Caminos hacia la transformación Asociación Campesina Cordillera de los Municipios de La Montañita, Florencia, El Paujil y El Doncello: construcción del territorio campesino La Asociación Campesina Cordillera de los Municipios de La Montañita, Florencia, El Paujil y El Doncello (Acomflopad) es una organización campesina ubicada en el departamento del Caquetá que abarca una extensión de 161 000 ha, involucra 124 veredas y 4 municipios. En este territorio confluyen: regulaciones ambientales, solicitudes de exploración y explotación minera y de hidrocarburos, así como la construcción de dos hidroeléctricas. Las principales regulaciones ambientales del área son: (1) presencia de una zona de reserva forestal; (2) el páramo y parque natural de Miraflores; (3) un resguardo y, al menos, tres asentamientos indígenas —la propuesta de Acomflopad reconoce la interculturalidad como uno de los aspectos involucrados—; y (4) el distrito de conservación de riego y aguas del Caquetá. En ese orden de ideas, el conflicto se puede definir como la tensión por el uso, la tenencia y el control territorial, generada por la confluencia de actores, donde cada uno de ellos representa intereses que, en muchos casos, se contraponen. Los actores e intereses de este conflicto son:
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El Estado: (1) proteger y conservar el territorio; (2) mantener el control territorial; (3) promover la ganadería extensiva; (4) erradicar la economía ilegal de la coca; y, (5) promover la explotación de los recursos naturales (minera, de hidrocarburos, hidroeléctrica). Asimismo, el Estado permite y promueve los intereses económicos de diversas empresas, entre ellas Nestlé S. A. o empresas mineras y de hidrocarburos como Emerald Energy PLC, Ecopetrol y Latinoamericana de Construcciones S. A. (Latinco). Esta última, inició gestiones en el año 2012 ante la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonía (Corpoamazonia), con el fin de obtener la licencia ambiental necesaria para adelantar el proyecto hidroeléctrico Tulpas.
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FARC-EP: intentaron mantener el control territorial y promover la conservación ambiental, los cultivos de uso ilícito y la regulación sobre los usos y tenencia de la tierra. Tras la ausencia del Estado, las FARCEP fueron la autoridad en la región: esta hipótesis se verificó en el trabajo de campo, puesto que la comunidad sentía un respaldo de la organización guerrillera en la defensa del territorio, la resolución de los conflictos y la organización campesina. No obstante, tras la firma del acuerdo de paz y su salida del territorio, la organización campesina se siente debilitada, además han surgido nuevos conflictos por el cumplimiento de las normas comunitarias. En las tres jornadas de recolección de información realizadas, una reflexión constante de la
CAPITULO 2
Presentación de los casos desde una perspectiva de análisis de conflictos