V VIRREYES
PLAZA MAYOR
CATEDRAL DE LIMA
IGLESIA DE LA MERCED
CALLE MERCADERES
La Plaza Mayor, circundada por los jirones Junín, La Unión, Huallaga y Carabaya, concentraba las principales instituciones del Reino del Perú incluyendo la corte del virrey. Este gobernaba el virreinato desde las “Casas Reales” de Lima, ubicadas en lo que hoy es Palacio de Gobierno. En esos tiempos, el virrey solo ocupaba la parte norte de dicho edificio, siendo que el resto concentraba otras instituciones del virreinato, tales como la Real Audiencia y el Tribunal Mayor de Cuentas. En efecto, el virrey como gobernador del Perú y principal autoridad en la ciudad debía lidiar con todas las instituciones de gobierno, civiles y religiosas que existían en la Lima de entonces, estas relaciones podían ser armoniosas tanto como difíciles y problemáticas. Quizá uno de los virreyes que más choques tuvo con las instituciones locales fue el Conde de Superunda, pues durante el proceso de reconstrucción después del terremoto de 1746, se enfrentó a la Iglesia por la reconstrucción de la catedral y a la aristocracia por la altura de sus casas.
El Real Patronato fue el poder sobre el cual la monarquía española construyó su sistema de gobierno. El derecho a patronato consistió en la prerrogativa real de presentación, ante el Papa, de los candidatos a ocupar cargos eclesiásticos (obispos y/o párrocos); a cambio, los monarcas españoles estaban obligados a proveer misioneros para evangelizar a los indígenas y edificar iglesias. En el Reino del Perú se edificaron muchas construcciones eclesiásticas. Una de las más importantes fue la Catedral de Lima, la cual fue edificada por las autoridades virreinales civiles. La catedral pasó por varios terremotos y por eso fue reconstruida y consolidada en muchas ocasiones, sin dejar su trazo original de finales del siglo XVI. El diseño de la Catedral posee influencia de la arquitectura virreinal limeña y la arquitectura de finales del siglo XIX. En la catedral, el Real Patronato, a través del virrey, promovía estas edificaciones.
La Orden Real y Militar de Nuestra Señora de la Merced y la Redención de los Cautivos fue fundada en 1218 en Barcelona, España. Cuando llegaron a la ciudad de Los Reyes en la tercera década del siglo XVI, la orden edificó una pequeña capilla, en la 6a cuadra del Jirón de la Unión con la primera cuadra del Jirón Antonio Miró Quesada, que fue la base para el gran convento que vemos hoy. A lo largo de su vida obtuvo tierras en las cuales construyeron conventos, haciendas y fincas que funcionaron para adoctrinar a los indígenas, y también sirvieron para ser un sustento económico a lo largo de su existencia. El virrey tenía injerencia en la toma de decisiones sobre las propiedades de la iglesia porque era el encargado de cuidar la propagación de la fe, y ello también significó que fuera el que determinara qué misiones evangelizadoras se podían realizar y con cuáles autoridades eclesiásticas, por lo que el poder virreinal tuvo siempre una estrecha relación con las órdenes religiosas.
En la cuadra cuatro de Jirón de la Unión con la primera cuadra de Jr. Callao se ubicó el Tribunal del Consulado. La Institución fue autorizada por Real Cédula del 29 de diciembre de 1593, y tuvo la finalidad de encargarse de los juicios y litigios sobre transacciones comerciales y mercantiles. La institución representaba a los comerciantes peruanos, los cuales llegaron a tener enfrentamientos con comerciantes extranjeros, visitadores generales e inclusive virreyes, lo cual hace ver la capacidad de negociación y control que ejercían en la sociedad colonial. Además, su prestigio hizo que llegaran a tener funciones de banco y caja de ahorros en Lima y en América del Sur. La institución contribuyó a edificar obras públicas como un camino entre el Callao y Lima durante el virreinato de Bernardo O´Higgins (1796-1801). De otro lado, los comerciantes del tribunal que vivían en la calle Mercaderes adoquinaban su calle con lingotes de plata cuando entraba el nuevo virrey, como reflejo de la riqueza del reino y el poder alcanzado por los comerciantes de Lima.
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