EMPRESAS
Marihuana Inc. Atraídas por una legislación favorable y las ventajas naturales de Colombia, compañías canadienses están invirtiendo millones de dólares en el desarrollo de la marihuana medicinal. A comienzos de julio, Canopy Growth anunció la adquisición de ‘Colombian Cannabis’, una compañía local fundada en 2016, en una transacción de
US$30 millones, una suma que podría duplicarse en los próximos 5 años, si se cumplen los objetivos del negocio. Al igual que otras firmas canadienses, Canopy escogió a Colombia como centro de producción de la cannabis medicinal (popularmente conocida como la marihuana) gracias a su legislación avanzada (contenida en la Ley 1787 de 2016) y a las ventajas naturales que ofrece el país: sol abundante, ubicación geográfica, talento humano, etc. “Después de haber padecido el flagelo de la guerra contra las drogas, podemos darle un giro a la cannabis para que traiga desarrollo económico”, explica Bibiana Rojas, hija del fundador de Colombian Cannabis y ahora directora de Spectrum Cannabis Colombia. Allí tendrá el reto de liderar la estrategia local de la multinacional, cuyos planes contemplan el cultivo de la marihuana en una finca situada en Neiva, donde también funcionará una planta destinada a la producción de medicamentos para el mercado local y de Latinoamérica, donde los pacientes podrían superar los 60 millones. Sumadas, las inversiones totales podrían llegar a US$150 millones. “Somos el mejor escenario para el desarrollo de un mercado que hoy mueve unos US$11.000 millones en el mundo y que en 2025 superaría los US$50.000 millones”, explica Rodrigo Arcila, presidente de la Asociación Colombiana de Industrias de Cannabis –ASOCOLCANNA–, el gremio que espera terminar 2018 con 35 afiliados, entre firmas nacionales, canadienses y mixtas. En una actividad que aún despierta suspicacias, la industria enfrenta desafíos como su relacionamiento con el sector financiero, ya que hasta hace poco era imposible la apertura de cuentas y la transferencia de recursos de la inversión extranjera, agrega Arcila. La ayuda provino de un
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Bibiana Rojas, Spectrum Cannabis Colombia.
Aras Azadian, CEO de Avicanna
Rodrigo Arcila, ASOCOLCANNA
banco estatal (el Agrario) que tomó la decisión de apalancar a las empresas facilitándoles la apertura de cuentas y demás operaciones. La fiebre por el nuevo oro verde, como la llama el New York Times en un artículo reciente, fue desatada por la decisión del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, de legalizar y regular el uso de la marihuana recreativa a partir de octubre, ya que Canadá ha tenido un sistema de marihuana medicinal desde 2001, un mercado al que le están apuntado compañías como Canopy Growth, Avicanna Inc y Khiron Life Sciences Corp, entre otras. Tal es la fiebre, que algunos ya la comparan con la burbuja de las empresas puntocom de finales de los noventa. Las señales abundan: los productores de marihuana han invertido millones de dólares y sin haber registrado ganancias aún, muchas empresas están valuadas en miles de millones de dólares en la bolsa de valores. “Hay empresas que no generan ingresos, pero están invirtiendo enormes sumas de dinero porque hay una gran especulación; sin duda estamos ante una burbuja”, explica Aras Azadian, CEO de Avicanna, una compañía canadiense fundada hace tres años enfocada en el mercado medicinal (biotecnología) y que