanos a la estructura.

Coastal Roadway Lightning Manual (Manual de iluminación para las carreteras costeras) http://www.latinamericanseaturtles.org/archivos/documentos/ coastal_lightning_manual.pdf Leyes y reglamentos del DRNA http://www.drna.gobierno.pr/biblioteca Ley de Especies en Peligro de Extinción http://www.nmfs.noaa.gov/pr/laws/esa

Sea Turtle Conservancy

http://www.conserveturtles.org/ Iluminación apropiada porque la luz no llega a afectar los nidos de las tortugas marinas.

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Las tortugas marinas enfrentan amenazas diversas. Éstas, en su mayoría, son causadas por los seres humanos. La iluminación artificial, la construcción de estructuras para contener la erosión costera, la creación de playas artificiales, la deforestación costera, la compactación de la arena y la basura en la playa figuran entre las principales amenazas para las poblaciones de tortugas marinas. A continuación, se explican, de forma resumida, los efectos de estas acciones antropogénicas, se muestra cómo eliminar y/o reducir cada amenaza—lo que corresponde a los primeros dos niveles de mitigación—y se ofrecen sugerencias de cosas que podemos hacer para procurar el bienestar de estas especies. Es importante recordar que las medidas de mitigación deberán ser planteadas individualmente para cada área, así como para cada especie de tortuga marina, teniendo en cuenta la biología y los requerimientos ecológicos de las mismas.

WIDECAST

http://www.widecast.org


Foto: Ruperto Chaparro

ALERTA AMBIENTAL

Remoción de arena en la zona costera.

Conclusión La recuperación de las poblaciones de tortugas marinas depende, en gran medida, de los esfuerzos que las personas realicemos para protegerlas. Llevar a cabo cambios en la iluminación de las estructuras en la costa, evitar la deforestación, tener cuidado en el uso de los vehículos, seleccionar actividades recreativas de bajo impacto en las costas y recoger todas los objetos que llevamos a la playa son formas sencillas de colaborar con la protección de estas especies. El gobierno, las empresas y los desarrolladores también pueden aportar a la conservación de las tortugas. La planificación adecuada, previo a una construcción, ayudará a determinar si un área es apropiada para la edificación o no. Para ello, se debe estudiar cuidadosamente la zona en

la que se decide construir y verificar si la misma es hábitat de las especies mencionadas. Las agencias reguladoras, por su parte, deben analizar cuidadosamente el impacto ambiental al momento de emitir permisos para los desarrollos propuestos. Asimismo, las organizaciones de base comunitaria, las escuelas y las universidades pueden trabajar a favor de la conservación a través de la investigación, la educación y la generación de sentido de pertenencia entre sus miembros. Todos y todas, educadores, agencias gubernamentales, organizaciones comunitarias, el sector privado e individuos particulares, por ejemplo, podemos contribuir al buen presente y a un mejor futuro para las especies que habitan en las playas de Puerto Rico. 19


Amenaza

Iluminación artificial

Efectos de esta amenaza para las tortugas marinas

• Las hembras se desorientan cuando van de regreso al mar luego de anidar. • Los neonatos se desorientan en su camino al mar y, como consecuencia, se vuelven vulnerables a la deshidratación, la depredación y el agotamiento.

Construcción • Se deteriora el hábitat debido a la aceleración de los procesos de erosión. de estructuras • El acceso de las tortugas a la playa queda bloqueado. para contener la • Las tortugas quedan atrapadas, de manera fatal, en las estructuras. erosión costera

Creación de playas artificiales

Deforestación costera

• Ocurren cambios en la profundidad de los nidos, la temperatura y el nivel de compactación de la arena que alteran las condiciones apropiadas para los huevos. • Si la arena en la playa artificial es demasiado compacta, la tortuga no puede excavar el nido y se aleja de la playa.

• La deforestación provoca un aumento en las temperaturas de las playas lo que, a su vez, afecta la proporción de los sexos de los neonatos ya que el sexo se determina por la temperatura de incubación. • Si al deforestar, luego se reforesta con plantas exóticas tales como el cocotero (Cocos nucifera) y el pino australiano (Casuarina equisetifolia), se incrementa el nivel de compactación de la arena, el enraizamiento y la deposición de hojarasca que pueden actuar como trampas mortales para los neonatos cuando salen del nido y causar dificultades para las hembras que llegan a anidar.

Tránsito de vehículos pesados y vehículos • Estas actividades compactan la arena, afectan el camino de los neonatos al mar y alteran las condiciones que necesitan las hembras anidadoras. tipo radiales (four tracks), cabalgatas y paso del ganado Basura, equipos y objetos que las • Las tortugas se enredan en la basura que llega al mar y también la ingieren. Los sacos plásticos y otros deshechos causan la muerte por ingesta ya que se obstruye el sistema digestivo de las tortugas. personas dejan en las playas


Primer nivel de mitigación: Eliminar la amenaza

• Eliminar las fuentes de iluminación artificial durante los periodos de anidación y eclosión.

Segundo nivel de mitigación: Reducir la amenaza

Información adicional

• Cubrir, bajar o redirigir las luces. Este método es eficiente, • Puede obtener información adicional sobre pues evita que el resplandor de la luz llegue a la playa. el control de las fuentes de iluminación • Cerrar las ventanas, utilizar cortinas durante la noche artificial en el manual Conservación de o alejar las lámparas de las ventanas. Esta medida tortugas marinas en Puerto Rico: Una se recomienda para casas, apartamentos, hoteles, guía práctica para las comunidades negocios y luces interiores de edificios que quedan costeras y los usuarios de la playa, muy cerca de la playa. preparado por Lesbia L. Montero Acevedo, • Utilizar luces amigables para las tortugas marinas (turtle Coordinadora de Educación del Programa Sea friendly lights) las cuales reducen la desorientación de Grant de la UPR. neonatos y de hembras que estén anidando.

• Se recomienda construir fuera del área de • Eliminar la construcción amortiguamiento (buffer), la cual establece un de estas estructuras en mínimo de 25 metros de la marca del oleaje más alto la playa o en zonas de (normalmente donde comienza la vegetación costera). dunas primarias. • En algunos países, se han utilizado barreras de • Remover las estructuras contención formadas por materiales naturales localizadas en zona que se encuentran en la costa, como por ejemplo, marítimo-terrestre. ramas de palmas, cocos, troncos secos y trozos • Denegar los permisos de madera. Estas barreras propician que se de construcción de acumule suficiente arena, lo que, a su vez, permite estructuras en la zona gradualmente la reforestación con pastos u otra marítimo-terrestre. vegetación costera. • Evitar la modificación de • También, se ha tratado de reducir el oleaje y la la vegetación costera. erosión, colocando rocas en el agua que funcionan como arrecifes artificiales que absorben la energía que llega desde mar.

• Evite la erosión reforestando con especies nativas de rápido crecimiento. Hágalo fuera del periodo de anidación, y tenga en cuenta la especie que anida en la playa.

• No crear playas artificiales en áreas de anidación.

• Crear la playa artificial como medida de reducir la erosión en una playa de anidación.

• Cabe señalar que la playa artificial jamás tendrá las cualidades y características de una playa natural, y que el impacto hacia las tortugas y los neonatos aún no se ha podido determinar.

• Evitar deforestar la costa.

• Se recomienda evitar la deforestación de por lo menos 25 metros de la línea de la primera franja de vegetación en la playa. También, se fomenta que se reforeste con plantas nativas, particularmente, aquellas preferidas por las tortugas marinas y que están presentes en áreas costeras cercanas a la playa que se va a reforestar.

• Al momento de reforestar una playa, se deben de considerar tres elementos principales: 1) época del año en que se va a reforestar, la cual se recomienda que sea fuera de los periodos de anidación, incubación y eclosión 2) la vegetación existente en la zona; 3) la especie que utiliza esa playa, la cual también determinará el tipo de vegetación, 4) así como la distancia, desde la línea de mayor oleaje, hasta donde se debe reforestar.

• Evitar el uso vehicular, las cabalgatas y el paso de ganado durante las temporadas de anidación y eclosión.

• Se recomienda que todo uso vehicular (incluyendo tetraciclos para patrullajes de tortugas), las cabalgatas y/o el paso de ganados se haga bajo el nivel de marea • En lugar de utilizar vehículos pesados, puede alta y durante horas del día. organizar caminatas con su familia y amistades • Reducir la presión del aire de las gomas de los vehículos y aprovechar la oportunidad para observar para minimizar el impacto de éstos sobre la arena. organismos, recrearse y ejercitarse. • Delimitar el área de los nidos con una cinta. Se recomienda un área de 5m2 para el tinglar y 2m2 para el carey y el peje blanco.

• No dejar basura ni objetos en la playa.

• Realizar limpiezas de playa con frecuencia. • Durante la noche, guardar todo el equipo de playa (ej. sillas).

• Recoja su basura antes de irse de la playa y coopere con las limpiezas que realizan distintas organizaciones. • Utilice los kayaks y las motoras acuáticas en lugares donde las tortugas no anidan.


CUBA

Foto: Félix Moncada

Y LAS TORTUGAS MARINAS

Por: Félix Moncada

Tortugas marinas del archipiélago cubano

Principales áreas de anidación en Cuba

Cinco especies de tortugas marinas habitan en la plataforma cubana, en donde existen playas arenosas, praderas de fanerógamas (yerbas) marinas y áreas de arrecifes coralinos adecuadas para su alimentación y reproducción. Algunas anidan y se alimentan regularmente, como la tortuga verde (Chelonia mydas), la caguama (Caretta caretta) y el carey (Eretmochelys imbricata), que son las más comunes, y otras, como el tinglado (Dermochelys coriacea) y la tortuga golfina (Lepidochelys olivacea), se encuentran sólo en raras ocasiones.

Cuba posee numerosos cayos, islotes e islas localizados alrededor de la isla principal. Las principales áreas de anidación de tortugas marinas están ubicadas en muchos de estos archipiélagos y cayos en el sur. Los archipiélagos y las costas al sur de Cuba también constituyen importantes zonas de cría, desarrollo y alimentación de estas especies. A continuación, presentamos las principales áreas de anidación en Cuba.

Aunque las especies más comunes se distribuyen prácticamente en toda la plataforma, sus principales áreas de anidación se localizan fundamentalmente en los archipiélagos de la costa sur (Archipiélago Jardines de la Reina y Archipiélago de los Canarreos), en los Cayos de San Felipe y en la Península de Guahanacabibes. En estos lugares, se ha podido colectar, durante años, información sobre la anidación a partir de monitoreos sistemáticos efectuados por el Centro de Investigaciones Pesqueras, el Centro de Investigaciones Marinas y la Empresa Nacional para la Conservación de la Flora y la Fauna. 22

Archipiélago de los Jardines de la Reina - Se encuentra localizado en la costa suroriental (sureste) de Cuba y está formado por numerosos cayos entre los que destacan el Laberinto de las Doce Leguas, muchas playas arenosas, lagunas interiores y abundantes arrecifes coralinos. Este archipiélago constituye la región más importante de anidación y forrajeo (alimentación) de la tortuga carey en el archipiélago cubano. Archipiélago de los Canarreos - Está situado en la costa suroeste de Cuba e incluye a la Isla de la Juventud. Es el área principal de anidación de la tortuga verde y la caguama. Algunas de sus áreas se destacan en la anidación. Entre ellas se pueden


Cayos de San Felipe - Están localizados al oeste del Archipiélago de los Canarreos. Presentan también anidaciones importantes de la tortuga verde y de la caguama. Península de Guahanacabibes - Se encuentra ubicada en el extremo más occidental de Cuba y es de gran importancia para la tortuga verde en la isla grande. Esfuerzos de Cuba en la conservación de las tortugas marinas

Canarreos, y Boca Rica, en el Archipiélago de los Jardines de la Reina, así como en algunas playas de los archipiélagos de la costa norte que, aunque menos importantes, eran accesibles para esta actividad. Ejemplo de estas últimas es el Cayo Francés, en el Archipiélago Sabana-Camaguey. En sus comienzos, el MIP carecía de una metodología técnica adecuada para lograr que los resultados correspondieran al esfuerzo y los recursos empleados. Sin embargo, comenzando la década de los 80, se creó el Departamento de Cría Experimental en el propio MIP. A partir de las investigaciones biológicas-pesqueras sobre estas especies, llevadas a cabo por el Centro de Investigaciones Pesqueras (CIP), se continuó este esfuerzo de conservación. El mismo se caracterizó por la inclusión de un enfoque más técnico y de un amplio plan de medidas entre las que figuraban vedas y tallas mínimas de captura. Como resultado de estos esfuerzos, se desarrolló un Plan de Manejo, dirigido a los quelonios marinos en todo el archipiélago, específicamente al carey. Con el paso del tiempo, otras instituciones se incorporaron a las actividades de conservación y de investigación en favor de estas especies. Desde entonces, se han incrementado la protección y el conocimiento de muchos aspectos de la biología de las tortugas marinas en Cuba. Por ejemplo, como una contribución más del país a los esfuerzos de conservación de la región, se decretó, a partir del 1ro de enero de 2008, una veda total nacional, por

Mapa: Félix Moncada

En Cuba, desde la década del 60, el antiguo Ministerio de la Industria Pesquera (MIP, Instituto Nacional de Pesca en esos años), comenzó a trabajar en la protección y la conservación de estas especies. Estos esfuerzos, que consistían en la colecta y la siembra o relocalización de huevos, y en la liberación de las crías, fueron desarrollados durante varios años en las principales áreas de anidación de los archipiélagos de sur: en Cayo Largo y al sur de la Isla de la Juventud, en el Archipiélago de los

MAR ADENTRO

mencionar: El Guanal (ubicada al sur de la Isla de la Juventud), la cual se encuentra situada cerca de la comunidad de Cocodrilo (muy vinculada históricamente a las tortugas marinas), y Cayo Largo que constituye el sitio de anidación más importante de la tortuga verde y de la caguama en el archipiélago cubano. En estas áreas, donde sobresale el desarrollo turístico, se reportan anidaciones anuales de más de 1,500 nidos entre las dos especies.

Principales áreas de anidación de tortugas marinas en el archipiélago cubano.

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Foto: Félix Moncada

Peje blanco (tortuga verde) regresando al mar después de anidar en Playa Barceló, Cayo Largo, Cuba.

tiempo indeterminado, para todas las especies de tortugas marinas en toda la plataforma. Desafíos actuales La distribución de las tortugas marinas en sus áreas de cría, alimentación y reproducción, en prácticamente todo el archipiélago cubano, trae consigo, al igual que en otras regiones del mundo, la posibilidad de que sean capturadas por pesquerías dirigidas a otros recursos pesqueros (captura incidental o bycatch), así como ilegalmente (captura furtiva). Por esta razón, en los últimos años, se han realizado estudios para conocer cuáles son los artes de pesca que más inciden en el bycatch con el fin de minimizar su impacto en las poblaciones de estas especies. En relación a la captura furtiva, la Oficina Nacional de Inspección Pesquera (ONIP) se esfuerza todos los años en incrementar la vigilancia (principalmente en la temporada reproductiva de estos quelonios). Sin embargo, no siempre cuenta con todos los recursos necesarios, tales como embarcaciones y combustible, para abarcar todas las áreas de distribución de estas especies en el archipiélago. Por otra parte, es conocido que las tortugas marinas enfrentan, a nivel mundial, problemas ambientales 24

críticos debido al calentamiento global. Algunos fenómenos naturales, como las tormentas tropicales y los huracanes, pueden contribuir a la mortalidad de las tortugas en el mar, particularmente en aguas someras. Las tormentas pueden alterar los patrones de migración de las tortugas y la abundante lluvia inunda los nidos en las playas, las cuales pueden desaparecer por el aumento del nivel del mar. Cabe destacar que el cambio climático pone en peligro a los machos de las tortugas, ya que el sexo de estas especies es determinado por la temperatura de incubación. Es responsabilidad de los especialistas, de los investigadores, de los conservacionistas y de los administradores de este recurso, continuar contribuyendo a que las tortugas marinas sigan siendo patrimonio de la biodiversidad.

Enlaces de interés Empresa Nacional de Flora y Fauna http://www.galeon.com/ffauna/ Ministerio de la Industria Pesquera en Cuba http://www.cubagob.cu/des_eco/pesca/pesca. htm Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y de los Recursos Naturales www.iucn.org/es


Mapa: Ximena Vélez-Zuazo

La llave que conduce a los secretos más íntimos de las tortugas

MAR ADENTRO

El genoma:

Por: Ximena Vélez-Zuazo

Una pequeñísima, una ínfima fracción de nuestro cuerpo, el genoma, funciona como un diminuto almacén de todas aquellas características propias de los seres vivos, para ser más exactos, de todos los organismos vivos que hay en este planeta. Y es precisamente en este espacio donde podemos hallar información fundamental, para entender el comportamiento de animales tan misteriosos y esquivos como las tortugas marinas. Ingresar dentro del pequeño almacén de estos dinosaúricos reptiles no ha sido sencillo y ha tomado mucho tiempo. Sin embargo, es innegable que, en las últimas dos décadas, hemos visto avances significativos en el conocimiento y en el entendimiento de aspectos genéticos de este grupo de reptiles marinos. Por ello, entendemos hoy características fundamentales del comportamiento migratorio y reproductivo de las tortugas, así como de la importancia de las corrientes marinas para su

historia de vida y la relevancia de su existencia para generar la aparición de otras especies a lo largo de la evolución. Vayamos ahora al punto de partida, al comienzo de esta historia, sumerjámonos en el ADN (ácido desoxirribonucleico) de la mitocondria y del núcleo. El genoma (ADN) de las tortugas marinas, y de los seres vivos en general, deja sutilmente algunas pistas sobre nuestro origen. El ADN se encuentra dentro ácido desoxirribonucleico (ADN) – Ácido nucleico que contiene las instrucciones genéticas necesarias para el desarrollo y el funcionamiento de los organismos vivos. genoma – Conjunto de los genes de un individuo contenidos en los cromosomas.

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Foto: Robert van Dam

de las tortugas marinas. Un buen ejemplo son los careyes (Eretmochelys imbricata) de Isla de Mona.

La presencia de varios machos adultos, alrededor de parejas de careyes apareándose, fue el primer indicio de que un nido (aproximadamente 150 tortuguitas) tenía más de un padre.

de las células, para ser más precisos, en el interior del núcleo y de la mitocondria. La mitocondria se encuentra en las células y su importancia radica en que produce la energía que las células necesitan para funcionar. El material genético que se encuentra almacenado, exclusivamente en las mitocondrias, es heredado por la línea materna. Esto quiere decir que la información genética de la madre es trasladada a su cría. Si ésta es hembra, le heredará a su descendencia la misma carga genética. ¿Por qué es importante detenernos en este detalle genético de las tortugas marinas? Al ser las hembras las que ponen los huevos en las playas, es fácil rastrear a sus crías a través de una sencilla prueba en un laboratorio. Esto lo hacemos extrayendo una porción mínima del genoma, la cual es denominada como marcador molecular. La misma nos permite estudiar a los individuos y a sus poblaciones. Si hablamos ahora del ADN que encontramos en el interior del núcleo de las células, el ADN nuclear, podemos decir que este contiene una porción de información genética del padre y una porción de la madre. Valiéndonos, entonces, de los marcadores moleculares, podemos determinar si un nido de tortugas le pertenece a un solo padre o si se trata de un caso de paternidad múltiple. Esto es bastante común en el reino animal. Los estudios genéticos han sido cruciales para poder desentrañar grandes misterios en relación a la vida 26

Isla de Mona, en Puerto Rico, es un lugar que se ha convertido en un pequeño paraíso para las tortugas marinas. Los careyes pasan sus días alimentándose, creciendo y reproduciéndose. Proyecto Carey-Isla de Mona, liderado por Carlos Diez y Robert van Dam, lleva 20 años investigando los careyes de Isla de Mona y Monito. A mediados de la década de los 90, Carlos y Robert se preguntaron: ¿Las tortugas de Isla de Mona habitaron siempre ese espacio geográfico? La incertidumbre creció: las tortuguitas que nacieron en las playas de arena de Sardinera, Pájaros y Mujeres, entre otras, ¿se quedan deambulando por allí y continúan con su proceso natural de crecimiento?, ¿se van y luego regresan?, ¿se van y no regresan más? La respuesta, ciertamente, es tan amplia como los cuestionamientos. Uno de los primeros estudios realizados en el año 1996 por el doctor Brian Bowen, la doctora Ana Bass y otros colegas, investigó la agregación anidante de Isla de Mona y estableció que ésta, genéticamente hablando, es única. Los especialistas llegaron a la misma conclusión en investigaciones realizadas en otras áreas de anidación en el Caribe. Estos estudios científicos lograron probar que las hembras que anidan en Isla de Mona nacieron allí. Esto es sorprendente, si tomamos en cuenta que una tortuga hembra pasa la mayoría de su vida en el agua, que puede tardarse por lo menos 10 años en reproducirse y que, a pesar de este panorama adverso, se toma la molestia de regresar a casa, a su lugar de nacimiento, para poner sus huevos. Este comportamiento migratorio se denomina filopatria natal o fidelidad natal y se ha identificado no solo en tortugas marinas, sino también en algunas especies de tiburones, de tortugas de ríos y de peces como los salmones. Pero la historia no termina aquí, no acaba con el estudio de las tortugas hembras. ¿Acaso ocurre lo mismo con las tortugas juveniles y los machos adultos? ¿Exhiben filopatria natal? Esto


Con el paso del tiempo, los estudios de genética han ido más allá. La llegada de nuevas tecnologías, de nuevos marcadores moleculares y la propicia reducción de costos han permitido responder interrogantes vinculadas a la reproducción de las tortugas. Los investigadores han logrado

MAR ADENTRO

no fue difícil de contestar. Luego de identificar la “identidad” genética de la población que nacía en Isla de Mona y en otras áreas del Caribe, había que trabajar con el resto del grupo para establecer en qué playa habían nacido. Lo que descubrimos fue algo que no se esperaba. La mayoría de los careyes juveniles y de los machos adultos venían de otro lugar que no era Isla de Mona. De hecho, venían de muchos lugares, de regiones cercanas como las Islas Vírgenes, de territorios distantes como México y, probablemente, de rincones remotos como la costa oeste de África. Estas investigaciones han revelado que las tortugas marinas se desplazan entre sus áreas natales, sus puntos de anidación y sus espacios de reproducción. Un ejemplo extremo es el de las tortugas cabezonas (Caretta caretta) del Pacífico Sur, que toman la corriente dominante en esta zona y la usan como una “autopista” para moverse entre Australia y Perú. Para graficar este ejemplo, bastaría con traer a la memoria a esa pequeña tortuguita de la película Finding Nemo.

encontrar la respuesta a esa gran pregunta sobre la paternidad única o múltiple de las tortugas marinas. Hoy se sabe que la paternidad múltiple es más una regla que una excepción, que el número de padres puede variar y que esto último depende, probablemente, de la densidad de adultos en la zona de apareamiento. Lo que no queda claro son los beneficios de esta tendencia, aunque puede que tecnologías modernas, como la genómica (disciplina de la genética que investiga el genoma de los organismos), contesten a esta y otras interrogantes en los siguientes años. Los estudios de genética aparentan ser difíciles, problemáticos, complicados y costosos. Lo cierto, sin embargo, es que hay interrogantes que son imposibles de contestar apelando tan solo a métodos tradicionales de investigación en el campo. ¿Hacia dónde van las tortugas cuando nacen? ¿Cómo llegan a sus áreas de alimentación y crecimiento? ¿Qué factores determinan la elección de una pareja para reproducirse? ¿Cómo están conectadas las poblaciones de tortugas en el mundo? Las respuestas a estas preguntas se encuentran escritas en esa fracción microscópica del genoma alojado dentro de cada tortuga marina.

Mapa: Michele Boyle

8,203 millas / 13,202 km

En el Pacífico Sur, las tortugas cabezonas se mueven entre sus áreas de anidación y de alimentación usando una “autopista” marina compuesta, principalmente, por la corriente de Australia del Este, la corriente Ecuatorial sur y la corriente Peruana. Esto solo pudo ser conocido a través de la realización de estudios genéticos en agregaciones de tortugas a ambos lados del Océano Pacífico.

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EL CAREY DE CONCHA

RICO

Carlos E. Diez y Robert van Dam

Foto de tortuga: Robert van Dam Foto arriba a la derecha: Michelle Schärer

EN PUERTO

Por: Robert van Dam

La tortuga carey (Eretmochelys imbricata) es una especie emblemática de los arrecifes de coral en Puerto Rico. Durante siglos, la especie estuvo amenazada mundialmente hasta el punto de encontrarse en peligro de extinción, principalmente, por el valor de los preciosos escudos de su caparazón. Hoy día, las poblaciones de la tortuga carey en Puerto Rico muestran una franca recuperación, gracias a esfuerzos continuos de educación, de conservación, de ciencia y de aplicación legal a nivel local y regional. El carey es la especie más tropical de las tortugas marinas; es decir, tiene lugar sólo en los trópicos y está asociado con arrecifes de coral y otros fondos 28

duros. Cuando muy pequeños, los juveniles de carey son dispersados por las corrientes marinas. A partir del momento en que su caparazón alcanza los 20 cm, se establecen en áreas de poca profundidad, tales como los arrecifes costeros. Una vez ahí, su alimento consiste de ciertas especies de esponjas marinas y, alrededor de las islas de Mona y Monito, la esponja Sidonops (Geodia) neptuni es favorecida. Mientras el alimento adecuado esté disponible, los individuos tienden a mantenerse en lugares relativamente fijos, moviéndose típicamente en un rango de menos de 1 km durante el día. De noche, las tortugas en los arrecifes tienden a ser inactivas, aunque se despiertan regularmente para hacer ascensos a la superficie para respirar.


Gráfica: Michelle Schärer Foto: Allison Finch/Marine Photobank

Un lugar donde el conjunto de esfuerzos de conservación en beneficio del carey han dado buenos

MAR ADENTRO

Promedio anual de nidos a través de las décadas en Mona El tiempo necesario para crecer 1500 del estado de un juvenil pequeño hasta alcanzar la madurez sexual depende mucho de la calidad del hábitat y, en particular, de 1304 la abundancia del alimento. La 1000 isla de Monito es uno de los mejores lugares en el mundo para juveniles y adultos de carey, 879 pues llega a albergar una gran 500 concentración de individuos que, además, demuestran una 286 tasa de crecimiento corporal 177 94 excepcional. Es ahí donde hemos 0 medido crecimientos del largo del 1970‐79 1980‐89 1990‐99 2000‐09 2010‐11 caparazón de más de 8 cm anuales. Esta tasa de crecimiento implica que muchas de las resultados es en Isla de Mona. Esto se debe, en parte, tortugas alcanzan la edad de madurez antes de los 20 años de edad. Y efectivamente, una tortuga carey, por su lejanía, pero también por la protección en las playas y las costas. La población de carey que se monitoreada en Monito en 1994, durante su etapa reproduce ahí ha crecido considerablemente, y en juvenil, llegó 15 años después (2009 y de nuevo en 2011) a anidar en playas de Bocas del Toro, Panamá. 2011 se contabilizaron más de 1,300 nidos en las playas. Un factor clave en esta recuperación ha sido En otras áreas de Puerto Rico, las tortugas carey tienden a crecer con mayor lentitud, pero aún mucho el control de la depredación de nidos de carey por cerdos cimarrones mediante verjas de exclusión, más rápido que en el Pacífico o el Océano Índico, donde se estima que pueden tomar entre 40 a 50 años ya que antes se perdían más del 50% de los nidos de tortugas por esa causa. Actualmente, son más en alcanzar la madurez. de 170,000 crías de carey producidas anualmente en las playas de la Isla de Mona, lo que subraya la Este ciclo de vida más acelerado en el Caribe ha recuperación de la especie en Puerto Rico y la región, sido ventajoso para los esfuerzos de protección a pesar de los retos que enfrentan. y recuperación para la especie. Desde 1973, el carey fue incluido como especie en peligro de extinción y protegido a nivel Carey de concha alimentándose de esponja. federal por el Endangered Species Act, luego a nivel internacional mediante la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES), y también por medidas locales, como la creación del Reglamento de Especies Amenazadas y en Peligro de Extinción del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (1986).

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Foto: Raúl Omar Ortíz

El peje blanco en Puerto Rico

Por: Carlos E. Diez González

En las costas de Puerto Rico, es frecuente ver a los juveniles y sub-adultos de peje blanco alimentándose en las áreas de hierbas marinas o comiendo algas en los arrecifes. No obstante, 30

son grupos de animales aislados, o simplemente individuos solos. Afortunadamente, todavía existe un lugar donde esta especie de tortuga marina se agrega, para alimentarse, en altas densidades. Esto ocurre en el archipiélago de Culebra, particularmente en las bahías de Playa Tortuga, en Culebrita, y Puerto Manglar, en Culebra. El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), junto a sus colaboradores (Chelonia, Servicio Nacional de Pesca y Vida Silvestre, Servicio Nacional de

Mapa: Carlos Diez

El peje blanco o tortuga verde (Chelonia mydas) es, posiblemente, una de las siete especies de tortugas marinas más comunes en el mundo. Sin embargo, es una de las más codiciadas por su carne. Esta especie, que habita en todos los mares subtropicales y tropicales, y que anida también en estas zonas, está clasificada, por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés) y por el gobierno federal de los Estados Unidos, como una especie amenazada de extinción. En Puerto Rico, está considerada especie en peligro de extinción. La diferencia de clasificación se debe a que en nuestras aguas y playas esta tortuga no es tan abundante. Incluso, los números de nidos, en la isla grande de Puerto Rico, se han reducido considerablemente a menos de diez nidos en toda la Isla. Actualmente, la mayor cantidad de nidos de esta especie ha sido reportada en la Isla Municipio de Vieques con sobre 400 nidos.

Los peje blancos que han sido marcados en la Isla de Culebra han emigrado hacia otros continentes e islas del Gran Caribe y hasta el noreste de Brasil.


Entre los resultados más sobresalientes del trabajo, se puede destacar el hecho de que estas agregaciones se han mantenido estables, aunque en una de las áreas de estudio han mermado. La mayoría de estos animales son juveniles o sub-adultos (tortugas que aún no han madurado sexualmente) y utilizan las ensenadas para alimentarse y desarrollarse. Después de varios años, migran a otros hábitats, posiblemente fuera de Puerto Rico. El origen genético de estas tortugas proviene de otras áreas del Caribe, como por ejemplo, Costa Rica y Florida (Estados Unidos). También, utilizan las áreas de arrecife colindantes con las praderas de hierbas marinas como refugio o áreas de descanso. Esta información, al igual que los parámetros poblacionales, es muy importante para incorporarla en los planes de recuperación al mismo tiempo que se protegen estas áreas, que ya han sido designadas como hábitat crítico a nivel del gobierno federal, específicamente por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés). Hay que destacar que, por ser Culebra un lugar turístico de gran importancia, dichas áreas están amenazadas por la cantidad de botes que transitan a través de las mismas, así como por la contaminación de desechos líquidos y sólidos que llegan a las bahías, en particular a Puerto Manglar. Por lo tanto, es necesario establecer nuevas medidas de control, como limitar la velocidad de las embarcaciones en la bahía Tortuga, en Culebrita, y reducir la sedimentación procedente de las malas prácticas de construcción y de otros componentes que degradan las hierbas marinas.

Fotos del artículo: Carlos Diez

Parte de los esfuerzos para ayudar a conservar el peje blanco conlleva la realización de cirugías para removerle los tumores y la aplicación de procedimientos que ayuden a activar el sistema inmunológico de la tortuga para que comience a combatir la enfermedad. En estos momentos, la incidencia de los tumores de fibropapilomas ha mermado; de un 70%, en animales con tumores capturados en Puerto Manglar, Culebra en el año 2003, a 1% en el censo más reciente, realizado en octubre de 2011.

MAR ADENTRO

Pesquerías Marinas, Universidad de Georgia, Universidad de Puerto Rico y Zoo Atlanta), iniciaron un estudio, a finales de la década de los ochenta, y reiniciado en 1999 por los biólogos Robert van Dam y Carlos E. Diez, para evaluar estas agregaciones. El trabajo consiste en obtener información sobre tasas de crecimiento, estimado poblacional, razones sexuales y patrones migratorios. También, se evalúa la salud de los mismos, ya que en el pasado se han encontrado un alto número de individuos con tumores o la enfermedad conocida como fibropapilomas. Los peje blancos o tortugas verdes han padecido, en los últimos años, una enfermedad relacionada al virus del herpes, que les ocasiona el crecimiento de unas verrugas o tumores en algunas partes del cuerpo, como por ejemplo, los ojos y las aletas. A pesar de que estos tumores no son malignos, no les permiten ver ni comer y, por consiguiente, les pueden causar la muerte.

junio 2009

marzo 2010

Juvenil de peje blanco con fibropapilomas que fue operada y cicatrizó exitosamente luego de la cirugía para remover el tumor.

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Foto: Oliver Bencosme

El tinglar en Puerto Rico

Por: Carlos E. Diez González

El tinglar o tinglado, como se le conoce comúnmente en Puerto Rico, es considerado la especie de tortuga más grande del mundo. Tiene parecido a un tablado o baúl negro muy grande (de ahí su nombre tinglado) y puede medir hasta 3 metros (7 pies) y pesar hasta media tonelada (1,000 lbs/ 450kg). Este reptil tiene un caparazón formado de plaquitas óseas muy finas y pequeñas y cubierto por un tejido parecido al cuero (de ahí su nombre común en inglés leatherback). El tinglar posee unas aletas delanteras largas y fuertes que, junto al diseño hidrodinámico de su caparazón, le permite navegar largas distancias. El diseño hidrodinámico 32

del caparazón reduce la fricción del agua, lo que explica por qué el tinglar es una gran nadadora. El tinglar tiene un hábito pelágico, es decir, vive en mar abierto y solo frecuenta nuestras costas en la época de reproducción. Luego de reproducirse, migra hacia las aguas del norte (Ártico o el norte del Océano Atlántico) para alimentarse. Se alimenta de aguas vivas de gran tamaño y tiene que bucear hasta 1,000 metros en busca de alimento. El tinglar tiene un crecimiento rápido y se estima que a los 10 años alcanza la madurez sexual. Esto es significativo si

Tamaños de nuestras tortugas marinas 2 metros

1 metro

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Tamaño relativo de las especies de tortugas marinas.

Gráfica: Oliver Bencosme

De las tres especies de tortugas marinas que frecuentan nuestras costas y playas, el tinglar (Dermochelys coriacea) es la especie más peculiar y rara de todas. Esta tortuga es tan distinta a las otras de su mismo orden, que es la única especie de tortuga marina que ha sido designada a una familia diferente (Dermochelidaee). Esto se debe a varios aspectos de su morfología y fisiología, además de que tiene un comportamiento distinto a sus homólogas reptiles.


En la costa del Corredor Ecológico del Noreste (CEN), en los pueblos de Luquillo y Fajardo, se han reportado sobre 400 nidos de tinglar, lo que convierte a esta playa en la más importante para la anidación de tortugas en Puerto Rico y, posiblemente, la segunda en el Caribe. Sin embargo, recientemente en la playa del sector El Único, entre Dorado y Toa Baja, se ha reportado un número semejante de nidos (más de 300 nidos durante 2012) en tan solo 2.6 millas de playa. En comparación con el CEN, cuya playa abarca 13 millas, El Único presenta una densidad de nidos mucho mayor. Mientras el CEN alberga unos 30 nidos por milla, en El Único se pueden encontrar hasta 115 nidos por milla, aproximadamente. Esto convierte a El Único en una playa de suma importancia para la actividad de anidación y, a la vez, revela la gran vulnerabilidad de la misma debido a su cercanía al área metropolitana. Tanto el CEN como El Único constituyen zonas de vital relevancia para la supervivencia del tinglar. Se requiere continuar realizando censos en años subsiguientes para determinar si ese patrón en El Único se mantiene. Estudios moleculares han determinado que las hembras que anidan en Culebra, Fajardo e Islas Vírgenes son parte de una misma población. Prueba de esto han sido los reportes de tinglares marcados en las playas de Culebra y luego vistos anidando en St. Croix o Fajardo, y viceversa. Esto eleva el nivel de importancia de las playas de Puerto Rico, ya que tienen la responsabilidad de ser dispersores de esta especie para el resto del Caribe. Asimismo,

se han reportado animales capturados en las costas de Nueva Escocia, Canadá entre los cuales se han encontrado tinglares marcados en Culebra y en Fajardo. Otros estudios, también, han demostrado que tinglares anidantes de Fajardo y/o Culebra migran hacia aguas templadas al norte del Océano Atlántico, cruzándolo y llegando hasta el norte de Europa. A pesar del aumento en nidos detectados las costas de Puerto Rico, en la Isla Municipio de Culebra ha ocurrido lo contrario, ya que la cantidad de nidos ha bajado en los últimos años. Todavía es muy prematuro para hacer conclusiones sobre esta merma, por lo que es importante continuar monitoreando las poblaciones anidantes de la tortuga tinglar para poder determinar su condición actual y tomar medidas de manejo para garantizar su conservación. La conservación de la tortuga tinglar, en Puerto Rico y en el Caribe, es tarea de todos. La amenaza constante de nuestras costas, a causa del desarrollo turístico y urbano no planificado, junto a la contaminación en nuestras playas y mares es un obstáculo que los tinglares tienen que vencer para perpetuar su especie. También se enfrentan a peligros en mar abierto (causa principal de mortandad), tales como son la pesca con palangre y la pesca de arrastre. Esto desemboca en la pesca incidental del tinglar y, como consecuencia, en su muerte. Por tal razón, exhortamos a los ciudadanos de Puerto Rico a que participen, activamente, en la protección de esta especie, apoyando designaciones de hábitat críticos y reservas naturales y evitando la contaminación lumínica y de basura en nuestras costas.

Foto: Michelle Schärer

Las playas más importantes de anidación para la tortuga tinglar en el Océano Atlántico se encuentran en Guyana y Surinam. En el Caribe, las playas de Trinidad y Tobago albergan alrededor de 3,000 nidos anuales, seguido por Puerto Rico e islas adyacentes, que sobrepasan los 1,000 nidos durante una temporada alta. Aunque hay anidación prácticamente en todo Puerto Rico, las playas más importantes se encuentran en el noreste: FajardoLuquillo, Maunabo, Culebra y Vieques.

MAR ADENTRO

lo comparamos con las otras especies de tortugas marinas, que pueden tardar hasta 30 años.

Tinglares recién eclocionados del nido.

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Foto: Pedro Padilla

ARRECIFES CON CHAMBONES

Por: Michelle Schärer-Umpierre

Los inquilinos se conocen como epibiontes u organismos no parásitos que viven, por lo menos, una fase de su ciclo de vida encima de otro de mayor tamaño. Se cree que los epibiontes no les causan ningún problema a las tortugas que sobrecrecen. Sin embargo, esta relación puede convertirse en una carga para la tortuga, si sobrecrecen demasiados epibiontes. La acumulación de epibiontes puede llegar a reducir las características hidrodinámicas de su caparazón, lo cual puede aumentar el gasto

Foto: Michelle Schärer

La superficie o caparazón de algunas tortugas marinas sirve como un ecosistema en movimiento constante en donde se alberga una comunidad marina de gran biodiversidad. La tortuga carey (Eretmochelys imbricata) y la tortuga cabezona (Caretta caretta) son dos especies colonizadas por una diversidad de organismos marinos que componen una comunidad similar a los arrecifes sobre plataformas movedizas. Esta relación de comensalismo ha evolucionado a través de millones de años y parece ser de beneficio para los diminutos organismos marinos, los epibiontes, y no tiene (en teoría) ni beneficio ni perjuicio para el hospedero, la tortuga. A bordo de este arrecife con chambones, los inquilinos tienen un ventaja de dispersión, ya que las tortugas pueden migrar miles de kilómetros a través del océano y en contra de las corrientes predominantes en el área. Este mecanismo puede ser una forma de mantener la conectividad genética entre poblaciones distantes para los organismos que habitan sobre la tortuga y pueden tener limitaciones de dispersión.

Varias bayocas de Chelonibia caretta sobre el caparazón de un carey de concha adulto.

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Las escamas superficiales del caparazón de las tortugas proveen un micro-hábitat especial, por sus irregularidades a pequeña escala. Sobre y entre estas superficies de queratina (proteína responsable de la dureza y de la resistencia del caparazón), crecen algas filamentosas y se acumulan granos finos de arena, lo cual provee una diversidad de hábitat para esponjas, tunicados, foraminíferos, briozoarios, gusanos marinos, isópodos, camarones, erizos y hasta insectos voladores (chironomidos). En nuestro archipiélago, las tortugas carey llevan a bordo una gran diversidad de epibiontes, ya que éstas atraviesan distintos hábitats marinos, como por ejemplo, praderas de hierbas marinas, manglares, arrecifes y aguas abiertas. Los epibiontes también sirven como evidencia de los hábitats o los comportamientos de las tortugas en las que habitan. Por ejemplo, si una tortuga pasa tiempo en los mares de sargazos, en el centro

Si las tortugas están letárgicas, pasan mucho tiempo en el fondo o nadan muy lentamente, los epibiontes se acumulan y sobrecrecen todas las superficies, incluyendo las aletas o chambones. Estas acumulaciones excesivas de epibiontes son

Foto: Michelle Schärer

Para algunos de estos inquilinos, las tortugas son la única superficie donde se establecen y, por lo tanto, se encuentran tan amenazados de extinción como sus anfitriones. Los fósiles de tortugas, de al menos 50 millones de años atrás, muestran evidencia de ser colonizados por bayocas, balanos o percebes que han co-evolucionado con los quelonios. Tanto las bayocas, como los balanos y los percebes, son organismos cirrípedos, es decir, crustáceos que en su etapa adulta viven fijos sobre objetos sumergidos. Esta evidencia está disponible, ya que los balanos tienen unas placas duras que se preservan intactas a través de los procesos de fosilización. Hoy día, existe una diversidad de especies de bayocas que colonizan la superficie de otros organismos marinos, como el crocodilo, la serpiente marina, el manatí, los moluscos, los crustáceos y hasta las ballenas. No obstante, hay algunas especies de bayocas que solamente habitan en las tortugas marinas, como Chelonibia caretta y Chelonibia testudinaria.

del Océano Atlántico, es colonizada por unos cangrejitos conocidos como el Cangrejo de Colón (Planes minutus), ya que fue Cristóbal Colón quien los describió por primera vez. Estos cangrejitos, usualmente, se quedan entre la cola y el caparazón de las tortugas pequeñitas y le sirven de limpiadores a sus hospederos, debido a que se alimentan de otros epibiontes que colonizan las tortugas.

MAR ADENTRO

energético durante migraciones de larga distancia. Por esto, se cree que las tortugas llevan a cabo distintos comportamientos para limpiar sus caparazones, ya sea rascándose contra rocas y corales, raspando contra las paredes de las cuevas donde duermen y permitiéndoles a los peces que limpien las algas sobre sus caparazones.

Cangrejito de Colón (Planes minutus) bajo el caparazón posterior de un carey juvenil, por lo cual se deduce que recientemente habitaba en el sargazo flotante donde el cangrejo es muy común.

indicadoras de que el comportamiento de la tortuga no es normal, ya sea por condición de enfermedad u otra causa. La relación entre las tortugas marinas y los epibiontes nos sirve de indicador de varios hábitos y condiciones ambientales. Al reconocer esta relación como una simbiótica o no-parasítica, que ha evolucionado a través de los milenios, nos surgen varias preguntas o hipótesis sobre las conexiones que existen entre la diversidad de organismos marinos. Se ha planteado incluso, que las tortugas son un tipo de vector que ayuda en la dispersión de organismos a nivel oceánico, ya que sus migraciones entre continentes han sido estables a través del tiempo. Si es así, entonces existe mayor peso aún para la conservación de estos quelonios y sus epibiontes en aras de preservar la biodiversidad marina. 35


Por: Karla G. Barrientos-Muñoz y Cristian Ramírez-Gallego

En la escuela nos enseñan que la determinación sexual en los humanos la define el hombre, al proveer un cromosoma sexual “X” o “Y”, dando origen a una mujer o a un hombre respectivamente. Sin embargo, no es muy común que nos mencionen que, en la naturaleza, una gran variedad de especies, que no poseen cromosomas sexuales, son capaces de alterar su expresión sexual en respuesta a cambios en su medio ambiente, tales como: el acceso a la luz, la temperatura y los factores inherentes a su tamaño o edad. Una variedad de reptiles, entre ellos las tortugas marinas, las tuátaras (reptiles endémicos de Nueva Zelanda parecidos pero no emparentados a las iguanas), los cocodrilos y algunos lagartos, poseen determinación sexual dependiente de la temperatura (DST). En las tortugas marinas, la DST se documentó, por primera vez, en la tortuga cabezona (Caretta caretta) y, en adelante, se reportó para las seis especies restantes en el mundo. Estas presentan un patrón en el cual los machos se producen a bajas temperaturas (por lo general 28ºC/82.4ºF) y las hembras a altas temperaturas (por encima de 30ºC/86ºF), respecto a un umbral denominado temperatura pivotal, donde la proporción de sexos es 1:1. Por temperatura pivotal entendemos la temperatura ambiental dentro del nido 36

que determina el sexo del organismo. No todas las especies de fauna adquieren su sexo de esta manera. Sin embargo, para aquellas que su sexo depende de la temperatura pivotal, existe una temperatura particular. Tenemos conocimiento de estas temperaturas gracias a experimentos controlados que se han realizado para este propósito. La ocurrencia de DST, en las tortugas marinas, conlleva a que algunas circunstancias ambientales sean relativamente mejores para la producción de machos, mientras que otras favorecen la producción de hembras. Por lo tanto, el cambio climático (teniendo en cuenta los modelos actuales que predicen un aumento en las temperaturas globales de 1.8 a 4°C/33.8ºF a 39.2ºF durante el próximo siglo), es ampliamente aceptado como una de las cinco amenazas principales, que enfrentan actualmente las tortugas marinas. En otras palabras, como consecuencia de los cambios climáticos, y los regímenes de las temperaturas, se sesgan las proporciones sexuales, con una tendencia a la produccion de más hembras. Además, disminuye el éxito de eclosión en los neonatos, ya que las temperaturas muy altas pueden ser letales para las nidadas. Para comprender la demografía y recopilar datos acerca del impacto del calentamiento global sobre

Fotos: Karla G. Barrientos-Muñoz y Cristian Ramírez-Gallego

PROPORCIONES SEXUALES DEL CAREY EN ISLA DE MONA


estimar las proporciones sexuales de las crías que emergen en relación a las temperaturas pivotales. Con el fin de generar estimados de las proporciones sexuales que se producen todo el año, y revelar si en las playas de la Isla de Mona está predominando la producción de hembras o de machos, se miden la temperatura ambiente de la arena de las playas y la temperatura del aire.

Isla de Mona es considerada la segunda colonia anidante más grande del Caribe insular y el lugar más importante para Puerto Rico de la tortuga carey (Eretmochelys imbricata). Durante 2008, el Proyecto Carey-Isla de Mona determinó la temperatura pivotal de la población de carey de Mona, siendo ésta, de 29.6°C (85.3ºF). Desde 2009, se monitorean, simultáneamente, las temperaturas de incubación de nidos y del ambiente de la arena adyacente (1m de distancia), para examinar el aumento de la temperatura dentro de la incubación de un nido por encima de la arena circundante, causado por el calentamiento metabólico producido por los embriones y por el movimiento de las crías emergentes.

Al llevar a cabo el estudio, se tomaron en cuenta los siguientes factores: la temperatura pivotal (29.6°C), los perfiles promedios de las temperaturas de las playas y los promedios del calentamiento metabólico de 2009 y 2010 en nidos durante el tercio medio de incubación (vea definición en el recuadro). Se encontró que casi todos los nidos depositados, durante el pico de anidación y el periodo de monitoreo (agosto-noviembre) son , en su mayoría, crías hermbras.

Este conocimiento de los perfiles del calentamiento metabólico de los nidos es esencial al momento de

Diagrama: Oliver Bencosme

Hembra 28oC

Macho

Diagrama de la temperatura pivotal (28o C) y su efecto sobre la determinación sexual de las crías de tortugas marinas.

temperatura pivotal - Temperatura ambiental dentro de los nidos de las tortugas que determina el sexo de éstas. Si la temperatura del nido es mayor que la pivotal las tortugas son hembras. tercio medio de incubación - Periodo termosensitivo en que se fija el sexo de la tortuga.

NUEVOS ACERCAMIENTOS

las especies, es indispensable documentar cuáles son las proporciones sexuales naturales que se están produciendo en las playas. Es por esto que, desde hace dos décadas, el DST ha sido un tema de gran interés en las investigaciones con tortugas marinas. Sin embargo, al día de hoy, falta profundizar sobre cómo los drásticos cambios climáticos comprometerán la sobrevivencia de esta especie.

La principal conclusión que se ha obtenido es que, cuando tenemos en cuenta el calentamiento metabólico, la predicción de las proporciones sexuales en las crías aumenta considerablemente a favor de la producción de hembras en un 27.3%. El calentamiento metabólico, que se produce en los nidos de la tortuga carey, afecta significativamente el proceso de determinación del sexo en los nidos naturales. Es evidente, entonces, la necesidad de incorporar el efecto del calentamiento metabólico en cualquier modelo predictivo. Aunque parezca desalentador, la tendencia señala la feminización en la población del carey de Isla de Mona, al igual que se reporta en muchas otras poblaciones de tortugas marinas alrededor del mundo. Las proporciones sexuales, que se generan en una población, pueden variar con la estación, anualmente, en la misma playa e, incluso, a nivel intra-poblacional. A pesar del pequeño número de especies de tortugas marinas, su historia de vida es un reto para el estudio. Es necesario recopilar información de la distribución de anidación, las zonas de alimentación y las historias de vida e integrarla a los datos del clima y a los modelos de información para así evaluar la capacidad de adaptación o recuperación de las tortugas marinas ante el cambio climático. 37


Foto: Pedro Padilla

Identificación de hábitats críticos para el carey

Por: Patricia Rincón-Díaz

Las tortugas marinas utilizan una gran cantidad de hábitats en aguas oceánicas, en costas y en playas. En su tránsito por estos habitáculos, enfrentan una combinación de amenazas naturales y antropogénicas. Estas últimas son las provocadas por las acciones de los seres humanos. Existe un sinnúmero de amenazas antopogénicas entre las que se destacan: la contaminación lumínica que desorienta a los neonatos en su camino al mar, la aceleración de la erosión en las playas causada por la construcción de estructuras costeras, la captura intencional de hembras anidantes y la captura directa o incidental de juveniles y adultos en el océano. Estas amenazas se suman a los peligros naturales que las tortugas enfrentan como, por ejemplo, la depredación de huevos y de neonatos en las playas y en otras etapas en el mar. Ambos tipos, naturales y antropogénicas, diezman las poblaciones e influyen en la distribución de los quelonios marinos en sus hábitats.

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Es de suma importancia tener en cuenta que el comportamiento de los animales puede variar dependiendo de lo que un hábitat ofrezca en términos de alimentación y de refugio. Por ende, las amenazas antes mencionadas pueden influir significativamente en el comportamiento de las tortugas marinas. Ante este panorama, resulta fundamental identificar las áreas prioritarias para la población de estos organismos. Los investigadores, el gobierno y los grupos conservacionistas deben realizar esta tarea. Tanto las tortugas como otras especies marinas se benefician de estos esfuerzos. El trabajo de los científicos y de los grupos de conservación con tortugas en el mar implica la capacitación de personal y mayor logística y presupuesto en comparación a los trabajos en las playas. Las investigaciones en el mar tienen una mayor restricción geográfica y, por tanto, existen vacíos locales de conocimiento sobre la dieta, la


Los careyes ayudan a regular las interacciones entre corales y esponjas. Ellos se alimentan de las esponjas que sobrecrecen los pólipos del coral, por lo que ayudan a los sistemas arrecifales que protegen nuestras costas. Según Robert van Dam y Carlos Diez, investigadores del carey en los arrecifes de Isla de Mona, los juveniles limitan sus actividades a un área menor de 2 km2, se refugian en zonas con mucho relieve para esconderse, se alimentan de esponjas y residen allí durante años para migrar luego hacia otros hábitats. La información sobre su dieta es muy conocida en el Caribe. Sin embargo, era

En los arrecifes, entre abril de 2008 y junio de 2009, el grupo de trabajo recorrió un total 82 km para buscar careyes. Los capturamos a mano para marcarlos, medirlos y tomar muestras de comida mediante el lavado de sus esófagos, los estabilizamos y luego los regresamos al mar en el lugar de captura. Solo careyes con un tamaño mayor a 35 cm (13.7 pulgadas) fueron trabajados ya que son más resistentes a los lavados de esófagos. Una vez los componentes de su dieta fueron identificados en el laboratorio, se regresó al campo para cuantificarlos. Se tomaron fotos y se midió el área que cada componente ocupaba

Mapa: Patricia Rincón Díaz

La distribución de las tortugas parece estar muy influenciada por la disponibilidad de alimento. La tortuga verde (Chelonia mydas), localmente llamada peje blanco, por ejemplo, se alimenta de yerbas marinas y desarrolla una gran afinidad por estos hábitats. En Puerto Rico, las yerbas marinas del archipiélago de Culebra han sido declaradas hábitats esenciales para el peje blanco y están designadas para asegurar la sobrevivencia de estas tortugas. Sin embargo, para careyes juveniles, no existe mayor información sobre los hábitats en términos de oferta de alimento y de refugio.

desconocido si la cantidad de alimento para los careyes y la composición de los fondos marinos influenciaban su abundancia y distribución en los arrecifes. Para generar información sobre otras agregaciones de carey en Puerto Rico, decidí trabajar mi tesis de maestría en cinco áreas arrecifales de Culebra. Los sitios escogidos fueron la costa de la playa de Carlos Rosario, dos lados del Cayo Luis Peña, el Cayo Lobo y Punta Soldado. Dos de estos arrecifes están ubicados dentro de la Reserva Marina Canal Luis Peña (ver el mapa).

MAR ADENTRO

identificación de hábitats usados y las amenazas para las tortugas. Una alternativa para cubrir estos vacíos son los trabajos colaborativos, como los realizados en Puerto Rico, entre agencias estatales, universidades y organizaciones no gubernamentales. Estas colaboraciones permiten que estudiantes graduados realicen sus investigaciones, generen, analicen y reporten información prioritaria para proteger las tortugas marinas en la Isla. Las colaboraciones han sido realizadas, principalmente, en Isla de Mona, Desecheo y, desde 2007, en el Archipiélago de Culebra, donde se investiga el efecto que tiene la abundancia de alimento y la composición de los fondos marinos en la distribución y la cantidad de careyes (Eretmochelys imbricata) juveniles en los arrecifes.

Alrededor de Culebra las zonas de color azul más oscuro muestran las áreas de hábitat importante para el carey de concha juvenil. También, se muestra en el mapa, las áreas escogidas para el estudio: 1) Carlos Rosario, 2) Cayo Lobo, 3) Cayo Luis Peña y 4) Punta Soldado.

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en 10 metros cuadrados del fondo marino, por lo que un total 1660 m2 fueron revisados en todo el archipiélago. Además del alimento ofrecido por estos arrecifes, se contabilizó la composición de los fondos, estimando el porcentaje de coral duro vivo y muerto, gorgonios (corales blandos), esponjas, macroalgas, fondos rocosos, arena, fondos pavimentados (fondo rocoso con poco sedimento) y cascajo (escombros de coral muerto y conchas). Por último, se construyó un mapa de los hábitats potenciales para la presencia de careyes juveniles en Culebra. El mapa, preparado en 2001, se basó en las afinidades de hábitat que los careyes mostraron en los arrecifes, combinando las localizaciones donde se encontraron las tortugas con mapas de profundidad y relieve de fondos construidos en este estudio y mapas de tipos de fondos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por su nombre en inglés). Los resultados mostraron que, el arrecife Carlos Rosario tiene la mayor agregación de careyes juveniles en Culebra. La dieta de las tortugas varió entre lugares y no respondió necesariamente a la abundancia del alimento en los arrecifes. En general, los careyes se alimentan de dos especies de esponjas y de una anémona muy tóxica y prefieren una especie escasa de coralimorfo, un animal parecido a los pólipos del coral. Una de las esponjas, Chondrilla caribensis, sobrecrece agresivamente al coral, lo que destruye su estructura. Por tanto, la protección de los careyes en los arrecifes de Culebra es primordial, puesto que garantiza su rol de controlador de poblaciones de esponjas y de mantenimiento de los corales.

Este trabajo colaborativo, entre el Laboratorio de Ecología de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, el DRNA, la organización no gubernamental Chelonia Inc. y los voluntarios del grupo tortuguero de Culebra, demuestra la importancia de unir esfuerzos para proponer alternativas de protección para las tortugas y sus hábitats. Las recomendaciones de este trabajo fueron revisadas por directivos de agencias ambientales en Puerto Rico y se espera que se inicie un proceso de concertación, que incluya a todos los usuarios de los arrecifes en Culebra. Los arrecifes enfrentan cambios en su composición y la pérdida de cobertura de coral vivo. Esto afecta el frágil balance del mencionado ecosistema marino. Entre todos, se puede lograr la protección de los arrecifes de coral, lo que redunda en la conservación de sus cuidadores naturales: ¡los careyes!. Hábitat de carey juvenil.

Foto: Michelle Schärer

La abundancia de los careyes no respondió exclusivamente a la abundancia del alimento. Los

resultados mostraron que arrecifes con abundante alimento, como Punta Soldado, no albergan altas agregaciones de carey. Sin embargo, arrecifes con una alta cobertura de gorgonios y coral duro sí albergan un número alto de tortugas. La presencia de estas estructuras ofrece sitios de alimentación y de refugio, como son las cuevas bajo las cabezas de coral. De esta manera, los juveniles, vulnerables a depredadores como tiburones, encuentran hábitats de desarrollo seguros. El mapa de hábitat potencial mostró que arrecifes en línea y pavimentos colonizados de esponjas y de gorgonios son fondos importantes para los careyes. Estos fondos están en la parte norte de Carlos Rosario y Cayo Lobo, fuera de la Reserva Natural. Por consiguiente, su inclusión dentro de la reserva o la implementación de alguna figura de protección para estos dos arrecifes es necesaria.

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Foto: R. van Dam

EDUCANDO CON EL MAR

EL CICLO DE VIDA DE LAS TORTUGAS MARINAS

Por: Carlos E. Diez González

El ciclo de vida se define como el tiempo transcurrido entre el nacimiento de un individuo, en este caso de una tortuga marina, hasta su muerte. El periodo de vida de las tortugas marinas transcurre, la mayor parte del tiempo, en el agua y, parcialmente, en tierra. En el momento de la reproducción, las tortugas marinas de cada especie se encuentran en el océano para aparearse. Poco tiempo después, las tortugas

marinas hembras salen del mar y se dirigen hacia las playas en las que cavan sus nidos y ponen sus huevos. La mayoría de las hembras desova más de una vez durante la misma temporada y desovan entre 60 a 200 huevos, dependiendo de la especie. Cuando la hembra ha terminado de depositar sus huevos, los cubre con arena. Después de que el nido está completamente camuflado, la hembra se arrastra de vuelta al mar. 41


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Diagrama del ciclo de vida de las tortugas 1. La hembra desova en la playa donde nació. Puede hacer varios nidos y poner huevos en cada uno de ellos, un nido a la vez. 2. Una vez eclosionan del nido, los neonatos se dirigen al mar de noche para evitar la depredación. 3. Las tortuguitas que llegan al mar y habitan en el ambiente pelágico (en la superficie) durante años.

Foto: Michelle Schärer

4. Una vez alcanzan un tamaño adecuado, se establecen en zonas bentónicas (fondo marino) de alimentación para su desarrollo y crecimiento. Estas etapas pueden tomar entre 10 a 50 años.

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5. Al alcanzar su madurez sexual(♀ = hembra, ♂ = macho), comienza la migración hacia las áreas de reproducción. 6. El apareamiento (cópula) ocurre en el mar, cerca de las playas de anidación. 7. Las hembras permanecen cerca de las playas y emergen en intervalos de 2 semanas a desovar. 8. Luego de la época de reproducción, las hembras y los machos regresan a las zonas de alimentación.

Diagrama: Carlos Diez y Oliver Bencosme

La incubación requiere alrededor de 60 días, dependiendo de la especie. La temperatura de la arena, por su parte, determina el sexo y el tiempo de desarrollo del embrión. Las tortugas recién nacidas se dirigen hacia el mar orientándose hacia el horizonte más brillante, donde inician su fase acuática. Una vez en el agua, nadan 3 hacia mar abierto, buscando parchos de algas marinas donde flotan a la deriva. Algunas especies, como el carey de concha y el peje blanco, pueden pasar uno o dos años a la deriva. En el mar, pasan por varias etapas de desarrollo tales como: juvenil, sub-adulto y adulto. Su madurez sexual puede ocurre entre los 10 a 50 años de vida, dependiendo de la especie. El tinglar, por ejemplo, es el único que llega a adulto entre los 9 a 10 años y puede aparearse, incluso, hasta después de los 50 años. Al cabo de este periodo, las tortugas están listas para reproducirse, por lo que migran hacia las áreas de apareamiento y de anidación.


VIDAS APASIONADAS

Luis Crespo:

Foto: Mydalis Lugo Marrero

Un amante de la libertad y de las tortugas marinas

Por: Mydalis M. Lugo Marrero

Son las 6:30 a.m. de un sábado. En Maunabo, un municipio del sureste de la Isla, un hombre, junto a dos voluntarias, se encuentran listos para realizar su trabajo de campo. Luis Crespo es ese hombre que cambió sus días de descansos para reiterar su compromiso con la conservación y la protección de las tortugas marinas. Playa Maunabo no es tan solo el hábitat al que recurren especies de tortugas, como el carey y el tinglar, sino uno de los espacios más visitados por Luis. Digámoslo de otra forma, es su segunda casa. Las playas que se encuentran en este municipio costero son Playa Larga y Playa Maunabo. Esta última se divide en dos sectores: California y Los Bohíos. En playa California, cuenta Luis, se han registrado un total de 132 nidos de tinglar en una milla de playa. Al momento de la entrevista, Maunabo ha registrado más nidos por distancia lineal. Esto se traduce en un total de 163 nidos en 3 millas. Estas playas se distinguen, más que nada, por su valor escénico. Como bien se pudo advertir, no es una playa de bañistas, ya que se caracteriza por tener

corrientes de resaca y alta energía o fuerte oleaje. Sin embargo, entre los usuarios que más la frecuentan se encuentran los surfers. El trabajo de Luis consiste en patrullar la playa, registrar y monitorear las actividades de tortugas marinas, marcar tortugas, cuantificar eclosiones y ofrecer charlas a la comunidad. Según indica, en una temporada, nacen entre tres mil y cinco mil tortugas. Aunque esta cifra parece alentadora, la realidad es que, desafortunadamente, una de cada mil tortuguitas llegará a su etapa adulta. Luis patrulla Playa Maunabo los miércoles y sábados, y Playa Larga los lunes, pero una vez inicia el pico de anidación visita las playas casi todos los días, mientras los voluntarios, 21 en total, se turnan para patrullar las playas todos los días en un itinerario establecido. Durante la temporada de anidación (marzo a octubre), el patrullaje es diario. Los nidos se marcan, cuando la playa es frecuentada por usuarios. Es una manera de advertirles que hay un nido y que es importante su protección. Dicha protección 43


se logra no caminando sobre los nidos, tampoco paseando en caballos por la arena. Luis es un tortuguero o, en otras palabras, un gran conocedor de estas especies. Al igual que los voluntarios con los que trabaja, ellos pueden determinar si un nido está fresco, es decir, si es reciente, o si lleva algún tiempo. Cuando registran un nido fresco, se procede a fechar la anidación, lo que les permite estimar el momento de la eclosión, a los 60 días aproximadamente. Cada nido se marca con un bambú y un envase plástico de los que se encuentran en la playa para luego monitorear la eclosión. En los últimos doce años, Luis ha dedicado gran parte de su tiempo a la protección de las tortugas marinas. Este dirige el grupo comunitario Amigos de las Tortugas Marinas, mejor conocido como ATMAR, desde hace 12 años, y atiende la página de Internet del colectivo: www.tortugasmaunabo.com. La primera vez que leyó sobre tortugas marinas fue cuando su papá, quien era celador de pesca y caza en el Departamento de Recursos Naturales (DRN), asistió a un taller y compartió con él un material educativo sobre el tema que recibió durante la actividad. En la década de los 80, Robert Matos y Héctor Horta comentaron, en una charla, la posibilidad de que en la playa de Maunabo hubiese actividad de anidaje, lo que despertó su interés. Una década después, Luis intentó hacer un conteo de nidos con un estudiante pero no fue hasta 1998 que recibió la invitación de un ex-discípulo de escuela

Es con Lesbia Montero, Coordinadora de Educación del Programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico, en 2001, que retoma el trabajo que desde entonces ha hecho parte de su vida. Ese amor por la protección de los recursos marinos y costeros se constata en su lucha. Luis estuvo involucrado en el movimiento para lograr la designación de la Reserva Natural Punta Tuna (2000). Este amante de las tortugas posee un Bachillerato en Biología y una Maestría en Educación de la Universidad de Puerto Rico, en Río Piedras. Se desempeñó un año y medio como microbiólogo y luego fungió como educador en la Escuela Superior Alfonso Casta Martínez. A la labor como maestro, le dedicó 26 años y los últimos cuatro laboró como director escolar. Es la única escuela superior que hay en el municipio de Maunabo y Luis, con gran orgullo, menciona que gran parte de sus compueblanos han pasado por su salón de clase. Su trabajo como educador no termina hoy día. El año 2009 marcó una fecha clave en su vida. Ese año se jubilaba como educador y director, sin saber que era una tarea que nunca iba a dejar de realizar. Su jubilación duró menos de un mes, cuando ya comenzó a trabajar. Desde 1998, Luis dicta clases en la Universidad Interamericana. Entre los cursos que ofrece se encuentran: Biología, Laboratorio y Ciencia, Tecnología y Ambiente. También, ofrece talleres a maestros desde 1993.

Foto: Oliver Bencosme

Además de su amor por las tortugas marinas, Luis es agricultor. Tiene una finca donde cultiva plátanos, calabazas y ajíes, entre otros alimentos. Es también parte de la junta de directores de la Asociación de Pequeños Agricultores de Maunabo, y recuerda que, en algún momento, se dedicó a la fotografía profesional. “Fue una manera de ganarme los chavos,” señaló. Tinglar desovando.

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superior, el teniente Carlos Rosa del Cuerpo de Vigilantes del DRNA en Humacao, para trabajar con un nido. Ese año los vigilantes comenzaron a hacer censos, pero la labor duró un año, ya que el problema mayor que confrontaban era el saqueo de nidos.


VIDAS APASIONADAS

Este hombre trabajador gusta, en su tiempo libre, de compartir con su familia. Lleva treinta y dos años de casado con Zulma Ortiz, tiempo que ambos definen como muy buenos. De esta unión matrimonial, procrearon tres varones, dos de los cuales estuvieron involucrados en el proyecto de protección de tortugas. Hoy Zulma y Luis disfrutan de sus cuatro nietas a quienes les han inculcado el amor por las tortugas marinas. Para Luis, el respaldo que le ha dado Zulma en el trabajo que hace con ATMAR es incalculable.

Foto: Mydalis Lugo Marrero

“Zulma me ha permitido llevar esta labor, gracias a su tolerancia, al entendimiento y al compromiso asumido con el trabajo y todo el apoyo brindado por la familia,” enfatizó con gran agradecimiento. El amor que los une ha permitido que Zulma haya aprendido con su esposo todo lo que sabe de biología. Sin duda alguna, es un trabajo en equipo que demuestra comprensión, colaboración y mucho compromiso y amor por el otro y por nuestros recursos. Durante esta entrevista, y como parte de su labor, Luis tuvo que atender, junto a dos voluntarias, un nido que había eclosionado días antes. El trabajo consistió en contar los huevos que quedaban. Entre ellos, se registran los huevos que tienen tortugas muertas al igual que los huevos con y sin embriones. Estos datos sirven para identificar el éxito de la eclosión y obtener cifras sobre la recuperación de la especie. Los datos se registran en un libro del Programa Sea Grant y en una base de datos electrónica. Al final de la temporada, Luis entrega un informe al DRNA con todas las actividades registradas. No obstante, a lo largo de los años, los voluntarios han confrontado dificultades en su labor. Los saqueadores de huevos y los perros, por ejemplo, destruyen los nidos y perjudican el proceso de incubación. Estos últimos son ávidos depredadores de los huevos y de las crías de tortugas. Incluso, los canes llegan a agredir a tortugas de gran tamaño. Afortunadamente, según cuenta, esta práctica ha mermado, ya que desde 2010 no roban un nido. Tampoco, se ha registrado otra muerte de tinglar desde 2007. Este hecho muestra una concienciación de los miembros de la comunidad, así como de los visitantes de la playa.

Luis contabiliza los cascarones de huevos de tinglar luego de la eclosión del nido.

El trabajo de Luis y demás miembros de ATMAR ha rendido frutos. El aumento de actividades de nidos es uno de los indicadores del esfuerzo comunitario que han llevado a cabo, como bien señalaron Noemí Ortiz y Zulma Ortiz, dos de las voluntarias de ATMAR. Asimismo, las disminuciones de los saqueadores de huevos y las matanzas de tortugas muestran el resultado de la educación que ha recibido la comunidad maunabeña. Luis tuvo la oportunidad de viajar a México, a Baltimore y a Maryland como invitado a la reunión de la Red de Conservación de Tortugas Marinas en el Gran Caribe (Wider Caribbean Sea Turtle Conservation Network, WIDECAST, por sus siglas en inglés). Allí presentó los resultados del trabajo comunitario que realiza ATMAR en cuanto a la educación, la protección y la conservación del tinglar en Puerto Rico. La vocación y la pasión que siente por lo que hace nacen del gran amor que le tiene a la libertad. “El ser humano es libre. Debe vivir así. Yo hago las cosas porque quiero, no porque esté obligado,” afirmó Luis. 45


Proyecto ATMAR

Foto: Michelle Schärer

La comunidad maunabeña al rescate de las tortugas marinas

Por: Luis Crespo

Todos los días, entre los meses de marzo a noviembre, voluntarios del Proyecto Amigos de las Tortugas Marinas (ATMAR, Inc.) patrullan las playas del pueblo costero de Maunabo en el litoral sureste de Puerto Rico. Durante los pasados once años, cumplen su misión con mucha pasión: evitar el saqueo de nidos y la matanza de tortugas anidadoras. Los “vela tortugas,” como les dicen algunos vecinos de la comunidad, son los protectores del tinglar y del carey, las dos especies que anidan en estas playas. Más de 60 personas han participado de este proyecto que inició con cuatro voluntarios en el año 2001. Durante esa primera temporada, el grupo de voluntarios alcanzó los 32 miembros. Hasta el párroco de la iglesia católica del pueblo, y un ministro pentecostal, formaron parte del grupo durante varios años. 46

El proyecto se inició a raíz de una charla ofrecida en el verano de 2000 por la educadora marina, Lesbia Montero, del Programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico, institución que tiene un componente educativo en el Recinto de Humacao. En aquella ocasión, se mencionó que en Maunabo anidaban tortugas, pero el saqueo y la matanza de las mismas ponían en grave riesgo a estas especies en peligro de extinción. La falta de recursos económicos y de personal de la agencias, como el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre (USFWS, por sus siglas en inglés), no permitían proteger adecuadamente las tortugas y su hábitat. Montero le lanzó el reto a la comunidad: “ustedes son quienes mejor pueden proteger a las tortugas,” dijo. Aceptamos el reto; lo demás es historia.


COMPROMISO AMBIENTAL

Los requisitos para ser voluntarios del Proyecto ATMAR son: residir en Maunabo y tener un genuino interés en proteger las tortugas. Los voluntarios son adiestrados, al inicio de cada temporada, en temas como: biología básica de las tortugas marinas, el proceso de anidación de hembras de carey y tinglar, identificación de actividades de anidación como nidos, rastros e intentos de anidar y la manera en que deben proceder cuando encuentren tortugas que estén anidando o tortuguitas recién nacidas en la playa.

de Maunabo, antes de 2001, se estima que casi la totalidad de las actividades de anidación eran saqueadas, y peor aún, todos los años se registraban matanzas de tortugas mientras anidaban. Una vez iniciado el proyecto se ha logrado reducir el saqueo en un 6%. Durante los años 2001 a 2006, no se registró matanza de tortugas, pero en 2007 se evidenciaron dos casos donde mataron tinglares anidando y una hembra de carey en 2010.

En promedio, 125 nidos de tinglar se registran por temporada, con una clara tendencia de aumento Los voluntarios recorren las playas en las primeras en la cantidad de actividades que se registran por horas de la mañana, identifican y ubican el lugar año. Se puede indicar que hay una temporada alta de las actividades mediante marcas colocadas en la (donde se registra la mayor cantidad de nidos) vegetación. Luego, se comunican con el líder para y, luego, una temporada con menos nidos de informar la ubicación. El líder del grupo visita todas manera alternada. Los meses pico de anidaje para las playas varias veces por semana y, utilizando tinglar son abril y mayo. La temporada de 2011 un GPS, ubica los nidos informados y confirma fue una caracterizada por la gran cantidad de el tipo de actividad. De esta forma, se evita el nidos de tinglar. Se contabilizaron un total de 199 conteo repetido y la identificación incorrecta de la nidos y hasta 9 tortugas anidando en una noche. actividad. Esto coloca a las playas de Maunabo como las segundas con la mayor cantidad de nidos de tinglar En algunas ocasiones, es necesario relocalizar los registrados en todo Puerto Rico. huevos a otro lugar por razones como: su cercanía a la línea de marea alta, la vulnerabilidad del En el caso de carey, el promedio de nidos es mucho lugar a escorrentías e inundaciones provenientes menor que el de tinglar con tan solo 44 nidos de tierra y la alta probabilidad de saqueo. Entre promedio por temporada, lo que pone de manifiesto los voluntarios, hay dos biólogos que fueron que dicha población está en mayor riesgo. El adiestrados y están debidamente autorizados para realizar la tarea.

Aunque no hay datos precisos de anidación de tortugas en las playas

Foto: Luis Crespo

Hasta el año 2009, durante las temporadas de anidación de tinglar, se efectuaban uno o dos patrullajes nocturnos. A partir de 2010, se patrulla constantemente durante las noches del pico de anidación entre los meses de abril a junio. El propósito de estas patrullas nocturnas es marcar las tortugas, tomar datos biométricos y verificar si estas tortugas fueron marcadas en algún otro lugar. Orientación y presentación de material educativo a la comunidad en la plaza pública de Maunabo.

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pico de anidación para esta especie durante los meses de junio y de julio. En la temporada de 2011, se estableció un nuevo récord de nidos con 104, y también ocupó el segundo lugar con el mayor número de nidos de carey en la Isla. Como muestran las estadísticas, la población está aumentando y el trabajo voluntario rinde frutos.

Entre las proyecciones futuras que tiene ATMAR se encuentran: marcar mayor cantidad de tortugas, colocar un rastreador satelital a una tinglar y una carey, rotular las playas y visitar otras comunidades para estimularles a que se organicen para proteger sus playas y tortugas. ATMAR, por otra parte, ha comenzado a planificar una alianza con una hospedería costera, para ofrecerles charlas a los huéspedes y brindarles la oportunidad de participar en el patrullaje nocturno siguiendo el protocolo del DRNA. A cambio, la hospedería deberá tornarse más amigable con las tortugas al reforestar el frente de playa, reducir la iluminación hacia las playas y auspiciar el costo de un rastreador satelital. Es necesario que más comunidades costeras, donde anidan tortugas marinas, ayuden a proteger las tortugas y las playas. Si usted reside en una playa en la que anidan tortugas y quiere formar un grupo, le podemos ayudar. Recuerde que más allá de la emoción de ver a las tortugas, éste es un trabajo a largo plazo que requiere seriedad y compromiso con la misión de conservación. Le invitamos a ser parte de estos esfuerzos y a contribuir con el bienestar de las tortugas marinas en Puerto Rico.

Foto: Luis Crespo

Asimismo, cabe destacar que el grupo ha logrado generar un cambio en la comunidad. El mismo se ha alcanzado mediante un componente educativo, conferencias en instituciones tales como escuelas e iglesias, participación en programas radiales y televisivos, artículos en periódicos regionales y nacionales y presencia en la Internet a través de la página electrónica: www.tortugasmaunabo.com. Además, la comunidad ha observado que son sus vecinos y amigos, quienes se dedican a conservar las tortugas. En cierta medida, se percibe un sentido de orgullo comunitario, ya que “nuestras” tortugas son protegidas por nuestra gente. Esto ha llevado a que la comunidad se identifique, también, con la protección de las playas. Un ejemplo reciente de la identificación de la comunidad con las tortugas es un artículo publicado en el periódico regional La Esquina (enero 2012), cuyo titular lee: “De guajonales, tortugas y jueyes…todos tenemos un poco.” Cada año son más las llamadas que se reciben de personas para informar acerca de

tortugas anidando, del nacimiento de tortuguitas o cuando hay tortugas en problemas.

La voluntaria Hermelinda Morales se prepara para una presentación en el Faro Punta Tuna en Maunabo.

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Imagen: Google Earth

y las tortugas viequenses

COMPROMISO AMBIENTAL

TICATOVE

Por: Mitsuka Bermúdez

Vieques cuenta con la bendición de que tres especies de tortugas marinas anidan en sus playas. Estas son: Tinglar (Dermochelys coracea), Carey (Eretmochelys imbricata) y Tortuga Verde (Chelonia mydas). De estas tres especies, surge el nombre del grupo de conservación de Vieques, TICATOVE. Entre varios de los proyectos de conservación que llevamos a cabo, se encuentra el Proyecto de Tortugas Marinas. Éste fue el primer proyecto para este grupo oriundo de Vieques, con el propósito de cuidar los recursos naturales de esta bella islita. TICATOVE se incorporó en 2005. Actualmente, tenemos un promedio de 50 miembros, de los cuales unos 35 están constantemente activos. Nuestro programa de tortugas marinas trabaja, incansablemente, desde febrero hasta diciembre, por lo que pudimos exponerle al mundo “tortuguero” la importancia que Vieques tiene en la anidación de la tortuga verde o peje blanco (Chelonia mydas) a nivel de todas las islas del Caribe. Nos convertimos en el Grupo Amigos del Refugio de Vida Silvestre de Vieques (Vieques NWR, por sus siglas en inglés) del Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos (USFWS, por sus siglas en inglés), primera agencia con la que empezamos a colaborar y que nos apoyó en nuestro interés de poder trabajar con estas especies en Vieques. En nuestros primeros años, nos

concentramos en cubrir las playas que están dentro del Refugio. Vieques tiene sobre 40 playas con récord de anidamiento de tortugas marinas, entre las que se destacan: Verdiales, Playuela, Caracas, La Chiva, Punta Galinde, Playa Escondida, La Plata, Campaña, Puerto Negro, Puerto Diablo, Diablito I, Diablito II, Diablito III, Playa Yallis, Playa Icacos, Barco, Fósil, Brava, Blanca, Tamarindo Sur, Carrucho, Matías, Jalova, Jalovita, Yoyé, Fanduca, Punta Arenas, Boca Quebrada y Playa Grande. Con el paso de los años, hemos recibido adiestramiento por parte de agencias como USFWS, Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) y del Programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico, a través de su componente educativo en el Recinto de Humacao. Tras recibir esta capacitación, entramos en un acuerdo cooperativo con el Gobierno de Puerto Rico y empezamos a brindar apoyo en el proyecto de tortugas a la oficina local de DRNA, a lo largo de otras playas en la Isla. El personal del DRNA, por ejemplo, patrulla las playas Navío, Sun Bay y La Esperanza. También, hacemos labor voluntaria en el Refugio de Vida Silvestre de Sandy Point en Santa Cruz, Islas Vírgenes Estadounidenses (USVI, por sus siglas en inglés). En 2010, junto al Refugio de Vida Silvestre de Vieques, participamos en el 31er Simposio 49


Fotos: provista por TICATOVE

Internacional de Tortugas Marinas, representando salieran a anidar. Una vez salía la hembra, se a Vieques. Nuestra participación tuvo dos esperaba a que comenzara el desove, se escaneaba enfoques: presentamos datos sobre el año récord en the búsqueda un PIT of tag Vieques (pequeña marca Map 2. Highlights 25-100 crawls per year for PR6de area (former de nidosMap de tortuga verde que tuvimos en el año electrónica interna)the y, deWider no tenerlo, se le insertaba 1. Highlights location of Vieques within Caribbean Region. LIA). 2009; Newy proporcionamos data indicates that the 100-500 crawls información acercaactivities de uno.are Además, se verificaba si habíaper sido year. etiquetada la importancia del trabajo colaborativo con otras con marcas metálicas y, de no tenerlas, se le entidades para conservar las tortugas marinas en colocaban unas con la información de Vieques. Vieques. La idea es saber qué tortugas nos visitaron en ese SEA TURTLE GREEN SEA TURTLE NESTS IN VIEQUESperíodo de 8 semanas. Nuestra investigación demostró que Vieques From a management point of view, the problem with Vieques has been tiene la mayor cantidad de anidaciones de tortuga Agradecemos apoyo, el sacrificio, la valentía y but primarily for green sea turtles. This isel because for over 6 decades, verde en todo el archipiélago de Puerto Rico. la labor de cada uno de nuestros voluntarios, que Live Impact Area (LIA) where greens prefer to nest (refer to Map 3 whe A nivel de todas las islas caribeñas, para el año nos donan de su valioso tiempo y conocimiento that the Navy allowed DNER to access to Asimismo, monitor sea tur 2009, ocupamos el cuarto lugar. Isla de Aves, parahave hacer desome este proyecto un éxito. perteneciente teníaduring el primer that lugar. period, agradecemos biólogo administrador, wherea Venezuela, recorded but aldue toyactive liveMike fire / bombin El segundo era en Cayo Largo de Cuba y el Barandiaran, del Refugio de Vida Silvestre de activities. When the eastern portion of the land was transferred to th tercero le correspondió a nuestra isla vecina de Vieques, al director del Programa de Tortugas enough field biologists to perform the task. Because the mission of the Santa Cruz, USVI. Marinas del DRNA, el biólogo Carlos Diez, y al NWR established a close working relation with the to carry out s biólogo y administrador de la DNER Reserva Natural Durante biologists el periodo comprendido entre el 15was de not Puerto Mosquitoto de cover Vieques, the Edgardo Belardo, to 3, which enough over 43por recorded abrilresponsibilities al 9 de junio de 2012, con el apoyo del su confianza y apoyo incondicional hacia nuestra for the Navy shut down all access into the former LIA. T USFWS y el DRNA, como parte del manejo organización. themarinas refuge, which left a larger data gap for greens from 2003 to 2005 de tortugas en Puerto Rico, llevamos a 96 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2 13 4 0program 54 9 saturación 55 a 0working 0 0 relation 100 Como 14 with 0 a 360 esfuerzos based and community conservation cabo un proyecto de de marcaje para parte de40 nuestros como grupo tinglares que anidan en Playa Grande, la cual conservacionista, talleres de science teacher. The coalition continued to hemos workofrecido on leatherbacks, but in estátime ubicadawere en la porción oeste del Refugio y capacitación a los voluntarios interesados en able to do some constant monitoring and recorded over 100 al sur de la Isla de Vieques. Este proyecto contó trabajar en nuestro Proyecto de Tortugas Marinas, area and thus continued limited elaccess. It was towards thehasta end of the g con 17 voluntarios debidamente adiestrados, cual comprende los meses desde marzo st 21 years there have been times were monitoring was not possible Government Organization TICATOVE were allowed some 3 empleados de USFWS, y un empleado de (NGO)noviembre. Puede buscarnos y/o contactarnos en access t g or UXO clean up patrullaron activities. Where 2010Facebook not only indicates more DRNA, quienes la playa de 8:00as p.m. (TICATOVE-Grupo de Conservación de able t the areas and were a.m. Como parte de more la labor del proyecto, monitoring. Vieques) y/o a través de nuestro correo electrónico vities , itase4:00 also represents constant recorrió la playa en espera de tinglares que ticatovevieques@yahoo.com.

Carey de concha desovando.

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Peje blanco neonato.


EVENTOS Fotos: Mydalis Lugo Marrero

Celebran Primer Encuentro de Grupos Tortugueros

Por: Mydalis M. Lugo Marrero

Las tortugas hay que protegerlas. Con este objetivo, se unieron más de 71 participantes para celebrar la primera Reunión de Tortugueros en las instalaciones del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA). ATMAR, Proyecto Tinglar del Área Oeste, Yo amo al tinglar, TICATOVE, Vida Marina, CEN, Sierra Club y ATIPUR fueron algunas de las organizaciones no gubernamentales que dijeron presente en esta actividad celebrada en el 25 de febrero de 2012. La reunión, coordinada por Carlos E. Diez, abrió un espacio para dialogar sobre el estatus de las especies de tortugas marinas que frecuentan nuestra Isla. Mediante la presentación de resultados, de investigaciones y de datos, los colaboradores que se dieron cita hablaron sobre la dinámica de la población de tortugas, las amenazas principales que están confrontando y su protección. La discusión de todos estos asuntos no solo permite ver el trabajo y el esfuerzo que realizan los grupos comunitarios, sino que sirve para tomar acciones de manejo.

Sin lugar a dudas, los grupos comunitarios son piedra angular en la fórmula de protección y de conservación de tortugas marinas. Estos no solo educan, también, sirven de vigilantes y hacen, incluso, labor de manejo. Los miembros de los grupos comunitarios han sido adiestrados para llevar a cabo diferentes actividades de monitoreo, tales como: manejo de eclosión, marcado de nidos y de tortugas, registro de hembras anidadoras y de la población de tortugas emigrantes y censos diurnos, entre otras labores. A todos ellos los une el amor por la conservación y las ganas de concienciar. Como se pudo observar, a pesar de esto, los grupos informaron que confrontan una serie de problemas entre los que se destaca la falta de personal para patrullar las playas, la pérdida de nidos, las inundaciones, la contaminación lumínica y el amenazante desarrollo costero, entre otros factores. Pero esto no es obstáculo para frenar su labor. Todo lo contrario. Estos escollos que encuentran 51


nidos constituyen dos importantes indicadores, que destacan el alcance educativo realizado y los esfuerzos de conservación. En la actividad, se avaló la propuesta de celebrar esta reunión anualmente para compartir datos de la temporada anterior. La misma se celebrará en las diferentes áreas donde se encuentran organizados los grupos comunitarios. Como parte de las redes de apoyo, de comunicación y de concienciación, varios líderes tortugueros han creado un grupo en la red social de Facebook. Bajo el nombre de Red Tortuguera de Puerto Rico, Raimundo Espinoza, Carlos Diez y Rosaly Ramos, biólogos del DRNA encargados Jessica Castro, María J. Andrades, Luis Crespo y de los proyectos de tortugas marinas en Puerto Rico. Carlos E. Diez se dieron a la tarea de concretizar, en el camino los motivan a continuar su trabajo a nivel virtual, esta red de comunicación para con más ánimo y con nuevas metas. El amor, la compartir e intercambiar toda aquella información perseverancia y la consistencia por la conservación concerniente a las tortugas marinas. Asimismo, de las tortugas marinas, que mueve a estos gran parte de los grupos tortugueros cuentan con grupos, se puede constatar en los resultados que una página en esta red social. Les exhortamos a presentan. El incremento de actividades de nidos que se una y forme parte de esta protección. Sus y la disminución, en algunas áreas, de saqueos de hijos e hijas se lo agradecerán.

Durante la reunión, se reconoció la labor educativa, así como el compromiso de Lesbia Montero con las tortugas marinas.

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Arrecifes Pro Ciudad

EVENTOS

Grupos de conservación de tortugas en Puerto Rico

Tinglar, Carey y Tortuga Verde - TICATOVE https://www.facebook. com/pages/TICATOVEGrupo-de-Conservación-deVieques/120144908003977

Coalición Pro Corredor Ecológico del Noreste

Asociación del Tinglar de Puerto Rico - ATIPUR http://www.cesampr.com/ comiteacute-cetipur.html

Coalición Playas Pa’l Pueblo https://www. facebookcom/ coalicion. playaspalpueblo.3

Vida Marina http://vidamarinapr.org/

Amigos de las Tortugas MarinasATMAR http://tortugasmaunabo.com/

Chelonia Proyecto Tinglar http://www.facebook.com/cheloniapr

Comité Arecibeño por la Conservación de las Tortugas Marinas, Inc. Yo Amo El Tinglar http://yoamoeltinglar.com

Red Tortuguera de Puerto Rico https://www.facebook.com/ groups/104904749552455/

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CONOCE A NUESTRO EQUIPO DE TRABAJO Por: Cristina D. Olán Martínez

Las olas y el arte son las pasiones de su vida. En ellas deposita su inspiración y encuentra las herramientas para su trabajo. Oliver Bencosme Palmer, artista gráfico del Programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico (PSGUPR), es la mente creativa detrás de la revista Marejada, de afiches, vídeos e imágenes publicitarias y de diversas publicaciones del Programa tales como: Bajo las olas, del doctor Héctor J. Ruiz Torres y Encuentro con el mar, del doctor Juan G. González Lagoa y la agrónoma Carmen González. En la Imprenta de Sea Grant, entre sus compañeros y compañeras de trabajo— ilustradores, artistas gráficos, videógrafos y otro personal de apoyo—Oliver utiliza la computadora tal y como en otros momentos otros artistas desahogaron su inteligencia e inspiración sobre un lienzo o un simple papel en blanco.

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Aunque su interés por el arte comenzó desde que era pequeño, Oliver entiende que el arte “no es sólo algo con lo que se nace; sino que se hace en el camino, con el estudio y la práctica.” A lo largo de sus años universitarios en el Departamento de Humanidades en el Recinto de Mayagüez (RUM), de la UPR, exploró con éxito la pintura, la escultura y el dibujo. Participó en un sinnúmero de exhibiciones en las que sus obras eran su firma y carta de presentación. Durante su carrera universitaria en Artes Plásticas, Oliver, quien también cuenta con una certificación en educación, se desempeñó como diseñador gráfico en la Imprenta del RUM y en el Centro de Publicaciones Académicas (CePA). Esta experiencia lo llevó a conocer a Guillermo Damiani, Jefe de Impresos del PSGUPR, quien le comunicó la necesidad de un artista gráfico en el Programa Sea Grant, lugar en el que ha estado trabajando desde junio de 2008 hasta el día de hoy.

Foto: Pichón Duarte

Oliver Bencosme: Entre las olas y el arte


“Las computadoras son medios tradicionales en nuestras vidas. Según el medio de expresión que se use en las artes o formas de expresión, el resultado tendrá cualidades distintas. El medio puede facilitar o hacer más arduo el proceso de ejecución de un trabajo y la reproducción puede facilitar el alcance de su difusión. La tecnología usada en el medio no sustituye el conocimiento en las materias y tampoco la experiencia en los procesos,” opinó Oliver sobre el uso de la tecnología en el trabajo artístico.

“En el surfing y en el arte, encuentro la contemplación de la naturaleza, de lo que nos rodea, lo que es fundamental,” expresó Oliver mientras su rostro se tornaba pensativo. Actualmente, Oliver considera el video su medio favorito. Junto a Raúl O. Ortiz (“Pichón Duarte”), quien también funge como videógrafo en el PSGUPR, graba, edita y publica videos para el proyecto Burracas, iniciativa que busca dar a conocer el deporte del surfing en Puerto Rico y exaltar las bellezas naturales de las costas de nuestro País. “El video es un proceso que involucra una multiplicidad de sentidos. Además, te permite controlar el tiempo, mostrar distintos tiempos simultáneamente, planos y perspectivas,” comentó Oliver sobre el arte de tomar vídeos de la naturaleza.

Foto: Rachel Tanner

Asimismo, Oliver ha puesto a la disposición sus conocimientos no tan solo como artista sino también como coordinador de exposiciones y salvavidas. En 2010, colaboró arduamente en la coordinación del Simposio y exposición sobre el surfing en Puerto Rico, llevado a cabo en la Casa Alcaldía del Municipio de Aguadilla. Esta actividad, la cual tuvo el respaldo del gobierno municipal, fue una inciativa del PSGUPR y del Centro Interdisciplinario de Estudios del Litoral (CIEL). El talento de Oliver permitió que las personas que visitaron la exhibición pudieran apreciar, de forma atractiva, estética y colorida, la historia y los sentimientos a los que apela el mencionado deporte.

CONOCE A NUESTRO EQUIPO DE TRABAJO

En el PSGUPR, por su parte, tiene a su cargo la diagramación de revistas y textos educativos, así como la toma de fotografías y videos. Para ello, emplea su conocimiento del arte y de la tecnología, lo que fluye en él como algo muy natural.

Oliver Bencosme deslizándose sobre una ola.

Como salvavidas licenciado ha prestado sus servicios de seguridad acuática en diversas actividades de campo. Además, es oficial electo del recién formado capítulo de la Asociación de Salvamento de los Estados Unidos (USLA, por sus siglas en inglés) en Puerto Rico. Como surfer, por otra parte, plasma su conocimiento del mar en cada imagen. Su pasatiempo, el surfing, le ha permitido establecer conexiones entre el arte y este llamativo deporte.

Estos distintos planos y perspectivas, percibidos y expresados a través de todos los sentidos, le sirven de inspiración ante el trabajo constante en Sea Grant y en Burracas. El arte es como ola de alta energía en la vida de Oliver, así como la marejada es sinónimo de emoción sobre la tabla. “No me imagino haciendo otra cosa,” exteriorizó con gran seguridad. 55


Programa Sea Grant UPR-RUM Call Box 9000 Mayagüez, PR 00681-9000 ¡Visita el blog de Marejada!

http://seagrantpr.org/marejada El blog de la revista ambiental Marejada tiene como propósito presentar información relevante acerca de la conservación y el uso sustentable de nuestros recursos y atracciones marinas y costeras. Nuestro interés es educar al público general y llevarle información científica en una manera sencilla y fácil de entender.

@SeaGrantPR programaseagrantpr GeoAmbiente... donde escuchamos la voz de la naturaleza. Sistema TV, Canal 40 Administración (787) 832-3585 * Asesoría Marina (787) 832-8045 * Educación (787) 850-9385 * Comunicaciones (787) 834-4726 Página electrónica http://www.seagrantpr.org

Foto: Michelle Schärer

Sea Grant Puerto Rico


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