Ha sido una larga lucha con muchos contratiempos. Sin embargo, un compromiso central con la equidad total de las mujeres en nuestro partido y gobierno ha impulsado a miles de mujeres y hombres de todo el país a unirse y generar cambios fundamentales en nuestra estructura organizacional, política y de campañas. Las mujeres ahora representan el 45 por ciento de los MP del Partido Laborista, existe paridad de género en el gabinete en la sombra, y se cuenta con mecanismos para una representación equitativa en nuestras juntas de gobierno y comités de gestión local. Al comienzo de mi carrera política nunca pensé que la introducción de mecanismos formales para garantizar la representación de las mujeres fuera posible. Cuando trabajamos por primera vez para introducir el uso de las AWS, había una oposición tan vehemente, que la representación equitativa parecía una meta imposible. Pero a través de argumentos claramente enfocados, el uso delicado de habilidades blandas y con un poco de apoyo de la sociedad en general, convencimos a la dirigencia del partido de que las AWS no eran solo una excelente política interna, sino que también era una forma eficaz de llegar a las mujeres votantes. Las AWS ayudaron a nuestro partido a tener éxito electoralmente y estableció el principio de acción positiva. La eficacia demostrada por las medidas de acción positiva ayudó al partido a desarrollar políticas populares sobre representación e inclusión, reflejando así las prioridades de nuestros simpatizantes y los valores de nuestro partido. Si reflexionamos, el progreso no habría sido posible sin la introducción de un mecanismo formal. Todavía tenemos mucho camino por recorrer, tanto en el Reino Unido, como en las democracias de todo el mundo. La política de las AWS no ha tenido el mismo impacto en las mujeres de color, y los partidos a nivel municipal no han implementado el mecanismo, pero hemos marcado la diferencia y hecho un impacto duradero. El progreso es difícil, pero el futuro es brillante.
Adaptación y lucha por la equidad de género en Marruecos Khadija El-Morabit Cuando era la presidenta del ala de las mujeres (AM) del partido Mouvement Populaire (MP) de Marruecos, nos enfrentamos a una enorme cantidad de discriminación informal en todos los niveles del partido. A pesar de ser miembro del Departamento Político del partido, el partido me negó la representación, e incluso el acceso, a los procesos de toma de decisiones a nivel local, regional y nacional. Desde el principio supe que sería un desafío increíble contar con el respeto, la libertad de acción y el apoyo de los líderes del partido para llevar a cabo el trabajo que otros miembros del AM y yo deseábamos hacer.
Desde el principio supe que sería un desafío increíble contar con el respeto, la libertad de acción y el apoyo de los líderes del partido para llevar a cabo el trabajo que otros miembros del AM y yo deseábamos hacer Me dejaron sola para abogar por las necesidades del AM y las mías propias para llevar a cabo con éxito actividades de alcance comunitario o celebrar foros de políticas con ciudadanos(as) en las zonas rurales. En las reuniones ejecutivas, los líderes del partido respondían a las conversaciones sobre tener acceso a los 51