LA SEMANA SANTA LIMEÑA Diego Lévano Historiador Universidad Nacional Federico Villareal
Las primeras referencias sobre la celebración de la Semana Santa en la ciudad de Lima datan de 1560, cuando el Cabildo limeño manda a confeccionar las varas para regir la procesión de disciplinantes del Jueves Santo. En 1576 se tienen referencia del recorrido de las procesiones y el ornato de las calles por donde pasaba. El cabildo limeño fue un activo participante de estas ceremonias. Los cabildantes portaban un báculo denominado “varas regias” adornado por un bordón en su punta. Además de participar en las ceremonias previas de cuaresma y Domingo de Ramos. No es hasta 1571 que se puede tener certeza de la participación de las cofradías en estas celebraciones religiosas, sobre todo en las procesiones de Jueves y Viernes Santo. A partir de aquí su participación es activa y primordial, incluso arrebatando el protagonismo al cabildo limeño organizador de los primeros años. Las procesiones más importantes en los primeros años de la ciudad fueron las de Jueves Santo: la procesión de sangre de San Francisco, la de la nobleza de La Merced y la procesión del lignum crucis de La Veracruz, siendo esta última promovida por el cabildo de Lima. Las procesiones se iniciaban el Domingo de Ramos, donde era protagonista la cofradía del Señor del Triunfo del gremio de botoneros y pasamaneros, fundada en la iglesia del Baratillo. En el siglo XVIII a esta cofradía se le adiciona la advocación de Nuestra Señora de los Dolores, de la misma iglesia. El personaje principal era el borriquito, por ello que también era conocida como la procesión del borriquito. El miércoles era el turno de la cofradía de Santa Catalina de Sena y Jesús Nazareno del convento de Santo Domingo, con su procesión de nazarenos. Los miembros de esta cofradía fueron los soldados de los tercios de Infantería de Lima. El Jueves Santo hacia aparición la extraordinaria procesión del Santo Cristo de San Agustín, con sus doce andas, representadas hacia 1830 en una extensa acuarela de Pancho Fierro, propiedad de la Hispanic Society of America. El Viernes Santo participaban tres cofradías con sus respectivos pasos procesionales: Nuestra Señora de la Piedad del convento de la Merced, Nuestra Señora de la Soledad y la Veracruz. Pero en Lima no sólo se asistía a las procesiones, sino sábado de ramos el virrey y los señores de la Real Audiencia visitaran las cárceles de la ciudad e indultaran presos. Cristo de la Columna; por Baltazar Gavilán, Convento Agustino de Nuestra Señora de Gracia. Siglo XVIII.
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