V.
La semiotización del referente
V.1. Separado del universo semiótico como condición de comprobación del significado de un signo, con todo, el referente vuelve a presentarse de tres maneras. Una de ellas es aquella por la cual eL referente como presencia de las cosas, de la realidad concreta, acompaña al proceso comunicativo como circunstancia de comunicación. De esto se tratará en A.2.XIV. La otra es el fenómeno que llamaremos de semiotización del referente. Y la tercera es el fenómeno por el que los acontecimientos físicos (objeto de la percepción) se nos presentan como signos. Ocupémonos de estos últimos dos casos: Los estudios más recientes de cinésica [cfr. por ejemplo, Ekman y Friesen, 1969] señalan unos signos gestuales que no son del todo arbitrarios (como el signo convencional del sí y el del no) sino que se fundan en cierta semejanza con el objeto representado. Estos serían los signos icónicos, y en la sección B desarrollaremos un análisis de estos signos, así como una crítica de la noción de iconicidad. De momento, digamos que un signo cinésico icónico podría ser el de un niño que apunta con el índice de la mano derecha para representar el cañón de una pistola y mueve el pulgar para representar el percutor (acompañando el gesto con un signo onomatopéyico que representa el disparo). Pero hay otros signos no directamente icónicos que Ekman y Friesen llaman «actos intrínsicamente codificados». Volvamos al ejemplo de la pistola: el niño la representa también moviendo el índice replegado, como si estuviera apretando el gatillo, en tanto que los otros dedos se cierran como si estuviera empuñando la culata. En este caso no se imita la pistola. Ni tampoco se imita el acto de disparar. El acto de disparar es denotado por medio de un significante gestual que no es otra cosa que una parte, físicamente presente, del supuesto referente (no está la pistola, pero sí la mano que la empuña; el gesto significado es precisamente «mano que empuña una pistola»). Los autores citados no profundizan suficientemente el problema pero es evidente que en este caso se trata de una parte del referente utilizada como significante. La parte se toma por el todo. Por lo tanto, se trata de un uso metonímico del referente.
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