Volumen 04
Emoto Mashimesa / Akaneko
CAPÍTULO 06
% EL DIARIO DE RECIÉN CASADOS DE EMMERICH
Después de estar viviendo en el campo durante mucho tiempo, Ritz-kun me avisó que la furia estaba aminorando, así que pensé en regresar a Aina-chan a la aldea. Desde luego, yo me mudaría con ella. Me estaba preparando para irme de la villa, pero surgió un problema. Se trataba de la cabra que estábamos criando. No podemos llevarnos a la cabra por barco y tampoco será capaz de sobrevivir el frío invierno, así que se la regresé a mi tío, el cual planeaba comérsela como parte del festín de despedida. Me sentí triste por la cabra y le pedí que no lo hiciera. Esa cabra me pateaba todo el tiempo, pero como la veía todos los días, me encariñé con ella. Tenía buena salud y excelente complexión, por esa razón estaría deliciosa, o al menos eso dijo mi tío. No obstante, cuando vio mis ojos llorosos, descartó la idea de comérsela. ¡Mejor dicho, ¿no se supone que las cabras lecheras no son deliciosas?! Pensé. Aunque tampoco es como si conociera mucho sobre la carne del ganado. —¿No estás contenta, Aina-chan? —¿Sobre qué? —Le comenté que no matarían a la cabra que estábamos cuidando, pero ella me respondió—. El ganado es para comerse. Por lo visto, en su aldea crían ganado desde la primavera hasta el otoño, que son los periodos en los que no hay nieve, y luego se los comen en invierno. Como Aina-chan la estaba cuidando diligentemente todos los días, pensé que le agradaba. No hay duda alguna, son cazadores, concluí en admiración. Bueno, como sea, le pedí a mi tío que siguiera cuidando a la cabra para ordeña. En cuantos a los objetos en la casa, lo resolvimos ya sea regalándolos o tirando la mayoría de las cosas. Además, no tengo que preocuparme sobre el costo de vida. Ritzkun nos prometió una casa y Aina-chan dijo que se encargaría de hacer la ropa tradicional. También me enseñaría a cazar Ritz-kun. Me sentía muy agradecido. Empacamos lo que nos llevaríamos en una maleta para cada uno. Teníamos muchos regalos.
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