PERú: País maravilloso que demanda un ordenamiento territorial El territorio peruano tiene cuatro regiones naturales muy diferenciadas: 1. La zona costera desértica atravesada por algunos valles fértiles. 2. La cordillera andina caracterizada por su relieve montañoso y valles interandinos. 3. La selva alta y baja con una alta diversidad de ecosistemas de bosques amazónicos. 4. El mar de Grau con su faja marino costera. En este espacio físico, altamente heterogéneo, la naturaleza nos ofrece recursos naturales y biodiversidad de incalculable valor, que nos catalogan como país megadiverso, mineroenergético, forestal, agrario, pesquero y turístico. Un Perú con un patrimonio natural y diversidad cultural milenaria de incalculable valor histórico asociada a la domesticación de especies vegetales y animales.
Esta es mi tierra, así es el Perú Nuestro territorio demanda realizar un ordenamiento territorial para conservar su invalorable riqueza natural y cultural, ubicar los lugares donde las actividades productivas afectan el ambiente, localizar los asentamientos humanos en zonas de peligro, revertir la exclusión y pobreza, entre otros temas.
Para ordenar el país debemos poner cada cosa en su lugar, así sabremos qué tenemos, qué nos falta y lo que debemos hacer para que las empresas, comunidades y sociedad civil se desarrollen plenamente y vivamos mejor.
El ordenamiento territorial ayuda a resolver problemas tales como: • El deterioro de los ecosistemas, peligros o amenazas producidos por huaycos, sequías y fenómenos como El Niño. • El centralismo, la exclusión territorial y social, para que todos los peruanos alcancemos los beneicios del desarrollo socioeconómico. • El abandono de territorios con riqueza natural que no tienen acceso a servicios, así como la sobrepoblación y saturación en territorios que sí cuentan con todos ellos (agua, desagüe, luz eléctrica, etc).
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