CINE
Antes que lleguen los zopilotes FILME CON REMINISCENCIAS RULFIANAS Y DE REALISMO MÁGICO por F R A N C I S C O J A V I E R Q U I N T A N A R P O L A N C O
TUZA (María del Carmen Félix) es una mujer de carácter fuerte y dominante, quien se gana la vida pescando objetos inusuales a bordo de su balsa. En contraste, Luvina (Tsayamhall Esquivel) es una mujer sensible e insegura, y está un tanto a la deriva de la voluntad de los otros, especialmente de su marido Justino (Francisco Pita). Ambos viven en una humilde choza, donde todos los días, ella espera fiel y pacientemente a que su hombre retorne de sus cotidianas andanzas, las cuales incluyen asistir a Tuza en su labor pesquera. Este trío de personajes viven en una zona lacustre siempre llena de neblina, y donde parecen ser los únicos habitantes a la redonda. Entre ellos existen relaciones muy particulares, expresadas a través de un peculiar triángulo amoroso en torno del cual surgen diversos juegos de poder. Sin embargo, y como el filme mismo hace evidente al espectador durante sus primeros minutos, los protagonistas no se encuentran en donde ellos creen, sino que parecen hallarse en realidad en las inmediaciones de una sala al interior de un departamento citadino contemporáneo… y además, parecen no están solos, porque ocasionalmente pueden verse deambular por allí a otras personas, quienes parecen no notar la presencia de estos personajes. Al tratar de comprobar cuál es la verdadera realidad en la que se hallan inmersos, se produce un trágico accidente y Justino termina por ahogarse. Al sentirse culpable por ello, Tuza -acompañada de Luvina-, se da a la tarea de tratar de recuperar el cuerpo del hombre antes de que los zopilotes den cuenta de él. Y durante esa búsqueda, juntas se enfrentan a sentimientos como la soledad, el deseo y los celos, poniendo a prueba su amistad y su sororidad.
Filmada en blanco y negro, con una propuesta cuasi teatral sostenida tenazmente por su trío de actores, y una puesta en escena que evoca tanto al cine de Buñuel como a Lars von Trier; la película Antes que lleguen los zopilotes es la ópera prima del cineasta mexicano Jonás N. Díaz, donde convergen elementos rulfianos, realismo mágico y un aura de misterio, alimentando con ellos una historia la cual apela a la complicidad del espectador para sumergirle por poco más de 90 minutos en un universo lúdico donde los personajes juegan constantemente con el espacio, creando dos realidades distintas que coexisten entre sí. Y la obra refuerza dicho juego valiéndose de algunos efectos sonoros y visuales. Por otro lado, la cinta rinde un especial homenaje a la llamada Época de Oro del cine mexicano, por medio de ciertas cuestiones estéticas presentes en la producción, pero sobre todo a través de su dos actrices principales, condensando en ellas dos estereotipos femeninos empleados comúnmente en el imaginario del cine en la época antes mencionada, que resultan opuestos pero a la vez complementarios. Y a partir de dichos estereotipos se lleva a cabo una exploración de temas relacionados con la feminidad, con la invisibilización y con la complejidad de las emociones humanas, entre otros. Antes que lleguen los zopilotes tuvo su lanzamiento internacional en el Festival Internacional de Cine de Róterdam (IFFR). Recientemente resultó ganadora en la categoría de Largometraje de Ficción Mexicano en la edición 26 del Festival Internacional de Cine en Guanajuato (GIFF). Y es sin duda uno de los filmes mexicanos más propositivos y arriesgados que se han podido ver en este 2023.