semiótico (ni de la Tentación «idealista» de la semiótica), sino un pensador materialista: Marx. En el primer libro de El Capital, Marx no solamente demuestra que en un sistema general de mercancías cada una de ellas puede convertirse en el significante que remite a otra, sino que además añade que esta relación de significación mutua es posible porque el sistema de mercancías se estructura por medio de un juego de oposiciones similar al que los estudiosos de lingüística han elaborado para establecer la estructura del sistema fonológico, por ejemplo. Y se puede llegar a constituir un código de mercancías porque cada una de ellas adquiere una posición dentro del sistema, oponiéndose a otras; código en el que cada eje semántico corresponde a otro y las mercancías del primero pasan a ser los significantes de las mercancías del segundo eje, que se convierten en sus significados. En las páginas de Marx se establece no solamente que los objetos de la cultura funcionan según reglas semióticas, sino también que en un sistema semiótico general cada entidad puede convertirse en significante o en significado. De la misma manera, en el lenguaje verbal un significante (/automóvil/) puede convertirse en significado de otro significante (/car/) dentro de un razonamiento metalingüístico como el que hemos desarrollado en las páginas precedentes. La segunda hipótesis remite a la primera. En la cultura cada entidad puede convertirse en un fenómeno semiótico. Las leyes de la comunicación son las leyes de la cultura. La cultura puede ser enteramente estudiada bajo un punto de vista semiótico. La semiótica es una disciplina que puede y debe ocuparse de toda la cultura. IV.
Las fronteras de la semiótica
IV.1. Resumiendo, la semiótica estudia todos los procesos culturales como procesos de comunicación; tiende a demostrar que bajo los procesos culturales hay unos sistemas; la dialéctica entre sistema y proceso nos lleva a afirmar la dialéctica entre código y mensaje. Si se aceptan estas tres proposiciones, la introducción general a la semiótica tiene las finalidades que pasamos a reseñar y que corresponden a las distintas partes de este libro. Éste puede considerarse como un «mapa geográfico» que señala los límites de la semiótica, los territorios que le pertenecen y aquellos al borde de los cuales se ha de detener. 28