El Diamante Negro, ídolo de multitudes
La cuna de Luis Sánchez Olivares “El Diamante Negro” en Ocumare del Tuy fue de origen muy humilde. El campo tuyero ofrecía lágrimas y sudor para amasar la vida de los desposeídos. En estos cálidos predios se criaba ganado y así fue que por primera vez y casi por razón de vida tuvo, casi a la fuerza, contacto con los bovinos. Llegó a familiarizarse en el manejo de los toros, sin que ello provocara su afición por la profesión que le daría a la postre fama y fortuna. A Caracas llegó Luis Sánchez muy joven, casi un niño y por mediación de Marquitos Vélez dio sus primeros pasos como becerrista en la plaza escuela de “La Morena del Prado”, durante el año de 1944, con presentación formal como novillero el 19 de abril de 1945. Última función en la historia del Circo Metropolitano de Caracas. La presentación del novillero ocumareño fue en la parte seria de un espectáculo cómico: la cuadrilla bufa de Darío Albornoz “Serranito”. Relatan las crónicas que “El Diamante Negro” cortó una oreja y salió a hombros e inició el camino brillante del torero ídolo de multitudes. 179