H HUATICA
PLAZUELA DE LAS CARROZAS
MONASTERIO SANTA CLARA
PLAZA ITALIA
CASA DE LA MONEDA
COLEGIO DE SANTO TOMÁS
El cauce del canal del Huatica ingresaba a la ciudad siguiendo un recorrido paralelo al del río Rímac, para luego tornar en dirección al sur en una calle ancha denominada de las Carrozas, hoy cuadra 1 del Jirón Huánuco, dando origen a la actual plazuela que lleva ese nombre. El río continuaba su recorrido a lo largo de la calle denominada de Sauces, actual cuadra 1 del Jirón Jauja, por la cual discurría a cielo abierto. Por esta circunstancia se construyeron para cruzarlo puentes de distintos tipos y materiales, de los cuales, el principal, se construyó a la altura de la Plazuela de Santa Clara, y era una estructura sólida de albañilería de ladrillo existente, por lo menos, desde el siglo XVI y reedificada en varias oportunidades. Otros puentes más pequeños se construyeron en madera y servían para acceder a las propiedades ubicadas al otro lado del cauce del Huatica.
El recorrido del canal del Huatica fue determinante en la forma de la trama urbana generada por la expansión de la ciudad hacia el este. Es el caso de la llamada calle del Pejerrey, hoy parte del Jirón Jauja, una estrecha calle cuyo trazo curvo fue resultado de la presencia del mencionado canal. La manzana adyacente fue ocupada por el Monasterio de Santa Clara, fundado sobre una antigua ermita dedicada a N.S. de la Peña de Francia y poblado desde 1604. Es uno de los monasterios más grandes de la ciudad, ubicado entre Jr. Áncash cuadra nueve y Jirón Jauja N° 507 , y contó con una suntuosa iglesia construida en 1646, gran claustro principal, y numerosas celdas distribuidas alrededor de estrechas callejuelas y plazoletas a manera de un pequeño pueblo, parte de las cuales aún se conserva. También contó con una extensa zona de huertas que se regaba con el agua procedente del Huatica y que servía para la subsistencia de las monjas.
Es uno de los espacios urbanos más antiguos de la ciudad. Era llamada antiguamente plazuela de Santa Ana debido al hospital de indios y parroquia del mismo nombre, fundados en 1549. El barrio también era llamado Santa Ana y en él se encontraban el antiguo hospital San Andrés y la Escuela de Medicina de San Fernando, actual Colegio Héroes del Cenepa y una parte de la Comisaría San Andrés. El nombre de la plaza deriva del hecho de haberse colocado en ella el monumento al sabio italiano Antonio Raimondi en 1914. En el lado norte de la plazuela se encuentra hasta nuestros días el Monasterio de Concepcionistas Descalzas de San José, hoy ocupado por los Misioneros de los Santos Apóstoles, cuya antigua huerta ubicada en la parte posterior del terreno era atravesada por el cauce del canal Huatica.
Luego de su apertura inicial en 1563 y su cierre en 1572, se restableció en 1683 la Real Casa de Moneda de Lima en un local alquilado, ubicado entre la Plaza Italia y la Plaza Bolívar, que quedó destruido con el terremoto de 1746. La reconstrucción del local, a partir de 1748, coincidió con la reorganización de la administración de la casa, dado que la acuñación de moneda pasó de manos de particulares a la Corona. Para la nueva construcción, se adquirieron varias propiedades adyacentes al local original, de tal manera que un tramo del canal Huatica atravesaba el terreno de norte a sur. El recorrido del río al interior de la Casa de Moneda era aprovechado para utilizar la fuerza del agua en el proceso de refinamiento de metal y la acuñación de la moneda.
Además de la acequia o canal de Huatica, Lima contaba con una red de cañerías para el aprovisionamiento de agua potable a los habitantes de la ciudad, quienes se abastecían de ella a través de las numerosas piletas instaladas en calles y plazas. El agua llegaba mediante una cañería desde el manantial de Cacahuasi hasta una caja de distribución ubicada en las inmediaciones de la Plaza de la Inquisición, actual Plaza Bolívar. Desde esta caja de agua - denominada de la Caridad o de Santo Tomásse distribuía mediante cañerías de cerámica hacia las piletas antes mencionadas, así como al interior de conventos y edificios públicos. En un terreno ubicado frente a la caja de agua (Jirón Junín N° 748) se construyó el Colegio de Santo Tomás de la Santísima Trinidad de la Orden de Predicadores, fundado en 1645 gracias a la donación del minero Andrés Cintero.
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