VIDA GERENTE M O DA
“Cualquiera se puede vestir elegante y glamuroso, pero es más interesante ver cómo la gente se viste en sus días libres”.
La corbata y el traje han sido la compañía de los ejecutivos por más de dos siglos, pero es hora de dejarla guardada en el clóset.
Adiós a la corbata
Aunque las corbatas eran consideradas indispensables tanto para las ocasiones especiales como para ir a la oficina, los nuevos
ejecutivos están optando por usar looks más cómodos y los “casual friday” se han extendido al resto de la semana por la influencia de las empresas digitales y las startups. De igual forma, las mujeres también han cambiado su look y han optado por ir más informal a su lugar de trabajo. Las medias veladas y los tacones, que para algunas mujeres puede resultar un martirio, son ahora reemplazados: las primeras por las medias veladas color negro tipo leggins, que son mucho más gruesas, y los tacones descubiertos en el empeine por los botines y zapatos bajos. En las empresas hoy en día existe mayor flexibilidad en la vestimenta que usan los trabajadores. Antes se les exigía a los empleados usar ropa formal y los ejecutivos asistían a reuniones laborales con traje y corbata. La clave para ello ha sido el ascenso de una nueva generación de CEOs jóvenes, de los Millennials y de gurús de la tecnología como Mark Zuckenberg, Larry Page o Sergey Brin, o del mundo empresarial como Richard Branson, quienes se han mostrado relajados, con simples camisetas y zapatillas, dando a entender que no es necesaria la corbata para transmitir seriedad y estilo.
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Alexander Wang, diseñador de moda.
Este cambio al “casual chic” se usa para proyectar una imagen innovadora y fresca. Las compañías quieren ser más relajadas y que sus empleados se sientan más cómodos y puedan ofrecer mejores resultados.
Nuevo estilo, nueva imagen
Según la asesora de imagen Yuly Giraldo, miembro de la asociación internacional de consultores de imagen (AICI), este cambio al casual chic ha sido progresivo y desde algunos años las empresas han querido transmitir una imagen diferente. “Ese cambio en el look genera más cercanía con el resto de la gente, abre puertas a la comunicación. A veces verse tan elegante como jefe genera distancia con los demás”, afirma. Las compañías que están implementando estás prácticas ofrecen a sus empleados un ambiente de cercanía, que permite tener una mejor relación entre trabajadores y permitiéndoles estar más cómodos, ya que de esa forma reflejan su personalidad a través de la ropa. Como dice el diseñador Alexander Wang, “cualquiera se puede vestir elegante y glamuroso, pero es más interesante ver cómo la gente se viste en sus días libres”. Cabe resaltar que no todas las empresas se han sumado a este cambio, pues algunos sectores no se prestan para vestir informal todos los días, pero no necesariamente para lucir bien se debe tener una corbata, o en el caso de las mujeres no es necesario usar tacones. “Lo ideal sería que al quitar estás prendas el look se complemente con algo más, es decir, prendas que den el toque de formalidad, en el caso de los hombres quitar la corbata pero agregar un blazer o un pantalón semi entubado para transmitir elegancia”, concluye Giraldo.