Emprendimiento Social y Juventud Por MBA. Sergio Navas Alvarado Profesor Emprendimiento Social. EAP Universidad de Costa Rica El emprendedor es aquella persona que origina una idea, a partir de la búsqueda de soluciones a las necesidades que se encuentra en sus alrededores, movilizando una serie de métodos, recursos y grupos para la concreción de ese problema. El emprendedor identifica nuevas metodologías para hacer las cosas, así lo establece Pareja (2020), subrayando la función de los emprendedores como catalizadores de transformación, autores intelectuales, operarios de la innovación y de dinamizadores de la economía a partir de la creación de encadenamientos productivos. Dentro de este gran sistema, el emprendimiento social es el que más cautiva mi atención para impartirlo a los estudiantes, debido a su trascendencia humanística, por su naturaleza de preocupación social y por su impacto holístico en la responsabilidad ante los diferentes entornos de intervención. El emprendimiento social soluciona problemas dentro de su entorno inmediato, que a la postre, dependiendo de la aceptación comunitaria, puede terminar en una idea negocios, un emprendimiento, que inicialmente no era el objetivo central, que es lo que lo diferencia de otros tipos de emprendimientos. El emprendimiento social tiene tres pilares (Navas, 2020). Primero es la democratización de la riqueza mediante la acción de un negocio que finalmente beneficia a todo un sector poblacional. Así, puede ser generador de múltiples encadenamientos productivos y externalidades positivas, como cadena de proveedores, transporte, empleados, almacenaje, entre otros enlaces logísticos. Como segundo pilar se sitúa la inclusión social, definida como la diversificación y aceptación de grupos vulnerables que promueve este tipo de emprendimiento, así lo destaca “The Skoll Centre for Social Entrepreneurship40” de la Universidad de Oxford. Esta cataloga a los emprendimientos sociales como facilitadores, y los considera los más eficientes canales de inclusión y movilidad social en las zonas más desfavorecidas económicamente (Pareja, 2020. p. 15). Finalmente, el pilar de la sostenibilidad funciona como eje transversal dentro del modus operandi de un emprendedor social, por la conexión y apego que hay entre la comunidad, el emprendedor y su biosfera inmediata, que condiciona la idea de emprendimiento con una visión integral en beneficio del ambiente, como puede ser: aprovechamiento de recursos, reciclaje, reutilización o un producto que soluciones algún efecto ambiental negativo. Debido a su gran impacto social, económico y sostenible, los emprendedores sociales son importantes colectivos para el salvamento de problemas estructurales irresueltos por el sector estatal y empresarial tradicional, así es demostrado en la Política de Fomento al Emprendimiento de Costa Rica, del MEIC (2018). 40 41
https://www.sbs.ox.ac.uk/research/centres-and-initiatives/skoll-centre-social-entrepreneurship https://socialab.com/
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