Pasión Cofrade Es una noche clara, transparente, se dilatan las estrellas en el cielo y su luz se torna intenso velo, ante el presagio del dolor silente. Tu oración se transforma en un latente, lacerante dolor que cubre el suelo de gotas de ansiedad que son el vuelo, hacia el Padre que parece ausente. Sabes que se aproxima la esperada hora, con feroces, inexorables pasos sin demora, para cumplir con lo en su día escrito. El prólogo de tu rostro ya refleja, la angustia, el dolor, no así la queja de entregarte por amor sin ningún grito. J.B. Díez Arpegio Enero, 2020.
Fotografía: Miguel Seijas
SONETOS
Hay un cuerpo Señor, que está fundido, mezclado con la cruz en que agoniza, en simbiosis sangre y savia, que suaviza el gran dolor que sufre así prendido. Tu cuerpo en el madero, escarnecido, con el rostro hacia el cielo paraliza, el sol, el firmamento que cárdeno analiza la sin razón de un mundo enardecido. Y mirándote el cielo te ha elevado, a la inalcanzable altura que domina la creación que se ha paralizado.
Fotografía: Miguel Seijas
Pero dejas que tu cuerpo esté clavado, portando la imparable semilla que germina 127 para el corazón del hombre ser salvado. J.B. Díez Arpegio. Enero, 2020.
SEMANA SANTA • LEÓN 2022