Nostalgias del silencio
Roberto Ágreda Maldonado
DOÑA FRANCISCA A la esposa de mi padre
Gracias por tanto tiempo de apoyo y cuidado a mi padre. Gracias por la tolerancia y el cariño que nos has brindado a Ruth y a mí. Siempre estás en mi memoria. Doña Francisca, una gran madre para mis hermanos. Siempre nos has acompañado. Doña Francisca, sé que te sigue doliendo la partida de mi padre, pero hay que ser fuertes. La vida sigue su curso y hay seguir viviendo. Los días, las semanas, los meses transcurren unos más pesados que otros. Sin embargo, hay que seguir luchando por la familia, por todos. “El sol es nuevo, cada día” decía mi padre, hay que seguir dando 61