Fidel Castro y Juan Manuel Márquez, una figura incorporada al M-267 después de los sucesos del Moncada, procedente también de las filas del Partido Ortodoxo, hicieron una intensa campaña de recaudación de recursos para financiar la futura expedición, fundamentalmente por Estados Unidos. En cada sitio que visitaban fundaban clubes patrióticos como en New York, New Jersey, Bridgeport (Connecticut), Miami, Tampa, Cayo Hueso. Estas células quedaban bajo la dirección de un Comité del Exilio, que fue presidido hasta junio de 1958 por Mario Llerena y después por Luis Buch. Fue durante ese recorrido proselitista, el 30 de octubre de 1955, en New York, cuando Fidel Castro declaró en forma temeraria: “Puedo informarles con toda responsabilidad que en el año 1956 seremos libres o seremos mártires”.105 El Directorio Revolucionario y la Organización Auténtica En forma casi paralela, otro movimiento opositor, el Directorio Revolucionario (DR), constituido el 24 de febrero de 1956 por jóvenes pertenecientes a la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), se sumaba a la lucha armada contra la dictadura de Batista. El 31 de agosto de 1956 los líderes del M-26-7 y el Directorio, Fidel Castro y José Antonio Echeverría respectivamente -este último estaba también desde septiembre de 1954 al frente de la FEU-, firmaban un pacto conocido como Carta de México.106 Aunque ambas organizaciones tenían diferentes concepciones de lucha, pues la primera privilegiaba la actividad guerrillera rural y la segunda acciones armadas en las ciudades -con énfasis en “golpear arriba”, o sea eliminar a Batista y sus allegados-, en el acuerdo, que tenía una veintena de puntos, decidían coordinar sus acciones con el “propósito de derrocar a la tiranía y llevar a cabo la Revolución cubana”.107 Según el joven historiador Frank Josué Solar: “Lo que distinguía al Movimiento y al Directorio del resto de las zonas opositoras, y los acercaba más entre sí, era la radicalidad
Vicente Cubillas:“Mitin oposicionista en Nueva York”, Bohemia, noviembre 6 de 1955, p. 60. Citado por Nydia Sarabia, op. cit., p. 40. 106 Véase García Oliveras, op. cit., pp. 281. 107 Ibid. También en Nydia Sarabia, op. cit., p. 100. Para Frank Josué Solar, ambas organizaciones divergían en sus concepciones sobre la unidad, pues el Directorio tenía “la intención de ser factor coordinador de las diversas fuerzas revolucionarias”, mientras “el Movimiento 26 de Julio entendía la unidad con otros sectores como la incorporación de ellos bajo su autoridad y disciplina.” Frank Josué Solar Cabrales: Influencias de las concepciones y prácticas unitarias en las relaciones entre el Directorio Revolucionario y el Movimiento 26 de Julio (1955-1959), (Tesis de doctorado), Universidad de La Habana, 2016, p. 26 y 29. 105
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