El otro árbol (o la serie de árboles que pueden coexistir como soluciones complementarias) es el árbol común, que alinea posibles connotaciones sin jerarquizarlas, o con jerarquizaciones muy empíricas, que tomará una forma como esta: c1 c2 Lesema X
c3 c4 c5
(en él, c significa «connotación»). Para el objeto (unidad cultural) /limón/ el árbol científico comprenderá, como ya se ha dicho, propiedades esenciales como «vegetal» e inesenciales como «amarillo»; en cambio, el árbol común comprenderá, de una manera dispersa, incluso connotaciones tales como «condimento para ensalada», «sur», «chinos» o «ictericia». Siguiendo este orden de ideas, parece más positivo el modelo propuesto por M. Ross Quillian en su ensayo Semantic Memory [en Minsky, 1968], en donde se propone un modelo de memoria humana realizable mecánicamente. Lo que Quillian llama «memoria» constituye la base esencial para la organización de un código o sistema de subcódigos connotativos (más adelante veremos en qué sentido no es todavía un modelo de código). XI.
El modelo Q
XI. 1. El modelo Quillian (modelo Q) se basa en una masa de nudos (nodes) conectados recíprocamente por tipos distintos de vínculos asociativos. Para cada significado de lesema, en la memoria debe existir un nudo que prevea, como un auténtico «patriarca», el término que ha de definir, que el autor (siguiendo la terminología de Peirce) llama type. La definición de un type A prevé el empleo de una serie de significantes distintos, como interpretantes suyos, que reciben la calificación de tokens (y que en el modelo son otros tantos lesemas). 103