Volumen 04
Emoto Mashimesa / Akaneko
CAPÍTULO 03
% EMMERICH Y LAS GATITAS TEMPERAMENTALES –PARTE 1-
Han pasado un par de meses desde que comencé a vivir con Aina en mi ciudad natal. Ya que pronto me retiraría del ejército, tenía mucho trabajo por hacer, así que no podía pasar mucho tiempo con ella. Era la tan esperada vida en pareja, pero no había rastros de dulzura. Mejor dicho, el comportamiento de Aina-chan era amargo. Por la mañana me veía con cautela mientras preparaba el desayuno y antes de darme cuenta, ya había empacado el almuerzo en mi bolsa. Esto siempre me sorprendía y no podía evitar pensar que era una especia de magia. Cuando llegaba era entrada la noche y ella ya estaba dormida. A pesar de eso, me dejaba varios platillos sobre la mesa. Soy feliz solo con eso. Aina-chan se está esforzando por mi bienestar. Le pregunte si había algo que la molestara o si se estaba guardando algo, pero siempre respondía: «Nada en particular». No tengo idea de lo que podrían necesitar las mujeres, así que estoy dejándole ese tema a la casera.
Era una mañana como cualquier otra. Apenas y había despertado justo a tiempo, luego comencé a vestirme. Ya que vivía con una mujer, debía de tener cuidado; sin embargo, quizá porque todos los días me sentía cansado, mi cuerpo no respondía bien. Me cepillé los dientes, rasuré mi barba y peiné mi cabello antes de ponerme el uniforme de la milicia que Aina-chan limpió. Cuando salí al comedor, Aina-chan estaba preparando el desayuno. ¿Qué hacía un hada de la nieve tan frágil y diligente en esta casa? De inmediato sentí como me inundaba la felicidad. —¡A-Aina-chan, buenos días! Cuando le di los buenos días, Aina-chan enseguida miró hacia atrás y me miró con una expresión como si estuviera viendo a la persona que asesinó a sus padres. Desde luego, no me respondió. Cuando tomé asiento y esperé, Aina-chan dejó una taza de café con un fuerte golpe. —Gracias.
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