Historias de las personas que coexisten con la naturaleza
CAPÍTULO 21
% LA VIDA DE CAZA EN EL PAÍS DE LA NIEVE DEL NOBLE DEL NORTE Y SU ESPOSA, EL AVE DE RAPIÑA
Este verano celebraremos un evento muy esperado: ¡El cumpleaños de Arno! Ahora que pronto cumplirá un año, nuestro hijo había estado creciendo muy bien, incluso ya era capaz de gatear un poco y decir una que otra palabra. No me puedo dar el lujo de perderme ningún momento de su crecimiento. En medio de esa vida placentera, arribó una carta extraordinaria. Tal parece que papá regresará a casa más o menos para el cumpleaños de Arno. Si no mal recuerdo, vino hace poco, quizá se sintió nostálgico o algo así. No estoy seguro. Me sentí intranquilo viviendo con él, pero tendré que hacer una concesión. Sieg y yo nos consolamos entre nosotros, diciendo que nos esforzaríamos. Últimamente hemos regresado a nuestra vida normal. Las operaciones de “El Águila Carmesí” son llevadas a cabo principalmente por Aina y Emmerich, mientras que mamá y Sieg los ayudan. Dentro de poco contrataremos más personas. La apicultura era un proceso lento. Así que todavía no contaba con la cantidad suficiente de miel para vender. Bueno, tenía pensado trabajar con eso paulatinamente.
El día de hoy fui al bosque a recolectar bayas con Sieg luego de mucho tiempo. En cuanto a Arno, justo después de que papá regresara a casa, comenzó a cuidarlo. Me siento un poco ansioso, pero mamá también estaba en casa, así que no debería tener problemas. Hablando de Sieg, éste era un paseo para recoger bayas después de mucho tiempo, así como su segundo verano en las tierras remotas. Hoy, ya que celebraríamos el cumpleaños de Arno, teníamos que esforzarnos más y recolectar bayas para hornear una tarta. Arribamos a un lugar lleno de bayas ubicado en las profundidades del frondoso bosque exuberante. Mientras charlaba con Sieg, seleccionaba una por una las bayas. Cuando eché un vistazo al reloj, pensando que ya tenía hambre, había llegado la hora del almuerzo. —¿Qué tal si comemos, Sieg? - 119 -