Gobierno escolar Durante el proceso educativo que vivimos en la escuela o instituto reflexionamos y aprendemos a actuar con valores: solidaridad, respeto, diálogo y colaboración. Estos y otros valores, aplicados a la convivencia en sociedad, hacen posible eso que nuestra Constitución llama "el bien común". En el establecimiento educativo nos estamos preparando para la participación política, es decir, para trabajar por el bien común de la ciudadanía. Cada vez que participamos en una actividad educativa o expresamos nuestra opinión sobre las preocupaciones o cambios que vemos importantes en el proceso de aprendizaje, estamos ensayando nuestra participación política. Como sabemos, la democracia se caracteriza porque se eligen personas representantes para cumplir las diversas tareas necesarias para el buen funcionamiento del Estado. Además, la ciudadanía participa en asociaciones, sindicatos, grupos o clubes sociales, comités, partidos políticos y otras formas de agrupación. Cada tipo de agrupación suele tener sus normas y formas propias de elección de personas representantes y delegadas de diversas tareas. Nuestro establecimiento educativo puede compararse con un Estado: necesita personas que lo administren, personas que velen por las normas de convivencia, otras que planifiquen los contenidos académicos, otras que organicen actividades extraescolares. Además, hay tareas cuya responsabilidad debe ir rotando, como por ejemplo, la limpieza de las aulas.
Cuando distribuimos y participamos en las diferentes áreas de nuestro establecimiento educativo y lo hacemos de forma responsable y aplicando normas, estamos practicando la democracia. También cuando convivimos de forma pacífica, respetando las diferencias propias de cada persona, y valorando y aceptando a todas las personas sin distinción.
Unidad 2 – Ciencias Sociales y Formación Ciudadana
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