Emprendimiento Rural Un Reto Más Allá de la Gran Área Metropolitana Por Lucía Chaverri, Oxana Mena y Nancy Solano Consultoras Programa de Innovación y Emprendimiento Asociativo (PIEA) Sin lugar a dudas, emprender es un reto, independientemente del tipo de emprendimiento y a las condiciones en las que todas las personas emprendedoras enfrentan sus luchas y tienen una curva de aprendizaje. Sin embargo, no podemos obviar el hecho de que algunas regiones del país carecen de acceso a espacios de aprendizaje, en donde se les brinde las herramientas para reducir las brechas sociales, económicas y tecnológicas. De primera mano, hemos vivido el acompañamiento a las regiones del país en su proceso de desarrollo y hemos abrazado la experiencia de crecer con las personas emprendedoras que hoy nos hacen parte de sus esfuerzos, de sus vivencias y sus alegrías, las cuales en su mayoría, nacieron de la necesidad y poco a poco se fueron convirtiendo en autoempleo o dando forma a una economía de subsistencia, considerándose ésta como la actividad en donde cada individuo o familia produce lo que consume. Si se generan excedentes, éstos son escasos; pero se venden o intercambian mediante el trueque, siendo esto último lo más común. Esa realidad se evidencia de muchas formas y son los estudios del IDS26 el encargado de mostrar algunos resultados desesperanzadores, pues la mayoría de zonas rurales del país cuentan con un bajo o menor desarrollo relativo, lo que figura en falta de empleo, altos índices de migración y retos importantes en el desarrollo de las potencialidades de las comunidades. Ahora bien, conocedoras de esta realidad, como consultoras de Programa de Innovación y Emprendimiento Asociativo (PIEA) nos hemos dado a la tarea de aportar conocimiento y desarrollo de potencialidades, con ayuda de herramientas de formación y fortalecimiento en sus ideas de negocios. A este respecto, el Informe Estado de la Nación, 2020, usando datos del Registro de Variables Económicas (Revec) del Banco Central y el principal hallazgo fue “constatar el gran nivel de dependencia que mantiene el sector privado y formal de la región Central-GAM. Por ejemplo, datos de 2017 registraron que la Región Central-GAM acumula la mayoría de los flujos o transacciones en todo el país, pues desde o hacia esa región se generan el 76% de las ventas y el 66% de las compras totales. El informe califica a la región como la única que es vendedora neta. Es decir, vende más de lo que compra. (Estado de la Nación, 2020. P. 83) Por otra parte, esta misma investigación indica que “existe una gran dependencia de las otras regiones de la red productiva nacional con la región Central-GAM, lo que se debe a que en esta se concentra la mayor parte del parque empresarial y de la dinámica económica”.
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El Índice de Desarrollo Social (IDS) tiene como objetivo ordenar los distritos y cantones de Costa Rica según su nivel de desarrollo social, haciendo uso de un conjunto de indicadores que permiten realizar la medición 26