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El Abad Genaro Campillo y la iglesia de Santa Nonia Máximo CAYÓN DIÉGUEZ | Cronista oficial de la ciudad de León
En la relación cronológica de AbadesPriores de la Real Colegiata Basílica de San Isidoro, la figura y la memoria de don Genaro Campillo Martínez refulge con manifiesto esplendor. 152
Esclarecido sacerdote de una fuerte personalidad, el 18 de abril de 1894 fue designado para el alto cargo que representa la citada dignidad de la Iglesia de León, «estándole reservada la glo-
SEMANA SANTA • LEÓN 2022
ria de ser el primero que vio restaurar la vida canónica, conforme a la citada Bula, [‘Inter plurima’], y a los Estatutos redactados por el inolvidable Obispo de León, Sr. Gómez Salazar, aprobados por su S.S. León XIII, el 5 de mayo de 1894. El citado Señor Obispo implantó la vida regular, vistiendo el hábito el Abad-Prior Sr. Campillo y a otros seis canónigos, el día 1 de noviembre de 1894, y en días sucesivos a los otros, hasta completar el número se-
ñalado en el Concordato, y así quedó en todo su vigor la Bula ‘Inter plurima’, profesando solemnemente al año los nuevos novicios, y recibiendo la colación canónica de sus canonjías después, cosa que no ocurrió a ninguno de los precedentes, que sólo se les daba posesión, pero a ninguno colación, conforme a la citada Bula». [Julio Pérez Llamazares: «Historia de la Real Colegiata de San Isidoro», 1927, p. 217-218]. Hasta entonces, don Genaro era canónigo isidoriano, elegido por sus excepcionales cualidades el 27 de abril de 1867, siendo prelado de la diócesis legionense don Calixto Castrillo y Ornedo. El citado año 1894 vacó, como se decía por aquellas calendas, la abadía isidoriana, desempeñada hasta entonces por don Gabino Alonso Castrillo, valderense de nacimiento, que siendo canónigo de la Catedral de Lugo tomó posesión