Visión para crecer LOS RETOS DE LA NUEVA COTIDIANIDAD Por: Emilio Pineda Sotelo
nicia el año 2021 en el escenario que menos deseábamos: con la pandemia en uno de sus momentos más álgidos en el mundo y en México. No sólo la población ha superado índices récord en contagios y muertes por COVID-19 sino que hasta el Presidente ya se contagió. Todavía parece que fue ayer cuando era marzo de 2020 y yo escribía un artículo para Imagen Óptica en el que pensaba que saldríamos de esta crisis por ahí de los meses de abril o mayo. Quienes auguraban que la cosa seguiría igual de mal hasta octubre me parecían fatalistas y exagerados. Pues bien, ya traspasamos la frontera anual y ahora, en este año que arrancó rápidamente (¡enero ni se sintió!) necesitamos reflexionar acerca de lo que viene, en las condiciones que no deseábamos que ocurrieran, con pérdidas humanas y con negocios quebrados o cercanos a la quiebra. Esta situación nos superó a todos.
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Es importante decir que este artículo no tiene el objetivo de echarle leña al fuego, de ahondar en el pesimismo o hablar de escenarios apocalípticos, sino por el contrario, aquí buscamos reflexionar acerca de lo que se puede hacer, de cómo adquirir herramientas o cómo abrir nuestra mente para salir adelante; de usar las mejores armas a nuestro alcance como son la creatividad, la resiliencia y la innovación. Porque creemos firmemente que sólo los que se adaptan sobreviven, tal como lo estipula este pensamiento darwiniano. Cambio de hábitos: Primero hay que hablar de lo que haremos a partir del ahora, que ya no se parece a lo que hacíamos antes. Porque nuestros resultados dependerán de cambios en aspectos clave que deberíamos plantearnos. La disciplina: Ante todo debemos hablar de la disciplina. Me gusta mucho definir a la disciplina
AÑO 23 • VOL. 23 • ENE-FEB • MÉXICO 2021
como aquello que tenemos que hacer, a la hora en que lo tenemos que hacer, aunque no tengamos ganas de hacerlo. Cuando hablamos de disciplina solemos invocar de inmediato a las conductas que desarrollan las fuerzas armadas, pero no tenemos que ser tan radicales. La disciplina consiste en plantearnos acciones concretas, constantes y consistentes que nos llevarán a resultados medibles y tangibles. Así de fácil y así de complicado. En estos tiempos en que la pandemia puede tenernos a muchos en casa, trabajando bajo la modalidad de home office, es muy fácil salirse del orden y disciplina que requieren nuestros objetivos. Porque también es muy posible que olvidemos rápidamente que ellos no sólo consisten en las metas del trabajo. También debemos considerar nuestras metas personales, familiares, de salud y emocionales. Y por ello vale bien la pena que dejemos sólo de “fluir” con el pasar de las