valoraciones de carácter icónico, iconológico, estilístico, en una palabra, todas las consideraciones del cine como «arte figurativa». Por otra parte, solamente se trata de establecer puntos de vista operativos: sin duda se puede hablar de una lengua cinematográfica valorable a partir de las unidades no analizables ulteriormente, que son los fotogramas, quedando claro que el «film» como razonamiento es mucho más complejo que el cinematógrafo y no articula solamente códigos verbales y sonoros sino que asume incluso los códigos icónicos, iconográficos, perceptivos, tonales y de transmisión (es decir, todos los que hemos examinado en B.3.III.5.). Y no solamente esto, el film como razonamiento asume después los distintos códigos narrativos, las llamadas «gramáticas» del montaje y todo un aparato retórico del que se ocupan en la actualidad las semióticas del film [Bettetini, 1968]. Una vez dicho esto, la hipótesis de la tercera articulación puede mantenerse para explicar el efecto de realidad especial de la comunicación cinematográfica. II.
De lo informal a las nuevas figuraciones
II.1. Si el código cinematográfico tiene tres articulaciones, el problema opuesto se plantea en los distintos tipos de arte informal, en el que parece que no exista ningún código subyacente al mensaje. Si los signos icónicos se fundan en procesos de codificación muy sutiles, las configuraciones ana-icónicas no escapan a toda codificación. ¿Hasta qué punto es válida la objeción de Lévi- Strauss a la pintura abstracta (que hemos visto en B.2.2.), cuando dice que no propone signos sino objetos naturales puros y simples? ¿Qué hay que decir ante los fenómenos de la pintura informal y matérica (teniendo en cuenta que el mismo argumento puede trasladarse al plano de la música postweberniana)? Antes que nada hemos de ver hasta qué punto una pintura abstracta geométrica se funda en códigos rigurosos, los códigos matemáticos y geométricos, que en la tabla de clasificación de los niveles de información se consideran como posibles relaciones sintácticas a nivel de los significantes (códigos «gestálticos»). También nos hemos de preguntar si un cuadro informal no funciona como oposición intencional a los códigos figurativos y matemáticogeométricos que niega, y si por ello, no es un intento de poner la 224