¡Cálcelo sin compromiso! El arte de la zapatería en el Barrio Restrepo en Bogotá

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EL ARTE DE LA ZAPATERÍA EN EL BARRIO RESTREPO DE BOGOTÁ

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EL ARTE DE LA ZAPATERÍA EN EL BARRIO RESTREPO DE BOGOTÁ

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ALCALDESA MAYOR DE BOGOTÁ

Claudia López Hernández SECRETARIO DE CULTURA, RECREACIÓN Y DEPORTE

Nicolás Montero Domínguez DIRECTOR INSTITUTO DISTRITAL DE PATRIMONIO CULTURAL

Patrick Morales Thomas SUBDIRECTORA DE DIVULGACIÓN Y APROPIACIÓN DEL PATRIMONIO

Angélica María Medina Mendoza INVESTIGACIÓN

Angie Milena Espinel Meneses Claudia María Montagut Mejía Juan Sebastián Sepúlveda Castro (Colectivo Trama & Memoria) TEXTOS

Angie Milena Espinel Meneses Claudia María Montagut Mejía COORDINACIÓN EDITORIAL Y EDICIÓN

Ximena Bernal Castillo DISEÑO GRÁFICO

Yessica Acosta Molina CORRECCIÓN DE ESTILO

Bibiana Castro Ramírez REVISIÓN HISTÓRICA Y APOYO IMÁGENES DE ARCHIVO

Alfredo Barón Leal FOTOGRAFÍAS

Camilo Rodríguez-IDPC Todas las imágenes de la publicación son de Juan Sebastián Sepúlveda Castro y Angie Milena Espinel Meneses (Colectivo Trama y Memoria), a excepción de las que llevan créditos específicos como pie de foto ILUSTRACIONES

Juan Sebastián Sepúlveda Castro / Colectivo Trama y Memoria IMPRESIÓN

Buenos y Creativos S.A.S. ISBN 978-958-53106-8-1 INSTITUTO DISTRITAL DE PATRIMONIO CULTURAL www.idpc.gov.co 2021

* La investigación que constituye esta publicación fue ganadora de la Beca sobre el Comercio Tradicional en Sectores Barriales de Bogotá, del Programa Distrital de Estímulos del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural 2020. AGRADECIMIENTOS

Agradecemos a todas las personas que abrieron las puertas de sus talleres, locales y fábricas, o que virtualmente compartieron sus historias, recuerdos y conocimientos: Germán Espinel Bernal (apoyo investigación histórica y etnográfica); Gina Paola Rodríguez (apoyo en comunicación); Calzado Don Pepe: Alfredo Espinel Bernal, Yanet Espinel Bernal, Elizabeth Espinel Bernal, Edith Espinel Bernal, Marta Espinel Bernal y Pedro Bernal; Calzado Orpar: Robert Páramo, Orlando Páramo, Elizabet Martínez, Osvaldo Bulla; Calzado Keileens: Helena Vásquez, Blanca Inés Márquez, María Angélica Vásquez, Daniela Rincón, Omar Orlando Carrillo; Calzado de Lujo, Súper Lujo y Súper Lujo Junior’s: Johanna Acosta Rincón, Doris Rincón, Estefanía Rincón; Calzado Rivera: Richard Rivera; Calzado Hecar HT: Andrea Hernández, Pedro Hernández; Calzado Esmaylis: Carlos Pinzón, Marlén Bautista; Calzado Torres: Mireya Torres, Héctor Cardozo; Calzado Barbarella: Fernando Cordero, Rosario Muñoz, Henry Pacito, Leonardo Rodríguez, Ana Genith Melo, Mayra Valencia, Alirio Molano Salazar; Calzado Dorely: Bladimir Vélez, Rodrigo Vélez, Nelson González y Luis Alexander Neita; Calzado Ardipiel’s: Flor María Silva y Mario Reyes – Cooperativa Multiactiva de la Industria del Calzado y Afines (Coomficalz); Calzado Jhorbam: Yara Aristizábal, Sandra Méndez García; Almacenes Montaño: Robert Montaño, Luz Adriana López y Obdulia Villaquirán de Montaño. Jorge Rodríguez, Sonia Rodríguez López, Alcira Rodríguez, Silvio Acevedo Bernal, Jesús Omar Dorado, Daneyi Vásquez, Jaime Humberto García (Zapatero Zoñador) e Isaías Lara Carranza, Luis Enrique López, Cecilia Meneses, David Camilo Espinel, Lina Marcela Quintero, Oscar Arturo Díaz (coordinador torneo de fútbol Fabricantes y Peleteros), Yesid Angulo (periódico El Peletero), David Cristancho (Museo del Cuero y los Oficios), Nelcy Ofelia Narváez Ariza (presidenta Junta de Acción Comunal Barrio Carlos E. Restrepo), Biblioteca Pública Carlos E. Restrepo, Iglesia Nuestra Señora de la Valvanera, Jaime Andrés Rojas (Acicam), Periódico local comunitario Ciudad & Región, PRI Radio TV, Alcaldía Local Antonio Nariño, Ángel Manrique (Obleas “Don Ángel”), Jorge Trujillo (remontadora rodante en el centro de Bogotá), Sandra Noriega, Programa de Fomento del IDPC y Blanca Gómez, equipo de inventario de patrimonio cultural inmaterial del IDPC.

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Contenido 12 14 18

PRESENTACIÓN REFLEXIONES DE DOS ZAPATERAS DEL BARRIO INTRODUCCIÓN

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El territorio y su ocupación Planteamiento urbano: la década de 1930 Migraciones en la construcción del territorio Las décadas de auge del barrio: 1960-1980 La expansión del calzado desde el año 2000

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EL OFICIO DEL ARTE DE LA ZAPATERÍA EN EL SISTEMA FAMILAR

El ABC del calzado El paso a paso. Técnicas y procesos en la producción de calzado El aprendizaje en familia Donde la magia sucede

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EL LUGAR: ORÍGENES Y CONFORMACIÓN DEL TERRITORIO DEL CALZADO

UN HORIZONTE ESPACIAL, PRODUCTIVO Y AFECTIVO PARA EL PATRIMONIO CULTURAL

Los usos mixtos del barrio y la zonificación comercial Patrimonios tradicionales y diversos identificados La producción de calzado en el Restrepo como patrimonio inmaterial


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REFLEXIONES FINALES: AFECTACIONES Y RETOS

La política internacional de los Tratados de libre Comercio y la industria del calzado La contratación por temporadas, el pago a destajo y la pandemia Los procesos de transformación y nuevos retos en la producción tradicional de calzado en cuero

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ALGUNOS TALLERES, FÁBRICAS, ALMACENES Y PERSONAS PARA CONOCER

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Talleres, fábricas y almacenes participantes Otros almacenes tradicionales de calzado

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BIBLIOGRAFÍA





Con toda su camaradería y manualidad, fuera de horario, su tomada de tinto. Cada zapato es un problema y una solución, el del poder charlar mientras se pega, se clava, se corta, se jala, se unta y el burro lleno de pegante y las deshoras, y salida del sábado al tejo, a la rana, a pachanguear en la tienda, en la calle y volvamos a lo que siempre ha sido el zapatero, el taller en nuestra propia casa, con la tarea y la mamá, el recuñar, doblar, el martillar en la orquesta familiar.

Germán Espinel Bernal Remembranza de 1970


Presentación IDPC

¡Cálcelo, sin compromiso! es un libro sobre la producción de calzado en el Restrepo —como se conoce popularmente al barrio Carlos E. Restrepo—, en tanto práctica que ha informado los códigos culturales desde los cuales se habita el territorio local. Se trata de la publicación más reciente de la colección editorial del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC) dedicada a los barrios de la capital, senda que se inició a partir de La Magdalena: consolidación urbana de una antigua quinta (2017) y De la Divina Providencia al esplendor del Jorge Eliécer de Gaitán (2020). Este libro es fruto de la investigación realizada por el Colectivo Trama & Memoria, integrado por los autores Angie Espinel, Claudia Montagut y Juan Sepúlveda, cuyo proyecto fue ganador de la Beca sobre Comercio Tradicional en Sectores Barriales de Bogotá, del Programa Distrital de Estímulos del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural – 2020. A diferencia de las publicaciones sobre los barrios La Magdalena y Jorge Eliécer Gaitán, centradas en la configuración urbana y la reconstrucción histórica de los lugares, la investigación sobre El Restrepo está dirigida a explorar la industria del calzado y las prácticas comerciales gestadas alrededor de este oficio tradicional como elementos constitutivos de una vocación barrial que se asienta profundamente en la memoria local. ¡Cálcelo, sin compromiso! recorre un barrio que, de forma particular en la ciudad, ha convertido las maneras de hacer del arte de la zapatería, como lo denominan afectivamente quienes realizan este trabajo, el eje articulador alrededor del cual se dispone espacial y culturalmente el territorio local. Los autores dan cuenta del lenguaje particular del oficio; de los procedimientos y técnicas de producción del calzado; de la caracterización de los espacios de las fábricas, viviendas, talleres y almacenes; y del propio barrio, en donde los usos mixtos y la zonificación comercial, junto con otros patrimonios identificados, enriquecen la manera en que

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el patrimonio cultural es perceptible en un contexto urbano. Asimismo, la investigación sugiere la pervivencia de una actividad realizada, principalmente de forma manual, que depende de su espacio productivo en la economía local y en la memoria territorial y comercial de Bogotá, al ser el eje que estructura las relaciones de quienes habitan, trabajan y visitan el sector. Las relaciones, los intercambios y los vínculos que entablaron algunos sectores del sur de la ciudad durante las primeras décadas del siglo XX, particularmente los barrios el Restrepo y Las Cruces, en lo que respecta a la trasmisión del oficio de la zapatería, y la manera como la cultura familiar, que abarca ya más de tres generaciones, ha sido determinante para el aprendizaje del arte del calzado son algunos de los elementos que la investigación pone en diálogo. Con la participación de trabajadores y propietarios de los almacenes, talleres y fábricas, además de la recopilación de testimonios de zapateras y zapateros, la publicación se presenta como un aporte interpretativo para el reconocimiento de esta práctica como patrimonio cultural de la ciudad. Patrick Morales Thomas Director Instituto Distrital de Patrimonio Cultural

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Reflexiones de dos zapateras del barrio Sobre el Calzado y la identidad cultural del barrio Restrepo Por Yara Aristizábal*

En la historia de mi familia, el oficio de la elaboración de zapatos llegó en la década de los años setenta del siglo XX, a través de mis padres, Teresa Hurtado y Víctor Aristizábal, quienes, siendo muy jóvenes, emprendieron una industria zapatera en el corazón del barrio Restrepo al sur de Bogotá. En su pequeño negocio se hacía con amor cada par de zapatos a la medida, lo que conllevó que empezaran a llegar personas de toda la ciudad por sus zapatos. Con el tiempo, el barrio Restrepo se volvió el sitio de referencia de actores, equipos de producción de cine y televisión, grandes diseñadores, estudiantes de diseño, presentadoras, modelos, reinas de belleza, entre otros personajes de la vida nacional. Ya a finales de la década de los años ochenta, en el caso de nuestra empresa se empezó a definir un mercado específico. La línea en la que somos líderes hasta el día de hoy, en Colombia y Latinoamérica, apunta a las tendencias del calzado para el mundo de los drag queens, travestis y transformistas y, en general, la comunidad LGBTI+. Con el tiempo, esta comunidad diversa y alternativa ha encontrado en mi propuesta zapatera, en mi taller y en mi escuela, un espacio y una manera de realizar sus sueños y así “pararse en sus propios tacones”. El Restrepo, como se cuenta en el libro Recuperación social de la memoria local de Antonio Nariño 2009, ha sido, desde la década de los años veinte del siglo pasado, un importante centro de trabajo del cuero, que inició con las marroquinerías y talabarterías que se aprovisionaban de este material en las curtiembres del barrio Las Granjas de la Fragua, hoy conocido como el barrio Santander de la localidad de Antonio Nariño. Estas curtiembres posteriormente se trasladaron al barrio San Benito de la localidad de Tunjuelito. Con los años, la zapatería se convirtió en una industria pujante y llegamos a ser en el barrio Restrepo un clúster productivo con marcas propias, que 14


en su conjunto fueron reconocidas en el mundo productivo como “los zapatos del Restrepo”. Surgieron ferias especializadas de moda y, entre ellas, las de cuero, calzado, accesorios y afines. En el barrio se consolidaron eventos socioculturales que alcanzaron un importante reconocimiento en la ciudad. Son célebres la semana del Restrepo Fashion y la Semanota Comercial, actividades constituyentes del programa estratégico denominado Vitrina Turística y Comercial. Con la llegada de modernas administraciones locales, se buscó fortalecer el sector, y se llegó incluso a promover y concertar misiones internacionales de intercambio y comercialización con Europa y Asia. Al mismo tiempo, se desarrollaron capacitaciones que buscaban garantizar las condiciones para el fortalecimiento de procesos de asociatividad, así como la excelencia de la calidad del calzado en la búsqueda del reconocimiento de este producto como “denominación de origen”. Hoy en día, todavía en la calle 20 sur, junto a los emblemáticos almacenes Montaño y H. Ríos y pese a la pandemia, los zapateros más antiguos del territorio se reúnen “el lunes de zapatero”, para contar sus recuerdos e historias al son de tangos, rancheras y canciones populares, mientras degustan obleas o helados tradicionales, y una que otra cerveza que no puede faltar, sentados en los andenes de la “calzada” que los vio sacar adelante a sus familias. Este es el momento de descanso de una generación que sabía cómo hacer a mano un buen zapato, cómo tener satisfecho al cliente con calidad y trabajo, y “cómo calzar a su distinguida clientela”, pero que hoy por la edad, la competencia y los cambios de lo artesanal a lo industrial ya no son valorados como se debiera, en un mercado que busca cosas de moda, pero económicas, así sean importadas, principalmente de China, con menor calidad y a precios que no admiten competencia. Pensar en la importancia de la historia del patrimonio inmaterial del territorio como el conjunto de saberes, dichos, prácticas y oficios que preservamos, como legado cultural para las siguientes generaciones, hace que este documento sea muy relevante para los habitantes del Restrepo, investigadores del patrimonio, y agentes institucionales y sociales interesados en entender y valorar este legado patrimonial de nuestra ciudad. En mi caso, siendo una joven diseñadora de modas pude viajar y conocer escuelas en Europa, específicamente en Italia, donde me especialicé en 15


modelismo de calzado y aprendí de tendencias y nuevos procesos, para implementar en el taller familiar. En Italia se ha cualificado una nueva generación de zapateros del Restrepo que, como en mi caso, al regresar a Colombia con mi primera hija, hemos relevado a mis padres, y continuado con este sueño y esta tradición del calzado como identidad y legado de nuestros ancestros. El Restrepo, para mí, es la historia de mi familia, de lo que hacemos, de lo que soñamos, diseñamos y construimos para el futuro. También es la historia de muchos colombianos y bogotanos que caminamos por la vida sin cansancio, porque sabemos lo que significa para los nacidos y formados en este territorio “estar parados en nuestros propios zapatos”. *Empresaria. Se dedica al arte de la zapatería en el barrio Restrepo. Como Yara dice: "crecí entre zapatos". Es la única mujer modelista que se encontró en el barrio. Su almacén de zapatos se llama Calzado Jhorbam.

Mi historia y la del calzado en el Restrepo Por Flor Silva*

Esta historia empezó en el año de 1988. En el barrio Restrepo iniciaba un proceso de industrialización a través de la producción de calzado a pequeña escala y que conllevaría que el barrio fuera un lugar próspero. En esos tiempos no había adelantos tecnológicos ni existía una empresa legalmente constituida. Se trataba de una producción muy artesanal. Muchos de los primeros productores provenían de los barrios Chapinero y Las Cruces, en donde antes se concentraba la producción de calzado, y comenzaron a establecerse pequeñas curtiembres de cuero, primordiales para la producción de calzado. Estas, años más tarde, se trasladarían a otros sectores. Para entonces se instauraron también los primeros locales comerciales especializados en la venta de diferentes insumos importantes, tales como: pegantes, tachuelas, solución, hilos, hormas, suelas, entre otros. Gracias a todo este desarrollo empezó una producción artesanal de botas y zapatos. Fue en ese momento que se establecieron allí los primeros locales dedicados a la venta de calzado.

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La exhibición de las mercancías se hacía en los pasillos o patios de sus casas, y por ahí cada ocho días se salía a recorrer las grandes zonas comerciales de la ciudad a ofrecer los productos. Así fue como el Restrepo se volvió el principal abastecedor de casi todos los almacenes de la ciudad. La repartición de tareas es una práctica que aún hoy permanece en el oficio. En los talleres de zapatería hay un artesano dedicado a cortar, otro a guarnecer, y así hasta tener el producto acabado. Hay algunos que saben hacer todo el proceso, que por lo general son los de mayor edad y experiencia, y a quienes dentro del gremio los llaman polifuncionales. Mi historia en particular empieza en la marroquinería, en el barrio Chapinero, más o menos hace unos veinticinco años. Allí aprendí empíricamente la elaboración de bolsos, monederos, billeteras y demás. En el año 2000 incursioné en la elaboración del calzado; aprendí inicialmente el finizaje (la terminación de este producto) y, poco a poco, todo el proceso que lleva la elaboración del zapato. En el año 2013 más o menos, me trasladé al barrio Restrepo, donde adquirí mayor conocimiento y nuevas técnicas en la elaboración de los zapatos. Allí era más fácil encontrar los productos y materiales necesarios. Poco a poco la empresa fue creciendo y nuestros productos empezaron a ser muy apetecidos por su calidad y suavidad. Eso fue un gran triunfo, pero luego llegaron las nuevas reformas y leyes, las cuales nos perjudicaron ya que el comercio empezó a caer y el contrabando llevó a la crisis a las pequeñas empresas, tanto así que vi cómo muchas fueron cerrando definitivamente. Con mucho trabajo y dificultad he tratado de mantenerme a flote con mi empresa. Ahora atravesamos un momento muy crítico a nivel mundial debido a la pandemia, lo que nos llevó a cerrar por muchos meses y nos dejó al punto de pensar si lo mejor era cerrar la fábrica… Pero aún sigo al frente luchando y esperando que se empiece a reactivar nuevamente la economía. *Dedicada a la zapatería desde hace 21 años. Creó junto a Mario Reyes, la fábrica - taller de calzado Ardipiel’s 17


Introducción La ciudad es un campo de memoria colectiva, tiene impronta de un origen, está viva y continuará latiendo en las dinámicas de transformación que trae cada generación, pues los movimientos que realizamos como humanos en el territorio dejan huellas. Esta investigación captura el presente histórico de una de esas memorias: el arte de la zapatería en el barrio Restrepo de Bogotá y las relaciones con el entorno local y nacional que desde allí se despliegan. El patrimonio inmaterial como concepto ha recuperado para la humanidad la conciencia de lo colectivo y comunitario. No es posible que un individuo recupere solo sus recuerdos, necesita de la sociedad y de la comunidad para evocarlos, reconocerlos e integrarlos como parte de su historia. Por ello, el estrecho vínculo que existe entre la memoria individual y la colectiva permite que los recuerdos personales se encuentren en los relatos colectivos, actuando como marcos específicos de la memoria articulados con el espacio, el tiempo y el lenguaje que definen las formas de la narración. El barrio Restrepo es el corazón del calzado en Bogotá. Se ubica en la localidad Antonio Nariño y se ha consolidado históricamente como uno de los centros económicos de la ciudad, con un sistema de producción local, a partir de la creación espontánea de pequeños establecimientos de fabricación manual y semiindustrial, como talleres, fábricas y almacenes de comercialización. Con el tiempo, estos lugares y sus dinámicas han configurado una identidad espacial y cultural que se ha transmitido por varias generaciones, ya sea por la referencia comercial, la fabricación local o los oficios asociados al calzado y la marroquinería. Estos establecimientos se dedican no solo a la fabricación de calzado y otros productos elaborados en cuero, sino también a proveer insumos y abastecer a talleres, remontadoras o almacenes de calzado, localizados de forma aislada en barrios aledaños y en otras localidades de la capital. A escala local, los usos de producción y comercio de los establecimientos del barrio se asocian funcionalmente con el uso residencial y de ser18


vicios, lo que determina la vocación e identidad del Restrepo. Por otro lado, a escala de taller, fábrica o almacén, la disposición de las máquinas, el mobiliario, las herramientas y la forma de habitar el espacio por parte de quienes desarrollan los oficios se adaptan y se organizan en torno al proceso productivo y comercial, y establecen una forma de vivir el territorio que genera relaciones físico-espaciales de trabajo propias alrededor del calzado. En esta publicación, (fruto de la investigación desarrollada en el marco de la Beca sobre Comercio Tradicional en Sectores Barriales de Bogotá, del Programa Distrital de Estímulos del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural 2020), la mirada se centra en la producción y el comercio tradicional de calzado en el Restrepo, incluyendo el reconocimiento de los oficios, saberes y procesos manuales que se han transmitido por generaciones a familiares o trabajadores. La localización del barrio comprende un sector que se ha convertido en una referencia comercial y de memoria colectiva para los habitantes de Bogotá. Dado que sobre el barrio Restrepo se han realizado en las últimas décadas investigaciones sociales, económicas y culturales en torno a la economía local que allí se desarrolla, parte de esta información pudo ser recuperada como memoria histórica del lugar. Por este motivo, la revisión de fuentes primarias y secundarias fue indispensable para dar un soporte a la comprensión de la producción y el comercio tradicional del barrio. Para reconocer las dinámicas organizativas familiares asociadas a los talleres de producción y almacenes de comercio tradicional de calzado, participaron con sus testimonios, recorridos y la apertura de sus espacios trece familias (veintisiete personas) y seis trabajadores portadores de saberes de la producción y el comercio de calzado; así mismo, cinco actores sociales, agentes culturales, instituciones y medios locales. Se tuvieron en cuenta las relaciones sociales que se tejen con la definición de patrimonio inmaterial; como producción tradicional y se valoraron la transmisión de los oficios y técnicas dentro del sistema familiar y su impacto en la comercialización como sustento de la economía local. Este rasgo familiar es uno de los factores que han hecho permanecer en el tiempo el arte de la zapatería, desde el cual se generan los atributos de su comercio, como son el calzado personalizado o los almacenes

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que tienen como clientes tradicionales a familias que han acudido por varias generaciones. Recorrimos el barrio para identificar la geografía afectiva que desarrollan los trabajadores, como ambiente que condiciona el pensar, sentir y hacer. Caminar el espacio permitió entrar al barrio y al comercio como formas que se están guardando en la memoria de sus habitantes: Derivar es un valioso método para descubrir, cartografiar o intervenir en la ciudad; pero su representación, su registro, no solo es una herramienta, es también un producto. Para narrar nuestro recorrido mediante “instantes congelados” es necesario tomar consciencia de que caminamos en una sucesión de “momentos presentes”. El trayecto se convierte así en método, herramienta y fin en sí mismo. [1]

Se llevaron a cabo entrevistas a modo de diálogo y recorridos etnográficos como pauta de observación con diferentes actores que permitieron 1 Jennifer de Jesús Villa, “Derivas urbanas y construcción de psicogeografías”, Blogurbs, Estudios Urbanos y Ciencias Sociales, 3 de diciembre, 2013, http://www2.ual. es/RedURBS/BlogURBS/derivas-urbanas-y-construccion-de-psicogeografias/

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establecer el valor del espacio público del barrio, puntos de encuentro, los talleres de producción y los espacios de comercio. Como producto del trabajo etnográfico y resultado de las derivas urbanas, se realizó una cartografía en la que se ubican los talleres de producción visitados, los almacenes tradicionales, lugares representativos y la calle del comercio inicial en el barrio. Se realizaron consultas y recopilación de documentación existente en el Archivo Distrital de Bogotá, el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC), el Archivo General de la Nación, los archivos fotográficos de espacios y la comunidad del barrio, y la Asociación Colombiana de Industriales del Calzado, el Cuero y sus Manufacturas (Acicam), así como de información encontrada en libros, tesis y trabajos de investigación previos. Esta revisión permitió observar algunos cambios que se han presentado en el territorio y en el paisaje urbano en relación con los usos y la forma de ocupación, que se gestan con procesos de autoconstrucción y se articulan con intervenciones urbanas planificadas. A partir de un levantamiento urbano registrado en planimetría, se identificaron los talleres, fábricas, almacenes y locales de insumos de calzado ubicados en 32 manzanas del barrio que conformaron el área de estudio. Esta identificación permitió confirmar que, en primera instancia, la producción y el comercio de calzado, como prácticas culturales y sociales, están ligados al territorio donde se desarrollan. Además, contribuyen a las transformaciones físicas que se pueden observar en algunas tipologías y fachadas, o en las dinámicas de uso que se dan en el barrio y que mantienen el trazado urbano. Se propuso como actividad central la construcción de un álbum de la memoria del barrio Restrepo en formato digital, para lo cual se logró la participación de diferentes actores. También se realizó una propuesta de recorrido virtual y una guía gráfica con un valioso trabajo de ilustración, construidos a partir del trabajo compartido junto a la comunidad. A pesar de que, desde la década de los noventa, los tratados de libre comercio (TLC) en el país aumentaron la importación de calzado de bajo costo y han dificultado la forma de sustento económico de muchas familias y trabajadores que viven de la producción y el comercio local de calzado, las dinámicas del barrio se han convertido en un ejemplo de resistencia, 21


TALLER DE CALZADO HECAR HT, 2020

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adaptándose a nuevos procesos y transformando moldes y diseños según la moda, para continuar vigentes en un mercado competitivo que los pone en riesgo. Por otro lado, la falta de reconocimiento y difusión han afectado el desarrollo de la economía local y su sostenibilidad. La reconstrucción de esta memoria ofrece un sentido y una significación para la ciudad y para los hombres y mujeres que se dedican al trabajo del calzado, especialmente en el barrio Restrepo, y que pueden reconocer en su presente las generaciones anteriores que los llevaron a heredar este oficio.

Estructura En la primera parte del libro, se registra la contextualización social del territorio como parte de una historia urbana, los movimientos migratorios intraurbanos y nacionales que constituyen la población local dedicada a la producción de calzado, así como el desarrollo económico del calzado para la ciudad. En la segunda parte, presentamos el resultado de los ejercicios de recuperación de la memoria colectiva del proceso productivo de elaboración del calzado y el sistema familiar de producción en el que está sustentado. Aquí se encuentra nuestro aporte a la comprensión del patrimonio inmaterial en un contexto urbano. A partir de estos hallazgos, en la tercera parte entramos en la densidad de la trama urbana y desde allí planteamos las dinámicas del patrimonio inmaterial en este contexto. La identificación de estas dinámicas por parte de los productores del calzado constituyen una valoración patrimonial del oficio y los productos que realizan. Enseguida se reflexiona sobre las condiciones actuales de la producción y sus afectaciones. Finalmente, se presenta una recopilación de algunos talleres, fábricas y almacenes que se encuentran en el territorio y que hicieron parte de esta investigación. Así como el arte de la zapatería, hay múltiples memorias materiales e inmateriales en la ciudad. El reconocimiento de estas memorias requiere de la construcción de un vínculo afectivo con nuestra historia individual y colectiva, por lo que esta publicación es una invitación a los/as lectores/ as y a las/los ciudadanas/os en general a autorreconocerse en esta trama y memoria de la vida urbana, para que elaboren sus propias historias 24


que conforman una identidad que nos arraiga al territorio simbólico vivido para imaginar otros futuros. Agradecemos a todas las personas que nos acompañaron en este viaje por las calles, los talleres, fábricas y almacenes, por su amabilidad y el amor que tienen por lo que hacen. El Colectivo Trama & Memoria se ha enriquecido con estas historias. Valoramos el trabajo familiar que sustenta nuestras economías locales, así como los oficios que desempeñan: modelista, cortador/a, guarnecedor/a, solador/a, rematador/a, emplantillador/a. Ofrecemos este trabajo para la valoración individual y colectiva de la memoria y la historia que cada uno representa. El Colectivo Trama & Memoria busca contribuir al reconocimiento y la valoración del patrimonio cultural material e inmaterial de los pueblos, las comunidades y las personas como productores legítimos de conocimiento, fundamentados en su memoria, historia, testimonios y experiencias que los lleven al autorreconocimiento. Nos interesa reflexionar sobre las formas de habitar los territorios y los espacios en relación con las prácticas y manifestaciones humanas; se trata de una apuesta por la construcción de la memoria desde nuevas narraciones inclusivas y diversas para dar lugar a otros mundos/patrimonios posibles.

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El lugar: orígenes y conformación del territorio del calzado

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E

l barrio Carlos E. Restrepo, más conocido como “el Restrepo”, está ubicado en la localidad de Antonio Nariño, en el sur de la ciudad de Bogotá. Por el suroriente limita con el barrio Ciudad Jardín; por el suroccidente, con los barrios Olaya y Centenario; por el noroccidente, con los barrios Santander y La Fragua; y por el norte, con los barrios La Fragüita, Luna Park y San Antonio. Sus límites dentro de la estructura urbana de la ciudad se definen a partir de cuatro ejes principales: en primer lugar, el cuerpo de agua del río Fucha (avenida Fucha), cuyo recorrido establece el borde urbano ambiental por el costado nororiental. Por los siguientes costados, tres ejes de la malla vial arterial dibujan el límite del barrio: hacia el oriente, la avenida Caracas; por el sur, la calle 22 sur o avenida Primero de Mayo; y por el occidente, la carrera 27 o avenida General Santander.

El barrio pertenece a la Unidad de Planeamiento Zonal (UPZ) 38, también llamada Restrepo y conformada por varios barrios [2]. El Restrepo es conocido por la comunidad por dos zonas principales: Restrepo Occidental y Restrepo, a causa de la avenida Mariscal Sucre o carrera 24D, que va en sentido norte-sur atravesando el barrio [3]. Las dinámicas actuales alrededor de la producción y comercio de calzado en el barrio Restrepo han consolidado el territorio urbano de trabajo, de vivienda y de sustento económico para gran parte de la comunidad que lo ha habitado por varias generaciones. Estas experiencias de vida en talleres, fábricas y almacenes contribuyen a la construcción de la memoria colectiva que lo referencia y genera una identidad a nivel espacial y cultural en torno al calzado en el sur de Bogotá.

CARTA MILITAR DE COLOMBIA, 1930 FUENTE: ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN.

2 Alcaldía Mayor de Bogotá, Secretaría Distrital de Planeación, Documento técnico de soporte UPZ 38 (Bogotá: Alcaldía Mayor de Bogotá, 2011), 39, http:// www.sdp.gov.co/sites/default/files/upz_no_38_restrepo.pdf 3 Alcaldía Mayor de Bogotá, II Recuperación social de la memoria local, localidad 15, Antonio Nariño (Bogotá: Alcaldía Mayor de Bogotá, 2009), 79. El área de estudio de esta publicación comprende el eje principal de la calle 17 sur, la iglesia Nuestra Señora de la Valvanera y las manzanas perimetrales al parque de la Valvanera, por ser este el espacio donde históricamente se han concentrado los talleres, fábricas y almacenes de calzado. También, las manzanas hacia la Av. Primero de Mayo, donde se ubican talleres, almacenes de zapatos, de insumos y fábricas de suelas recientes, que permiten entender otras dinámicas urbanas que aportan a mantener la referencia social y cultural del barrio alrededor de la producción y el comercio de calzado.


LOCALIZACIÓN LOCALIDAD ANTONIO NARIÑO EN BOGOTÁ.

TECHOTIVA

PUENTE ARANDA

LOS MÁRTIRES

SANTA FE

ANTONIO NARIÑO

RAFAEL URIBE URIBE

SAN CRISTOBAL

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LOCALIZACIÓN DEL BARRIO RESTREPO EN LA LOCALIDAD EN LOCALIDAD ANTONIO NARIÑO


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CIUDAD JARDÍN SUR

BARRIO RESTREPO. ÁREA DE ESTUDIO * PLANOS ELABORADOS POR EL COLECTIVO TRAMA Y MEMORIA. AMEM 2020 Y SOBRE COBERTURAS DE DATOS ABIERTOS IDECA. 2020

Para hacer referencia a la trayectoria urbana del lugar, que indiscutiblemente está ligada al territorio, pero también al quehacer productivo y familiar, resulta importante hacer alusión a los orígenes del lugar: los terrenos de la hacienda Quiroga, la ocupación espontánea en aproximaciones al río Fucha desde finales de siglo XIX, la disposición de viviendas planificadas para obreros o trabajadores y las relaciones territoriales que, fruto de migraciones y usos diversos en el siglo XX, configuraron la vocación comercial de calzado en el Restrepo, que hoy consideramos significativa.

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El territorio y su ocupación En una llanura con leve pendiente en inmediaciones del recorrido del río Fucha (que nace en el sur de los cerros Orientales de Bogotá), se ubicaban los terrenos que inicialmente delimitaron la hacienda de Juan Francisco de Quiroga, quien, según referencia la escritura de la Notaría Primera de 1736, hipotecó una hacienda de campo en Fucha y años después vendió una finca a los agustinos, quienes a su vez, en 1830, vendieron las haciendas a Alejandro Osorio Uribe, ministro de la Suprema Corte de Justicia del Centro, durante la Independencia. En estos terrenos se originarían, siglos después, varios barrios dentro de los que se encuentra el Restrepo [4]. No nos detendremos en el transcurrir de la hacienda en el siglo XVIII. Sin embargo, a partir de la cartografía realizada por Carrasquilla (1989) en el estudio de quintas y estancias de Santafé y Bogotá, podemos observar su proximidad geográfica con el centro de Bogotá y la importante relación con el suroriente de la ciudad, a través del histórico camino a Tunjuelo y Usme, actual avenida Caracas. Para finales del siglo XIX y a lo largo de las dos primeras décadas del siglo XX, en las inmediaciones del valle del río Fucha, es decir, en terrenos de la hacienda, una buena parte de la clase trabajadora popular de la ciudad se fue asentando de forma espontánea, así como sucedió en otras zonas del territorio capitalino. La conformación de barrios sin servicios de salubridad e higiene básicos [5] , de la mano de los procesos de ocupación y cambio de condiciones de vida que tuvieron que afrontar migrantes provenientes de territorios rurales, conllevaría distintas problemáticas relacionadas con la salud de los habitantes. A causa de esto, en 1918 y durante el gobierno de Marco Fidel Suárez, se emitió la Ley 46 que dictó una medida de salubridad pública, determinó el uso de recursos municipales para viviendas higiénicas de la clase proletaria y reguló las condiciones para el servicio de la vivienda [6].

4 Jaime Celis Arroyave y Jorge Enrique Cortés Navarrete, Historia del barrio Restrepo (Medellín: edición de los autores, 2004), 21. 5 Celis Arroyave y Cortés Navarrete, Historia del barrio Restrepo, 26. 6 Olga Lucía Ceballos y Alberto Saldarriaga, Vivienda social en Colombia, una mirada desde su legislación 1918-2005 (Bogotá: Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 2008), 24-25.

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DETALLE DEL ÁREA DONDE SE DESARROLLARÁ EL BARRIO RESTREPO, SOBRE CROQUIS DE LA CIUDAD DE SANTA FÉ DE BOGOTÁ Y SUS INMEDIACIONES, 1797. SERVICIO GEOGRÁFICO DEL EJÉRCITO


JUAN CARRASQUILLA, MAPA TENENCIA DE TIERRAS SANTAFÉ DE BOGOTÁ Y ALEDAÑOS, 1550 A 1600 (FUNDACIÓN PARA LA PROMOCIÓN DE LA INVESTIGACIÓN Y LA TECNOLOGÍA, CENTRO DE INVESTIGACIONES Y EDUCACIÓN POPULAR, 1978-1979) FUENTE: BIBLIOTECA LUIS ÁNGEL ARANGO, BANCO DE LA REPÚBLICA, N.O TOPOGRÁFICO PH0083

JUAN CARRASQUILLA, DETALLE DEL MAPA TENENCIAS DE TIERRA SANTAFÉ DE BOGOTÁ Y ALEDAÑOS, 1750-1800 (FUNDACIÓN PARA LA PROMOCIÓN DE LA INVESTIGACIÓN Y LA TECNOLOGÍA, CENTRO DE INVESTIGACIONES Y EDUCACIÓN POPULAR, 1978-1979) FUENTE: BIBLIOTECA LUIS ÁNGEL ARANGO, BANCO DE LA REPÚBLICA, N.O TOPOGRÁFICO PH0079,

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La ocupación inicial en el barrio Restrepo se dio por autoconstrucción. Al estar geográficamente cerca al centro de la ciudad y caracterizarse por edificaciones sin condiciones adecuadas para un habitar salubre, el lugar se convirtió en un punto de interés para el desarrollo urbano planificado que surgió bajo los discursos higienistas de la época. Como se observa en el plano de 1923, en uno de los bordes sobre el río Fucha se encuentra proyectado el lago Luna Park. Una de las prácticas previas para llevar a cabo estos planteamientos en la capital fue la conformación de empresas urbanizadoras que tenían dentro de sus objetivos la compra de predios, la venta y e l arrendamiento de bienes muebles e inmuebles para la urbanización, y el ensanche y desarrollo de Bogotá o de otras ciudades. Fue así como en 1919 surgió la “Compañía Urbanizadora, comercial y anónima”, según consta en la “escritura pública número 1941 del 29 de agosto de ese año de la notaría primera” [7], que posteriormente daría paso a la transformación y conformación del barrio Restrepo. En 1928 el gerente de La compañía urbanizadora Gabriel Durana Camacho compró al señor Andrés Vargas Vergara, según escritura 3410 de octubre 9 de ese año, un lote de cuatro porciones, que pertenecía a la hacienda la Quiroga. El área era equivalente a 108 fanegadas y el valor fue de 199.800 pesos. […] En parte de esta área se inició en 1930 la urbanización y construcción oficial del barrio, lugar que se caracterizaba por la presencia de humedales, algunas casuchas en tapia y teja de barro. [8]

Mientras sucedían los procesos formales de compra y venta de terreno por parte de La Urbanizadora, el barrio se fue poblando con casa-lotes de latas y piso de tierra construidas por migrantes de origen campesino —especialmente cundiboyacense—, que llegaron aproximadamente en la década de los treinta. Como ya se mencionó, el lugar no contaba con servicios y vías adecuadas, sin embargo, y como relatan Jaime Arroyave y Jorge Cortés en su historia del Restrepo, cada habitante fue aportando a la configuración del barrio con sus viviendas y pequeños locales comercia7 Celis Arroyave y Cortés Navarrete, Historia del barrio Restrepo, 29. 8 Jadapi y Kike [seudónimos de Jaime Celis Arroyave y Jorge Enrique Cortés Navarrete], “Historia del Barrio Restrepo. Concurso de Historias de Barrios y Veredas de Santafé de Bogotá”, Bogotá, 1997, 32. Disponible para consulta en la Biblioteca Luis Ángel Arango.

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PLANO DEL ESTADO DE LA CIUDAD EN ENERO DE 1923. ELABORADO POR MANUEL RINCÓN. FUENTE: COLECCIÓN MUSEO DE BOGOTÁ.


DETALLE DEL ÁREA CORRESPONDIENTE AL BARRIO RESTREPO


PUBLICIDAD DE LA COMPAÑÍA URBANIZADORA. SE RESALTA LA ZONA RELACIONADA CON EL QUIROGA. FUENTE: PERIÓDICO EL TIEMPO, 1 DE ENERO DE 1929.

FRAGMENTO DE COPIA DE ACTA 314 COMPAÑÍA URBANIZADORA 9 DE OCTUBRE DE 1928 FUENTE: ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN DE COLOMBIA


les, como tiendas, droguerías, misceláneas y zapaterías de remendones [9]. Arroyave y Cortés señalan que las primeras viviendas se implantaron entre “las Carreras 17 y 21 y las Calles 17 y 18. Entre las Carreras 17 y 19 y las Calles 16 y 17; entre las Carreras 13 (Caracas) y 18 y las Calles 14 y 16; y las ubicadas entre las Carreras 24 y 26 y las Calles 19 y 22” [10]. Las características formales de las casas respondían, en un inicio, a las necesidades de quienes las habitaban. En planta, una de las características principales de esta tipología era la distribución espacial a partir de un zaguán con habitaciones en torno a un patio. La fachada en ladrillo a la vista o pañetada se trabajó en varias de las casas bajo tres principios de diseño clásico: NIÑO EN CALLE DE BARRIO RESTREPO CON primero, un zócalo diferenciado por el material, la VIVIENDA DE FONDO. SIN FECHA. FUENTE: JUNTA DE ACCIÓN COMUNAL BARRIO pintura, las formas geométricas y una cenefa horiRESTREPO zontal en ladrillo que marcaba una diferencia con la parte intermedia. Segundo, un cuerpo donde se disponían las ventanas y la puerta de acceso; esta zona continuaba hasta otra cenefa sobresaliente en ladrillo. Tercero, el remate superior que podía tener ornamentos sencillos con figuras geométricas y, en algunos casos, nichos para la Virgen [11]. La Compañía Urbanizadora en 1929 publicó en el periódico El Tiempo los sitios donde realizarían urbanizaciones en Bogotá. Se indica que en el sitio conocido como Quiroga se abriría una urbanización para obreros [12]; en el plano indicativo se evidencia una sola área con un trazado rectangular [13].

9 Celis Arroyave y Cortés Navarrete, Historia del barrio Restrepo, 32. 10 Celis Arroyave y Cortés Navarrete, Historia del barrio Restrepo, 39. 11 Celis Arroyave y Cortés Navarrete, Historia del barrio Restrepo, 41. 12 “Compañía Urbanizadora – Sociedad Anónima fundada en 1919”, El Tiempo, 1.º de enero, 1929, 22. 13 Véase en la imagen de la página anterior del periódico El Tiempo del 1.º de enero de 1929 la publicidad de la Compañía Urbanizadora en la que se indica el fragmento relacionado con el Quiroga.

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Planteamiento urbano: la década de los treinta Aunque en la cartografía de 1930 la referencia seguía siendo “Quiroga”, fue en esta década cuando el Concejo Municipal dio nombre al barrio en homenaje a Carlos Eugenio Restrepo [14], quien fue dirigente de la Unión Republicana y presidente de Colombia durante el periodo de 1910 a 1914 [15]. En 1932, durante el gobierno del presidente Enrique Olaya Herrera, surgió el Banco Central Hipotecario (BCH), una institución que implementó el sistema de financiación de vivienda para obreros y empleados, a partir de créditos hipotecarios y cédulas de capitalización [16]. Esto se realizó en el marco del discurso político que buscaba dar solución al problema social estructural relacionado con la sanidad pública de las ciudades, a través de la construcción de viviendas higiénicas y económicas que ya se venía planteando desde gobiernos anteriores. La fase “higienista” fue una propuesta para la mejora de las condiciones de vida de la gente, y a la vez una oportunidad para fortalecer el desarrollo de compañías o corporaciones que ofrecían los créditos de vivienda [17]. Sobre la Compañía Urbanizadora, es importante señalar que en 1934 se convirtió en La Urbana [18]. Un suceso relevante de la época fue que durante el gobierno de Alfonso López Pumarejo se promulgó la Ley 170 de 1936, por la cual se fomentó la construcción de casas y granjas familiares para empleados y obreros [19], y se otorgaron atribuciones especiales al BCH para adelantar programas de urbanización y construcción. Esta ley influyó en la conso14 Luis Carlos Colón Llamas y Germán Mejía Pavony, Atlas histórico de barrios de Bogotá, 1884-1954 (Bogotá: Universidad Nacional de Colombia; Alcaldía Mayor de Bogotá, 2019), 58. 15 Archivo de la Presidencia de la República de Colombia, 2002-2010, http://historico. presidencia.gov.co/asiescolombia/presidentes/42.htm 16 Ana Patricia Montoya, Los conjuntos de vivienda del Banco Central Hipotecario (Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2019), s. p. Consultado en http://agenciadenoticias.unal.edu.co/enlosmedios. html?tx_unalreportesmedios_enlosmedios%5Bnoticia%5D=102276&tx_ unalreportesmedios_enlosmedios%5Baction%5D=show&tx_unalreportesmedios_ enlosmedios%5Bcontroller%5D=Noticias&cHash=f94915ef60adaf7e88d3b9c8e7f0117e 17 Ceballos y Saldarriaga, Vivienda social en Colombia, 30. 18 Celis Arroyave y Cortés Navarrete, Historia del barrio Restrepo, 31. 19 Ceballos y Saldarriaga, Vivienda social en Colombia, 35.

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MAPA 1930, CARTA MILITAR DE COLOMBIA EN DONDE SE OBSERVA EL ÁREA CORRESPONDIENTE AL BARRIO RESTREPO. FUENTE: ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN


PLANO DE URBANIZACIÓN DEL BARRIO RESTREPO A PARTIR DEL DESENGLOBE DE LA HACIENDA QUIROGA. LAS ZONAS SOMBREADAS SERÍAN LAS PRIMERAS EN DESARROLLARSE. AÑO DESCONOCIDO. TOMADO DE: PULGARÍN, YARLEYS (2009). VIVIENDA ESTATAL OBRERA DE LOS AÑOS 30 EN BOGOTÁ, CASOS DE LOS BARRIOS RESTREPO Y CENTENARIO. PÁGINA 121

lidación del barrio Restrepo, a través del planteamiento urbano y la construcción de vivienda obrera y para trabajadores, en una época de transformaciones que impulsó nuevas obras en la ciudad para responder al crecimiento espontáneo que se venía dando [20], debido en parte a las migraciones provenientes desde territorios rurales que huían de la violencia. Este periodo, conocido como “la transición entre la arquitectura republicana y la arquitectura moderna” [21], marcó una ruptura, tanto en la forma de diseñar arquitectura como en los planteamientos urbanos, y posicionaría a la vivienda como tema central de arquitectos y funcionarios del sector público, tal y como fue el caso del urbanista austriaco Karl Brunner.

20 Tania Maya, “Karl Brunner (1887-1960) o el urbanismo como ciencia del detalle”, Revista Bitácora Urbano Territorial 1, n.o 8, https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=74800810 21 Silvia Arango, Historia de la arquitectura en Colombia (Bogotá: Universidad Nacional de Colombia 1989), 249.

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En 1933 se creó el Departamento de Urbanismo [22] y ese mismo año se contrató a Brunner como director [23]. Desde este cargo, el urbanista de origen austriaco propuso planes reguladores que intentaban responder al contexto histórico y a las condiciones políticas, económicas y culturales de la ciudad. Algunas de las directrices más significativas para Bogotá se refieren a la articulación de los sectores existentes con intervenciones modernas a través del trazado urbano, zonificación según el tipo de actividades, diseño de redes de transporte y de servicios de infraestructura, fomento de la construcción de viviendas baratas y la conformación de barrios obreros y para trabajadores, con algunas ideas que retomaban el concepto de ciudad jardín [24]. A nivel urbano, los planteamientos de este periodo se articulaban con “un desarrollo gradual de una red vial de gran escala, una parte de ella construida sobre sectores existentes, otra parte construida en terrenos periféricos” [25]. De acuerdo con diferentes cartografías de esta década, se puede observar que la propuesta planteada para El Restrepo, respondía a una retícula ortogonal. Sin embargo, el planteamiento urbano que finalmente se dispuso generó un trazado con una composición geométrica a partir de diagonales abiertas, en sistemas de calles que remataban en el parque. Es posible que estos cambios se hayan generado porque en 1934 se estableció que los barrios que tuvieran proyectos de urbanización en proceso debían seguir los criterios establecidos por el Departamento de Urbanismo, situación que aplicó para el barrio Restrepo [26]. Bajo la dirección de Brunner había un equipo de trabajo técnico y profesional dedicado a los planteamientos urbanos de la ciudad. Diego Arango López señala que, para el año 1935, dentro de los miembros del Departamento de Urbanismo que participaban se encontraban el dibujante Gabriel Rueda y los jefes de sección de urbanizaciones Joaquín Martínez 22 Diego Arango López, “Historia de una configuración profesional de urbanismo. Karl Brunner en Bogotá, 1933-1940”, Cuadernos de Vivienda y Urbanismo 11, n.o 22 (2018): 3, https://revistas.javeriana.edu.co/index.php/cvyu/article/view/22107 23 Colón y Mejía, Atlas histórico de barrios de Bogotá, 40. 24 Maya, “Karl Brunner”. 25 Alberto Saldarriaga, Bogotá siglo XX. Urbanismo, arquitectura y vida urbana (Bogotá: Alcaldía Mayor de Bogotá / Departamento Administrativo de Planeación Distrital, 2006), 146. 26 Colón y Mejía, Atlas histórico de barrios de Bogotá, 40.

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DETALLE DEL FRAGMENTO DE ÁREA CORRESPONDIENTE AL BARRIO RESTREPO. MAPA DE BOGOTÁ 1936. AUTOR: JULIO C. VERGARA Y VERGARA. REGISTRO MUNICIPAL, TOMO VII, 1936 FUENTE: REGISTRO MUNICIPAL, TOMO VII, 1936



PROYECTO DE LOTEO URBANIZACIÓN CARLOS E. RESTREPO. 1937 FUENTE: ARCHIVO DE BOGOTÁ

y José Gregorio Olarte, quienes, entre otros, aparecen como firmantes en planos de cesión y proyecto de loteo de algunos sectores para la urbanización Carlos E. Restrepo en 1937 [27]. Como se observa en el plano para la Urbanización Carlos E. Restrepo de 1937, se dibujan dos de las calles diagonales y se esboza una tercera, de acuerdo con las consideraciones que proyecta el ingeniero del Departamento Municipal de Urbanismo José Gregorio Olarte y que coincide con algunas definiciones planteadas por Karl Brunner en el Manual de urbanismo: Así como en todos los problemas esencialmente urbanísticos no solo hay que considerar esta incorporación bajo el punto de vista planimétrico, lineal, sino debe primar ante todo consideraciones 27 Arango López, “Historia de una configuración profesional de urbanismo”, 4-5, tabla 1 “Miembros del Departamento de Urbanismo”.

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de planeamiento urbano (del sector afectado), de economía, de arquitectura y de vialidad. Hay que tener en cuenta que una arteria diagonal modifica sustancialmente el tránsito existente; la diagonal bien trazada atrae el tránsito, y las calles por ella cortadas las divide en dos partes, no solo en sentido geométrico, sino también de su carácter funcional. Por esta razón, no es necesario conservar la continuidad rectilínea de todas las calles atravesadas. En el sistema vial rectangular siempre hay calles demasiado largas, tanto en vista de la variada destinación de los sectores transcurridos, como en la relación a su ancho, de modo que la interrupción de tales calles resulta conveniente en la mayoría de los casos. [28]

Para la composición del trazado a partir de una geometría basada en diagonales, se definieron varios esquemas posibles que respondían a soluciones para la funcionalidad vial [29]. Algunas de estas pueden leerse actualmente en el trazado del barrio Restrepo, específicamente en las

28 Karl Brunner, Manual de urbanismo, t. 2 (Bogotá: Alcaldía Mayor de Bogotá, Secretaría General, Ediciones del Concejo de Bogotá [1939-1940] 2015), 353-354. 29 Los cinco esquemas posibles planteados por Brunner eran: “1. Cuando la diagonal no toca las intersecciones mismas de las calles, sino que pasa en medio de los frentes de manzanas, puede reformarse la desembocadura de las calles, de tal manera que estas lleguen en ángulo recto a la avenida diagonal. 2. Cuando el eje de la vía diagonal pasa por las mismas intersecciones de las calles, estas pueden eliminarse comunicando los cruces de calles más próximos, por medio de calles perpendiculares a la dirección de la vía diagonal. 3. En cambio, si se prefiere conservar el trazado de las calles cortadas, en el que en las nuevas intersecciones irradian seis vías, se trata de mejorar la conformación de los bloques mediante una disposición arquitectónica, cubriendo algunas de las calles con pórticos, y de ampliar el espacio disponible para la circulación, formando una plazoleta y estableciendo en ella un tránsito giratorio. 4. Otras soluciones más individuales se presentan en que la diagonal toque el cruce de calles por un solo costado (que su eje pase por una esquina de las manzanas afectadas). También en el caso puede desviarse los empalmes de las calles de tal manera que resulten perpendiculares a la diagonal. 5. Cuando una arteria diagonal llega hasta la intersección rectangular de 2 calles, no conviene que su eje coincida con la intersección de los ejes de dichas calles; al distanciarla del cruce, se aumenta la superficie disponible para el desarrollo de la circulación, en tanto que la confluencia de los tres ejes en un solo punto ocasiona una congestión fácilmente regularizable. Si se abre una vía diagonal de gran capacidad debe solucionarse convenientemente la transición de la circulación en los extremos, es decir, en los puntos de contacto de la nueva arteria con la red de calles existente; en estos puntos se impone una ampliación de las vías o plazas de acceso para la fácil distribución del tránsito”. Brunner, Manual de urbanismo, t. 2, 263.

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ESQUEMA DE INTERSECCIONES EN TRAZADOS CON CALLES DIAGONALES FUENTE: BRUNNER, KARL (1940) MANUAL DE URBANISMO. EDICIONES DEL CONCEJO DE BOGOTÁ, IMPRENTA MUNICIPAL

calles y manzanas que se radian desde el parque de la Valvanera, justamente donde se concentran los talleres y fábricas de calzado. La concepción y el planeamiento de la ciudad hicieron parte de una ideología arquitectónica que dio lugar a la conformación de tipologías de vivienda como las casas de obreros y de trabajadores [30]. Pulgarín, en su tesis “Vivienda estatal obrera de los años 30 en Bogotá. Casos de los barrios Restrepo y Centenario”, explica cómo, en el barrio Restrepo, la conformación del proyecto se estableció a través de un proceso de urbanización mixto, que incluyó la intervención del Departamento de Urbanismo, bajo la dirección de Karl Brunner, como se mencionó [31]. Las propuestas consistieron, primero, en el proyecto de loteo para el área comprendida entre la avenida 13 sur, la calle 17 sur y la carrera 18 (área 1 rosada en el plano que se muestra a continuación); segundo, en el trazado del área entre la actual avenida Caracas y la carrera 19 entre calles 17 sur y 22 sur (área 2 rosada en el plano); tercero, el diseño realizado por Brunner en el sector comprendido entre las calles 18 y 22 sur entre carreras 19 y 23 (área 3 azul en plano) [32]. También indica el diseño del proyecto 30 Arango, Historia de la arquitectura en Colombia, 281. 31 Yarleys Pulgarín, “Vivienda estatal obrera de los años 30 en Bogotá. Casos de los barrios Restrepo y Centenario” (tesis de Maestría en Patrimonio Cultural y Territorio, Facultad de Arquitectura y Diseño, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá), 20. 32 Sobre esta área, en el libro II Recuperación social de la memoria local, localidad 15, Antonio Nariño, (Bogotá: Alcaldía Mayor de Bogotá, 2009), se menciona que hizo parte del barrio Centenario Norte.

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PLANO DE LOCALIZACIÓN DE LAS INTERVENCIONES REALIZADAS POR EL DEPARTAMENTO DE URBANISMO Y KARL BRUNNER SOBRE EL TRAZADO DEL BARRIO RESTREPO. FUENTE: YARLEYS PULGARÍN, “VIVIENDA ESTATAL OBRERA DE LOS AÑOS 30 EN BOGOTÁ. CASOS DE LOS BARRIOS RESTREPO Y CENTENARIO” (TESIS DE MAESTRÍA EN PATRIMONIO CULTURAL Y TERRITORIO, FACULTAD DE ARQUITECTURA Y DISEÑO, PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA, BOGOTÁ), 114.

de urbanización del barrio Centenario [33]. Además, destaca cómo desde sus inicios el barrio fue un lugar en donde se mezcló una gran variedad de grupos sociales, en el cual el grupo obrero estaba concentrado en las 26 casas construidas en 1936 por la Compañía Urbanizadora La Urbana y financiadas por el BCH. Es e sta la primera intervención de una entidad con injerencia nacional en el tema de las soluciones de vivienda y que marca una diferencia importante si se compara con el caso del barrio Centenario, construido por una entidad de orden municipal (el Departamento de Urbanismo de Bogotá). [34]

En cuanto al planteamiento de viviendas populares para empleados, Brunner también manifestó su postura y resaltó, entre otras, dos consideraciones. Por un lado, en términos sociales, señaló la necesidad de entender el contexto político y económico que incide en el cambio de trabajo y de clase social de habitantes empleados y de clase media. [35] Y, por otro, en términos técnicos, expresó la importancia de las dimensiones de las manzanas y lotes para cumplir con los requerimientos de higiene y como33 Pulgarín, “Vivienda estatal obrera”, 115. 34 Pulgarín, “Vivienda estatal obrera”, 130. 35 Karl Brunner, Manual de urbanismo, t. I (Bogotá: Ediciones del Concejo de Bogotá, 1939), 131.

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PLANO DE PROYECTO DE URBANIZACIÓN CARLOS E. RESTREPO, 1937. FUENTE: ARCHIVO DE BOGOTÁ

didad de cada construcción, de modo que ofreciera condiciones óptimas y habitables. Según Arroyave y Cortés, en 1938, la ocupación del barrio Restrepo se extendía con construcciones ubicadas en: ▶ La c arrera 19 entre calles 15 y 18. ▶ El sector de los tranviarios, en la c arrera 22 entre calles 15 y 17. ▶ La zona denominada Antonio Galán, Gustavitas o Fiscalías, en las carreras 21A y 20, y la calle 19 y la avenida 19. ▶ El triángulo ubicado entre la carrera 19, la a venida 19 y la Av. Primero de Mayo. ▶ El sector correspondiente a las a venidas 12 y 13 sur.

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▶ Las c arreras 22 y 23, construidas por el Banco Colombia y la empresa de gaseosas Colombiana para sus empleados [36]. Como se observa en la aerofotografía de 1938, el CED Centenario para este año ya se había construido. Inicialmente funcionó como Sala Cuna y Centro de Salud No. 1 del Centenario y luego cambió su uso a Centro Educativo Distrital Centenario [37]. En uno de los artículos publicado en la página de la revista Proa se referencia como una de las escuelas que hizo parte de la obra del arquitecto Carlos Martínez [38]. Por otro lado, Arroyave y Cortés resaltan la importancia de la religión católica para los habitantes del Restrepo, ya que establecieron la misa de domingo, las procesiones en Semana Santa y otras manifestaciones religiosas que impulsaron la construcción de la iglesia de la Valvanera. En las fotografías que se conservan en el archivo de la casa parroquial de la iglesia y siguiendo las descripciones que las acompañan, se puede identificar cómo la organización de vecinos tuvo un rol fundamental en la gestión y construcción de la iglesia, la cual fue erigida como parroquia en 1942. El lote para su construcción fue cedido por La Urbana y hubo una gran contribución por parte del padre español Arturo María Domínguez, capuchino terciario, quien incidió para que esta se consagrara a la Virgen de la Valvanera. La iglesia fue diseñada por los arquitectos Gaetano di Terlizzi y Gabriel Méndez, el constructor fue Manuel Rojas y el pintor, Plácido Guavita. Según Arroyave y Cortés, además de la gestión de los habitantes del barrio a través de la realización de bazares, Lorenza Villegas, esposa del presidente Eduardo Santos, hizo aportes para la obra [39].

36 Celis Arroyave y Cortés Navarrete, Historia del barrio Restrepo, 39-40. 37 Alcaldía Mayor de Bogotá, II Recuperación social, 95. 38 “C.E.D. El Centenario”, Proa, 20 de enero, 2017, https://proaarquitectura.co/c-e-d-elcentenario/ 39 Celis Arroyave y Cortés Navarrete, Historia del barrio Restrepo, 48-49.

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AVENIDA 13 SUR, BARRIO RESTREPO, FAMILIAS Y VIVIENDAS OBRERAS AL FONDO. S.F. FUENTE: ARCHIVO JUNTA DE ACCIÓN COMUNAL BARRIO CARLOS E. RESTREPO.

CASAS PARA EMPLEADOS EN EL BARRIO RESTREPO EN BOGOTÁ. FUENTE: BRUNNER, KARL (1940) MANUAL DE URBANISMO


AEROFOTOGRAFÍA 1938. FUENTE: IGAC

SALA CUNA Y CENTRO DE SALUD NO.1 - CED CENTENARIO. S.F. FUENTE: JUNTA DE ACCION COMUNAL BARRIO RESTREPO


PRIMERA PIEDRA. AUTORÍA DESCONOCIDA 1935 FUENTE: ARCHIVO IGLESIA NUESTRA SEÑORA DE LA VALVANERA

PRIMERA REUNIÓN DE VECINOS. AUTORÍA DESCONOCIDA 1935. FUENTE: ARCHIVO IGLESIA NUESTRA SEÑORA DE LA VALVANERA

CONSTRUCCIÓN IGLESIA DE LA VALVANERA. AUTORÍA DESCONOCIDA 1940 FUENTE: ARCHIVO IGLESIA NUESTRA SEÑORA DE LA VALVANERA


Migraciones en la construcción del territorio del calzado: 1950 Un hecho social y político que caracteriza a Bogotá es la diversidad cultural producto de la migración de personas provenientes de diferentes regiones del país. De acuerdo con las entrevistas realizadas, las migraciones individuales y de familias, en varios momentos del siglo, desde municipios de Cundinamarca y los departamentos de Boyacá, Quindío, Santander, Cauca, Caldas y Tolima, han configurado una de las características de este territorio. Mujeres y hombres con nuevos sueños se aventuraron a llegar a la capital en busca de trabajo y ejercieron como oficio el arte de la zapatería. Como consecuencia de los sucesos del 9 de abril de 1948, el proceso migratorio a Bogotá incrementó la población proveniente de distintas regiones del país que se desplazó por factores sociales, económicos y políticos. Puede verse el aumento en la comparación de las estadísticas de los censos realizados en 1938 y 1950 [40]. Según el informe del Censo de Población de Colombia de 1951, para 1938 en Bogotá la población era de 330.312 habitantes [41] y para 1950 era de 620.340 [42]. Este aumento de casi el 50 % evidencia el crecimiento demográfico. Algunas personas se ubicaron en barrios como Las Cruces, por su inmediatez al centro, y otros se desplazaron al sur de la ciudad en barrios como el Restrepo y alrededores. Este fenómeno fomentó la aparición de nuevas urbanizadoras y urbanizaciones obreras en el sur de la ciudad [43]. Años antes de este acontecimiento histórico, “a través de discursos médicos y sanitarios que vinculan la higiene con la civilización y el progre40 Victoria Estrada Orrego señala que en Colombia durante la primera mitad del siglo XX se realizaron censos en 1905, 1912, 1918, 1928, 1938 y 1950. Aun cuando estaba programado un censo para 1948, se cambió para responder a la sugerencia internacional, que estipulaba realizar los censos en los años terminados en 0. Victoria Estrada Orrego, “¿Cuántos somos? Una historia de los censos civiles y de la organización estadística en Colombia en la primera mitad del siglo XX”, Historia Crítica 64 (2016): 157, http://www. scielo.org.co/pdf/rhc/n64/0121-1617-rhc-64-00141.pdf 41 DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística), Censo de Población de Colombia 1951, Resumen (Bogotá: DANE, 19519, 13, http://biblioteca.dane.gov.co/media/ libros/LD_771_1951.PDF 42 Moisés Cetre Castillo, “Bogotá en los años 50: el abc de sus indicadores”, Revista Republicana 10 (enero-junio 2011), 171, http://revista.urepublicana.edu.co/wp-content/ uploads/2012/07/Bogota-en-los-a%C3%B1os-50-El-ABC-de-sus-indicadores.pdf 43 Celis Arroyave y Cortés Navarrete, Historia del barrio Restrepo, 26.

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ESQUEMA DE TERRITORIOS DE DONDE PROVIENEN ALGUNAS/OS TRABAJADORES DE CALZADO FUENTE: COLECTIVO TRAMA Y MEMORIA 2021

so” [44], se establecieron normas higiénicas para formar al ciudadano e intentar controlar las enfermedades [45]. Estas medidas impusieron hábitos de aseo personal que incluyeron el uso de calzado. En Bogotá, calzar los pies no respondía a una práctica cotidiana en la sociedad, hasta cuando comenzó a ser una exigencia social para poder asistir a colegios, iglesias y establecimientos especiales [46]. De hecho, durante el periodo de la alcaldía de Jorge Eliécer Gaitán (junio de 1936-febrero de 44 Miguel Antonio Suárez Araméndiz y Edwin Andrés Monsalvo Mendoza, “La higiene y el progreso. La institucionalización de la burocracia sanitaria en Manizales. 1920-1940”, Anuario de Historia Regional y de las Fronteras 18, n.o 1 (2013), 103, https://www.redalyc. org/articulo.oa?id=407539693006 45 Suárez y Monsalvo, “La higiene y el progreso”, 101-102. 46 Andrés Sarmiento, “Origen y transformación industrial del calzado en el barrio Restrepo” (tesis de grado, Universidad Pedagógica Nacional, Bogotá, 2017), 40.

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1937), se decretó el uso obligatorio de calzado [47]. Se fomentó indirectamente “la producción fabril de artículos para el aseo y vestuario, el calzado y las botas reemplazaron el pie descalzo o las alpargatas” [48]; por ello, los zapatos pasaron a ser un bien de consumo básico y de primera necesidad. La demanda no solo despertó la industria local para la producción artesanal y la comercialización de calzado en Bogotá, sino que también reguló los modos de vida en una ciudad que estaba en transformación. Si bien los inicios del oficio de la zapatería en Bogotá se han referido al barrio Chapinero [49], específicamente para el caso del barrio Restrepo, además de la llegada de población rural que provenía principalmente de Boyacá y Cundinamarca a habitar esta zona, se tejió una importante relación de migración e intercambio de conocimientos con los habitantes trabajadores de la zapatería provenientes del barrio Las Cruces, en el centro de la capital: Siguiendo las pisadas de Las Cruces se forjó el patrimonio del calzado en el Restrepo. Allí en esta ciudad que era de barro, de necesidad y de puertas abiertas, por esta época se establecieron muchos artesanos y pequeños talleres de zapatería. En Las Cruces los arriendos eran un poco más caros porque era un barrio donde paraban flotas de Los Llanos y había mucha migración, era apetecido por la cercanía al Centro y donde había trabajo, aunque fuera de ayudante de calzado, en la cafetería de la esquina o en la plaza de mercado. Hacia el norte, el occidente o en cercanías del Centro de Bogotá eran más costosos los arriendos y si se tenían pocos recursos se tenía que vivir lejos del Centro, ya que era el núcleo del comercio de Bogotá y donde estaba el sitio de mayor aglutinamiento de almacenes de calzado. 47 Nicolás Pernett, “La alcaldía de Jorge Eliécer Gaitán”, El Espectador, 13 de diciembre, 2013, https://blogs.elespectador.com/cultura/el- magazin/la-alcaldia-de-jorge-eliecergaitan 48 Salomón Kalmanovitz, ed., Breve historia económica de Colombia (Bogotá: Universidad Jorge Tadeo Lozano, 2015), 214, https://www.utadeo.edu.co/files/node/publication/field_ attached_file/pdf-_breve_historia_economica_de_colombia_ultimo_-_24-11-15.pdf 49 “La bella historia del origen de la palabra Chapinero”, Conexión Capital, 2019, https:// conexioncapital.co/donde-surgio-nombre-chapinero/

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De estas limitantes una oportunidad óptima o de las menos malas, para los que no les alcanzaba para vivir en Las Cruces o querían salir de los inquilinatos, era el Restrepo, pues quedaba prácticamente fácil para los zapateros. Justiniano Espinel contaba que después del Bogotazo, el nueve de abril, día de la muerte de Jorge Eliecer Gaitán, trabajaba en un taller de calzado en Las Cruces, había llegado de Boyacá a un inquilinato en la Calle Tercera y encontró trabajo en un taller de la Calle del Diablo que era donde había más talleres de calzado. Desde antes de los años 60 hasta los 80, en el barrio Las Cruces había venta de insumos de calzado en los almacenes como el de Uribe, los Policías, Cotrino, Arparza y cuatro almacenes más de insumos por la Carrera 7 desde la calle Primera frente a la iglesia, hasta la calle Tercera, a una cuadra y media de la cuarta estación de policía. Otra zona cercana de insumos donde se aprovisionaban los de Las Cruces era la del Centro por la Calle 14, entre las Carreras 10 y 11, y por la Carrera 11. En Las Cruces había servicio de desbaste y punteadora por la Calle 2a entre Carreras 5 y 4; ya había satélites de guarnición por el borde de la plaza de mercado, en la Carrera 7 entre 1 y 3, por la Carrera 4 en la Calle del Diablo y en el barrio Girardot. No había servicio de troqueladora, ni de cambreadora. Denotaba la presencia de mucho taller y demanda de trabajo manual, hasta para de ayudante del solador, del guarnecedor, ayudante general del taller, el que traía los mandados del almacén, trazaba los materiales, repartía las tareas, llevaba a la mackey, traía los desbastados, llenaba de periódico los zapatos que iban ser llevados fuera de Bogotá, generalmente en bus. [50]

Varias de las familias que hoy trabajan en el Restrepo, vivieron inicialmente en el barrio Las Cruces. Incluso, todavía hay trabajadores que viven en esta zona de la ciudad y se desplazan diariamente al Restrepo para trabajar. En las historias sobre el barrio Las Cruces, no se encuentran muchas 50 Germán Espinel Bernal, “El calzado desde la distancia” (Bogotá, 2020), 1-2. Inédito.

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referencias a este oficio y no es extraño cuando predomina una mirada del patrimonio en relación con lo arquitectónico y no tanto con las historias de las gentes que lo habitaron; es por esto que queremos resaltarlo como un lugar que se visibiliza desde la memoria de las/os zapateras/ros que viven actualmente en el Restrepo. Las Cruces fue, según varias personas entrevistadas, “un barrio de zapateros”. Allí llegaron familias de diferentes regiones del país y luego se convirtió en el barrio de donde migraron zapateras/os hacia otros barrios como el Restrepo. En este último se empezó a organizar este proceso productivo de calzado y de insumos entre los años cincuenta y setenta del siglo XX. Alfredo Espinel, de 64 años, narra que su padre, Justiniano Espinel López, llegó de Tunja a Bogotá en 1948, cuando tenía 22 años, y empezó a trabajar en los talleres de calzado que estaban en el barrio Las Cruces. Allí, sus padres iniciaron su familia: Mi mamá era modista y guarnecedora. […] Mi papá comenzó a montar su negocio, ya después de ser zapatero empleado. Él decía que le decían Tacón Sencillo, porque le rendía mucho, era, pues, muy avanzado. Era bien bajito, él tenía como 1,57 de estatura. Vivieron en una casa en la carrera 4.ª con calle 2.ª […] Mi padre ahí tenía un buen taller de calzado para la época, tenía operarios, guarnecedores. […] Las Cruces en la parte de calzado, había mucha zapatería, muchísima, eso casi que en cada casa había una zapatería. Al lado de nosotros quedaba La Punteadora, por ejemplo, y en esa cuadra había, no sé, cuatro, cinco zapaterías. […] Del año 1966 a 1979 son como trece años más o menos, fue una etapa bien importante en barrio Las Cruces. Había mucha producción de calzado. Una parte era en Las Cruces, otra parte era en el Restrepo, pero primero fue en Las Cruces. Después, algunos de Las Cruces se fueron yendo al Restrepo y se formalizó el Restrepo […] llegaron con nuevos impulsos y trataron de organizar la economía del calzado de una manera más industrial, en cambio los de Las Cruces se quedaron con lo más artesanal. En el Restrepo ya empezó a manejarse maquinaria como las plantilladoras, troqueladoras, todo empezó [a] hacerse a manera industrial y se empezó hasta [a] exportar. […] En Las Cruces 57


había mucho trabajo a nivel de producción de calzado y de pequeñas fábricas, casi artesanal; cuando el Restrepo apareció, ya se hacía más industrial. [51]

Al respecto, Sarmiento señala algunas de las posibles razones de por qué la producción y el comercio de calzado se desplazó desde Las Cruces —y Chapinero— al barrio Restrepo. Primero, según el autor, en el barrio Restrepo se establecieron pequeñas curtiembres de cuero, que años más tarde se trasladaron a las riberas del río Tunjuelito [52]. De hecho, existe una relación funcional con el barrio San Benito, ya que desde la década de los cincuenta fue el territorio para la localización de la comunidad trabajadora del cuero en curtiembres sobre las orillas de dicho río [53]. Por su ubicación geográfica en el suroriente de la ciudad, se determinó una conexión entre los dos barrios, que estableció a San Benito como uno de los proveedores principales de cuero para la fabricación de calzado, ropa, bolsos y otros productos de marroquinería que lo requieren como materia prima en los talleres y fábricas del Restrepo [54]. Segundo, según Sarmiento, en el barrio se ubicaron los primeros locales dedicados a la comercialización de insumos (pegantes, tachuelas, solución, hilos, hormas, suelas, entre otros) esenciales para la fabricación de calzado. Y, tercero, la adecuación de pequeños almacenes de calzado en pasillos y patios que iniciaron la venta en el barrio fomentó la producción artesanal de calzado, ligada al comercio local tradicional que se mantiene en la memoria colectiva de los habitantes de Bogotá. Como se observa en la aerofotografía de la doble página siguiente, para 1950, se evidencia en el Restrepo una consolidación en el eje central por 51 Alfredo Espinel Bernal, hijo de fabricante y guarnecedora de calzado. Solador no activo, entrevista virtual, septiembre de 2020. 52 Ana María Rojas, “Mejoramiento del barrio San Benito” (Investigación, Premio Corona, Pro Arquitectura, 1994), 11. 53 Sarmiento, “Origen y transformación industrial”, 42. 54 Una de las problemáticas vigentes está relacionada con esta etapa de preparación del cuero, ya que la curtiembre implica procesos que requieren el uso de químicos que generan contaminación ambiental. A su favor, y sin desconocer el grave efecto medioambiental que genera, puede mencionarse que la fabricación y el uso de zapatos en cuero garantiza una durabilidad de varios años, contrario a los zapatos en materiales sintéticos que generan una cantidad significativa de desechos y compra constante de calzado.

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la calle 17 sur, donde se encuentran la iglesia y el parque de la Valvanera. Las prácticas espontáneas de la comunidad que vinculan la vivienda con la producción y el comercio de calzado transformaron al barrio Restrepo en un importante polo comercial del sur de Bogotá. A su vez, dieron paso al fortalecimiento del tejido social, permitiendo el trabajo y sustento de muchas familias: Los trabajadores de la zona exhibían en los pasillos o patios de sus casas ESQUEMA DE RELACIÓN FUNCIONAL ENTRE EL RESTREPO Y SAN BENITO las mercancías y por ahí cada ocho FUENTE: COLECTIVO TRAMA Y MEMORIA – JSSC. 2020 días salían a recorrer las grandes zonas comerciales de la ciudad a ofrecer sus productos. Así fue como el Restrepo se volvió el principal abastecedor de casi todos los almacenes de la ciudad. Años más tarde, los mismos comerciantes iban a buscar a los fabricantes a esta zona. De este modo comenzó a llegar gente que arrendaba un pasillo de la casa para colocar su negocio. Cuando el Restrepo cogió fama de zona comercial, en donde se conseguía zapato a menor precio y buena calidad, y donde se vendía desde las 7 a. m. hasta las 11 p. m. la zona se llenó entonces de pequeños talleres y el “burro” donde se colocaban las hormas, además del butaco hecho con tiras de cuero y la música de cabeza gacha, caracterizando el trabajo de todo el sector. La esquina de la Carrera 21 con Calle 16 se volvió la “oficina” de los zapateros e industriales del calzado. Allí se podía apreciar todas las ofertas y demandas de trabajo del ramo al frente de la cafetería, que reunía al gremio a tomar un tinto. [55]

El aumento del número de talleres y pequeñas industrias de calzado motivó la aparición de almacenes, principalmente en la carrera 19. Esta iniciativa se fue extendiendo a las carreras 18, 20 y 21, en donde, además, 55 El Tiempo, 1984, 11, citado en Sarmiento, “Origen y transformación industrial”, 42-43.

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AEROFOTOGRAFÍA 1950 FUENTE: IGAC, SOBRE 2526, VUELO: C-579. 25-10-1950


AEROFOTOGRAFÍA 1954 FUENTE: IGAC, SOBRE 2056.VUELO C-704. 27-05-1954


IGLESIA NUESTRA SEÑORA DE LA VALVANERA. AUTORÍA DESCONOCIDA 1953. FUENTE: ARCHIVO IGLESIA NUESTRA SEÑORA DE LA VALVANERA

surgieron locales de venta de ropa, telas, cafeterías, restaurantes, billares, entre otros [56]. Es importante resaltar que, en estas pequeñas empresas del gremio de la zapatería, "participaba en la producción todo el círculo familiar como fuerza de trabajo. Las mujeres, madre e hijas, podían cortar pieles y guarnecer, para luego coser el cuero. Los hombres por su parte, aprendían de su padre la parte de la soladura, proceso en el cual se monta el cuero cosido a la horma a la que posteriormente se le pega la suela." [57]

56 Celis Arroyave y Cortés Navarrete, Historia del barrio Restrepo, 59. 57 Sarmiento, “Origen y transformación industrial”, 43.

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Las décadas de auge del barrio: sesenta a ochenta Uno de los momentos de mayor auge del calzado en el barrio Restrepo fue la década de los sesenta, con la consolidación de almacenes de calzado como Los Betancur, Roma B, Jobical, El Príncipe, Danci, Extralujo, Vitos; almacén de insumos Montaño, fábrica de calzado Barbarella y otros talleres o fábricas localizados en las calles aledañas al parque principal, en donde se reunían los pequeños artesanos que llevaban sus productos a comercializar [58]. Sarmiento resalta que la expansión y el crecimiento de la industria de calzado en el sector, durante las décadas de los sesenta y setenta, introdujeron en la producción elementos como montadoras, máquinas de coser de doble aguja y pulidoras, muchas de las cuales fueron adquiridas a partir de préstamos realizados por el Fondo Financiero Industrial. Tanto fue el avance a nivel microindustrial y el renombre de los fabricantes de calzado del Restrepo, que algunos fabricantes y comerciantes de calzado se integraron a la Corporación Nacional de Industriales de Calzado (Cornical), fundada en 1956 en Bucaramanga, referente a nivel nacional en la producción [59]. Esto no solo fue de gran importancia para el reconocimiento de los procesos productivos asociados al calzado, sino también para el mejoramiento de la economía familiar y el bienestar social de quienes vivían del calzado en el sector. A nivel social, para esta misma época, y de acuerdo con las narraciones de Arroyave y Cortés, aparecieron en el Restrepo ciertas manifestaciones relacionadas con los zapateros, como lo fue la identificación de algunos “obreros de calzado” con la figura de moda: el Camaján, quien era un obrero del calzado, venido de occidente, particularmente venido del Valle, que los sábados y domingos y lunes, se ponía su mejor pinta, al estilo “pachuco” de Méjico (como los famosos cómicos Titán y Resortes) según el ejemplo cubano, que consistía en: Pantalón muy amplio en el muslo y bien angosto de bota, cinturón casi en el pecho, cargaderas o tirantas, saco a la rodilla, de un solo botón, cuellos de la camisa sobre la sola58 Sarmiento, “Origen y transformación industrial”, 47. 59 Sarmiento, “Origen y transformación industrial”, 51.

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pa, zapato puntudo de tacón cubano (de cierta altura); llavero en el bolsillo lateral del pantalón con cadenas al cinturón, esclava en la muñeca y peinado de copete con gomina; su caminado era especial, con leve flexión de la rodilla que luego templaba hacia atrás, dando salticos. [60]

En el año 1967, el Comité Comercial del Sur y los comerciantes del calzado organizaron el Primer Festival de la Feria del Calzado en el barrio Restrepo [61]. Como se mencionó en el citado artículo del periódico El Tiempo, participaron 350 almacenes, que ofrecieron calzado a precios accesibles para todo público y desarrollaron diferentes actividades artísticas. Así mismo, se hizo alusión a la fama del barrio Restrepo, por concentrar los mejores fabricantes de calzado en Bogotá en ese momento [62]. A nivel urbano, en esta época se pavimentaron las vías de todo el barrio, y se consolidaron la avenida Caracas y la avenida Primero de Mayo [63]. Las viviendas fueron transformando sus características para responder a los usos mixtos que integraban la vivienda de familias, la producción y el comercio de calzado. Se buscó aprovechar la distribución espacial, realizando adecuación de talleres en patios y locales comerciales, o construyendo el segundo o tercer piso para viviendas. Así mismo, la carpintería de puertas y ventanas en algunos casos se modificó, muchas veces con persianas metálicas para la adecuación de almacenes [64]. Para la década de los ochenta, se destaca el nivel de consolidación del barrio en el ámbito comercial e industrial, con un importante éxito de los pequeños productores de calzado y de manufacturas de cuero del Restrepo. En este momento, la producción del barrio abasteció gran parte del territorio nacional. Incluso, algunos fabricantes llegaron a hacer exportaciones a otros países latinoamericanos. En 1981, Carlos Calzada, directivo del Comité de Comerciantes del sector, manifestó que en el Restrepo había unos 1.500 almacenes. De estos, alrededor de 700 se dedicaban al calzado y manufacturas de cueros. Fue también en este periodo cuando comenzó el uso de materiales sintéticos, aspecto que 60 61 62 63 64

Celis Arroyave y Cortés Navarrete, Historia del barrio Restrepo, 63. Sarmiento, “Origen y transformación industrial”, 48. “Comenzó festival de calzado”, El Tiempo, 30 de septiembre, 1967, 29. Celis Arroyave y Cortés Navarrete, Historia del barrio Restrepo, 88. Celis Arroyave y Cortés Navarrete, Historia del barrio Restrepo, 92.

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INAUGURACIÓN DEL PRIMER FESTIVAL DE CALZADO EN EL RESTREPO FUENTE: EL TIEMPO, 30 DE SEPTIEMBRE DE 1967.


AEROFOTOGRAFÍA, 1979 FUENTE: IGAC, SOBRE 28238, VUELO C-1975, FECHA DE TOMA: 18 DE AGOSTO DE 1979, FOTOGRAFÍA N.O 012.


incrementó la producción de calzado deportivo, cambió la calidad de las materias primas y abrió nuevos oficios en la producción [65]. Antonio Rojas, propietario de un almacén de calzado, señaló para El Tiempo, en 1981, que el Restrepo era “La Meca del calzado”, un barrio en el sur de la ciudad donde las actividades relacionadas con el comercio del calzado y el cuero no solamente fomentaron las oportunidades de crecimiento económico y aportaron a través de asociaciones organizadas de comercio para el mejoramiento urbano VIVIENDA DONDE SE UBICA ALMACENES MONTAÑO, DÉCADA 1970 de la zona, sino que también posibiliFUENTE: ARCHIVO FAMILIAR MONTAÑO VILLAQUIRAN taron lo que él denominaba un sueño: “Hacer que los ricos vengan a comprar donde los pobres” [66]. Por otro lado, Jaramillo y Veloza se refieren, para la década de los ochenta, a los canales de distribución a nivel nacional para circular los productos del almacén a los consumidores o usuarios finales, que presentaron variantes según los intermediarios en la comercialización. Los autores identificaron la venta directa al consumidor o usuario final, la venta al mayorista, la venta minorista y el intermediario entre mayorista y el minorista [67]. En este mismo estudio se realizó un diagnóstico del área administrativa que evidenció la falta de planeación formal, la ausencia de organigramas [68], y otras dinámicas que se han desarrollado de forma empírica y espontánea en la producción y comercio de calzado en el Restrepo. En 1983, en el “Estudio administrativo de las pequeñas industrias de calzado del barrio Restrepo de Bogotá”, Edgar Helo y Juan de Jesús Romero identificaron industrias de calzado que realizaban el proceso de produc-

65 Sarmiento, “Origen y transformación industrial”, 54-57. 66 “Autoridad y seguridad pide la meca del calzado”, El Tiempo, 9 de enero, 1981, 2-B. 67 Andrés Jaramillo y Gabriel Veloza, “Diagnóstico industrial de una mediana empresa de calzado de cuero” (tesis de grado, Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, Facultad de Administración de Empresas, Bogotá, 1983), 116. 68 Jaramillo y Veloza, “Diagnóstico industrial de una mediana empresa”, 156.

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SOLADOR JESÚS OMAR DORADO Y VÍCTOR DORADO EN TALLER DE CALZADO DE SERAFÍN, 1970 A 1980. FUENTE: ÁLBUM FAMILIAR JESÚS DORADO

ción parcial o intermedio. Se localizaron 321 lugares en el siguiente mapa, como “unidades empresariales que realizan habitualmente el proceso completo de fabricación de calzado de cuero [69]”. Aún cuando existían industrias que producían calzado para distribuir en otros sectores comerciales de Bogotá como el centro, Chapinero y el Siete de Agosto, y en departamentos como Boyacá, una de las reflexiones generadas en el estudio supone que estas 321 industrias de calzado se mantenían principalmente por las relaciones establecidas con 233 almacenes de calzado localizados en el barrio, ya que sostenían un flujo constante de pedidos de zapatos que fomentaba la producción. [70]

69 Edgar Ernesto Helo y Juan de Jesús Romero, “Estudio administrativo de las pequeñas industrias de calzado del barrio Restrepo de Bogotá” (tesis, Universidad de La Salle, Facultad de Administración de Empresas, 1983), 24. 70 Helo y Romero, “Estudio administrativo de las pequeñas industrias de calzado”, 24.

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Para finales de la década de los ochenta, el paisaje del barrio fue evolucionando de acuerdo con el desarrollo económico y las posibilidades de los habitantes, en su mayoría fabricantes y comerciantes de calzado, de insumos o marroquinería de escala mediana. El trazado mantuvo los ejes diagonales con manzanas irregulares radiadas alrededor del parque de la Valvanera y, sobre este, comenzaron a construirse algunos edificios con altura máxima de cinco pisos. Si bien la imagen y los perfiles urbanos del barrio son heterogéneos para la época, puede decirse que el respeto hacia el trazado de origen prevaleció. Esto permite reconocer valores asociados a la composición geométrica que define la morfología de manzanas irregulares, y jerarquiza los equipamientos emblemáticos como la Iglesia, el parque y el colegio. Osorio señala en su análisis que, para 1989, “el comercio del cuero que representa el barrio, constituye una de las más importantes actividades del sector, contado con más de ‘5.000’ establecimientos, abasteciendo la mayor parte de las necesidades del sur y de otros sectores de la ciudad de mayor estrato social” [71]. Añade que “el barrio continúa siendo un polo de comercio importante en la ciudad sin que la zona residencial se pierda como tal, sino que sea parte integral del desarrollo urbanístico del barrio” [72]. Por su parte, Amaya describe y representa gráficamente en un mapa una división en dos sectores identificados durante este año: el Restrepo alto, desde la carrera 24 hasta la Av. Caracas, donde predomina el comercio formal e informal; y el Restrepo bajo, desde la carrera 24 hasta la carrera 27, con predominio de uso residencial. También delimita el desarrollo del sector, con un eje inicial alrededor de la calle 17 sur, una concentración de uso comercial en lo que denomina Restrepo alto y el uso industrial en un área comprendida en un polígono que bordea la calle 20 sur, la carrera 24G, la calle 22 o Av. Primero de Mayo y la carrera 23C. De esta manera, identifica en el territorio una tendencia de uso del espacio y una

71 Carlos Osorio, “Propuesta para el espacio público y recreacional, entre lo residencial y comercial del barrio Restrepo” (tesis, Universidad de La Salle, Facultad de Arquitectura, 1989), 8. 72 Osorio, “Propuesta para el espacio público”, 91.

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URBANIZACIÓN BARRIO CARLOS E. RESTREPO. 1977- 1986 FUENTE: ARCHIVO DISTRITAL DE BOGOTÁ


vocación a la que alude como conflictiva por la alteración de la imagen del sector [73]. Una de las problemáticas señaladas desde 1981 está relacionada con el incremento de vendedores ambulantes y puestos callejeros, debido, en parte, a la dificultad económica para obtener licencias y suplir los gastos que implicaba la formalización de almacenes. Esta situación motivó el uso espontáneo de los andenes como espacio para comercializar temporalmente diferentes productos [74]. Por otro lado, se resalta cómo la concentración de uso comercial prevalece en el Restrepo, razón que llevó a que fuera llamado en la década de los noventa “Chapinero del sur” [75], y a que se identificaran problemáticas como saturación y polución visual, el desordenado flujo tanto vehicular como peatonal, el deterioro debido a la polución ambiental y vehicular, el desorden generado por el exceso de avisos publicitarios y la multiplicación de ventas ambulantes [76]. Puede decirse que el desarrollo del Restrepo, desde sus inicios hasta la última década del siglo XX, definiría el tejido del barrio en el siglo XXI. Dicho desarrollo ha respondido a procesos de ocupación espontánea, con intervenciones urbanas planificadas que se consolidaron en términos arquitectónicos bajo varias influencias, ligadas, en ocasiones, a los usos de producción y comercio de calzado, la marroquinería y el cuero. La autoconstrucción, los programas para vivienda obrera y las adecuaciones o construcciones nuevas que incorporaron espacios para talleres de producción y almacenes de comercio, especialmente de calzado, terminaron de configurar el tejido urbano social que caracteriza e identifica al barrio. De esta manera se fue construyendo la identidad espacial y cultural del barrio Restrepo con usos comerciales de diferente índole, pero con predominio de la producción y el comercio de calzado. Esta conjunción de actividades lo consolida y posiciona como un barrio tradicional, con formas de apropiación particulares desde la óptica del patrimonio cultural.

73 Fernando Amaya, “Impacto visual, sector comercial barrio Restrepo” (tesis, Universidad de La Salle, Facultad de Arquitectura, Bogotá, 1990), 59-60. 74 “Autoridad y seguridad”, 2B. 75 Amaya, “Impacto visual”, 62. 76 Amaya, “Impacto visual”, 64-66.

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La expansión del calzado desde el año 2000 Los talleres y almacenes de calzado se han extendido con el transcurrir de los años del Restrepo a los barrios aledaños y a la localidad Rafael Uribe Uribe, lo que ha llevado a que esta zona sea reconocida en estudios realizados por la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico como “El Restrepo ampliado”. Este se encuentra ubicado entre las localidades de Antonio Nariño y Rafael Uribe Uribe, y por supuesto debe su nombre a la relación que entabla con el barrio Restrepo: “En el barrio existe una alta actividad comercial e industrial, especialmente del sector de fabricación de calzado, marroquinería y prendas de vestir, con una estructura empresarial dominada por las microempresas” [77]. Resulta importante mencionar la existencia de esta extensión del territorio del calzado, puesto que varias de las historias transitan por diferentes barrios —cercanos y lejanos— de la ciudad hasta llegar al Restrepo, que atrae a la comunidad por trabajo o compra de insumos. La concentración de almacenes de insumos o servicios para la fabricación y reparación de calzado en el barrio Restrepo ha sido una de las características más relevantes para la definición del carácter que configura su imagen urbana y que ha aportado a su identidad espacial. Estos usos se interrelacionan con las dinámicas sociales habitacionales que han impulsado históricamente a familias y trabajadores del calzado a tomar la decisión de vivir en el barrio o alrededores; y con las dinámicas económicas que lo establecen como un núcleo proveedor para zapateras y zapateros que trabajan en remontadoras, talleres, fábricas y almacenes de otros barrios de Bogotá.

77 En el 2014, la Dirección de Estudios Socioeconómicos y Regulatorios y la Subsecretaría de la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico, en el marco del Plan de Desarrollo Bogotá Humana 2012-2016, presentaron el diagnóstico de zonas de concentración de economía popular de Bogotá, iniciando con la zona de productores de calzado y marroquinería del “Restrepo ampliado”. Esta acción buscaba “fortalecer las unidades productivas de economía popular aglomeradas en un territorio específico, que no contaban con la capacidad organizativa para aprovechar las ventajas derivadas de dicha aglomeración”. Alcaldía Mayor de Bogotá D. C., Dirección de Estudios Socioeconómicos y Regulatorios, Secretaría Distrital de Desarrollo Económico, “El Restrepo ampliado”: la cadena productiva del cuero, calzado y marroquinería. Cuadernillos de Desarrollo Económico (Bogotá: Dirección de Estudios Socioeconómicos y Regulatorios, 2014), 5.

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Aunque esta última dinámica mencionada genera una relación más fuerte entre el Restrepo y los trabajadores que se movilizan para conseguir insumos desde las localidades del sur de Bogotá como Ciudad Bolívar, Usme, Bosa y Kennedy, también se extiende una red desde otras zonas. Un ejemplo es el caso del zapatero Isaías Lara Carranza, quien trabajó 45 años en una remontadora y almacén en el barrio La Soledad y que, debido a la pandemia, puso una remontadora en el barrio El Paraíso; desde hace veinticinco años, compra los insumos, materiales y herramientas que necesita en el Restrepo: Cuando yo comencé iba al Siete de Agosto porque me quedaba más cerca. El Restrepo no lo conocía, pero se fue cayendo la venta de materiales en el Siete de Agosto, entonces, ya cogí para el Restrepo, ya después no me quité porque es allí donde se consigue todo. […] La mayoría, si no es todos los que trabajan más que todo en el norte, hacia el lado por Unicentro, creo que todos cogen para allá, al Restrepo; ya los del occidente van a Las Ferias, que es otro sitio donde venden materiales. Pero realmente la mayoría va al Restrepo porque es donde se consigue todo, mejor dicho, lo que no se consigue en el Restrepo no se consigue en Bogotá. [78]

La dinámica relacionada con la compra de insumos y servicios que hacen parte del proceso de fabricación incluye los vínculos que se establecen con barrios como el Centenario, Olaya, Quiroga, Santander y San José, debido a la presencia de talleres, almacenes de calzado y locales de insumos ubicados de forma aislada. En el relato que hace Marta Espinel sobre la década de los ochenta, describe una ruta que inicia en el barrio Gustavo Restrepo y se conecta con los barrios Restrepo, Olaya y Santander: Iba al Olaya a llevar los moldes para que los desbastaran, para poder construir después la costura de ese molde o la guarnecida que le llaman. También iba al Olaya a que puntearan el zapato. Ya el zapato armado se le colocaba una costura que se llama “punteadora”, porque es en la suela, y como esas suelas eran de llanta. También iba a comprar las suelas, como decía Yanet, en el barrio Santander. También 78 Isaías Lara Carranza, zapatero remontador del barrio El Paraíso, entrevista, noviembre de 2020.

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combinaban esa construcción de esos zapatos en suela y algunos con tacón de madera; esos tacones de madera los compraba en el Restrepo. También iba en el Restrepo a comprar lo de puntillas, lo del pegante, en el almacén de Montaño. [79]

En esta dinámica de intercambio, se da el caso de talleres o fábricas que producen calzado en barrios de diferentes localidades y los distribuyen en almacenes ubicados en el Restrepo [80]. De forma inversa, hay almacenes ubicados desde hace más de cuarenta años en el barrio Restrepo que solo distribuyen el calzado que realizan talleres o fábricas situados en otros barrios, como Bosa y el Olaya, o incluso aquellos provenientes de otras ciudades, como Bucaramanga [81]. Estas relaciones generan una red colectiva de trabajo en torno a la producción y el comercio de calzado, en un territorio más amplio que integra el tejido social, que es reconocido y aporta a la construcción de la memoria local. Uno de los posibles fenómenos mencionados por Yesid Angulo para la conformación del Restrepo ampliado es que, desde hace unos quince años, el precio de los arriendos subió en la zona, lo que generó que varios habitantes migraran a otros barrios [82]. Sin embargo, lo cierto es que esta red se amplía a otros lugares que no se encuentran incluidos en la identificación institucional del Restrepo ampliado. Geográficamente, el Restrepo ampliado limita al oriente con la avenida Caracas; al occidente, con la carrera 30; al norte, con la avenida la Hortúa; y al sur, con la calle 28 sur hasta su intersección con la avenida General Santander. Los productores y comercializadores de artículos de cuero y calzado de esta zona representan cerca del 30 % de los establecimientos del sector en Bogotá como zona aglomerada, y el 77 % 79 Marta Espinel Bernal, hija de fabricante y guarnecedora de calzado del barrio Gustavo Restrepo. Emplantilladora y comerciante no activa, entrevista virtual, septiembre de 2020. 80 Es el caso de Calzado Esmaylis, ubicado en el barrio San Antonio; es una fábrica creada por el señor Carlos Pinzón y la señora Marlén Bautista, quienes durante sus treinta años de trayectoria han tenido almacenes en el Restrepo y distribuyen a diferentes barrios. 81 Tal es el caso de almacenes de Calzado De Lujo, Súper Lujo y Súper Lujo Junior’s, con más de cuarenta años de trayectoria, dedicados a la comercialización de calzado. 82 Yesid Angulo, director del periódico El Peletero, entrevista y recorrido de derivas urbanas, septiembre de 2020.

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DELIMITACIÓN DEL RESTREPO AMPLIADO. 2014 FUENTE: ELABORACIÓN PROPIA SOBRE COBERTURAS DE DATOS ABIERTOS IDECA. 2021 CON BASE EN EL MAPA DE LA DIRECCIÓN DE ESTUDIOS SOCIOECONÓMICOS Y REGULATORIOS, SECRETARÍA DISTRITAL DE DESARROLLO ECONÓMICO

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de los establecimientos dedicados a calzado de cuero y piel en Bogotá, según datos de 2012 del Centro de Investigaciones para el Desarrollo ( CID) [83]. El Restrepo ampliado presenta una marcada vocación industrial y comercial que se reafirmó con el censo realizado por la Secretaría de Desarrollo Económico en el año 2012, cuyo ejercicio permitió identificar: 1.038 unidades productivas, 57 % de las cuales se dedica a la comercialización y 43 % restante a la producción. En total, existen 448 unidades productivas en la zona del Restrepo dedicadas a la producción de calzado y marroquinería. Este universo corresponde, precisamente, al objeto principal de la intervención distrital en la zona del Restrepo ampliado.

83 Alcaldía Mayor de Bogotá, “El Restrepo ampliado”, 5.

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Al analizar las principales actividades que desarrollan las unidades productivas de la zona, se encuentra que la gran mayoría (84 %) se dedica a la fabricación de calzado, el 7 % a la fabricación de partes de calzado, y el 9 % a marroquinería. Según el tamaño de la empresa, se observa que las proporciones no sufren modificaciones significativas. Es evidente, entonces, que la zona se dedica fundamentalmente a la producción de calzado. [84]

Una de las características relevantes en la producción de calzado del Restrepo está referida a que el cuero es el insumo principal para su fabricación, aspecto que constituye una diferencia importante con respecto a otras ciudades como Bucaramanga, donde predomina el uso de material sintético [85]. Por otra parte, el censo permitió identificar los establecimientos comerciales ubicados en el Restrepo en relación con su antigüedad, así como la expansión del sector y sus oficios para finales de la de la década de los noventa e inicios de los 2000: Durante el periodo de 1960 a 1970, aparecen los primeros establecimientos de la actividad, ubicados principalmente sobre el cuadrante de la Av. Primero de Mayo y la Av. Fucha y las Carrera 27 (Av. Gral. Santander) y el par vial de las Carreras 20 y 21. Este sector es conocido como “El Restrepo”. Durante el periodo comprendido entre 1980 y 1990 se consolida totalmente el sector con establecimientos de la actividad en este mismo cuadrante. Sin embargo, se empieza a expandir a otros barrios colindantes como el Centenario, La Fragüita y Olaya. Finalmente, durante la última década (2000-2012), se mantiene la consolidación del sector con establecimientos de la actividad. Sin embargo, la expansión a los barrios colindantes se consolida y vincula totalmente a toda la cadena de la división. [86]

84 Alcaldía Mayor de Bogotá, “El Restrepo ampliado”, 86, 88. 85 Alcaldía Mayor de Bogotá, “El Restrepo ampliado”, 91. 86 Alcaldía Mayor de Bogotá, “El Restrepo ampliado”, 91.

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El oficio del calzado como sistema familar

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L

os usos y la vocación en torno a la producción y comercio de calzado que se ha mantenido por décadas en el barrio Restrepo dan forma no solo a la construcción de su tejido social y su desarrollo económico, sino también a la identidad espacial que se ha configurado, con los talleres, fábricas y almacenes, en la memoria colectiva de los habitantes de Bogotá y del país. De esta manera, los espacios identificados como el taller, la fábrica, la remontadora o el almacén adquieren valores singulares. Estos se transmiten gracias a la comunidad de fabricantes y trabajadores que continúan desempeñando sus oficios con técnicas manuales tradicionales y mixtas que implementan el uso de maquinaria, y que han sido aprendidos de forma empírica y en gran medida a través de la transmisión de conocimiento en el ámbito familiar. Estos espacios son contenedores físico-espaciales en donde las máquinas, el mobiliario, las herramientas y la forma de habitarlos, por parte de las mujeres y hombres que desempeñan estas labores, se adaptan y se organizan en torno al proceso productivo del calzado, y portan valores estéticos, funcionales e históricos propios. Los relatos de las personas que trabajan alrededor del calzado dan cuenta del conocimiento que se ha ido transmitiendo a lo largo de al menos tres generaciones en este barrio de la capital. Resulta por tanto importante adentrarse en el proceso, el lenguaje, los objetos, los lugares, los intercambios, pero también en la memoria que permite sostener la cadena que posibilita esta labor. Antes de concentrarnos en las narraciones personales y afectivas, así como en los lugares, relaciones y sistemas de intercambio que enmarcan el oficio de la zapatería en el Restrepo, consideramos necesario darle un lugar al proceso de elaboración de calzado, así como al lenguaje que se emplea para este oficio y que constituye un argot particular. Esto permitirá comprender posteriormente, de forma más profunda, las memorias que hablan acerca del conocimiento transmitido a través de los linajes familiares, las técnicas y las formas de comercialización particulares de este lugar.

SOLADOR JESÚS OMAR DORADO EN TALLER DE CALZADO DE SERAFÍN, 1970 A 1980. FUENTE: ÁLBUM FAMILIAR OMAR DORADO


El abc del calzado El lenguaje relacionado con la zapatería constituye una expresión cultural que se ha transmitido durante varias generaciones entre quienes trabajan en este oficio. Este hace parte del patrimonio en torno a la producción y el comercio tradicional en el barrio Restrepo. A pesar de la tecnificación a pequeña y gran escala que ha alcanzado el proceso de producción de calzado, las zapateras y zapateros usan en general el mismo lenguaje de años atrás. Esto se debe a que los oficios se han mantenido y lo que ha cambiado han sido algunas herramientas, máquinas y materiales. Sin embargo, las acciones que se desempeñan y los procesos específicos de los oficios han permanecido a través del tiempo. Este glosario contiene una terminología básica, pero se presenta como apoyo para el proceso de comprensión de lo que se entiende como el arte de la zapatería. Incluye términos categorizados en: espacios, procesos, máquinas, herramientas y mobiliario. Todos estos elementos representan una estética propia y son una expresión cultural continua y cambiante, ligada al oficio del calzado.

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ESPACIOS

Almacén: espacio adaptado o planificado para la exhibición y comercia-

lización de calzado. Fábrica: espacio planificado desde su origen para la producción de calzado con maquinaria y tecnificación de mayor nivel. Tanto el lugar como las máquinas utilizadas se articulan para permitir un proceso de producción mixto o completamente industrializado. Remontadora: espacio destinado para la reparación de zapatos, bolsos y otros objetos. En algunos casos, allí se elaboran zapatos a la medida. Taller: espacio que se organiza para la fabricación manual tradicional semiindustrial de calzado.

REMONTADORA O RENOVADORA DE CALZADO DEL BARRIO RESTREPO, 2020.

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OBJETOS, PROCESOS Y OFICIOS

Calzado: prenda con suela. Puede ser en piel de cuero u otro material

que se usa para cubrir, proteger y adornar el pie. Cambreado: proceso en el cual se le da la forma curva al empeine o capellada. Capellada: parte delantera del zapato en el corte de cuero. Chiripiado: técnica de acabado para hacer adornos con puntos perforados en el cuero. Contrafuerte: pieza de fibra que se pone entre el cuero y el forro para que se endurezca y mantenga la forma de la parte trasera del zapato donde va el talón. Corte - cortador/a: persona que realiza la acción de utilizar y cortar manualmente las pieles o lonas a partir de los moldes en lámina que componen el rompecabezas preliminar del zapato. De esta manera se genera cada pieza de cuero o material sintético. Crupón: parte del cuero más fina y dura que se utiliza para suelas de material de cuero. Se corta, se fresa, se pule y se brilla. Cuero: piel animal tratada mediante curtido. Proviene de una capa de tejido que recubre a los animales y que tiene propiedades de resistencia y flexibilidad apropiadas para su posterior manipulación. Destajo: sistema de contrato y forma de pago informal acordada entre fabricantes y trabajadores. Se paga los días sábados, de acuerdo con las tareas producidas durante la semana. Fabricante: propietario/a del taller o de la fábrica. Por lo general, sabe realizar todo el proceso de producción y desempeña varios oficios, que incluyen las actividades administrativas y de comercialización. Finizaje o emplantillado - emplantillador/a: labor realizada por el/la emplantillador/a que consiste en dejar el producto terminado: insertar la plantilla con la marca del zapato, quemar hebras, poner cordones, aplicar betún, brillar, identificar las imperfecciones y corregirlas antes de meter en la bolsa o caja. Es realizada por el/la emplantillador/a. Guarnición-guarnecedor/a: se desbastan los bordes de las piezas cortadas en cuero para disminuir su grosor antes de coser. Luego se aplica solución (pegante de almidón), se dobla y se cose con los forros en una máquina de coser. Se siguen los patrones o un modelo en físico y se encajan como un rompecabezas.

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Horma: molde tridimensional en el que se pone el zapato mientras se hacen el montaje y la soladura de los zapatos. Anteriormente eran en madera y hoy en día son hechas en plástico. Su forma varía según el modelo que se quiere hacer (curva, puntuda, cuadrada). La diferencia entre números cambia cada 6,65 milímetros. Material: hace referencia a todo lo que se necesita para armar un zapato. A veces se les llama material a las suelas de crupón. Modelado-modelista: teniendo como base un diseño de zapatos, se realiza el despiece con patrones escalados en lámina de aluminio. Se hacen de forma manual, se dibuja el modelo en la horma, se forra la horma en una tela y sobre esta se dibuja el modelo; luego se despega la tela, se corta en cartulina, se pega a la lámina de aluminio y se corta con la cizalla. Este proceso es realizado por el modelista y en las empresas industrializadas, por un diseñador con recursos tecnológicos. Molde: patrón en lámina de aluminio o cartón forrado por uno de sus costados en cartulina; los moldes conforman el rompecabezas de cortes para hacer el zapato. Montaje o solado - solador/a: con los cortes cosidos, se montan manualmente sobre una horma para dar la forma tridimensional al zapato. Se pone una plantilla de carnaza que se une a las piezas de cuero con tachuelas; luego se aplica un pegante en las superficies de cuero y a la suela para unir manualmente o con una prensa. El zapato terminado se saca de las hormas con un gancho o sacahormas. Ojalete: objeto metálico o plástico que bordea el orificio por donde va a entrar el cordón. Operarios-obreros: trabajadores que realizan los oficios para la fabricación de calzado de forma manual tradicional o manejan las máquinas incorporadas en el proceso semiindustrial. Pares: el zapato izquierdo y el derecho. Pie de hierro: instrumento de hierro con una base y una forma de pie, con la planta hacia arriba. Se coloca dentro del zapato y se utiliza como soporte para apoyar el calzado mientras se pega con el martillo a los tacones o a las suelas. Queso para cortar: objeto con forma de paralelepípedo rectangular o cuadrangular en fibras sintéticas comprimidas, que sirve como superficie de apoyo para cortar los cueros o materiales sintéticos. Quingo: adorno que se genera a partir de agujeros circulares continuos que forman flores o dibujos curvos en la capellada del zapato. 83


Recuño: pieza que se pone en la plantilla para garantizar la comodidad del pie al usar los zapatos. Remachar: golpear el cuero con un martillo para fijar con la plantilla o con la suela. Se puede remachar un ojalate, que es por donde va a pasar el cordón, para que quede fijo en el cuero. Remate-rematador/a: pulir la suela del calzado alrededor y en su planta, y pintar el contorno de la suela de acuerdo con el color del corte (negro o café). En este proceso se limpian o lijan los residuos de pegante que tengan los zapatos, se embetunan y brillan en la pulidora para pasarlos al remate final, que consiste en ponerles un recuño en la parte interna sobre el talón. Anteriormente cuando la suela era en crupón, se limpiaba con un vidrio y se le echaba ácido oxálico calentado con un reverbero. Series: una docena de números de calzado del 37 al 42; puede ser una serie de moldes, piezas, hormas, plantillas o suelas. Solución: pegante de almidón que se usa para fijar momentáneamente una pieza al hacer la guarnición. Tachuelas: puntillas más pequeñas y delgadas que se usan para unir el corte de cuero con la suela del zapato. Tarea: corresponde a una docena o dos docenas de pares de zapatos que se entregan en piezas de cuero, hormas e insumos para fabricar el calzado. Una tarea es la cantidad de zapatos que se le da a cada operario para realizar una parte del proceso de fabricación. Tarro de pegante: pequeño recipiente de boca ancha donde se depositan los pegantes y disolventes. El tarro puede mantenerse por años y se va cargando con el pegamento a medida que se va acabando. Las capas amorfas que se van generando alrededor del frasco con el pasar de los años son un elemento característico, que surge como resultado de los residuos de pegante que los zapateros van agregando en el proceso de montaje. Trompa o puntera: pieza de fibra que se pone entre el cuero y el forro para que se endurezca y mantenga la forma de la parte delantera del zapato. Zapato: proviene del turco zabata. Calzado con suelas, que cubre todo el pie y no pasa la altura del tobillo Zapato tradicional: denominación que algunas de las personas en el barrio Restrepo le dan al calzado hecho en cuero y a mano.

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1

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1. CORTE, 2. CUERO, 3. DISEÑOS DE QUINGOS, 4. HORMAS, 5. PIE DE HIERRO, 6. QUESO PARA CORTAR, 7. TACHUELAS, 8. TARRO DE PEGANTE


MÁQUINAS

Cizalla: máquina de uso manual para cortar los orificios y bordes de los

moldes de aluminio. Desbastadora: máquina que le quita parte del espesor del cuero para adelgazar los bordes de las piezas antes de pasar al proceso de guarnición. Fresadora: rueda dentada y afilada para desbastar y darle más forma a la suela. Máquina de coser: máquinas de codo o Singer, pueden ser de dos agujas, y de doble o triple transporte, para hacer varias costuras a la vez. Pulidora: máquina donde se disponen varias ruedas con lija, pelos, dientes y brilladora; en algunos casos puede tener una fresadora. Se utiliza para brillar y limpiar los zapatos terminados o para fresar las suelas. Punteadora: máquina para hacer agujeros en las suelas de cuero (anteriormente de llanta) o caucho para realizar después la costura que une la suela con el zapato, a través de un hilo grueso que se pasa manualmente por los agujeros. Troqueladora: máquina para cortar piezas de cuero, suelas o fibras, según el patrón.

DESBASTADORA

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MÁQUINA DE GUARNECER

PULIDORA

TROQUELADORA


HERRAMIENTAS

Cuchilla: se hace a partir de un pedazo de segueta, el cual se afila y al que se le da la forma triangular en una pulidora de metal o con la piedra de afilar. Se forra en cuero, en madera o se deja en metal. Se puede comprar armada en los almacenes de insumos. Durante del proceso de fabricación de calzado, se usa para cortar las piezas sobre las pieles, el sintético o la tela del forro. Cuchillo: sirve para cortar las piezas de material, como las trompas y los contrafuertes. También se usa para quitar los sobrantes de un corte. Lezna: es un cabo con una punta de metal, utilizado para marcar los puntos o indicaciones que servirán de guía para que el guarnecedor haga la costura por los sitios correctos. Martillo de zapatero: tiene un mango que generalmente era de madera (ahora es sintético). La parte delantera, por el lado de la base circular, se utiliza para golpear al zapato. La parte posterior tiene una curvatura cóncava y se utiliza para sentar el corte en la horma. Existe otro martillo para generar el doblez del corte en la parte cuya orilla queda expuesta. El martillo también es utilizado durante el proceso de guarnición y desbastado. Piedra de afilar: sirve para mantener el filo de la cuchilla. Tiene forma rectangular o elipsoidal y es generalmente de gravilla con diversos granulados. Pinzas: diseñadas para la zapatería, su función es ayudar a halar el cuero, especialmente durante el proceso de montado. En la parte delantera, las pinzas se curvan con un borde dentado. Tienen un espesor menor de 5 mm, para poder llevar el cuero a milímetros de la plantilla. Pueden funcionar como una palanca de potencia o apoyo. También sirven para remachar o martillar, para ayudar a pegar el borde del cuero a la plantilla y para poner algunas tachuelas que prefijan el cuero. Plancha: es la base metálica plana de una plancha de ropa antigua. En la fabricación de calzado se utiliza como base parar colocar las piezas de cuero, mientras se va martillando por encima la pieza y se presiona el doblete. También se utiliza como base cuando se hacen los huecos por donde van los cordones de los zapatos (ojaletes) y para recibir los martillazos del zapatero cuando necesita remachar o pegar suelas o aditamentos del zapato.

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HERRAMIENTAS DEL SOLADOR RODRIGO VÉLEZ

Sacahormas: parece un martillo muy delgado y compacto de metal. En

el extremo del cabo libre, presenta un apéndice puntudo perpendicular. Esta punta se introduce en los agujeros que tienen las hormas en la parte superior lateral del talón para hacer palanca y sacar el zapato de la horma. Este proceso está en vía de extinción porque los materiales utilizados para la elaboración de los zapatos facilitan que el calzado se saque manualmente.

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1

1. MARTILLO 2. CUCHILLA 3. PIEDRA DE AFILAR 4.PLANCHA

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2

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MOBILIARIO

Árbol para suelas: soporte metálico que se basa en una estructura ver-

tical, a la que se le disponen equidistantemente varillas moldeadas en forma circular. Sobre estas se ponen las suelas con pegamento en el proceso de solado. Burro: mueble en madera o metal que usan los soladores durante el proceso de montaje para ubicar la tarea que se va produciendo. Sobre este se ponen las hormas con las piezas de cuero que van montando. Se divide en 3 o 4 entrepaños cada 20 centímetros, con un alto aproximado de 0,75 cm. La profundidad es de 20 cm y el ancho varía si es para una tarea o tarea y media, puede ser de 1,20 m aproximadamente. Butaco o banco: silla sin espaldar para sentarse. Cuenta con una estructura de madera con altura promedio de 30 centímetros y una base cuadrada de 0,35 x 0,35 centímetros. Sobre el asiento se coloca un entramado en tiras de cuero o de llanta. Una de las particularidades propias del oficio es que, mientras se monta el zapato y se unta el pegante con un cepillo de dientes, los residuos de pegante se van limpiando sobre las patas de la silla, lo que genera una especie de palimpsesto irregular y amorfo típico de los butacos de los soladores y de los tarros de pegante. Esta es también una expresión cultural del oficio que genera una estética singular. Mesa de corte: es encargada a carpinteros. Tiene una altura aproximada de 1,20 m. La superficie de la base puede ser en queso (material sintético dispuesto como base para cortar) o en madera. Tiene un entrepaño en la parte inferior para colocar material y a veces un cajón para guardar herramientas.

BUTACO O BANCO PÁGINA OPUESTA: BURRO

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OTRAS EXPRESIONES

Arte de la zapatería: es la forma como las zapateras y zapateros que han

heredado la tradición familiar denominan el trabajo que realizan. Lunes de zapatero: anteriormente a los días lunes se les denominaba “lunes de zapatero”. Correspondía al día de descanso, pues aún los fines de semana se trabajaba arduamente. Miércoles de parche: el sueldo que se adelanta al día miércoles en vez de ser pagado el fin de semana. El Peletero: periódico; medio de comunicación local que nació en el barrio Restrepo como iniciativa de Yesid Angulo en 1996. Por más de veinte, años “El Peletero les traslada pedagogía a industriales, comerciantes y a la gente del común para que estén al pie de los procesos productivos” [87] relacionados con el cuero, el calzado, la marroquinería, los textiles, las confecciones y afines. Zapato pepa: referencia para indicar que un zapato es malo. PERSONAJES

Zapatero Zoñador: Jaime Humberto García, conocido como el Zapatero Zoñador, es de Quetame, Cundinamarca. Vive en la localidad Antonio Nariño desde hace 60 años. A los 12 empezó su aprendizaje en el arte de la zapatería y a los 14 años, como obrero, fue aprendiendo todos los oficios. Ha diseñado y fabricado más de 500 zapatos únicos llenos de color, que surgen como una obra artística, lúdica y didáctica. En 1997 obtuvo un récord nacional para Gente Corrida con un zapato talla 135; en 1999 tuvo un récord mundial, con un zapato de 3 metros, talla 450, y en el 2003, el segundo récord mundial, con un zapato de 6 metros de talla 900. Dentro de su obra se incluye la propuesta de un edificio en forma de Bota, proyectado en una maqueta que él mismo hizo, y el diseño de carros-zapatos. También es conocido como el “ángel de la paz” que acompaña diferentes marchas [88].

87 Véase https://www.elpeleterovirtual.com/ 88 Jaime García, Zapatero Zoñador, conversación, abril de 2021.

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Obdulia Villaquirán de Montaño: Llegó a Bogotá proveniente de Popayán en 1957. Inicialmente vivió con su esposo e hijos en el barrio San José; luego se instalaron definitivamente en el Restrepo, donde pusieron el Almacén Montaño, uno de los locales de insumos para calzado y marroquinería más representativos en el barrio por ser pionero, por su trayectoria y la cartelera de empleo que se dispone en la fachada [89]. El aporte más significativo que se le reconoce es haber sido la mujer que llevó la primera máquina para guarnecer calzado al barrio Restrepo [90].

La señora Obdulia se desempeñó a lo largo de su vida en varias actividades relacionadas con el arte de la zapatería, especialmente la comercialización de calzado e insumos. Paralelamente, se encargó del cuidado de sus tres hijos, quienes siguieron el legado familiar. La señora Obdulia Villaquirán de Montano falleció en 2021 a los 109 años.

POR SIEMPRE ADIÓS. REVISTA-PERIÓDICO EL PELETERO, JUNIO 2021, 14.

89 Robert Montaño, propietario de Almacén Montaño, entrevista, septiembre de 2020. 90 Obdulia Villaquirán de Montaño, fundadora y propietaria de Almacén Montaño, entrevista, septiembre de 2020.

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Partes de un zapato

RIBETE

LENGÜETA

FORRO

CORDONERA

OJALES

CONTRAFUERTE (REFUERZO INTERNO)

CAPELLADA QUINGO (DIBUJO PERFORADO) TALÓN

TACÓN SUELA PUNTERA O TROMPA (REFUERZO INTERNO)

CHIRIPIADO

TALÓN CONTRAFUERTE (REFUERZO INTERNO)

FORRO CORREA

HEBILLA

PLANTILLA

CAPELLADA

TACÓN

TAPA PUNTERA O TROMPA (REFUERZO INTERNO) SUELA

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El paso a paso. Técnicas y procesos en la producción de calzado INSUMOS

Para el proceso de producción en un taller o fábrica de calzado, se requiere como materia prima principal la piel (cuero) o el material sintético sobre el que se van a figurar las piezas de corte que, al guarnecer, montar y rematar, darán como resultado final los zapatos que usamos. El cuero es uno de los insumos principales que caracteriza los zapatos que se fabrican en el Restrepo; y aunque la competencia ha impulsado la inclusión de otros materiales sintéticos y textiles, las pieles continúan siendo una de las particularidades que definen la producción del barrio. De una forma un poco romántica, Germán Espinel, de Calzado Don Pepe, rememora la calidad del cuero y los procesos manuales que ya se han tecnificado. Afirma que el proceso del calzado pasó de una forma muy artesanal, en la que todo se hacía a mano, a utilizar maquinaria: Mi papá hacía los zapatos […] todo se cosía a mano, después aparecieron las punteadoras que es la parte que pega el corte a la suela […] eso se hacía ya con una máquina, pero eso antes también se hacía mano. A pesar de todo, de ser tan artesanal, esos zapatos duraban más de los que duran ahora.

A pesar de que se hacía en una suela que era de la propia piel de la vaca, la parte que tocaba el piso era muy duradera. Los zapatos eran muy livianos, pero algunos problemas que había era que, como se hacía con puntillas, a veces a la gente se le salían las puntillas. Entonces, una parte de lo que nosotros hacíamos en la casa era “remachar” esas puntillas cuando salía ya el zapato terminado; se utilizaba mucho la mano y una pinza. El zapato se montaba a la plantilla con una pinza que el solador iba moldeando completamente hasta que quedara bien forrado a la horma el cuero. [91] 91 Germán Espinel Bernal, cortador e hijo de fabricante y guarnecedora de calzado, entrevista virtual y recorrido de derivas urbanas en el barrio Restrepo, septiembre de 2020.

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El proceso productivo no depende solo de la manufactura; también de los materiales que se utilizan. En todo caso, la producción tradicional de calzado está asociada al uso de cueros, no de materiales sintéticos, tal y como añade Germán: Había muchas calidades de cuero, uno suave, por ejemplo, se llamaba Riviera, pero mi papá en un principio compraba buenos cueros porque le vendía a la gente que trabajaba en las oficinas. Ya con el tiempo mi papá fue utilizando cueros rústicos y era más difícil el modelado del zapato a la horma; entonces, se necesitaba mucha más pericia de los soladores porque, para que el cuero se pegara y diera completamente la forma de la horma, tocaba a veces hasta calentar el cuero y pasarle una pinza. […] [92]

Los recursos y los materiales usados se relacionan con las posibilidades, el diseño, la calidad, la innovación y las modas asociadas, a partir de las cuales se crearon modelos que permanecen en el tiempo con los llamados estilos clásicos. Así, continúa narrando Alfredo Espinel: Me acuerdo que sacaron dos tipos de calzado, entre tantos modelos sacaron dos, que todavía me acuerdo. De 1976 a 1979. Uno que se llamaba “zapato Caracas”, que la característica era que en la punta le hacían una figura como de una flor de lis; a ese diseño del cuero le decían “quingo”, entonces, a mí me mandaban al barrio Restrepo a ponerle el “quingo” a los zapatos. Entonces era el zapato Caracas que fueron muy famosos por aquella época en Bogotá, para zapato de oficina de los señores; y había otra que se llamaba la “bota yanqui”, que se caracteriza porque alrededor del pie tiene como una costura gruesa, y a veces lo hacían en goma o llanta de avión. [93]

En muchos casos se usaban los recursos que se tenían para el beneficio de la microempresa familiar, innovando con nuevos diseños, iniciativa que integró el desarrollo de los oficios de la zapatería: En ese tiempo mi papá compraba cuero de segunda, de colores verdes, amarillos, fucsias, en ese tiempo no existía eso, pero mi papá 92 Germán Espinel Bernal, entrevista virtual y recorrido de derivas urbanas en el barrio Restrepo. 93 Alfredo Espinel Bernal, entrevista virtual.

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Diagrama del proceso de producción de calzado en el barrio Restrepo

DIAGRAMA DEL PROCESO DE PRODUCCIÓN DE CALZADO EN EL BARRIO RESTREPO, 2020 FUENTE: ELABORADO POR COLECTIVO TRAMA & MEMORIA – AMEM, CON BASE EN CONCEPTO DE INFOGRAFÍA DE ZAPATOS.


FÁBRICA TALLER CALZADO RIVERA, 2020

como los conseguía baratos... Entonces mi papá empezó a usar lo que conseguía: si tenía pepitas, hacía zapatos de pepitas; si eran verdes, hacía zapatos verdes. Entonces, él empezó a vender esos zapatos que eran escandalosos; como la gente los compraba para trabajar, no importaba, pero ahorita esos zapatos serían como chévere, porque eran zapatos estrafalarios. [94]

94 Alfredo Espinel Bernal, entrevista virtual.

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1. Diseñador, Modelaje-Modelista

El modelista resuelve y desarrolla los moldes de cada una de las piezas que compondrá el zapato que se quiere fabricar. Este oficio requiere el conocimiento de todo el proceso de elaboración del calzado. En el presente, esta actividad también ha sido tecnificada y es realizada por los diseñadores. Siguen existiendo modelistas y ayudantes de modelistas que trabajan como satélites para fabricantes de calzado. Jorge Aníbal Rodríguez Rozo tiene 78 años. Es muy conocido en el barrio el Restrepo y cuenta cómo se dio el proceso para hacerse modelista, que es la especialidad que ha desarrollado gran parte de su vida: A los dieciocho años, con mi hermano nos dio por ponernos a dibujar y ahí nos volvimos ya modelistas, o sea, el que hace los moldes para hacer el zapato; aprendimos empíricamente. En la zapatería es el diseñador, que es el que dibuja; el modelista, que es el que hace el molde, y de ahí sigue el guarnecedor, que es el que hace el corte, y el solador, que es el que monta el corte y le pone suela, y después sigue el terminador, el que le da tinta al zapato, lo limpia, lo deja bien presentado. [95]

Este proceso todavía se puede realizar de forma manual, como bien lo señala Jorge: “dibujando el modelo en la horma, se forra la horma en una tela y sobre esto se dibujan los patrones, se despega la tela, se cortan en cartulina, se pega a la lámina de aluminio y se corta con una cizalla eléctrica o mecánica” [96]. Recientemente, para diseñar y escalar se ha incorporado el uso de programas como Corel Draw que generan el patrón que se imprime, y se pega sobre la cartulina y la lámina de aluminio [97]. El oficio de modelista generalmente se desarrolla en espacios adaptados en las casas de quienes realizan el proceso y entregan los moldes en bolsas plásticas a los talleres y fábricas.

95 Jorge Rodríguez, modelista de calzado, entrevista virtual, septiembre de 2020. 96 Jorge Rodríguez, entrevista virtual. 97 Sonia Rodríguez, emplantilladora de calzado, recorrido de derivas urbanas, octubre de 2020.

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MOLDES

MOLDE REALIZADO POR BLADIMIR VÉLEZ, FABRICANTE Y MODELISTA


2. Corte-cortador/a

Los moldes en cartón o lámina de aluminio se disponen sobre los cueros o el material sintético para ser cortados manualmente con una cuchilla. Adicionalmente, en esta etapa se usan como herramientas “una piedra de afilar, un marcador de puntos —lezna, esfero o puntilla, que indica por dónde debe ir la costura en el proceso de guarnición—, y un peso o tejo, que evita que el cuero o material sintético se deslice y se mueva mientras el cortador saca la pieza” [98]. El mobiliario esencial es la mesa de corte. Una de las habilidades es la pericia del cortador para figurar el cuero, de tal manera que pueda acomodar los moldes minimizando el desperdicio y evadiendo las partes defectuosas. Como lo relata Alfredo Espinel: Mi papá era el que cortaba o a veces contrataba al tío Pedro, quien era famoso como cortador porque le rendía una barbaridad. […] un cuero es como la piel del animal que lo tratan y queda como una cosa grande, entonces él, para que le rindiera, colocaba dos cueros y pues sacaba doble. Pero entonces resulta que los cueros son imperfectos y tenían a veces huecos o manchas y quedaba mal eso. Esa cortada era con base en unos moldes como en lata, como en aluminio, y había de acuerdo a los modelos sus juegos de moldes. [99]

En un proceso más industrializado, los talleres o fábricas utilizan prensas de corte, generalmente mecánicas o electromecánicas, con troqueles que cortan las piezas del zapato; estos troqueles reemplazan el molde y el cortador por el patrón [100]. También existe un proceso más tecnificado y sistematizado por computador con máquinas automatizadas que cortan varias piezas a la vez.

98 Alfredo Espinel Bernal, entrevista virtual. 99 Alfredo Espinel Bernal, entrevista virtual. 100 G. Espinel Bernal, “El calzado desde la distancia”.

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PROCESO DE CORTE CON CUCHILLA Y TEJO, CALZADO ORPAR

CORTADOR EN CALZADO HECAR HT


3. Desbaste

Cuando las piezas están cortadas, pasan a ser desbastadas. Este proceso consiste en disminuir el grosor en algunos bordes de las piezas de cuero, para ser dobladas, pegadas con solución [101] y martilladas sobre una plancha (base metálica inferior de una plancha de ropa común). Encima de esta base se golpea la pieza o corte de cuero con el martillo para formar el doble requerido de los bordes o ribete antes de guarnecer. Los talleres más pequeños no cuentan con desbastadora, es así como se subcontrata por tareas a desbastadoras satélites. A su vez, las piezas desbastadas se organizan por tareas y se pasan a guarnecer por series.

DESBASTE, CALZADO KEILEENS

101 Alcira Rodríguez, guarnecedora de calzado, entrevista virtual, septiembre de 2020.

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4. Guarnición-guarnecedor/a

Este es uno de los procesos que incorpora como principal elemento una máquina de coser. Siguiendo los patrones o un modelo en físico, se encajan las piezas en cuero y forros como un rompecabezas [102]. La guarnecedora Daneyi Vásquez nos explica: Son muchas piecitas y tú las vas encajando una con la otra, y lo que yo hago con la máquina es unirlas, uno tiene que ver una foto o una muestra física, para poder ver más o menos cómo va. Igual hay unos moldes, unos patrones, eso más o menos especifica cuál pieza sigue, y ya la experiencia va haciendo que tú más o menos sepas cómo van las cosas. [103]

En esta labor el/la guarnededor/ra desarrolla la destreza de “llevar y guiar el corte sobre el ribete o el borde de cada pieza para que no se salga de la guía trazada y permita el cierre del corte completamente conexo” [104]. También se requiere el uso de herramientas como tijeras, base de plancha metálica y martillo. Al respecto, Alfredo Espinel recuerda: Entonces, mi padre o el tío cortaban. Mi mamá era la que guarnecía, es decir, confeccionaba el corte primero. Las piezas se mandaban a la desbastadora para desbastar los bordes, para pegarlos con un pegante llamado solución E&M mediante un martillado suave. Luego integraba las piezas mediante una máquina de coser Paff que ella tenía para ese fin. También se contrataba a los guarnecedores satélites que hacían el trabajo en otros sitios o en sus casas; me acuerdo de la señora Hilda, que antes había trabajado como residente en la casa de la carrera 4.ª, que se casó con uno de los operarios, Guillermo García. Cuando quedaba listo el corte, mi padre los entregaba a los operarios, a quienes se les denominaba soladores. [105]

102 103 104 105

Daneyi Vásquez, guarnecedora de calzado, entrevista telefónica, octubre de 2020. Daneyi Vásquez, entrevista telefónica. G. Espinel Bernal, “El calzado desde la distancia”. Alfredo Espinel Bernal, entrevista virtual.

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GUARNICIÓN- CALZADO KEILEENS

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5. Soladura/solador:

Este proceso se divide en dos labores principales para dar forma tridimensional al zapato. “Es el conjunto de montaje y terminado […] le entregan el corte guarnecido, de ahí lo pasa al montaje, a plantillas, se figura la horma, se le echa pegante al corte, se le pone contrafuerte, puntera, se monta con pinzas, todo es manual” [106]. Montaje – montador/a: El corte de calzado guarnecido se entrega por

tareas al solador o montador, quien unta las fibras [107] de las trompas y contrafuertes con un disolvente químico para que sean maleables y se pueda dar forma al corte del zapato, antes de que se endurezca. Se procede a colocar la capellada o el corte de cuero en la horma sobre una plantilla de fibra de mayor calibre u odena [108], la cual ha sido previamente cortada de forma manual, o en las troqueladoras que prestan este servicio. Al realizarse de forma manual, se hace uso de pegante, tachuelas, pinzas y martillo para unir la plantilla con el borde del corte de cuero. Así lo relata Alfredo Espinel al recordar el trabajo familiar: El solador era el operario que hacía el calzado. Para hacerlo había unas hormas en madera […] de acuerdo a los modelos que se quería hacer. Generalmente eran 12 pares lo que se le daba a cada operario y eran series de 37 al 42. El solador con estos cortes los iba montando en cada horma, le colocaba en el pie de la horma una plantilla en carnaza, que es donde uno apoya el pie, y enseguida montaba el corte en esa plantilla […] Le iban pegando tachuelitas los operarios. Los soladores se las metían a la boca y, en la medida que iban montando una tachuelita con un martillito, la iban sacando de la boca y la iban pegando. Luego que estaba el corte ya mon-

106 Rodrigo Vélez, solador del taller de calzado Dorely, entrevista, octubre de 2020. 107 La fibra es el material que se usa para darles forma y dureza a la trompa y al contrafuerte. 108 “Producto elaborado a base de rajadura de cuero o curtido al cromo y celulosas previamente tratadas bajo procesos mecánicos y químicos que le dan al producto final alta resistencia a las pruebas físico-químicas exigidas para la elaboración, calidad y aceptación de calzado y artículos de marroquinería”. Vanesa Lourido Von Orb, “Desarrollo textil sobre láminas de odena para la elaboración de accesorios de moda” (proyecto de grado, Universidad de los Andes, Facultad de Arquitectura y Diseño, Bogotá, 2005), 22, https://repositorio.uniandes.edu.co/bitstream/handle/1992/22269/u262391. pdf?sequence=1

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SOLADOR EN CALZADO HECAR HT

tando en la horma, venía la suela, entonces la suela la pegaban con pegante bóxer. [109]

Este proceso requiere como mobiliario básico el burro, donde se coloca la serie de cortes con sus hormas y el butaco donde se sienta el/la montador/a. En algunas fábricas, el proceso de montaje es industrializado y realizado en una máquina llamada montadora, manejada por un operario quien se encarga de introducir los cortes sobre la horma para que sean unidos con la plantilla y adquieran la forma del zapato tridimensional en poco tiempo. Al salir cerrado el corte con la plantilla sobre la horma, el montador, con sus manos y con la pinza, termina de pegar algunos tramos faltantes. Cambreado: Para algunos modelos de zapatos, como las botas de caña, es necesario ajustar el cuero después de contar con el corte armado. Para ello, a través de una máquina que cuenta con moldes acordes con la forma de la horma, se moldean con calor las curvaturas convexas, especialmente la parte que cubre el empeine [110].

109 Alfredo Espinel Bernal, entrevista virtual. 110 G. Espinel Bernal, “El calzado desde la distancia”.

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HERRAMIENTAS DEL ZAPATERO SILVIO ACEVEDO BERNAL



Pegado – solador: Al tener unido el corte a la plantilla, se procede a pegar

las suelas. Este proceso puede ser realizado de forma manual o industrial. En el primer caso, se aplica pegante con un pincel sobre la superficie interna de la suela y sobre la plantilla del zapato que ya está montado en la horma, para unir con presión o con la fuerza de la manos y golpes con martillo. “Hay muchos pegantes, como los que pegan de una vez. Antes tocaba echar pegante y dejar secar y volverles a echarles otra mano para que quedara buen pegue, a las suelas y al corte” [111]. Para que la suela tenga mejor adherencia al pegarse con la plantilla del zapato, se calienta en hornos eléctricos que pueden ser “hechizos” o armados. En las fábricas que cuentan con mayor maquinaria, también se usa la prensa para presionar y reforzar la unión del corte, la plantilla y la suela. Terminado el montaje y pegado, se saca la horma del zapato, a mano o con una sacahormas, y pasa al proceso de finizaje. 6. Finizaje – rematador/a y emplantillador/a

Anteriormente, existía el oficio de rematador/a, quien se encargaba de embellecer el zapato. Para ello se pulía alrededor, así como la planta de la suela del calzado. Se pintaba el contorno de la suela de acuerdo al color del corte, negro o café. Limpiaba o lijaba los residuos de pegante que tuviera, embetunaba y brillaba en la pulidora para pasarlo al remate final, poniéndole un recuño en la parte interna del calzado sobre el talón. [112]

Para pulir el zapato de cuero, se utiliza una pulidora que tiene ruedas alrededor de una barra cilíndrica. Estas giran y, según la función, pueden tener lijas para refilar las suelas, cepillo para brillar y una fresadora dentada con bordes filosos para contornear la suela. Uno de los oficios que desarrollan principalmente las mujeres es el de emplantillar. Ellas ven las diferencias en las imperfecciones que tenga el zapato y las corrigen [113]. Con sus manos y utilizando encendedores o tijeras, queman las hebras, ponen los cordones y con cepillos de dientes o espumas

111 Jesús Dorado, solador de calzado, entrevista, octubre de 2020. 112 Alfredo Espinel Bernal, entrevista virtual. 113 Sonia Rodríguez, recorrido de derivas urbanas.

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EMPLANTILLADO, CALZADO HECAR HT

EMPLANTILLADO, CALZADO KEILEEN'S, 2020


Modelista DISEÑA LOS MOLDES QUE SIRVEN COMO PATRONES PARA CORTAR LAS PIEZAS DE CUERO Y FORROS, MARCANDO CÓMO DEBEN SER CORTADAS Y COSIDAS ENTRE SÍ. BASÁNDOSE EN EL DISEÑO DESEADO O ENCARGADO, ENTIENDE LA COMPLEJA GEOMETRÍA DE LAS PARTES QUE LO COMPONEN Y ENTREGA SUS MOLDES EN MATERIALES DURABLES COMO LÁMINA, EN UNAS BOLSAS QUE LOS ZAPATEROS GUARDAN ORGANIZADAMENTE PARA REPRODUCIR EL MODELO EN OTRAS OCASIONES.

Cortador/a CORTA LAS PIELES Y FORROS SIGUIENDO EL TRAZADO DE LOS MOLDES QUE EL MODELISTA PRODUJO. LAS PIELES, TEXTILES, HERRAMIENTAS Y DEMÁS INSUMOS SE SUELEN CONSEGUIR EN EL MISMO BARRIO RESTREPO.

Guarnecedor/a SE ENCARGA DE COSER LAS PIEZAS DE CUERO ENTRE SÍ, DÁNDOLELA FORMA INICIAL AL CALZADO. PRIMERO DESBASTA LOS BORDES DE LOS CORTES, PARA PODER DOBLAR Y COSER LAS DISTINTAS PIEZAS DEL “ROMPECABEZAS” DEL CALZADO

Solador/a SE ENCARGA DE LA FASE DEL MONTAJE DEL ZAPATO. MONTA LOS CORTES SOBRE LAS HORMAS Y ASÍ LE DA LA FORMA DEFINITIVA AL CALZADO, PEGANDO LAS PLANTILLAS INTERNAS, SUELAS, TACONES Y ENSAMBLANDO EL CONJUNTO.

Rematador/a UTILIZA LA PULIDORA PARA ARREGLAR LAS SUELAS Y TACONES. PINTA LOS CONTORNOS Y BRILLA LAS SUELAS (EN ESPECIAL CUANDO SON EN CRUPÓN).

Emplantillador/a ULTIMA DETALLES, REMUEVE HEBRAS, RASTROS DE PEGANTE, PEGA LAS PLANTILLAS INTERNAS, PONE CORDONES, MARQUILLAS, EMBETUNA, EMPACA Y DEJA LOS ZAPATOS LISTOS PARA SU VENTA.


vuelven a aplicar betún para dejar los zapatos terminados y empacados en bolsas plásticas o en cajas de cartón. Se rellenan en la punta con papel para evitar que se deformen durante el traslado a los almacenes de venta [114]. En la superficie visible de la plantilla se estampa la marca del zapato mediante un proceso manual de screen para maquilar [115]. Este es realizado en el taller o la fábrica. Los oficios los realizan tanto mujeres como hombres y contribuyen de manera relevante dentro del proceso colectivo de la fabricación y comercialización de calzado. Aunque no hay consciencia sobre la división del trabajo en función del género, dentro del gremio hay oficios que desempeñan más las mujeres que los hombres. Esto resulta significativo, si se tiene en cuenta que en el imaginario social se considera generalmente el oficio realizado por los zapateros como una actividad masculina. Por esta razón, desde la identificación de este patrimonio cultural inmaterial, queremos resaltar el aporte de las mujeres en los oficios tradicionales de esta expresión cultural [116]. Los saberes y oficios en los procesos de guarnición, desbastado y emplantillado históricamente son aprendidos mediante la trasmisión oral y desempeñados en su mayoría por mujeres zapateras. Así mismo, quienes venden el calzado en los almacenes generalmente son mujeres. Su trabajo ha fortalecido las economías locales productivas, ha contribuido al sustento de familias de trabajadores del calzado en el Restrepo o en otros barrios de Bogotá. Por otro lado, el trabajo doméstico y de cuidado sin retribución económica que realizan de forma paralela, ha mantenido la invisibilizada economía reproductiva que se le asigna socialmente a las mujeres. Por último, el trabajo de las mujeres en la zapatería ha aportado a la consolidación de un arte que es útil para el caminar cotidiano de la sociedad, manteniendo activos los procesos de producción y comercio tradicional que se tejen con las prácticas culturales y sociales en el barrio Restrepo de Bogotá. Con esto se hace visible la importancia de las mujeres en los oficios de esta producción, cuyo aporte históricamente se ha desconocido, pese a ser esencial para la economía local, el legado cultural y la historia de esta práctica. 114 Marta Espinel Bernal, entrevista virtual. 115 Luz Helena Vásquez, emplantilladora y propietaria de Calzado Keileens, entrevista, septiembre de 2020. 116 Myrian Jégat, “El patrimonio cultural inmaterial y género. Creación de identidades de género”, Unesco, 2009, https://ich.unesco.org/doc/src/34300-ES.pdf

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7. Formas de comercialización

El zapatero ejemplar tiene en el arte un lugar. Anónimo Posterior a la culminación de los zapatos, el proceso de venta e inserción en el mercado puede darse de diversas maneras. Algunas de las formas de comercialización de calzado en el Restrepo se han establecido como prácticas socioculturales que se encuentran ligadas a un sentido tradicional de comercio. En esta etapa, las redes de las familias productoras de calzado están activas todo el tiempo. Se trata no solo de un proyecto económico, sino de una suerte de trabajo comunitario que se activa en su realización. Esta es una forma de llevar a cabo una economía compartida y la fuerza de su desarrollo puede estar, en algunos casos, en los vínculos de sangre que la conforman. Distribuidores de calzado en almacenes propios o puntos de fábrica en el barrio Varios de los fabricantes de calzado en el Restrepo tienen su almacén o punto de fábrica en el mismo inmueble donde se ubica el taller; también pueden ubicarse en locales propios o arrendados en otros inmuebles. De igual forma, hay almacenes dedicados solo a la distribución y venden el calzado que encargan a talleres o fabricas del Restrepo, de otros barrios, o de ciudades como Cúcuta y Bucaramanga.

Sobre este caso, Johanna Acosta Rincón, administradora del Almacén De Lujo, relata que los almacenes de la familia ya cuentan con 41 años: Los fundadores fueron mis abuelos maternos, ellos son Blanca Carreño y Héctor Rincón. Siempre comercializamos. Nosotros tenemos unos proveedores y, de hecho, desde que ellos empezaron, los proveedores no eran de aquí de Bogotá, eran de Cúcuta, Bucaramanga, ellos llegaron aquí al barrio Restrepo y en la búsqueda de qué ponerse hacer, decidieron poner un almacén de calzado. Mi abuelita, que fue la primera y la que estuvo a cargo siempre de los almacenes, ella encontró estos locales y decidió comprarlos.

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ALMACÉN DE CALZADO SÚPER LUJO, 2020


Los tres almacenes surgieron para dejarle herencia a los hijos. Ella dejó su almacén. Ya después abrió otro y puso una hija a administrarlo. Después abrió otro almacén y puso a otra hija; al frente puso otro local y la finalidad era esa: irles dejando un almacén a cada uno de los hijos. Ella tiene seis hijos, alcanzó a hacer cuatro [almacenes], ella tuvo cinco mujeres y un hombre. Este edificio es familiar y arriba son bodegas. De los hijos, se han dedicado dos a la comercialización de calzado y ya los otros son profesionales […] Nosotros somos nietos, somos tercera generación, siempre estuvimos en los almacenes al frente, yo estoy aquí al frente, enseguida está otra nieta administrando el almacén y en el siguiente sí está mi mamá […] son tres generaciones, ya vamos para la cuarta. [117] Comercialización a través de venta directa con calzado hecho a la medida y por pedido

Todavía algunos talleres pequeños realizan calzado a la medida y personalizado de acuerdo con la solicitud de cada cliente. Se puede llevar una foto impresa del calzado, se paga un anticipo y, después de dos semanas aproximadamente, se retira pagando el saldo restante. Estos talleres también realizan pedidos a distribuidores por tareas. El calzado hecho a la medida es una vieja estrategia de venta en el Restrepo, y se puede decir que en Colombia. Este servicio ofrece a los clientes la posibilidad de escoger entre multitud de diseños, suelas de diferentes materiales, cueros de diferentes calidades u otros materiales en múltiples combinaciones y colores. Entre los modelos de zapatos que buscan hacer réplicas de otros más costosos, están los zapatos para las motos, las zapatillas de ciclista y las que mandan a hacer personas con alguna especialidad. Silvio Acevedo comenta al respecto: “trabajo prácticamente sobre medida […] Los zapatos me los mandan hacer individuales o pedidos de

117 Johanna Acosta Rincón, comerciante de calzado de almacenes De Lujo, Súper Lujo y Súper Lujo Junior’s del barrio Restrepo, entrevista, octubre de 2020.

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CALZADO PARA COMUNIDADES EN CALZADO JHORBAM, 2020


almacenes, yo se lo hago como usted pida, más ancho, más delgado [118]”. Por su parte, Bladimir Vélez distribuye en el centro de Bogotá y trabaja sobre medida: Hacemos la muestra, la ofrecemos en los almacenes, nos piden, nos dan un tiempo para entregarles, les entregamos y esperamos un mes para que nos paguen […] no a las cadenas porque se aprovechan, porque le pagan a uno el zapato al precio que ellos ponen, ya uno no lo pone. Lo otro es que no hay ninguna garantía para los pagos, pues pagan a los treinta días o a los sesenta. Hay casos en que se demoran meses […] yo como microempresario no puedo hacer un préstamo […] con la pandemia, peor. [119]

La modalidad de los zapatos hechos a la medida ha permitido la especialización en la elaboración de calzado para personas y necesidades particulares. Yara Aristizábal comenta al respecto: El negocio lo iniciaron los abuelos, pero la que la convirtió en fábrica fue mi mamá… La montó en 1976 más o menos. No tenía un punto de venta, no eran zapateros sino comerciantes, y ellos empezaron comercializando zapatos […] mi mamá empezó con un punto fijo ahí en el Restrepo, comenzó con bolsos y después pasó a hacer calzado. Tuvo unas épocas muy buenas en que le vendía a grandes superficies como el Éxito, vendía al por mayor… Pero en una época de crisis, de 1986 a 1990, lo que ella hizo fue empezar a vender con un abono; eso generó que la gente le dejara el abono y con eso ella se empezó a reactivar.

Y gracias a eso empezó a llegar gente de la comunidad LGBT, las chicas trans, porque no conseguían zapato: como requerían el zapato a su medida, ella empezó a generar un producto apto para ellas, porque ellas tienen un pie de hombre, pero son mujeres, entonces, había que hacerles hormas especiales, productos especiales, porque pues el peso de ellas no es el mismo.

118 Silvio Acevedo, zapatero del barrio Restrepo, entrevista, octubre de 2020. 119 Bladimir Vélez, modelista y fabricante del taller de calzado Dorely, entrevista, octubre de 2020.

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El negocio empezó a ganar clientela porque en ese momento no había nadie que hiciera eso. Entonces, eso hizo que mucha gente la fuera a buscar a ojo cerrado. Eso hizo también que empezáramos a hacer productos para grupos especiales, como gente gótica, gente metalera, para cine, teatro y televisión. Actualmente todavía se hacen producciones de calzado para novelas, sobre todo de época, porque son productos especiales que tú no consigues en un almacén sencillo. [120] Distribución a almacenes de cadena o venta a distribuidores a nivel nacional

Existen talleres y fábricas que se dedican únicamente a la fabricación y distribución del producto final a almacenes de cadena ubicados en Bogotá, Bucaramanga, Medellín y otras ciudades o municipios. Para ello es usual poner maquilas o marcas con los nombres de los almacenes a los que venden y recibir el pago con cheques posfechados a mínimo un mes. “Los modelos que los clientes usualmente compran en grandes almacenes, como Aquiles o Bosi, provienen de este barrio. Lo único que varía es la marquilla [121]”. También se acostumbra a llevar el muestrario de los modelos de zapatos en un maletín para promocionar y generar los pedidos desde ciudades como Bucaramanga. Luz Helena Vásquez es emplantilladora y tiene, con su esposo, una fábrica llamada Calzado Keileens en el Restrepo desde hace seis años. Trae en su historia el arte de la zapatería, pues empezó a trabajar en esto porque la madre de su esposo tenía una fábrica de calzado en el barrio Las Cruces. Su cuñado tiene fábrica; su padre, desde que se jubiló de la Policía, se dedica a la zapatería; y su padrastro tenía zapatería en la casa. La fábrica se dedica a la producción de calzado para mujeres y niñas, y lo comercializa y distribuye a diferentes almacenes de cadena o a distribuidores a nivel nacional como, por ejemplo: Calzado Bucaramanga, Gasolina, República, Taxi y clientes pequeños, unos muchachos de Venecia, un señor de San José. No hace120 Yara Aristizábal, diseñadora y modelista de calzado Jhorbam y marca Yara Aristizábal, entrevista virtual, octubre de 2020. 121 Leonardo Gómez Botero, “Crisis en la industria del calzado en Bogotá, ‘Solo 4 de cada 10 zapatos que compran los colombianos son nacionales’”, Las 2 Orillas, 3 de agosto, 2015, https://www.las2orillas.co/s-o-s-por-la-industria-del-calzado-bogotano/

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mos zapatos a la medida, eso requiere de tiempo […] en la pandemia, quedó quieto todo, prácticamente cinco meses, nos quedó mucho zapato represado […] hubo muchas marcas que cerraron, almacenes, esos ya no le reciben, nosotros tenemos mercancía represada allá, confiando en Dios que rote la mercancía. [122] Comercialización a través de correrías realizadas por los mismos fabricantes en otros municipios y departamentos

Históricamente ha sido una forma de venta para fabricantes pequeños quienes realizan la producción de pares de zapatos sin pedidos previos. Por iniciativa propia, hacen correrías en municipios de Cundinamarca, Boyacá, Tolima, entre otros departamentos. Antiguamente se iba a las ferias que se realizaban en diferentes pueblos con un costal o maleta de zapatos para vender “maniado” [123]. La familia Hernández Torres, que lleva tres generaciones en la producción y comercio de calzado, mantiene el taller Hecar HT en el barrio Restrepo y su estrategia de venta está basada en las correrías por municipios de Colombia: Nuestro fuerte es por mayor a Calzado Bucaramanga. Nosotros no fabricamos sobre pedido, fabricamos botas —más o menos sabemos cuál rota más— y mi papá carga la camioneta y se va. Él se va, digamos, para Caldas, Marquetalia, Manzanares, La Victoria, Bolivia y le pagan de contado y seguimos trabajando acá. Luego volvemos y hacemos otra carga o va mi hermano con mi papá, y se va por allá para Neiva, Pitalito, Florencia, Garzón (Huila). Hacen el recorrido y vuelven. Luego vuelven y cargan la camioneta y se van para el llano, Yopal, todo eso, y vuelven. A veces hasta los fines de semana se van para La Calera, Guasca, Sopó y se devuelven. También vendemos mucho aquí en Bogotá, en Venecia, en Suba, en Kennedy, en Fontibón. El que vende más aquí en Bogotá es mi hermano […] En estas mismas

122 Luz Helena Vásquez, entrevista. 123 G. Espinel Bernal, “El calzado desde la distancia”.

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correrías traen los cueros del Valle, del Cerrito; y los forros, ganchos, cordones, suelas, pegantes sí se compra en el Restrepo. [124]

El proceso de las ventas de los zapatos elaborados ha dado lugar a muchas historias, con aciertos y desaciertos. Sobre este tema, narra Alfredo Espinel que entre 1960 y 1966 vivió en la calle 2.ª n.o 4-28, en el barrio Las Cruces, momento en que su padre adquirió un almacén: Para esa misma época, mi papá adquirió un almacén en el centro de Bogotá, como en la calle 9.ª, entre 9.ª y 10.ª, a un señor judío. Le pareció muy bueno y tomó el almacén. […] Entonces, el calzado que se hacía era para el almacén o para fuera de la ciudad. [125]

La otra venta era afuera de la ciudad, donde seguía involucrada toda la familia: El tío Ernesto era el experto en las ventas hacia los pueblos. Entonces, normalmente se le daban muchas docenas de zapatos […] eran, digamos, seis o siete cajas de dos metros por dos metros que se llenaban todas de calzado, eso para garantizar que no se fueran arrugar, a entorpecer o a estropear. Se les metía un pedazo de papel periódico embutido hacia la punta y se empacaban en la caja de tal manera que las suelas quedaran mirando hacia afuera. Y, bueno, se llenaba la caja y luego se amarraba con unos lazos bien gruesos. El tío se lo llevaba para el terminal y pues eran tantas las cajas que no cabían en las bodegas del carro; entonces, las subían en el techo del bus. […] Así era la correría por los municipios cercanos… Él viajaba, a veces con mi papá, a Boyacá y Cundinamarca. Él vendía en La Palma, Yacopí, Ubaté, Chiquinquirá, Tunja, por los lados de no me acuerdo qué otros pueblos, y mi padre a veces iba hacia los lados del Tolima. [126]

124 Andrea Hernández, administradora Calzado Hecar HT, entrevista, octubre de 2020. 125 Alfredo Espinel Bernal, entrevista virtual. 126 Alfredo Espinel Bernal, entrevista virtual.

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Algunas personas dedicadas a la zapatería han continuado con su trabajo como un proyecto que los sustenta y que constituye una especie de vocación que perpetúan hasta el final de sus vidas: Después de eso, mi tío Ernesto Espinel, él le vendía zapato a mi papá. Él ahorita tiene 92 años y él sigue vendiendo zapato al detal y se va [a] Abastos a las cinco de la mañana a vender, pero por el motivo de la pandemia desde marzo está en la casa, porque pues no puede salir. Cuando mi papá ya estaba en una situación difícil con el almacén, entonces él se lo vendió a un tío, hermano de mi mamá, Juan Bernal. Ese almacén todavía existe, se llama Calzado Estelita, y ellos ahorita lo arriendan a personas… En 1989, ya digamos que esta parte, esta etapa fue un poco dolorosa, porque a mi papá ya le tocaba ir a vender solo. Entonces se iba para Abastos o a los pueblos y llevaba en su costalito unos pares de calzado producidos por el señor zapatero Luis Rodríguez. Hubiese sol, lluvia, él siempre salía todas las mañanas, creo que lo acompañaban Germán o Marta. [127]

127 Alfredo Espinel Bernal, entrevista virtual.

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El aprendizaje en familia Sí, claro, todos, ¡desde que yo me acuerdo, desde que nací, hacía zapatos, todos! ¡Todos hacíamos zapatos y jugábamos…! Germán Espinel El oficio de la zapatería se aprende en el seno de la familia, mirando, respirando el ambiente en el quehacer cotidiano. Cuando el oficio está ligado de manera inexorable al sustento, hay una fuerza vital que une a ese trabajo. Las familias, como semilla del aprendizaje de la vida, ofrecen el espacio de transmisión de conocimiento para sus proles. Esta condición conlleva la creatividad y el desarrollo como emprendedores y seres humanos que crecen colectivamente. Como ya se vio en el primer capítulo, en muchos casos la vivienda cumplió la función de ser, a la vez, el lugar del trabajo. La familia crecía literalmente en medio de cueros y zapatos. En ese ambiente de aprendizaje las hijas e hijos asimilaban el oficio. Andrea Hernández, administradora de la fábrica de Calzado Hecar HT, tiene en su memoria la historia de la familia siempre vinculada al calzado, así como el trabajo y el esfuerzo realizados por todos para llegar a consolidar la microempresa que tienen en el presente. El lugar donde está la fábrica también es el lugar de vivienda, espacio que ha sido logrado a través de la zapatería: Mi papá empezó a edificar y vivíamos aquí arriba [en el barrio]. […] Cuando llegaron alquilaron una casa diagonal a Montaño que ahora se llama El Baquetón. Trabajábamos allá, y ya cuando mis papás ahorraron un poco de dinero para empezar a construir en el lote, todo era taller y en las piecitas era donde vivíamos, y ya cuando empezaron a construir, abajo fabricábamos y arriba vivíamos. Cuando yo era chiquita, de diez años, yo bajaba y le decía a algún guarnecedor que me diera trabajo en mis vacaciones o en mis tiempos libres y les ayudaba a los guarnecedores. Yo era ayudante de guarnecedor y me pagaban. Les pegaba los forros, ojaletes, remaches, las cositas que llevaba la bota y ellos cosían. Mi hermano también trabajaba. En esa época hacíamos tenis blancos y esos tenis se 125


cosen por el borde. Todos ayudábamos. Mi mamá cosía. De hecho, este lote de esta casa se pagó cosiendo tenis blancos. Llegábamos de estudiar y todos trabajábamos, unos emplantillaban, otros cosíamos, otros quemaban hebra. Y ya vino la universidad y de pronto en la semana no bajaba, pero los fines de semana sí ayudaba y cuando tenía vacaciones me metía […] ahora los hijos de mis hermanos, de dieciséis y veintidós años, ellos también vienen y ayudan a emplantillar. [128]

De esta manera, los padres y la familia fueron la fuente de transmisión del oficio de la zapatería desde hace varias generaciones en el barrio. La casa-taller se constituyó en el espacio de recreación del conocimiento del clan familiar. Los niños aprendían en su grupo familiar e incluso de la comunidad que los circundaba, que, en este caso, era el barrio mismo, dedicado a la zapatería. El conocimiento se construía a través de la interacción social mediada por la cultura. Toda la familia, o la mayoría, estaba involucrada en el proceso productivo, los hijos junto a los trabajadores, o los padres y los hijos en una relación de trabajo y aprendizaje. Yanet Espinel, comerciante independiente de calzado, recuerda cómo aprendió el oficio en el barrio Las Cruces: A cada uno de nosotros, mis padres nos daban un oficio determinado de lo de la zapatería cuando ya terminábamos las tareas escolares. Yo nací en el año 1958 […] en el año 1968 mis papás ya me ponían a la terminación del zapato, que era colocar los recuños y quitar las hebras de la cosida. Me mandaban a coser los zapatos y a brillar los zapatos, y meterle periódico adentro para que no perdieran la forma. También cuando hacían los cortes, que eso se llama modelado, el estilo del diseño de los cortes, a mí me tocaba martillar alrededor del corte, de cada pieza echarle solución y luego con un martillo cerrar, hacerle como un dobladillo a la capellada, a todas las partes que integraban el zapato. [129]

A través del trabajo familiar, se desarrollaba un sentimiento de pertenencia, el cual era visible en las actividades cotidianas, además de que se lo128 Andrea Hernández, entrevista. 129 Yanet Espinel Bernal, comerciante de calzado, entrevista virtual, septiembre de 2020.

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graba transmitir el oficio, aprendiendo de forma empírica. Dicho aprendizaje se ha trasmitido en el tiempo, por lo que los oficios, los nombres y la división del trabajo han permanecido. Por ejemplo, la etapa de producción en la cadena de oficios es la misma. La producción se refiere al proceso generado por la actividad conjunta, no tanto a través de procedimientos planificados, sino porque se conoce una forma de realización. La producción abarca a otros agentes, como los trabajadores satélites, los vendedores de insumos y la familia que, aunque no recibe un sueldo, disfruta en general de las ganancias obtenidas [130]. Alcira Rodríguez Rozo creció en Las Cruces. Sobre las relaciones familiares y su asocio con la práctica recuerda: Yo me crie en la zapatería porque mi mamá era guarnecedora. Mi papá era zapatero, pero yo no lo conocí porque yo estaba muy pequeña. Mi mamá trabajó siempre en eso y nosotros nos criamos en eso. Desde pequeña le ayudaba a trabajar a ella. Mi mamá tenía un taller de guarnición y trabajábamos todos para unas fábricas. Ya después nos independizamos y seguimos en el oficio. Yo trabajé en fábricas y en varios talleres de zapatería hasta que ya puse mi fábrica, se llamaba Calzado Rod, desde 1978 hasta el año 1995. [131]

Johanna Acosta Rincón, administradora del Almacén De Lujo y una de las nietas de Héctor Rincón y Blanca Carreño de Rincón —quienes crearon los almacenes hace más de cuarenta años—, reconoce que el motor del desarrollo es la familia. La organización familiar predomina también en este almacén de calzado. Es la base de su funcionamiento. Una de las políticas internas que tienen es la de atender ellos mismos sus almacenes; así la tradición familiar que nació con sus abuelos permanece en el tiempo. La abuela no solo construyó un proyecto económico para su familia, sino todo un concepto acerca de cómo debían ser los almacenes. La abuela se ha caracterizado por ser una persona muy exclusiva con lo que hace. Ella quería que el negocio fuera completamente diferente a lo que había en el resto del mercado […] ella diseñó todo el tema de la estantería, de los colores, las vitrinas, de tal manera 130 German Espinel Bernal, entrevista virtual y recorrido de derivas urbanas en el barrio Restrepo. 131 Alcira Rodríguez, entrevista virtual.

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que marcara la distinción dentro del mercado del comercio […] Cada local tiene un dueño y una administración independiente […] ella se los dejó a los hijos y ellos a nosotros, y siempre la política de ella, por decirlo de alguna manera, es el que tiene tienda que la atienda. [132]

El arte de la zapatería es un oficio que crea unos vínculos especiales en las familias, los cuales perduran, después de al menos tres generaciones. Sin embargo, es claro que se requiere adaptarse a las nuevas circunstancias y a la vez conservar unos principios que permitan cuidar la herencia de lo aprendido. Al respecto, la diseñadora de calzado Yara Aristizábal señala: De la generación de mi mamá pocos siguieron en el calzado. A muchos les dio duro adaptarse a la tecnología. Nosotros la continuamos con mi hermana, aunque yo seguí la parte artesanal. ¿Por qué la seguí?, porque los productos que nosotros hacemos son de a uno, yo tengo clientes por mayor, pero también son productos muy elaborados que no se hacen en cantidades grandes. [133]

Robert Páramo López es biólogo marino. Terminó su carrera en 1990, ejerció tres años y se decidió a regresar para encargarse de la empresa fundada por su padre, Orlando Páramo, y su madre, Magnolia López. En la actualidad, Robert es el representante legal de Calzado Orpar, que lleva 45 años en el comercio, en la especialidad de zapato para hombre. Sin embargo, todo empezó con sus padres; según él todo nació “de un sueño de salir adelante”: Mi mamá era guarnecedora y con mi papá lograron tener una de las empresas del sector del calzado para caballero. Desde hace diez años hemos decidido mermarnos. Yo era un exportador muy grande, logramos abrir nueve tiendas, vendíamos nuestro propio producto, pero debido a los problemas que se han venido presentando ahora solo tenemos dos tiendas y la fábrica para la elaboración de

132 Johanna Acosta Rincón, entrevista. 133 Yara Aristizábal, entrevista virtual.

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los zapatos […] Después de estar sacando 500 pares [al] día, estamos sacando 200 pares a la semana. [134]

El aprendizaje inicial del arte lo realizó en familia y este vínculo es que lo une todavía a ese proyecto de vida que inició con el abuelo Rosendo: Mi hermano y yo llegamos de tres y cuatro años a Bogotá. Uno viviendo ahí entre los cueros aprende el arte de guarnecedor. Así que le guarnecía a mi papá. Mi hermano aprendió la parte administrativa, a despachar cortes, y ha sido toda la vida. Apenas terminamos el bachillerato, el sueño de mi papá era que estudiáramos […] Fui el primero de toda la descendencia de mi padre y de mi madre y logré sacar adelante el título. Luego mi hermano menor estudió y se especializó y mi hermano mayor no estudió, se dedicó a trabajar en el negocio. El mayor y yo somos los que aprendimos la zapatería. [135]

El Restrepo tiene una impronta de historias y memorias del cuero y el calzado que requiere ser valorada más allá de las políticas económicas. Estas políticas, a su vez, implican tener en cuenta factores sociales y culturales que potencien la experiencia y el trabajo, puesto que los fabricantes y trabajadores del barrio se han formado básicamente de manera empírica por más de tres generaciones. Al menos dos generaciones del siglo XX y dos del siglo XXI han vivido, estudiado y trabajado la producción de calzado desde el legado familiar.

134 Robert Páramo López, gerente Calzado Orpar, entrevista virtual, septiembre de 2020. 135 Robert Páramo López, entrevista.

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Donde la magia sucede EL CONTEXTO PRODUCTIVO

El propósito de este capítulo es hacer evidentes las dinámicas familiares que, de la mano de la transmisión de los diferentes oficios del arte de la zapatería y su comercialización, han conformado las formas organizativas económicas del barrio Restrepo. Para esto, resulta determinante articular la reconstrucción de la memoria del arte de la zapatería con el contexto productivo, ya que le atribuye parte de su reconocimiento como práctica cultural. En el Restrepo existen talleres, fábricas y remontadoras, de los cuales pocos pueden ser clasificados como medianas empresas [136]. En general, muchos de estos talleres podrían considerarse microempresas artesanales. Las micro, pequeñas y medianas empresas, informales y formales, se conocen en general como sistemas productivos locales (SPL), o “aglomeraciones de organizaciones productivas que en conjunto posibilitan la producción y comercialización de un bien o servicio. Su composición es muy variada, y por ello el entendimiento de cada una amerita su análisis particular” [137]. David Forero, en su análisis del calzado en el barrio Restrepo en 2014, señala que en los SPL se genera empleo formal e informal, se crean ambientes de cooperación y asociatividad y, además, se configuran prácticas culturales, no solo en los procesos de producción y comercio entre trabajadores, sino también entre compradores y residentes del barrio Restrepo. A su vez, indica la existencia de tres elementos relevantes para la identificación de los sistemas productivos locales: el territorio, las redes sociales y las cadenas productivas [138]. El territorio, en este caso el barrio Restrepo en su contexto urbano, se asume como el lugar geográfico donde las actividades culturales asociadas a la producción y el comercio de calzado suceden, y donde las 136 Dentro de los talleres y fábricas estudiados en la investigación, los únicos que se relacionan con esta categoría son Barbarella y Orpar. Este último ha pasado de grande a pequeña empresa. 137 David Forero, “El sector del calzado en el barrio El Restrepo”, Equidad y Desarrollo 21 (enero-junio, 2014): 102-103. 138 Forero, “El sector del calzado”, 102-103.

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redes y condiciones de producción son generadas a partir del habitar y la convivencia cotidiana. “El territorio entonces engloba propiedades demográficas, socioeconómicas y culturales que lo hacen único, y cuyo entendimiento depende en consecuencia del análisis particular” [139]. Las redes sociales consisten en las relaciones de cooperación que se dan entre agentes, las cuales conforman mínimo una red identificable con distintas dinámicas en el territorio. En el barrio Restrepo se pueden identificar dos tipos de redes: las naturales y las construidas. Las redes naturales han estado orientadas por la división del trabajo productivo, por lo que en el barrio se hace evidente una organización que permite ubicar a los vendedores de insumos, las zonas de talleres y las fábricas de calzado que se han ido desplazando de la zona comercial por los altos precios de los arriendos. También se encuentran los prestadores de servicios satélites que se encargan de trabajos específicos, como el cambreado, el desbaste y la guarnecida. Las redes construidas, por su parte, responden a las organizaciones. Están conformadas por las agremiaciones y asociaciones, como por ejemplo la Asociación Colombiana de Cueros (Asocueros) y Cornical que se fusionaron en 1999 en Acicam [140]. Así mismo, se encuentra la Cooperativa Multiactiva de la Industria del Calzado y Afines (Coomficalz), conformada desde hace seis años por veinte pequeños productores [141]. Las cadenas productivas, por último, tienen como fin coordinar la producción y comercialización, en la que se incluyen los procesos concernientes a los tratamientos de materias primas hasta la fabricación. Estas cadenas se orientan a la producción e incursión en el mercado del producto final [142].

139 Forero, “El sector del calzado”, 103. 140 Forero, “El sector del calzado”, 103. A Acicam pertenecen solo los medianos y grandes productores, es decir, una minoría para el caso del barrio. El perfil que se requiere para estar en Acicam y en las ferias es para medianas y grandes empresas; por este motivo, no se constituye en una oportunidad para los microempresarios y talleres pequeños, que son los que mantienen la producción tradicional con procesos y oficios principalmente manuales. 141 Mario Reyes, director de Coomficalz y fabricante de Ardipiel’s, entrevista realizada durante trabajo de campo, octubre de 2020. 142 Forero, “El sector del calzado”, 102.

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TERRITORIO (COMO ENTIDAD GEOGRÁFICA, CULTURAL E HISTÓRICA)

ESQUEMA METODOLÓGICO DE IDENTIFICACIÓN DE TERRITORIO. FUENTE: DAVID FORERO, “EL SECTOR DEL CALZADO EN EL BARRIO EL RESTREPO”, EQUIDAD Y DESARROLLO 21 (ENERO-JUNIO, 2014).

En este sentido, en el barrio el Restrepo la cadena productiva se ha ido constituyendo a partir de procesos espontáneos y paulatinos, en los que se parte de la experticia y el trabajo de quienes se desempeñan en la fabricación de calzado. Estos generan trabajo para la comercialización, que a su vez genera ventas de otros consumidores, así como un salario para los trabajadores que al tiempo son compradores [143]. En Colombia, los informes sobre el calzado indican un rango de producción que se estructura a partir de la cantidad de ventas de las principales empresas fabricantes. En esa lógica, los talleres y microempresas no alcanzan a estar totalmente reflejados en los informes [144], por lo que el trabajo artesanal y manual propio que se desarrolla en el barrio Restrepo no cuenta hasta el momento con una valoración real en términos de su aporte económico como un comercio tradicional. En el estudio de la Secretaría de Desarrollo Económico publicado en el 2015 para una muestra de 50 unidades productivas en el barrio Restrepo,

143 Juan F. Torres Alanís, “¿La economía local?”, Milenio, 13 de marzo, 2014, https://www.milenio.com/opinion/juan-torres-alanis/el-quijote-empresarial/laeconomia-local 144 Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Bogotá, “El sector calzado en Colombia”, Instituto Español de Comercio Exterior, 2002, https://www.camaravalencia.com/camaraonline/docs/El_sector_del_calzado_en_ Colombia.pdf

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GRADO DE TECNIFICACIÓN DEL PROCESO EN EL BARRIO RESTREPO. FUENTE: SECRETARÍA DISTRITAL DE DESARROLLO ECONÓMICO, DIRECCIÓN DE ESTUDIOS SOCIOECONÓMICOS Y REGULATORIOS, SUBDIRECCIÓN DE ESTUDIOS ESTRATÉGICOS, “LA INDUSTRIA DE LA FABRICACIÓN DE CALZADO EN EL RESTREPO”, CUADERNO (BOGOTÁ) 30 (2015): 53.

se identificó el importante papel de la estructura organizativa y productiva de la familia: aproximadamente el 18 % de las empresas de la muestra contaban con talleres muy artesanales que funcionaban con viviendas con 2 o 3 puestos de trabajo que normalmente están ocupados por miembros de la familia. […] La producción promedio es de 80 y 100 pares al mes. […] El 48 % corresponden a talleres con un poco más de capacidad y espacio, han optado por la incorporación de hasta 4 máquinas en el proceso de producción, fundamentalmente máquinas de guarnición, para el montaje y ensuelado de calzado, así logran disminuir tiempos de fabricación y aumentar cantidad de producto terminado. […] Este tipo de talleres fabrica en promedio de 101 a 1.000 pares al mes. [145]

La Secretaría Distrital de Desarrollo Económico alude al trabajo artesanal como una actividad manual en el proceso productivo. Como se observa en el gráfico, para la muestra que realizaron con 50 unidades productivas en el Restrepo, el 38 % continuaba con un proceso mayoritariamente artesanal, mientras el 46 % realizaba un proceso de producción 145 Secretaría Distrital de Desarrollo Económico, Dirección de Estudios Socioeconómicos y Regulatorios, Subdirección de Estudios Estratégicos, “La industria de la fabricación de calzado en el Restrepo”, Cuaderno (Bogotá) 30 (2015): 53, gráfica 18: “Grado de tecnificación del proceso”.

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mixto en el que las actividades manuales incorporaron maquinaria en las etapas de fabricación de calzado. Si bien en la mayoría de estos lugares se ha incorporado maquinaria pues trabajan de forma mixta, los empresarios reconocen la necesidad de contar con operarios y mano de obra para la producción de calzado: Únicamente aquellas empresas con capacidad para producir más de 5.000 pares de zapatos al mes cuentan con una estructura de planta mayoritariamente tecnificada, pero sin dejar de hacer uso de la mano de obra que es necesaria en todas las etapas del proceso. A diferencia de otros sectores, en el sector del calzado, a pesar de la disposición de maquinaria, el producto debe ser manipulado por operarios durante su ensamblado. [146]

Los términos tradicional o artesanal apenas se empiezan a pensar y a concebir como una posibilidad de comprender la historia de sus vidas. Sin embargo, el de trabajo manual sí es reconocido, como lo señala Fernando Cordero de Calzado Barbarella: “la producción de calzado en Colombia siempre ha sido y va a ser manual” [147], no porque sea artesanal o porque obedezca a una producción tradicional, sino porque, dadas las condiciones económicas de nuestro país, “las personas en general solo pueden comprar dos pares de zapatos al año y por este motivo “este negocio” no podrá crecer mucho más” [148]. No obstante, se puede decir que ha tenido momentos de abundancia. Las personas inmersas en la economía local, primordialmente familiar, del oficio de la zapatería, no se autorreconocen como productores tradicionales de calzado y, por tanto, no consideran su labor como un aporte a la ciudad desde un conocimiento particular. En este oficio, cuya raíz es la organización familiar, no existe aún una consciencia colectiva respecto de ser portadores de una tradición o un conocimiento de los valores que esto representa. Esto marca una importante diferencia con relación a lo que sucede, por ejemplo, con la producción tradicional de 146 Secretaría Distrital de Desarrollo Económico, Dirección de Estudios Socioeconómicos y Regulatorios, Subdirección de Estudios Estratégicos, “La industria de la fabricación”, 58. 147 Fernando Cordero, propietario de Calzado Barbarella, entrevista virtual, septiembre de 2020. 148 Fernando Cordero, entrevista virtual.

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las comunidades indígenas, la cual es transmitida oralmente y en prácticas cotidianas que también se pueden llamar empíricas, y en las que la consciencia del trabajo conlleva una valoración de su herencia.

LOS ESPACIOS DE ELABORACIÓN, ARREGLO DE CALZADO Y COMERCIALIZACIÓN

Al visitar los talleres, las fábricas y los almacenes, las personas que allí trabajan narran momentos de gloria y de decadencia. No parece importar tanto la producción tradicional, sino el trabajo vinculado a la existencia y subsistencia de las familias, pues es esto lo que moviliza el hacer. Ese hacer que forja el proceso de fabricación de calzado como práctica cultural y social sucede en espacios que se adaptan y se organizan particularmente en torno al arte de la zapatería. Es allí donde los oficios tradicionales de la producción de calzado siguen latiendo y resistiendo, en las vivencias cotidianas de mujeres y hombres que portan los saberes de esta práctica. El taller, la fábrica y el almacén de calzado son espacios esenciales que han establecido una forma de habitar propia, de acuerdo con la disposición de las máquinas, el mobiliario, las herramientas y los materiales que condicionan las dinámicas de uso y permiten la transmisión de los saberes, el trabajo colectivo y el desarrollo del proceso productivo del calzado. Taller

Como ya se ha visto anteriormente, el espacio para la fabricación en los talleres en varios casos se mimetizaba con el espacio de la vivienda: En esa época el zapatero pobre trabajaba en la casa, hacía las tareítas de las dos o la docena de zapatos en las casas. Ellos trabajaban en las piezas y sobre las camas iban arrumando el zapato que iban terminando. En esa época aquí no había fábricas de calzado […] Otros alquilaban piezas, en una dormían y [en] otra trabajaban. [149]

149 Luis Enrique López Ramírez, residente del barrio Restrepo, carpintero, 84 años, entrevista, septiembre de 2020.

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TALLER DE CALZADO ARDIPIEL’S, 2020



La definición de un espacio propio para el taller se fue configurando con adaptaciones en habitaciones y patios de viviendas propias o en arriendo. Se construía un espacio pequeño en estructura de madera o en ladrillo, con altura de un piso, donde el mobiliario básico para el proceso de corte, el montaje y el finalizado se disponía para uno o dos zapateras/os y otros familiares que desde su niñez trabajaban como ayudantes en la producción de calzado, especialmente en la etapa de finalizado. Como el proceso de fabricación era artesanal-manual, el mobiliario del que se disponía era: un burro [150] para poner las hormas mientras se hacía el solado de zapatos que se iban montando, una mesa para cortar los moldes sobre el cuero, un banco y estantes de madera para poner los zapatos terminados. La máquina de coser usada en el proceso de guarnición representó la introducción al proceso semiindustrial, que en algunos casos estuvo afuera del taller y que, hasta el día de hoy, para varios zapateros, es una etapa que se encarga por tareas a guarnecedores externos o satélites. La pulidora de suelas también requería un espacio independiente, ya que el polvo que generaba se esparcía en el espacio, ensuciaba y afectaba la salud de quienes trabajaban. El proceso en un taller de calzado incluía no solo la participación familiar en oficios específicos, sino también la articulación con trabajadores externos que se dedicaban a un oficio y servicio en particular. Alfredo Espinel describe desde el recuerdo una distribución espacial y funcional interna en una casa-taller en el barrio Las Cruces: Entonces, en esa casa recuerdo que era de cuatro alcobas y dos patios. Una de las alcobas pues era el dormitorio de la familia, porque era mi papá, mi mamá y habíamos nacido cuatro de los hermanos, cuatro de seis. La segunda habitación era el sitio donde se cortaba el cuero para hacer los cortes y creo que estaba la máquina de guarnecer cortes; y enseguida había otra alcobita donde vivía un tío —no sé si era el tío Pedro o el tío Marcos— y también servía de bodega para almacenar el calzado que se producía. En la cuarta alcoba o cuarta habitación eran donde quedaba el sitio de los operarios, creo que se tenía entre uno y cuatro. Ya ahí se seguía un patio, era la cocina, un baño y había una especie de enramada donde queda150 Remitirse al apartado “El abc del calzado”.

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DIBUJO DE TALLER DE CALZADO DE JUSTINIANO ESPINEL Y CARMEN BERNAL, 2020 FUENTE: MARTA RUTH ESPINEL BERNAL.

ba una máquina que se llamaba la pulidora, una pulidora que era donde servía para hacer el proceso del mejoramiento del calzado. Nosotros escogimos o mi padre escogió tres alcobas seguidas, interrelacionadas entre ellas. En una quedaba la parte donde se cortaba el calzado y donde mi mamá guarnecía. La de la mitad era donde ellos dormían y la tercera era donde dormíamos nosotros los muchachos y también servía de sitio para guardar el calzado. Y había una que era el sitio donde se hacían los operarios para hacer el calzado. [151]

Hoy en día, puede decirse que el taller es el espacio que se organiza para la producción de calzado y que puede ser un lugar adaptado dentro de una vivienda familiar o planificado para este uso. De acuerdo con el proceso de producción manual y tradicional para la fabricación, se puede disponer de mobiliario con herramientas y máquinas básicas para guarnecer, desbastar y pulir. Estas se distribuyen en una secuencia que facilita la producción. Por lo general, la cantidad de trabajadores oscila entre uno (que sabe realizar varios oficios) o varias personas (máximo diez) que se especializan en las diferentes actividades. 151 Alfredo Espinel Bernal, entrevista virtual.

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Un taller por dentro

El taller es el espacio que se organiza para la fabricación manual tradicional semi industrial de calzado, a diferencia de las fábricas que son planeadas para la producción industrial de calzado con maquinaria y tecnificación de mayor nivel. DESBASTADORA: MÁQUINA QUE LE QUITA PARTE DEL ESPESOR DEL CUERO PARA ADELGAZAR LOS BORDES DE LAS PIEZAS ANTES DE PASAR AL PROCESO DE GUARNICIÓN.

MESA DE CORTE

MOLDES

MÁQUINA DE COSER SINGER ANTIGUA: AÚN SE CONSERVA EN ALGUNOS TALLERES Y FÁBRICAS.

ALMACENAMIENTO DE PIELES

LAS HERRAMIENTAS MANUALES BÁSICAS SON: CUCHILLOS DE DISTINTOS TIPOS, PINZAS, PLANCHA Y MARTILLO DE ZAPATERO.

MESA DE FINIZAJE O EMPLANTILLADO


GUARNICIÓN-COSIDO: SE UTILIZAN MÁQUINAS DE CODO O SINGER, PUEDEN SER DE DOS AGUJAS Y DOBLE O TRIPLE TRANSPORTE PARA HACER VARIAS COSTURAS A LA VEZ.

HORMAS: MOLDES TRIDIMENSIONALES DONDE SE MONTA EL ZAPATO, MIENTRAS SE HACE EL MONTAJE Y LA SOLADURA. VARÍAN SU FORMA SEGÚN EL MODELO QUE SE QUIERE HACER (CURVA, PUNTUDA, CUADRADA). LA DIFERENCIA ENTRE NÚMEROS CAMBIA CADA 6,66 MILÍMETROS.

EL 25 DE OCTUBRE SE CELEBRA EL DÍA DE SAN CRISPÍN Y SAN CRISPINIANO, QUIENES PRACTICABAN EL OFICIO DE LA ZAPATERÍA. EN BOGOTÁ, EL CONCEJO LO DECLARÓ DÍA DISTRITAL DEL CALZADO, EL CUERO, LA MARROQUINERÍA Y PRODUCTOS AFINES.

SOLADO O MONTAJE

BURRO

PULIDORA: MÁQUINA DONDE SE DISPONEN VARIAS RUEDAS CON LIJA, PELOS, DIENTES Y BRILLADORA (EN ALGUNOS CASOS, PUEDE TENER UNA FRESADORA). SE UTILIZA PARA BRILLAR Y LIMPIAR LOS ZAPATOS TERMINADOS O PARA FRESAR LAS SUELAS.


El área en metros cuadrados de los talleres fue variando según la posibilidad de expandirse en la vivienda o en el inmueble donde se disponía este espacio. Por lo general, en planta tienen una forma rectangular a la que se le fueron sumando un cuarto para la pulidora, un baño, una pequeña bodega para materiales y, en algunos casos, un mesón de cocina. Aunque no hay un modelo estándar para clasificar los talleres del Restrepo, al hacer un acercamiento a la ubicación y distribución espacial de alguno de estos, se pueden identificar: ▶ Talleres adecuados en casas donde se adapta un espacio específico para uso productivo de calzado, puede ser en arriendo o propio. Estos inmuebles también están destinados a otros usos comerciales y de vivienda. ▶ Edificios construidos para el uso productivo de talleres, fábricas y almacenes de calzado o de insumos en el primer piso, que pueden estar relacionados con el taller o ser independientes. En el interior, las características físico-espaciales del taller mantienen una organización a partir del proceso productivo del calzado. Corresponden a una habitación o un piso libre con ventanas y, en algunos casos, tienen claraboyas que permiten la iluminación natural. Este espacio habitable de aprendizaje, de trabajo y de permanencia para las zapateras y zapateros es el corazón físico espacial donde convergen los saberes, los oficios y el sustento de la vida diaria a partir del arte de la zapatería. Aunque los estudios que se han realizado han enfocado sus análisis en la producción desde el campo económico, es importante resaltar que estas formas de habitar hacen parte del legado de este oficio y, por ende, una posible valoración patrimonial requiere su revisión integral. Fábrica

La fábrica es el espacio planificado desde su origen para la elaboración de calzado con maquinaria y tecnificación. Parte de la evolución espacial del taller y del proceso de producción industrializado de calzado generó como resultado la consolidación de lo que conocemos como fábrica. Tanto el espacio como las máquinas utilizadas se organizan para permitir un proceso de producción industrializado en el que los 142


INTERIOR FÁBRICA DE CALZADO BARBARELLA, 2020

operarios manejan manualmente los equipos en casi todas las etapas. Algunas fábricas conservan procesos completamente manuales y otras acuden al uso de maquinaria para cambreado, troquelado, desbastado, guarnición, montaje y ensuelado. Pueden trabajar desde diez personas en adelante. Para la mayoría de los fabricantes y trabajadores del arte de la zapatería en el barrio Restrepo, una fábrica “tiene maquinaria, toda la maquinaria para fabricar el calzado […] tiene una montadora, terminadoras, tiene una cantidad de máquinas, una montadora puede sacar 500 pares diarios” [152]. Sin embargo, cabe señalar que si bien las diferencias entre taller y fábrica son evidentes, algunos propietarios suelen llamar al espacio de trabajo “fábrica”, aun cuando no sea industrializado y la cantidad de trabajadores sea mínima.

152 Oscar Arturo Díaz, guarnecedor de calzado y coordinador del torneo de futbol Fabricantes y Peleteros del Restrepo, entrevista, 10 de octubre, 2020.

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Remontadora

La remontadora es “un sitio donde se repara calzado, se hacen remontas, tapas, tacones, se tiñe calzado, se cambian tacones, infinidad de cosas que también incluye bolsos, carteras y marroquinería en reparación [153]”. El espacio se asemeja a un taller y cuenta con la máquina de guarnecer, la pulidora y las mismas herramientas utilizadas en dicho lugar. En algunos casos se hace calzado sobre medida. Estos espacios son los que más se conocen en el imaginario colectivo como “zapatería” y existen en muchos barrios de Bogotá. David Cristancho, del Museo del Cuero, menciona que en el Restrepo los primeros trabajos eran de remontas o arreglos de zapatos realizados por los zapateros remendones [154]. Almacén

El almacén corresponde al espacio constituido para la venta de calzado. Se dispone principalmente en el primer piso de un inmueble, pero en algunos casos puede encontrarse en el segundo nivel. Allí trabajan entre uno y tres vendedores, aunque ese número puede aumentar de acuerdo con la temporada. En el barrio Restrepo, la vocación comercial se manifiesta especialmente en pequeños y medianos comerciantes que se organizan, muchas veces a partir de un sistema familiar, y se ha mantenido mayoritariamente bajo criterios de los propietarios sin una orientación administrativa establecida [155]. Sin embargo, esta producción y comercio permanecen en el tiempo y varios almacenes cuentan con trayectoria, son representativos para la comunidad por los zapatos que ofrecen o tienen características que definen el espacio de un almacén de calzado. Físicamente los almacenes se ubican en un local con una gran puerta o ventanales sobre la fachada principal. Su relación directa con la calle sirve como una vitrina comercial que atrae a las personas compradoras.

153 Isaías Lara Carranza, entrevista. 154 David Cristancho, codirector del Museo del Cuero y los Oficios del barrio Restrepo, entrevista, octubre de 2020. 155 Jaime Eliécer Rodríguez y Guillermo Rueda, “La rotación de personal de mostrador en los almacenes de calzado del barrio Restrepo” (tesis, Universidad Social Católica de La Salle, Facultad de Administración de Empresas, Bogotá, 1983), 23.

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En el interior se disponen cajoneras, estantes laterales, vitrinas, bancos para medirse los zapatos, burros y otro mobiliario a manera de exhibidor. Los almacenes hacen parte de un sistema productivo que relaciona a la comunidad fabricante, comerciante y compradora en el barrio Restrepo con el proceso de producción manual que implican oficios tradicionales para la fabricación de calzado. De igual forma, aportan al sustento familiar, mantienen prácticas asociadas con la comercialización por generaciones para vendedores y compradores, y de esta forma establecen una significación cultural para los habitantes de Bogotá. Algunos almacenes tienen características destacables en cuanto a la estantería y la forma tradicional de exhibir los zapatos, pues se trata de estructuras y cajoneras en madera que, en casos particulares —Calzado de Lujo, Súper Lujo, Súper Junior’s, Calzado Mónaco, Calzado Pony’s, Calzado Nancy—, fueron diseñadas para este uso específico y se conservan desde hace varias décadas. La calidad arquitectónica del diseño interior les atribuye valores estéticos únicos. En lo que concierne a la disposición espacial y el juego entre vitrinas o mobiliario que sirve para exhibir los zapatos se destacan: la disposición de ventanales en fachada, las cajoneras como mobiliario dentro de los almacenes y los estantes laterales ubicados en las paredes. Fachadas: Los almacenes, como espacio para llevar a cabo la práctica

de comercialización de calzado, definen una forma singular de habitar el espacio y se configuran, en muchos casos, a partir de ventanales dispuestos sobre la fachada principal. Las fachadas funcionan como una gran vitrina de exhibición que invita a compradores a observar la variedad de zapatos y se vincula con el paisaje urbano característico del barrio. La acción de comercializar constituye una práctica cultural que, al suceder en los almacenes que se ubican en las calles del barrio, implícitamente incide en la configuración de la imagen urbana y en las dinámicas de uso generadas a través de los recorridos por las calles comerciales donde están los almacenes de calzado.

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Un almacén por dentro

Los almacenes o locales comerciales son los espacios destinados a la exhibición y comercialización de calzado. A diferencia de las compras por internet, al visitar un almacén de calzado tradicional los clientes tienen la posibilidad de probarse los zapatos, caminar con ellos, recibir asesoría personalizada y verificar su calidad y comodidad.

LATERAL DE EXHIBICIÓN

ESPEJOS

VITRINAS


CAJONERA

BODEGA

MUEBLES DE EXHIBICIÓN

ASIENTOS PARA CLIENTES


Cajoneras: Esta forma de exhibición consiste en una secuencia de ca-

jones o cajas apilados y apoyados sobre las paredes del interior del almacén y se ubican al fondo del mostrador, como un telón que permite visualizar los diferentes modelos de zapatos que están a la venta. Las ventas tradicionales eran las cajas de los zapatos ubicados por tallaje y por modelo en estanterías de madera y había una butaca donde la gente se probaba los zapatos. A veces, cuando había mayor sofisticación, le ponían un piso en caucho, que permanecían limpiando para que no se ensuciara y no se rayaran los zapatos por debajo. Más adelante llegó el tapete, entonces eran unas moquetas que, creo, tenían todos los ácaros del mundo, pero lo que se buscaba era preservar la suela. [156] Estantes laterales: Dentro de los almacenes se hacen adecuaciones

de superficies en madera sobre las paredes y con estantes de acrílico o metal, separados por hileras equidistantes, se exhiben los zapatos. Esta forma es más reciente y genera otra estética característica de los almacenes de calzado ubicados especialmente en la carrera 24G.

156 David Cristancho, entrevista.

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CAJONERAS ALMACÉN SÚPER LUJO, 2020


Un horizonte espacial, productivo y afectivo para el patrimonio cultural

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a aglomeración de cuero y calzado del barrio El Restrepo se sitúa entre las Carreras 19 y 25, y entre las Calles 16 y 18 sur de Bogotá. Aunque hay establecimientos que se localizan fuera de esta delimitación, y cuya ubicación también responde al hecho de aprovechar el reconocimiento del sector como centro de comercio y producción de calzado, estas se asientan de forma intermitente […] En adición, hay que decir que la aglomeración no es cuadrada, su columna vertebral es la Calle 17 sur, entre Carreras 19 y 25, y su centro es la iglesia de Nuestra Señora de la Valvanera." [157] La concentración de talleres, fábricas y almacenes que se establecieron por iniciativa espontánea de la gente, sin un planteamiento público o de grandes empresas privadas, se caracteriza por ser una aglomeración con patrones comunes en la cultura productiva, que, bajo condiciones históricas y geográficas particulares, ha dado lugar a una dinámica de relaciones socioeconómicas propias. El barrio conforma un tejido único que contribuye a la vocación e identidad del territorio, a través de múltiples significaciones en las que se involucran todos los elementos descritos: las formas de habitar el barrio con sus usos mixtos, las viviendas, los talleres, las fábricas, los almacenes, las formas de fabricar y de vender a la medida, al detal y al mayor, y en donde además es común un lenguaje propio del oficio. A su vez, ese paisaje comunica y atestigua la vocación, la historia, las vivencias y las características que le atribuyen singularidad en la ciudad, así como la apropiación y los afectos de los habitantes y trabajadores del calzado. Se trata de un paisaje urbano que se alía con lo productivo y lo afectivo, y en el que surgen elementos, relaciones sociales y espacios estructurantes que permiten comprender el horizonte de patrimonio inmaterial que constituye la producción de calzado en el barrio Restrepo en Bogotá.

FÁBRICA CALZADO KEILEENS, 2020

157 Forero, “El sector del calzado”, 107.


Los usos mixtos del barrio y la zonificación comercial La delimitación del barrio entre vías arteriales de la malla vial de la ciudad permite una accesibilidad y conectividad con el suroriente, el suroccidente y el centro, a través de la Av. Caracas, la Av. Primero de Mayo y la carrera 27. Por esto su ubicación es estratégica para la distribución de calzado hacia o desde otros barrios y ciudades. Los usos mixtos del barrio son una de sus características más representativas. Su origen como zona de vivienda autoconstruida, con intervenciones formales de tipologías de vivienda obrera, que han sido modificadas o reemplazadas progresivamente, ha mantenido una relación importante con la producción y el comercio de productos elaborados en cuero, especialmente de calzado. Esta mixtura, junto a equipamientos y usos institucionales, define normativamente el barrio como un área de actividad comercial y de servicios, con un tratamiento de consolidación que refuerza su carácter de centralidad económica en el suroriente de Bogotá [158]. Su vocación, determinada por los usos y actividades que allí se desarrollan, acentúa la identidad espacial y cultural que se ve reflejada en la imagen urbana con perfiles heterogéneos y propios. El paisaje urbano del Restrepo se ha configurado a través de construcciones con características formales diversas. Estas presentan alturas que oscilan entre uno y seis pisos, con usos principalmente relacionados con la vivienda y la producción y el comercio de calzado, cueros, suelas y marroquinería. En el barrio se presenta una zonificación de acuerdo con las actividades comerciales que se allí se desarrollan. Germán Espinel lo describe así: En la zona de la carrera 21 con 19 sur, se encuentran los pantalones, guantes, gorras, faldas y chaquetas de cuero de todos los colores y de modelos. Tal es el caso del ostentoso gabán y de la piloto, cha-

158 Jeaneth Montenegro, “Construcción del paisaje urbano en una zona comercial consolidada, Shoes Fashion District Restrepo” (tesis de Maestría en Diseño Urbano, Facultad de Artes, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 2014).

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queta diseñada y usada por los bombarderos B52, así como por los metaleros y los míticos punkeros de Los Ramones. También está la zona de la calle 17 sur, debajo de la iglesia de la Valvanera, donde se producen y comercian bolsos, cinturones especialmente de cuero: unos muy formales, otros con diseños muy creativos, otros con teselados y otros con apliques étnicos de nuestras culturas ancestrales. Están los almacenes de insumos. Hay especializados en el cuero, otros en las suelas, otros en material textil y sintético que se usa en las nuevas colecciones y estilos de zapato, hasta el ecológico. Han desaparecido muchos colegios, había más de siete en la zona y solo quedan dos, hay solo una biblioteca, dos salones de enseñanza de tango y baile y un pequeño teatro. [159]

Por su parte, Enrique López, habitante del barrio desde hace más de sesenta años, señala: La calle 18 sur es solo para venta de insumos […] De aquí para abajo, son cueros, plásticos, todo lo que son los insumos para el calzado. Dos cuadras abajo hay venta de calzado de la calle 22, que es la Av. Primero de Mayo, al parque de la Valvanera, que es toda una carrera de solo calzado (carrera 24G). Se empezó a llenar de calzado por ahí hace unos diez o quince años, porque eso era residencial […] con casas común y corriente. [160]

Y Yesid Angulo, director del periódico El Peletero, añade: “La zona rosa es en las carreras 17, a la 18, a la 16. Todos los viernes y sábados la zona de discotecas, la zona del Restrepo era espectacular… llegó la pandemia y ya no” [161].

159 G. Espinel Bernal, “El calzado desde la distancia”. 160 Enrique López, habitante del barrio Restrepo, recorrido de derivas urbanas realizado en el barrio Restrepo, octubre de 2020. 161 Yesid Ángulo, entrevista y recorrido de derivas urbanas.

153


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ESQUEMA Y FOTOGRAFÍAS ZONAS DE COMERCIO, 2020. FUENTE: COLECTIVO TRAMA & MEMORIA – AMEM.

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R RCE PISO TE ▶ TALLER DE GUARNICIÓN DE CALZADO ▶ VIVIENDA, HABITACIÓN, COCINA Y BAÑO [ARRENDATARIO 4]

NDO PI SO GU SE ▶ TALLER DE CALZADO ▶ VIVIENDA, HABITACIÓN, COCINA Y B [ARRENDATARIO 3]

IMER PISO PR

▶ ALMACÉN DE CALZADO ▶TALLER DE CALZADO [ARRENDATARIO 1 / ARRENDATARIO 2]

EN EL INMUEBLE DONDE VIVE Y TRABAJA SILVIO ACEVEDO, UBICADO SOBRE EL PARQUE DE LA VALVANERA, SE VINCULAN LOS USOS DE VIVIENDA, TALLERES Y ALMACENES HABITADOS POR DIFERENTES ARRENDATARIOS. ESQUEMA DE DISTRIBUCIÓN ESPACIAL DEL INMUEBLE. 2020 FUENTE: COLECTIVO TRAMA & MEMORIA – AMEM.


Como se esboza en el siguiente esquema, las actividades comerciales en el barrio se concentran por sectores en manzanas o calles, dependiendo de los productos que se venden y la actividad que se realiza. Estas dinámicas, además de aportar a la economía local, se convierten en referencias espaciales para residentes, trabajadores y visitantes del barrio, quienes, al habitar y transitar, mantienen viva la dinámica comercial que caracteriza al Restrepo. En el barrio Restrepo el uso de vivienda se concentra más en ciertas zonas, sin embargo, muchas de ellas se integran espacialmente al uso comercial y productivo que se establece sobre todo en los primeros pisos. Así mismo, los talleres pueden estar ubicados de forma independiente o relacionados con los espacios de la vivienda. La forma propia del habitar físico-espacial por parte de la comunidad que desarrolla actividades productivas o comerciales de calzado, insumos y marroquinería se configura a partir de las vivencias compartidas de varios residentes y trabajadores.

156


Patrimonios tradicionales y diversos identificados En el barrio Restrepo, el territorio, el paisaje urbano y su vínculo con la producción de calzado, bajo un sistema organizativo de carácter principalmente familiar, se articulan para construir un tejido mucho más amplio de significación e identidad. Por esto intentamos, desde una mirada integral del patrimonio cultural, aproximarnos al legado de las expresiones, las memorias, las relaciones afectivas y las referencias espaciales que lo constituyen. Así mismo, buscamos que el reconocimiento de estas prácticas sea un medio para valorar las económicas locales y fortalecer el trabajo de familias que mantienen vivo este patrimonio. De acuerdo con lo anterior, antes de centrarnos en el valor del oficio y la producción del calzado desde el ámbito del patrimonio inmaterial, haremos un breve recorrido por algunos patrimonios y expresiones —tanto materiales como naturales— que, en conjunto, permiten dar un sentido más profundo a la reflexión central. Quisimos recuperar varios elementos a través del concepto de derivas urbanas como una forma de generar cartografías que permiten reconocer cuál es la pauta que conecta la historia, la memoria y la vida cotidiana del barrio Restrepo, en sus dinámicas comerciales y de producción del calzado. Identificar los almacenes tradicionales de comercio, y los espacios urbanos de encuentro y de referencia, hace parte de las memorias del barrio y del patrimonio de la comunidad. En cuanto a los inmuebles, su reconocimiento no se orienta a una declaratoria institucional o a plantear la necesidad de su preservación estricta. Identificamos y evidenciamos su aporte como parte del patrimonio cultural integral del barrio y de las expresiones culturales en torno a la producción y el comercio de calzado que se tejen en el Restrepo, desde la acción viva, espontánea y sin condicionantes.

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Patrimonios posibles del barrio Restrepo

RÍO FUCHA PATRIMONIO NATURAL

JUNTA DE ACCIÓN COMUNAL

INFLUENCIA DE REPERTORIOS

USOS MIXTOS

VIVIENDA POPULAR

PAISAJE URBANO


PLAZA DE MERCADO

DONDE CANTA LA RANA OBLEAS DON ÁNGEL

MOJARRA ROJA

PARQUE LA MILAGROSA MONUMENTO A ZAPATERO

ZAPATO EN ESPACIO PÚBLICO

MUSEO DEL CUERO Y LOS OFICIOS

PARQUE LA VALVANERA ACTIVIDADES CULTURALES

TORNEOS DE MICROFUTBOL “FABRICANTES Y PELETEROS”

RELACIONES FAMILIARES EN PRODUCCIÓN Y COMERCIO

CARTELERAS DE EMPLEO PARA TRABAJADORES DE CALZADO Y MARROQUINERÍA

ALMACENES DE INSUMOS MOBILIARIO PARA PRODUCCIÓN DE CALZADO

OFICIOS DE PRODUCCIÓN DE CALZADO

ALMACENES TRADICIONALES

ARGOT DE LA ZAPATERÍA


ESPACIOS REPRESENTATIVOS Y DE ENCUENTRO DE TRABAJADORES DEL CALZADO

El Restrepo es considerado un centro en el sur de la ciudad, un lugar de concentración de actividades productivas y de generación de empleo, que moviliza variables económicas, culturales y sociales, a las que se debe su importancia dentro de la estructura urbana de Bogotá [162]. El lugar logra articular distintas relaciones funcionales, históricas y significativas a escala urbana que hacen parte del proceso de producción y comercio tradicional que aquí se resalta. A partir del ejercicio de derivas urbanas, que consistió en traer a la memoria los recuerdos, las historias y las vivencias vinculadas al barrio a través de recorridos, se identificaron los espacios de encuentro y representativos de la comunidad trabajadora del calzado en el Restrepo, que es la que construye sentidos y genera pertenencia con su habitar cotidiano en torno a la zapatería. Por ejemplo, Daneyi Vásquez, trabajadora del calzado, describe su relación con el Restrepo de la siguiente manera: Es un barrio bastante tranquilo, bonito, la gente… Uno lleva tantos años en el área del calzado, que todo el mundo se conoce con todo el mundo. Ahí está el parque la Valvanera, al mediodía uno va al parque, descansa, se encuentra con mucha gente conocida, se vuelve como habitual en uno, andar por el barrio, conocerlo […] La plaza de mercado y el parque son muy bonitos, la parte de los bares. Había uno que se llamaba La Santa, de música electrónica, yo nunca entré […] El Pasaje, el Centro Comercial Social; consigues desde tecnología hasta juguetes. Hay cosas públicas, restaurantes, juegos para los niños. [163]

Seguramente por eso Bladimir, de Calzado Dorely, nos dijo que del Restrepo le gusta el movimiento. Así mismo, Mario Reyes afirma: 162 Alex Smith Araque Solano, Jaime Rafael Vizcaíno Pulido y Adriana Parias Durán, “Centralidades y aglomeraciones de empleo en Bogotá”, VII Seminario Nacional de Investigación Urbano Regional, “Diversidad y desigualdad de los territorios contemporáneos”, Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín, 2008, http://www. institutodeestudiosurbanos.info/descargasdocs/eventos/seminarios-de-investigacionurbano-regional-aciur/memorias-vii-seminario-aciur-2008/mesa-2/168-centralidades-yaglomeraciones-de-empleo-en-bogota/file. Página 16. 163 Daneyi Vásquez, entrevista telefónica.

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El Restrepo me fascina, me gusta la seguridad a pesar de la inseguridad, la centralidad, me gusta su dinamismo; ya por lo menos trajeron un almacén grande de herramientas. Aquí uno encuentra todo [164].

En los recuerdos y relatos aparecen los restaurantes Las Bandejitas, “para los patrones”, la cafetería La Latina, Donde Canta La Rana, el piqueteadero Cuatro Vientos, La Mojarra Roja, La Tihany, los puestos dentro de la plaza, entre otros lugares reconocidos por muchas personas, como Almacenes Montaño, la iglesia y el parque de la Valvanera. Están presentes en la memoria tanto personal como colectiva y en la historia de sus vidas. Teniendo en cuenta la construcción de relatos realizada con la comunidad a partir de los recorridos y los diálogos durante las entrevistas, señalamos los siguientes espacios de encuentro, que consideramos están ligados a la memoria colectiva, al habitar y a las expresiones culturales de la comunidad trabajadora del calzado en el barrio Restrepo, atendiendo a estos tres ámbitos: comunidad, memoria y territorio [165]. Parque de la Valvanera

Ubicado en el eje central del barrio, sobre la calle 17 sur, es epicentro de las calles diagonales que caracterizan el trazado urbano del Restrepo. El parque de la Valvanera es el espacio público de encuentro por excelencia. Es el parque símbolo del zapatero, es un parque donde los zapateros vienen a descansar, almorzar, entonces es un símbolo. […] Es un lugar de encuentro. Los domingos era el parque donde vendían todo: los heladitos, los turrones, estaba el policía que hacía recreación, ha164 Mario Reyes, entrevista realizada durante trabajo de campo. 165 “La confluencia de estos tres ámbitos —comunidad, memoria y territorio— define la cultura. Así pues, la cultura, entendida como la manera en que una comunidad comprende su mundo, lo interpreta y lo maneja, tiene lugar dentro de un territorio y está sustentada en la memoria compartida por sus habitantes. Los grupos humanos, es decir, las comunidades, tienen el territorio como escenario vital de realización. Así mismo, este es el ámbito donde la memoria colectiva actúa como articuladora de la cultura. De esta manera, la cultura cohesiona, articula y establece los límites del territorio, el cual es escenario de la diversidad y lugar de encuentro de las manifestaciones culturales locales, regionales y nacionales”. Ministerio de Cultura, Ley 397 de 1997, artículo 1.°, http://patrimonio. mincultura.gov.co/legislacion/Documents/ley_397_de_1997.pdf: “Cultura es el conjunto de rasgos distintivos, espirituales, materiales, intelectuales y emocionales que caracterizan a los grupos humanos y que comprende, más allá de las artes y las letras, modos de vida, derechos humanos, sistemas de valores, tradiciones y creencias”.

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PARQUE LA VALVANERA, 2021. FOTOGRAFÍA CAMILO RODRÍGUEZ-IDPC

LA CARTELERA DE AVISOS CLASIFICADOS PARA ZAPATERÍA Y MARROQUINERÍA EN EL PARQUE LA VALVANERA, 2020


bía juegos, había de todo. Ya ahorita ha cambiado todo esto. [166]

TRABAJADORES DE CALZADO JUGANDO FÚTBOL EN EL PARQUE LA VALVANERA

Tres de las prácticas culturales más significativas que identificamos y que se han desarrollado históricamente en el parque están relacionadas con el trabajo y la recreación de zapateras y zapateros. La primera son las carteleras que permiten colocar avisos para ofrecer trabajo de diferentes oficios, que han establecido una forma tradicional, reconocida y legítima para buscar o encontrar empleo en la producción de calzado y marroquinería.

Hay ciertos lugares en el Restrepo en donde ponen letreros, “se necesita solador”, “se necesita guarnición”, entonces, uno puede ir por todos esos almacenes donde venden el calzado, ellos ponen mucho letrero cuando necesitan así […] en los Montaño; había uno donde Abundio, esa quedaba ahí diagonal a la iglesia de la Valvanera, desde que yo tengo uso de razón existía, este año como que la cerraron […] en el parque también, en las fábricas, en los talleres, por todo eso hay letreros […] te tienes que andar todo el Restrepo a ver si hay algún letrero. [167]

La segunda son los torneos de microfútbol como práctica deportiva asociada a la actividad cultural de trabajadores del gremio de la zapatería. Hay campeonatos como el Torneo de Fabricantes y Peleteros, en el que participan trabajadores del calzado desde hace más de diez años, y es reconocido por el gremio y habitantes de la localidad. Hacemos torneítos de zapateros que jugamos entre semana, pero como este año no se puede hacer ya nada, toca hasta el año entrante. […] Se reunían veinte equipos y hacíamos grupos, se cobraba inscripción y se pagaba la premiación en efectivo y todo. Los equipos son con los nombres de las fábricas, digamos, dentro del gremio de calzado, por ejemplo, se cuenta fábricas que tienen contadores, así no usen ro166 Nelcy Ofelia Narváez, recorridos de derivas urbanas realizados en el barrio Restrepo, octubre de 2020. 167 Daneyi Vásquez, entrevista telefónica.

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pas de trabajo, pero están dentro del gremio, los secretarios, administradores, empleados, hasta unos patrones juegan aquí. […] Hacíamos dos o tres torneítos, hacíamos febrero por ahí a mayo, mayo por ahí agosto, descansábamos un tiempo, por ahí unos veinte días, y empezábamos la Copa Navidad para terminar en diciembre, pero este año no se pudo hacer por la cuestión de la pandemia. [168]

Nelcy Ofelia Narváez añade: “Hay campeonatos de los zapateros, de los pastusos, de los que venden pegante y de mujeres. Nosotros tuvimos un proyecto que se llamaba Pateemos por la Paz, que era un proyecto del compañero de juventudes y lo hicimos con mujeres” [169]. La tercera práctica que se desarrolla en el parque por parte de los trabajadores del calzado tiene que ver con que este es un espacio de encuentro para almorzar y descansar. “La mayoría de gente trae su almuercito de su casa, almuerzan, lo calientan en una cafetería donde les cobran 500 pesos, y aquí al mediodía en el parque hay unas 100 o 150 personas almorzando” [170]. Panadería La Latina

Esta panadería, ubicada a una cuadra del parque de La Valvanera, en la esquina de la calle 17 sur y la carrera 23, ha recibido a trabajadores y fabricantes del calzado desde hace aproximadamente cuarenta años. Es una de las panaderías de encuentro con mayor trayectoria en el sector. Parque de la Milagrosa con escultura de zapatero

El parque se localiza en la intersección de la carrera 24H y la calle 20 sur. Esta última “es reconocida por ser la calle tradicional de los zapateros, como lo testimonia la estatua conocida como El zapatero Crispín [171], ubicada en el Parque La Milagrosa, rememorando la importante labor que los 168 Oscar Arturo Díaz, entrevista. 169 Nelcy Ofelia Narváez, recorridos de derivas urbanas realizados en el barrio Restrepo. 170 Oscar Arturo Díaz, entrevista. 171 En las hagiografías de los santos católicos san Crispín y san Crispiniano, estos son dos hermanos que se dedicaban a la zapatería. Se han generado varias versiones a partir de una pintura que reproduce “la escena que se desarrolla en un taller de zapatería donde uno de los santos, sentado en un taburete, cose un zapato, mientras el otro, en pie, corta la piel en el banco. En rompimiento de gloria, la Virgen con el Niño Jesús”. Museo Nacional del Prado, descripción de San Crispín y san Crispiniano, obra a lápiz, www.museodelprado.es

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PANADERÍA LA LATINA, 2021. FOTOGRAFÍA CAMILO RODRÍGUEZ-IDPC

ESCULTURA DE ZAPATERO EN PARQUE LA MILAGROSA, 2021. FOTOGRAFÍA CAMILO RODRÍGUEZ-IDPC


ZAPATO ROJO UBICADO SOBRE SEPARADOR EN LA DIAGONAL 13 BIS SUR, 2021. FOTOGRAFÍA: CAMILO RODRÍGUEZ-IDPC



zapateros han dado al Barrio” [172]. Para Yesid Angulo, no es claro por qué la estatua se dispone allí, si el espacio público principal de encuentro de los zapateros y zapateras es el parque de la Valvanera; sin embargo, este parque también es un espacio de encuentro, especialmente para almorzar. Restaurante Donde Canta la Rana

Se localiza en la esquina de la calle 20 sur con carrera 24H. Funciona desde 1946 y es conocido por sus comidas típicas, como sopa de mondongo, cocido (con huesos de marrano, cáscara de arveja, cubios, nabos y habas), cuchuco con espinazo y una parrilla de variadas carnes. Ha sido el restaurante tradicional de familias y trabajadores del calzado en el barrio Restrepo. Debido a la pandemia, estuvo cerrado temporalmente, pero ahora funciona normalmente. Obleas Don Ángel

Desde hace 59 años, Ángel Manrique trabaja en el negocio que heredó de su padre y su madre. Ángel prepara artesanalmente obleas, arequipe y dulces caseros reconocidos y apetecidos por la comunidad local e internacional. Como él dice, los compradores llegan desde “Estados Unidos, México, New York, Canadá… de la Conchinchina han venido. En el barrio todos conocen el lugar. Generalmente trabajo con clientela” [173]. La Tihany

Estaba ubicada en el local del primer piso del edificio esquinero que se emplaza sobre la calle 17 sur con carrera 24A, diagonal a la iglesia de Nuestra Señora de la Valvanera. Este lugar, representativo para trabajadores de calzado, fue cerrado durante la cuarentena decretada a raíz de la pandemia. Nos parece pertinente registrar su existencia a partir del relato de David Cristancho, ya que aporta un punto de vista sobre su historia y la relación con los zapateros del barrio: Para los zapateros remendones, era un hit irse a beber, entonces el lugar preferido era La Tihany y una tienda que quedaba al frente. Allá

172 Alcaldía Mayor de Bogotá, II Recuperación Social de la Memoria Local. Localidad 15. Antonio Nariño (Bogotá: Alcaldía Mayor de Bogotá, 2009), 113, https://issuu.com/davidnavarrette/docs/ii_recuperacion_social_final_alcald 173 Ángel Manrique, conversación con propietario de Obleas Don Ángel, septiembre de 2020.

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RESTAURANTE DONDE CANTA LA RANA, 2021. FOTOGRAFÍA CAMILO RODRÍGUEZ-IDPC

OBLEAS DON ÁNGEL, 2021. FOTOGRAFÍA CAMILO RODRÍGUEZ-IDPC


empezaban a beber desde el viernes en la noche, el día sábado por la noche estaban en lo fino de la fiesta y el día domingo, cuando se supone que tenían que entregar los zapatos, estaban rascados… todavía abrazados a la puerta de La Tihany. El cura párroco se dio cuenta que para la misa de siete era una desgracia […] se reúne con la Legión de María […] con ellos y con los de La Tihany (la familia original del negocio) y les dice: “vamos [a] hacer un pacto, […] que los zapateros no beban esos días en su establecimiento”. Eso fue hacia los años cuarenta. Ahí es cuando La Tihany toma la decisión de ponerle más tango, milonga y otro montón de cosas que conllevó a que el lugar fuera más de parejitas, ya era más familiar. El cura párroco les dice: “váyanse a beber a cualquier otro lado, pero no al frente de la iglesia y yo, a cambio de eso, […] les hago una misa el lunes a mediodía, para que a partir de ese momento empiecen a trabajar y a entregar en la tarde los remiendos que tienen”. Ese es el lunes de zapatero, porque en la mañana es el momento del desenguayabe y en la tarde, el del almuerzo; por eso sigue habiendo aquí, en la 20, todas las tradiciones gastronómicas como cholado, solteritas, chicharrones, gallina. Todavía creo que hay un señor que viene los lunes y pone ahí su puesto de gallinas —que es un carro— y vende lechona. La Tihany estuvo funcionando hasta el inicio de la cuarentena, ya en último momento se volvió fue una fonda paisa. […] Estaba decorada con afiches originalmente de Gaitán y Gardel, conservaba una cenefa y se caracterizaba por la pintura en aceite y por las canastas, muchas canastas de cerveza. [174] Zapato rojo

En el separador de la diagonal 13 bis sur, se encuentra ubicada una réplica de un zapato a escala mayor. Aunque no hubo referencias por parte de la comunidad consultada, su tamaño, la relación con la producción y el comercio de calzado que identifican al barrio y la disposición en el espacio público nos llevaron a identificarlo como parte los elementos que constituyen las prácticas culturales asociadas a la producción y comercio de calzado en el Restrepo. 174 David Cristancho, entrevista.

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LO INMUEBLE

Lugares de uso colectivo, con una significación cultural en el barrio

Plaza de mercado

La plaza de mercado fue inaugurada por el alcalde Virgilio Barco en 1969 [175], tiene el mismo nombre del barrio y se ubica sobre la carrera 19 n.o 18-51 sur. Además de ser uno de los equipamientos de abastecimiento más importantes en la localidad, se le hace un reconocimiento especial por las ensaladas de frutas que allí se venden. En el primer nivel, los usos que predominan están relacionados con el mercado de frutas, hierbas, verduras, carnes, pescados, salsamentarias, entre otros. Por su parte, en el segundo nivel se ubican las fruterías, restaurantes, locales de artesanías, etc. Una de las actividades que se han desarrollado históricamente y tiene una connotación negativa es la venta de animales. Museo del Cuero y los Oficios

El actual Museo del Cuero y los Oficios funciona desde el año 2003 y se ubica en una vivienda sobre la carrera 24G, entre la avenida Primero de Mayo y la calle 20 sur. El inmueble tiene características arquitectónicas relevantes, tal como señala David Cristancho, codirector del museo: “es una casa bifamiliar gremial, que tiene elementos del lenguaje de la arquitectura industrial con dos patios y un puente que conecta la parte social con las habitaciones” [176]. Se han realizado tres restauraciones en el inmueble. Inició como una exposición temporal denominada “El oficio del cuero en los años cuarenta”, la cual reunía algunas herramientas del taller de marroquinería del maestro Edelberto Pérez Barrera (1905-1970), quien trabajó como director de los Talleres de Intendencia del Ministerio de Guerra y tenía su propio taller, en el barrio Centenario. Dicha exposición temporal posteriormente se constituyó como museo y exhibe algunas piezas elaboradas a mano que conformaban dicho taller, un diploma de las

175 Celis Arroyave y Cortés Navarrete, Historia del barrio Restrepo, 60. 176 David Cristancho, entrevista.

171


PLAZA DISTRITAL DE MERCADO EL RESTREPO, 2020


FACHADA, MUSEO DEL CUERO Y LOS OFICIOS DEL BARRIO RESTREPO

Exposición Nacional de 1931 y la pieza por la cual le fue otorgado, así como piezas donadas por la comunidad. [177] El museo cuenta con dos espacios principales: por un lado, está el Museo del Cuero y los Oficios, y segundo, el Museo de los Años 40, que es resultado de un trabajo etnográfico. En total, hay trece salas permanentes y tres temporales [178]. Junta de Acción Comunal del barrio Carlos E. Restrepo

La Junta de Acción Comunal “es una organización cívica social comunitaria de gestión social sin ánimo de lucro, de naturaleza solidaria con persona jurídica y patrimonio propio, integrada voluntariamente por los residentes del territorio” [179]. Funciona desde hace 43 años con un portafolio de servicios y procesos de gestión participativa que aportan al desarrollo del barrio, contribuyen al mejoramiento de la calidad de vida y sirven como 177 Paola Moreno, “El desconocido museo del barrio Restrepo”, Revista Arcadia, 24 de junio, 2016, https://www.revistaarcadia.com/arte/articulo/fundacion-museo-anos-40-barrioel-restrepo/49413/ 178 Moreno, “El desconocido Museo del barrio Restrepo”. 179 El Comunal. Boletín Informativo de la Junta de Acción Comunal Barrio Carlos E. Restrepo (Bogotá) 1, abril, 2017.

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FACHADA DE LA JUNTA DE ACCIÓN COMUNAL DEL BARRIO RESTREPO

FACHADA DE LA BIBLIOTECA PÚBLICA CARLOS E. RESTREPO

puente entre la comunidad y diferentes procesos de gestión [180]. En la sede se encuentra una de las tiendas del barrio que funciona desde hace tres años y aporta para sostenimiento de la JAC [181]. En algunas ocasiones se ha prestado el espacio para reuniones y encuentros de zapateras y zapateros. Biblioteca Carlos E. Restrepo

La Biblioteca Pública Carlos E. Restrepo está ubicada sobre la transversal 21A n.o 19-54 sur. Funciona bajo la articulación de la Red Distrital de Bibliotecas Públicas (BibloRed) [182] y presta servicios para público de toda la localidad. Realiza actividades diversas que han incluido, recientemente, el reconocimiento de saberes locales como el oficio de la zapatería. Almacenes tradicionales de calzado y de insumos

Los almacenes de calzado pueden definirse como el soporte físico de la memoria. En su espacio está la impronta de un oficio, la organización familiar, el trabajo colectivo y la producción tradicional que sustenta la identidad de una comunidad. Son como un documento en el que se pueden leer expresiones del arte de la zapatería; el conjunto que conforman el mobiliario, los zapatos, la forma de exhibirlos y comercializarlos y el

180 Junta de Acción Comunal Carlos E. Restrepo, Portafolio de servicios, 2018. 181 Nelcy Ofelia Narváez, recorridos de derivas urbanas realizados en el barrio Restrepo. 182 Véase https://www.biblored.gov.co/bibliotecas/biblioteca-restrepo

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CONVENCIONES Área de Estudio LOTES RESTREPO REPRESENTACIÓN Almacén calzado Iglesia Plaza de Mercado Lotes Restrepo Construcciones

12 13 3 5 4 8

16

14

9

0

11

6

10

7

15 2

1

LOCALIZACIÓN DE ALMACENES TRADICIONALES DE CALZADO EN EL ÁREA DE ESTUDIO, 2020 1. DE LUJO, SÚPER LUJO, SÚPER LUJO JUNIOR’S 2. EL GAMO 3. EMYH’S 4. JHORBAM 5. JR 6.MÓNACO-CASTOR 7. MÓNACO-NUTRIA 8. MÓNACO

9. NANCY 10. ORPAR 11. PONYS 1 12. PONYS 2 13. PRÍNICIPE DE GALES 14. SARDINOS 15. VITOS 16. YULLYAN

20

40

80 Metros


CARTELERAS DE EMPLEO DEL ALMACÉN MONTAÑO, DONDE SE OBSERVAN LETREROS DE EMPLEO PARA CORTADOR, SOLADOR, CAMBREADO ENTRE OTROS, 2020



lenguaje construido a través del tiempo configuran prácticas culturales y sociales que constituyen parte del patrimonio que referimos. En cuanto a los almacenes más antiguos y representativos de los últimos cuarenta años, Robert Páramo señala: “El Mónaco, El Castor y JR son los que vienen de descendencia; esos tres locales son los más representativos del gremio. De los últimos treinta, cuarenta años, está el Gamo, Orpar, Vito’s, Choquer, Súper Lujo, que vienen marcando la pauta en el Restrepo. Hay tres almacenes que son muy representativos de calzado de Dama al frente del JR (Calzado Nancy, Sardinos y Mónaco)” [183]. De los almacenes tradicionales y representativos en el Restrepo, resaltamos a De Lujo, Súper Lujo y Súper Lujo Junior’s, pues cuenta con 41 años de trayectoria, son de los espacios más singulares, no solo por la historia de tres generaciones en el trabajo familiar, sino por la forma de comercializar y por sus características espaciales, valores estéticos y funcionales que los distinguen de otros almacenes de calzado en el barrio. La fortaleza de tener una clientela que han cultivado por años y la definición de unas líneas de calzado hacen que se encuentren dos tipos de tradiciones: la de ellos como distribuidores de zapatos clásicos y la de las familias que, como ellos, usan y valoran este tipo de productos. Con respecto a los lugares donde se compran los insumos para la zapatería, los más mencionados son HRíos, El Carriel, ModaPlace, Surtitac, Orión, la Casa del Cordón, Montaño y Texapiel. El Almacén Montaño es de gran representatividad para la comunidad del barrio y los trabajadores de calzado de la ciudad, puesto que es uno de los primeros almacenes de insumos para la fabricación de calzado que se mantiene. El local está en la casa esquinera ubicada entre la carrera 23 y la calle 20 sur, que fue construida progresivamente por la familia Montaño Villaquirán, con las características propias de la vivienda popular que configura el paisaje urbano y la identidad espacial del barrio. Desde sus inicios, se ha centrado en vender productos al por menor, lo que permite que muchos zapateros y zapateras, remendones, remontadores y fabricantes pequeños puedan acceder a insumos que necesitan en el día a

183 Robert Páramo López, entrevista virtual.

178


día. Así lo recuerda Robert Montaño, nieto de la señora Obdulia Villaquirán de Montaño y Marcos Montaño: Ellos [Obdulia Villaquirán de Montaño y Marcos Montaño] fueron los primeros en poner una venta de insumos para la fabricación de zapatos en el Restrepo […] migraron primero a Cali y luego a Bogotá, hace 65 años. Pusieron un pequeño almacén de venta de insumos para calzado y su estrategia fue vender no los paquetes en los que venían, sino venderlos menudeados, esto fue atractivo para los zapateros del lugar.

En una de sus fachadas se ubican dos tableros antiguos, llenos de recortes de avisos de oferta y demanda laboral relacionada con el calzado y la marroquinería. Una ventana donde el tiempo pasado y presente de los oficios de esta producción tradicional se evidencia como una práctica sociocultural que se mantiene desde hace cincuenta años. La misma comunidad, sobre este fondo marrón que asemeja al cuero, dispone letreros para ofrecer y garantizar trabajo a quienes subsisten a partir de la fabricación de calzado. El abuelo tuvo la idea de ponerla porque muchas personas le preguntaban que si conocía guarnecedores o soladores […] él tenía los datos de los trabajadores que buscaban trabajo y les daba la información, él les decía: “Coloque un avisito ahí”, entonces, optó por poner una tabla porque, como la pared se untó de pegante, ya tienen dos tablas […] eso es una bolsa de empleo ahí; está hace más o menos cincuenta años. Él les prestaba el teléfono para que llamaran […] le servía porque le traía los clientes después, era recíproco […] A mí me vinieron a cobrar impuestos y yo les dije: “Yo puedo quitarlo, pero va a ver que mucha gente se le va a quejar, eso es una bolsa de empleo”. Me dijeron: “No, déjelo” […] y eso es gratis, yo le doy el papel, le doy el marcador […] antes del COVID yo colocaba unos diez a quince avisos semanales […] los oficios que más se ofrecen son los de guarnición y soladura que son los que más se buscan. (Robert Montaño, entrevista, almacenes Montaño 2020.)

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Edificaciones declaradas

En el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) se registran, para toda la localidad Antonio Nariño, diecisiete bienes inmuebles de interés cultural, de los cuales ocho pertenecen a Conservación Integral, 1 fue declarado como Conservación Monumental y 8 figuran en la categoría de Conservación Tipológica [184]. Estos inmuebles corresponden a “casas y edificios representativos de épocas anteriores y de diferentes momentos en la construcción de la ciudad, que por su valor para los bogotanos y bogotanas deben permanecer” [185]. En el barrio Restrepo se ubican dos inmuebles declarados: la parroquia de Nuestra Señora de la Valvanera, en la carrera 24A n . o 16C 33 sur, y el antiguo Centro de Salud Centenario, que posteriormente funcionó como colegio distrital y que actualmente se encuentra sin uso, con una sobrecubierta de protección debido a su avanzado estado de deterioro. Viviendas de arquitectura popular

Durante los recorridos se identificaron otros inmuebles que, desde una mirada más local, abren el debate para su estudio. Al no ser parte del conjunto hegemónico de inmuebles que se han declarado hasta el día de hoy como patrimonio inmueble de la ciudad, no han sido identificados o reconocidos, sin embargo, han aportado a configurar el tejido, la imagen urbana y la identidad espacial del barrio. Vivienda para trabajadores

De acuerdo con la investigación realizada por Yarleys Pulgarín, las intervenciones de vivienda obrera y para trabajadores en el barrio Restrepo durante la década de los años treinta se realizaron en manzanas específicas del barrio. Este tipo de vivienda, junto a otros, coincide con la localización 184 Del total de bienes de interés cultural de la localidad Antonio Nariño, diez inmuebles se localizan en la UPZ 35 (Ciudad Jardín) y siete en la UPZ 38 (Restrepo). En la UPZ Restrepo se localiza la iglesia de San Antonio de Padua, que está declarada en categoría de Conservación Monumental. También se encuentran allí la iglesia Nuestra Señora de la Paz, la parroquia de Nuestra Señora de la Valvanera, el Cementerio del Sur, el hospital Santa Clara, los laboratorios Quibi y el colegio distrital Centenario, los cuales están declarados en la categoría de Conservación Integral. En la UPZ Ciudad Jardín se ubican el hospital San Juan de Dios y el cancerológico Federico Lleras, que fueron declarados en categoría de Conservación Integral. 185 Alcaldía Mayor de Bogotá, Secretaría Distrital de Planeación, Documento técnico de soporte UPZ 76.

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TECHOTIVA

PUENTE ARANDA

LOS MÁRTIRES

SANTA FE

ANTONIO NARIÑO

RAFAEL URIBE URIBE

SAN CRISTOBAL

TUNJUELITO

INMUEBLES EN LA LOCALIDAD DECLARADOS COMO BIENES DE INTERÉS CULTURAL FUENTE: ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ, SECRETARÍA DISTRITAL DE PLANEACIÓN. CONOCIENDO LA LOCALIDAD DE ANTONIO NARIÑO: DIAGNÓSTICO DE LOS ASPECTOS FÍSICOS, DEMOGRÁFICOS Y SOCIOECONÓMICOS (BOGOTÁ: ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ, 2009).

CED CENTENARIO FUENTE: JUNTA DE ACCIÓN COMUNAL BARRIO RESTREPO.


VIVIENDAS DE ARQUITECTURA POPULAR, BARRIO RESTREPO, 2020

INMUEBLE CON INFLUENCIA ART DÉCO, 2020


VIVIENDA PARA TRABAJADORES, TRANSVERSAL 13 SUR, BARRIO RESTREPO, 2020

de las edificaciones que se construyeron para los empleados del Banco de Colombia y de Gaseosas Colombianas [186]. Señalamos la permanencia de algunas para motivar una posible investigación. Viviendas populares

Se trata de viviendas que presentan elementos formales en fachadas que se repiten y que caracterizan la vivienda popular en este barrio y en otros de Bogotá. Dentro de los elementos identificados se encuentran las esquinas que rematan en forma de ochavas o chaflán curvas, voladizos con columna sobre el andén, diseños con cornisas simples, salientes o rombos que se enfatizan con cambios de color en la pintura. Inmuebles con influencias o elementos formales apropiados del art déco

En Colombia, el lenguaje relacionado con el movimiento art déco [187] se desarrolló profesionalmente en edificios de gran escala, como teatros, hoteles y construcciones de uso comercial; pero con el tiempo se fueron realizando adaptaciones en la arquitectura popular con elementos geométricos en fachada [188]. Los inmuebles presentados a continuación 186 Pulgarín, “Vivienda estatal obrera”, 118. 187 Silvia Arango, en su libro Historia de la arquitectura en Colombia, menciona que para la década de los treinta algunos arquitectos en Colombia empezaron a utilizar elementos del déco como una de las expresiones de la arquitectura moderna; a esto se refiere como el “déco criollo”. Arango, Historia de la arquitectura en Colombia, 265. 188 Juan Carlos Pérgolis, “Art déco, ornamento y geometría. Un ejercicio metodológico para la investigación en arquitectura”, Módulo Arquitectura Cuc 11, n.o 1 (2013): 83, https:// revistascientificas.cuc.edu.co/moduloarquitecturacuc/article/view/24

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evidencian algunos elementos del repertorio formal que caracterizó al art déco en sus fachadas. No se trata de un uso literal de los detalles y de la arquitectura propios del movimiento, pero, de forma modesta, se hacen evidentes ventanas oculares, molduras verticales o hexagonales, remates geométricos escalonados y, en uno de ellos, un balcón curvo. Sin ser ejemplos excepcionales, representan una singularidad dentro del barrio. Unidad Residencial Alfonso López Pumarejo (URAL)

El conjunto residencial conocido como la URAL se ubica en la carrera 24A n.o 19-03 sur y fue construido dentro de los proyectos que realizó la Caja de la Vivienda Popular. Esta unidad de vivienda multifamiliar, diseñada en bloques de apartamentos con una altura de cinco pisos, es singular a nivel arquitectónico y urbano en el barrio, por la espacialidad que genera con el diseño de jardines y abundante vegetación, característica que lo convierte en un referente espacial para varios habitantes del Restrepo.

INTERIOR DE LA UNIDAD RESIDENCIAL ALFONSO LÓPEZ PUMAREJO, 2020

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LO NATURAL

Patrimonio ambiental, canal del río Fucha

A nivel ambiental, el canal del río Fucha constituye el patrimonio ambiental que define el límite por el costado norte del barrio. Además de ser parte de la estructura ecológica principal de Bogotá, que “nace en el Páramo de Cruz Verde en la Cuchilla Las Mirlas, en el límite con el municipio de Ubaque” [189], es la conexión con los cerros Orientales y la ciudad. Este corredor ecológico define un paisaje característico en el borde norte del Restrepo y en los barrios por donde se extiende su recorrido.

CANAL DEL RÍO FUCHA, 2020

189 El Comunal. Boletín Informativo de la Junta de Acción Comunal Barrio Carlos E. Restrepo (Bogotá) 3, septiembre, 2018.

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La producción de calzado en el Restrepo como patrimonio Inmaterial Mientras que el patrimonio cultural está, por definición, orientado al pasado, el proceso de patrimonialización, y la valorización de esta herencia, están orientados a la percepción del presente y de las expectativas futuras. Interrogarse acerca de la dimensión territorial del patrimonio cultural lleva a relacionar el análisis del patrimonio con el análisis de los procesos de patrimonialización, es decir, con los procesos a través de los cuales se realiza la atribución de un valor presente a objetos que se construyen en el pasado. Si bien deriva de acumulaciones del pasado, el patrimonio cultural asume efectivamente “significados y valores específicos en relación con el presente”: este se configura como código genético local, cuya valorización permite dar sentido a las acciones y a los proyectos del presente y del futuro. Si consideramos el papel que los bienes culturales detentan dentro de las dinámicas urbanas y territoriales, podremos comprender los diferentes valores que estos asumen y reconstruir el proceso (social, cultural, político y económico) a través del cual se realiza la atribución de dichos valores. [190]

Al pasar de las décadas, es necesario superar la visión del territorio como soporte de los recursos por aprovechar, para tener una visión de este como patrimonio por valorar, a partir del entrecruzamiento de componentes sociales y culturales y de las economías locales, ya sean productivas, artísticas, artesanales o saberes ambientales. El patrimonio necesita ser leído a la luz de las condiciones del contexto, es decir, de las trayectorias de desarrollo que caracterizan los territorios locales. “La patrimonialización de las herencias del pasado se superpone significativamente con las políticas para el desarrollo en sentido es-

190 Carlos Barciela, Joaquín Melgarejo y María Inmaculada López, eds., Los bienes culturales y su aportación al desarrollo sostenible (Alicante: Universidad de Alicante, 2012), 411 y ss.

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CALLE 17 SUR FRENTE A ALMACÉN DE CALZADO SÚPER LUJO JUNIOR’S, 2020

LETRERO CALZADO ARDIPIEL’S, 2020


FLOR SILVA, CALZADO ARDIPIEL’S, 2020

ZAPATOS FABRICADOS EN CALZADO ORPAR, 2020


tricto, siendo que ambas se centran sobre la competitividad y sobre la identidad de los sistemas locales y territoriales” [191]. La producción y el comercio tradicional del barrio Restrepo se expresan como una manifestación en el territorio que ha involucrado a las familias como organizaciones de trabajo. En ese sentido, se destacan el trabajo familiar, los oficios de la zapatería, la permanencia en el tiempo de talleres, fábricas y almacenes en su estructura y forma, así como las maneras de realizar la comercialización. En el año 2015, se presentó una propuesta "para declarar como Bien de Interés Cultural la aglomeración productiva de calzado, cuero, marroquinería y afines que se realiza en el barrio Restrepo del Distrito Capital” [192]. Por su parte, el Partido Político Mira, durante las actividades del Concejo Bogotá en ese mismo año, planteó, dentro de sus debates políticos y proyectos de acuerdo, “la Declaratoria de interés cultural de la actividad de producción de calzado, cuero, marroquinería y afines en el barrio Restrepo” [193]. Ninguna de estas dos propuestas pasó de ser una iniciativa para concretarse en declaratorias. Por encima de las anteriores propuestas políticas, interesa expresar qué es lo que vincula al Restrepo y al sistema de la elaboración de calzado con el campo del patrimonio cultural inmaterial y, en general, desde una mirada integradora del patrimonio. La producción tradicional de calzado en el barrio el Restrepo ha pasado por cambios entre el siglo XX y el siglo XXI. No obstante, a pesar de estas transformaciones, destacamos cinco aspectos que hacen referencia a una labor de carácter tradicional: ▶ La conservación del oficio o, como lo llaman algunos de los entrevistados, del “arte de la zapatería” con la incorporación de cambios tecnológicos. ▶ La existencia de familias que por tres generaciones han realizado el oficio como fabricantes o trabajadores del calzado. 191 Barciela, Melgarejo y López, Los bienes culturales, 112. 192 “Buscan que producción de calzado y cuero sea declarada de interés cultural”, El Espectador, 26 de agosto, 2015, https://www.elespectador.com/noticias/bogota/buscanque-produccion-de-calzado-y-cuero-sea-declarada-de-interes-cultural/ 193 Partido Político Mira, “Informe de gestión anual”, 2015, 67, https://partidomira.com/wp-content/uploads/2017/06/INFORME-ANUAL-2015-OK.pdf

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▶ Los oficios de la zapatería continúan siendo una labor que en muchos aspectos es manual para pequeños y medianos productores. ▶ El material asociado a la producción y comercio tradicional ha sido siempre el cuero. ▶ El uso cotidiano de la terminología relacionada al oficio, con variaciones en el lenguaje, permite la transmisión de saberes y constituye una expresión cultural específica del arte de la zapatería. A su vez, existen unas características de la producción y el comercio tradicional en relación con el calzado en el barrio Restrepo: ▶ La elaboración de zapatos en cuero para mujeres, hombres, niñas y niños. ▶ La fabricación manual para la venta de un objeto utilitario, estético e indispensable para la sociedad. ▶ En el mismo lugar se agrupan el comprador, el fabricante-artesano y el comerciante. ▶ Los fabricantes y trabajadores elaboran los productos con sus manos, casi en su totalidad, y seleccionan personalmente la materia prima. También adaptan los diseños y les dan su propia impronta. ▶ Requiere de un trabajo especializado en la manufactura de todo el proceso: modelaje, corte, guarnición, montaje y finizaje. ▶ Tienen una organización descentralizada, lo que hace que cada fabricante o trabajador/a se especialice en uno o varios oficios del proceso productivo del calzado. ▶ El volumen de la producción puede ser reducido o a gran escala, y siempre conserva un alto porcentaje de trabajo manual. Identificar y comprender el patrimonio inmaterial asociado a la producción y comercio del calzado en el barrio Restrepo implicaron recuperar las narraciones de mujeres y hombres que han hecho parte de esta historia. En este sentido, desde el ámbito del patrimonio cultural inmaterial (PCI) en el contexto urbano, se propusieron los dos encuadres metodológicos ya mencionados: la transmisión de conocimientos en el sistema 190


EMPLANTILLADORA EN CALZADO BARBARELLA, 2020

CORTADOR EN CALZADO DORELY, 2020


familiar y las derivas urbanas como formas de realizar cartografías psicoafectivas de los espacios urbanos. El PCI hace referencia a los usos, representaciones y expresiones de técnicas, conocimientos y saberes; así como así como a las formas de vida y a las expresiones culturales propias de las comunidades o un grupo social. Establece una relación entre identidad, memoria y territorio, que nos liga a nuestros ancestros y al espacio. Son precisamente el conjunto de prácticas y procesos culturales de las comunidades los que le otorgan valor como PCI. El PCI cuenta con catorce campos a partir de los cuales se definen áreas específicas de las expresiones simbólicas. En esta investigación recuperamos el campo de la producción tradicional [194], comprendido como los sistemas productivos que expresan la complejidad de la relación entre la población y el medio del que obtienen su sustento, en relación con las prácticas comerciales tradicionales [195] en un contexto urbano. Así mismo, podemos relacionar la producción tradicional con otros campos del PCI como la organización social, del cual recuperamos las nociones de parentesco y organización familiar, en este caso relacionada con la producción en un contexto de economía local y urbana. Se relaciona también con el campo de técnicas y tradiciones asociadas a la fabricación de objetos artesanales, que remite al conjunto de tradiciones familiares y comunitarias ligadas con la producción artesanal de objetos utilitarios. Una tercera relación se da con respecto al campo denominado espacios culturales, entendidos como “sitios urbanos de alto valor que funcionan como referentes culturales o hitos de la memoria ciudadana” [196]. Si bien la producción tradicional como campo del patrimonio inmaterial en el contexto del barrio Restrepo no se presenta estrictamente como una 194 Ministerio de Cultura, Lineamientos para la elaboración de inventarios de patrimonio cultural inmaterial. Proceso de identificación y recomendaciones de salvaguardia (Bogotá: Dirección de Patrimonio, Grupo de Patrimonio Cultural Inmaterial, 2014), 24. “Este campo del PCI es objeto de las políticas de varios ministerios, en especial del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, y del Ministerio de Agricultura. La política de PCI establecerá puentes de comunicación, coordinación y cooperación con las directrices de política que establezcan estos ministerios, dando especial énfasis a la trasmisión de saberes artesanales”. 195 Ministerio de Cultura, Lineamientos, 24. 196 Ministerio de Cultura, Lineamientos, 24.

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ELIZABETH, VENDEDORA EN CALZADO ORPAR, 2020

elaboración artesanal, la referimos por tres aspectos: el primero son los linajes de familias productoras que, por lo menos durante dos o tres generaciones, han estado dedicadas a la producción del calzado; segundo, por las técnicas manuales y semiindustrializadas realizadas de forma mixta; y tercero, por las formas de comercialización local que han sostenido esta producción y este mercado, adecuadas a una economía local. Por lo anterior, el barrio se ha constituido en un lugar de referencia para la compra de zapatos, que es una necesidad básica de cualquier población. Ponemos en valor la transmisión-adquisición del oficio de la zapatería y sus saberes dentro del sistema familiar y cómo esto impacta en la comercialización, al lograr el reconocimiento del barrio Restrepo por cuanto se asocia con el calzado, por su calidad y por la variedad de diseños adaptados a las tendencias y necesidades de los consumidores, las formas de venta y los precios económicos que hacen de este mercado una suerte de resistencia a la producción masiva que implica la globalización. El sentido y el valor del patrimonio inmaterial están sustentados en los grupos o comunidades; es así como los públicos que acceden a comprar el calzado tradicional pueden ser comprendidos dentro del valor inmaterial que permite el desarrollo de las economías locales familiares.

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EL TRABAJO FAMILIAR Y EL ARTE DE LA ZAPATERÍA EN CUERO SON EL PATRIMONIO

Un gran porcentaje de los trabajadores del barrio inició su relación con los cueros y la zapatería desde niñas/os y jóvenes en el seno familiar. Esta es una realidad que se expresa en la memoria de las personas y el territorio. La producción tradicional puede estar dada por diferentes factores. El principal es el hecho de conformarse como empresas familiares; sin embargo, esto no significa que se realicen innovaciones en la producción, ya que es bastante usual replicar modelos de zapatos. La clave de toda innovación está en la búsqueda de una relación adecuada con la cultura y la comunidad que realiza la labor, no en la innovación por sí misma. Por ello conviene hablar de innovación social, que conecta los cambios tecnológicos con transformaciones sociales y culturales. Las transformaciones en el proceso productivo y en el oficio del arte de la zapatería involucran el tejido social y no solo a algunos actores económicos. Por ejemplo, hay un valor en juego dentro de la producción tradicional de calzado y está relacionado con la concepción de para qué y para quién se produce el objeto (zapatos). El paradigma tecnológico que se viene imponiendo a nivel mundial trae consigo cambios, incorporación de conocimientos y técnicas digitalizadas o mecanizadas para la fabricación de calzado. Aunque la información es hoy vital para el funcionamiento de la economía y la sociedad, las estrategias para avanzar en la fabricación de calzado no necesariamente deben estar sujetas a un determinismo tecnológico. No obstante, hay casos, como el de la diseñadora Yara Aristizábal y Calzado Jhorbam, en los que si bien el trabajo de la zapatería se especializa y aumenta su demanda, se conserva la producción artesanal, dada la especificidad de los productos. Además, se abre un nuevo mercado que surge de estar atento a las necesidades de la época. Esta especialización del calzado recupera las características de la producción artesanal para dar solución a requerimientos contemporáneos, como los zapatos para mujeres trans, tribus urbanas, obras de teatro y programas de televisión.

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De esto puede destacarse que se trata de una fabricación manual para la venta de un producto especializado. Se ofrecen productos elaborados a mano, con materia prima seleccionada y con un estilo personalizado, que requiere de un trabajo altamente especializado en el diseño y la manufactura. Por último, el volumen de la producción es generalmente reducido. Esto es un aspecto relevante al momento de establecer que la producción artesanal sí puede ser realizada en los contextos contemporáneos. Con estas características se resalta la idea de que la heterogeneidad en las situaciones productivas y sociales que observamos hoy exige la búsqueda de una diversidad de estrategias en el campo técnico y en el oficio de la zapatería. En resumen, el enfoque sobre la valoración de la producción y el comercio tradicional: ▶ Rescata el sentido social y cultural en las decisiones tecnológicas relacionadas con la producción y el comercio del calzado. ▶ Insiste en la necesidad de articular la historia local de la producción y el comercio con los medios y los fines de las políticas distritales; los fines deben contribuir tanto al desarrollo como al cuidado y la puesta en valor del quehacer familiar y al arte de la zapatería, en tanto saber tradicional con valores culturales. ▶ Subraya que no existen recetas únicas y construir políticas propias es imprescindible. Esas políticas no pueden menos que articularse a las realidades económicas, culturales, educativas y ambientales propias del territorio. Sin embargo, “el reclamo de la especificidad no puede interpretarse en clave aldeana ni, mucho menos, como coartada para darle la espalda al mundo” [197].

197 Rodrigo Arocena, Ciencia, tecnología y sociedad: cambio tecnológico y desarrollo (Buenos Aires: Centro Editor de América Latina, 1993), 102.

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EL EMPIRISMO COMO FORMA DE TRANSMISIÓN DE LOS OFICIOS DEL ARTE DE LA ZAPATERÍA

La definición del oficio como “el arte de la zapatería” no es usada por todas las personas. Sin embargo, sí la emplean algunas que tienen un vínculo afectivo con el oficio o aquellos cuya historia está ligada a los barrios de Las Cruces y el Restrepo. Al referirse al proceso productivo, en ocasiones se utiliza la palabra artesanal como sinónimo de manual, y en varias ocasiones las/os entrevistadas/os aclararon que el proceso no es artesanal sino manual. Este es un hecho importante al tratar de responder la pregunta acerca de qué son los mercados y la producción tradicionales. Se llama oficio a la ocupación de una persona, en especial aquella que se relaciona con labores manuales o artesanales. El aprendizaje de los oficios se realiza directamente en los talleres y en las fábricas, en el contexto de las relaciones sociales que se generan entre compañero/as y familiares en el trabajo. Estos espacios funcionan como “escuela-taller”, donde se comparten los saberes y se aprende a través de la práctica, mirando y escuchando a otras personas con experticia. Los diferentes oficios (modelista, cortador/a, guarnecedor/a, solador/a y emplantillador/a) se aprenden por transmisión durante el trabajo, en los talleres y fábricas, entre familiares y trabajadores. Por lo tanto, no se requieren estudios formales para realizarlos, sino que la experiencia de la vida y el trabajo generan la formación. Aunque existen cursos de educación formal en el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) para la confección y el diseño de calzado, no conocimos trabajadores que los hayan cursado. Muchas veces, el oficio se transmite de generación en generación en una misma familia. En la mayoría de los casos, suelen ser trabajos que se realizan de forma manual y es preciso que el trabajador conozca en profundidad su actividad laboral y posea habilidad para llevarla a cabo. El desempeño de los oficios, como práctica social y cultural, puede aportar a la construcción de identidades en las personas que los ejercen, puesto que se interrelacionan con una red afectiva y laboral entre aquellos de quienes se aprende y con quienes se desarrolla el oficio dentro del proceso de producción. Se pueden configurar representaciones, 196


símbolos y vínculos con los espacios de los talleres, fábricas, almacenes, y así mismo con el barrio. Para el caso del calzado, si bien las interpretaciones y sentires cambian, la cuestión es si se es consciente o no de ello. Esto tiene que ver, por ejemplo, con la necesidad de un autorreconocimiento de la labor de la zapatería para que haya una valoración del oficio, la memoria y la calidad del trabajo realizado. Esto conlleva la necesidad de reconstruir la historia del barrio y el oficio como una estrategia de valoración cultural y económica del territorio, del trabajo y de los productos. Las políticas de la Secretaría de Desarrollo Económico de la ciudad tienen un enfoque económico dirigido a diferentes tipos de productores, aunque lo intentan, no incluyen a todos los pequeños fabricantes. En esta clasificación, las políticas en muchas ocasiones se plantean a partir de excelentes diagnósticos económicos, pero el alcance que tienen está restringido, es decir, no están basadas en la propia historia ni en las diferentes realidades de los pequeños talleres y fábricas que que tienen otras necesidades. Esto impide avizorar otros horizontes e integrar la valoración de las expresiones culturales a los proyectos que proponen. En términos generales, podemos afirmar que las pequeñas industrias familiares se han constituido en un espacio de aprendizaje del oficio de la zapatería y que este trabajo familiar favoreció la economía familiar, al propiciar que muchas de las personas que aprendieron en la infancia y la juventud continuaran el oficio por el resto de su vida. Las fábricas y los talleres son espacios de aprendizaje, en donde siempre hay alguien que está aprendiendo el oficio y algún otro que sabe algo y aprende otro poco. El aprendizaje es empírico y, más que políticas de capacitación, se requieren lineamientos y programas que permitan exteriorizar lo que ya se sabe y se ejerce. En otras palabras, hay una necesidad de valorar el conocimiento fruto de las tradiciones familiares o del aprendizaje en la práctica del oficio cuando no vienen heredados de la familia. Por ejemplo, el del modelista es un oficio que ha tenido transformaciones técnicas y tecnológicas; además de levantar los moldes, tiene un conocimiento sobre anatomía del pie, que le permite escalar las tallas de los zapatos. Como decía el modelista Jorge Rodríguez: “para ser mode197


FABRICANTE Y CORTADOR ORLANDO PARAMO, CALZADO ORPAR, 2020.

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lista hay que conocer todos los oficios de la producción del zapato” [198] y, como ya se vio en capítulos anteriores, aunque todos los oficios implican el conocimiento de todo el proceso, los modelistas, los cortadores y los guarnecedores pueden no estar vinculados al taller o a la fábrica, debido a que pueden trabajar de forma satelital. Valorar el conocimiento que hay en la forma de transmisión empírica exige reconocer cómo estos diseños y la fabricación de calzado no se hacen al azar. La dificultad de valorar esta forma de enseñanza y aprendizaje es que está totalmente naturalizada. Por lo tanto, obtener la información sobre cada uno de los procesos y los oficios implica ejercicios de diálogos y de recuperación de memorias, para reconocer en la trasmisión una forma de aprendizaje tradicional que contribuye a una práctica cultural. El ambiente empírico de aprendizaje es eminentemente técnico; aunque se resiste a la memoria y no se interesa por la tradición, en este momento es la garantía de la existencia del oficio. Así mismo, el uso del lenguaje que se refiere a la producción y el comercio de calzado, y que da cuenta de conocimientos particulares sobre los espacios, los procesos, los oficios, las herramientas y otras prácticas que suceden en el barrio, se convierte en una expresión esencial que no se puede desligar de lo cultural.

198 Jorge Rodríguez, entrevista virtual.

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Reflexiones finales: afectaciones y retos

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L

as expresiones culturales que se identifican en relación con la producción y el comercio tradicional de calzado en el barrio Restrepo se han visto afectadas por diferentes factores en las últimas décadas. La competencia desigual causada por los tratados de libre comercio, como consecuencia de las políticas neoliberales desde la década de los noventa, junto con las más recientes importaciones chinas que impulsan la compra de calzado en almacenes de cadena o centros comerciales, lo que afecta la continuidad de la producción de calzado en cuero, el comercio tradicional con las formas de venta ya explicadas, el sustento familiar y la transmisión de los saberes. Aun cuando se han realizado propuestas desde el ámbito del desarrollo económico en la administración distrital, estas no resultan estables y no incluyen a todos los pequeños productores, que son quienes principalmente continúan con la transmisión de los oficios y la producción manual semiindustrial. La falta de reconocimiento y de estrategias de difusión de la labor dificultan no solo la posibilidad de llegar a más compradores, sino que reduce el flujo de las economías locales y pone en riesgo su sostenibilidad, especialmente en coyunturas como la de la pandemia, situación en que se ha profundizado esta crisis. Si bien el barrio Restrepo es considerado el corazón del calzado en Bogotá, para muchos habitantes de la ciudad no hay una conciencia que los lleve a apoyar las economías locales, porque se desconoce o no se le da el valor que tiene al arte de la zapatería como trabajo que garantiza el sustento de muchas familias. Tampoco, como práctica sociocultural que se ha configurado desde los oficios y los procesos manuales semiindustriales transmitidos por generaciones.

PROCESO DE GUARNICIÓN. CALZADO HEKAR, HT, 2020


La política internacional de los Tratados de Libre Comercio y la industria del calzado Es claro, el futuro de la industria del calzado de El Restrepo está no en las manos de los bogotanos o colombianos sino en sus pies. [199] La implementación de las políticas neoliberales, a partir de la presidencia de César Gaviria (1990-1994), trajo consigo la apertura de los tratados de libre comercio (TLC) que generaron unos de los impactos más fuertes para la económica local y la sostenibilidad de las prácticas socioculturales asociadas a la producción y el comercio tradicional de calzado en el barrio Restrepo. Como explicó Sarmiento, de acuerdo con “los informes del Departamento Nacional de Estadística (DANE), a partir de 1992 la tasa de exportaciones de calzado de cuero decayó notablemente. En 1999 la balanza comercial estaba en negativa con un -00,3” [200], lo que evidencia la disminución de la producción y comercialización de calzado. Aunque el barrio Restrepo ha logrado mantenerse y prácticamente se ha convertido en un ejemplo de resistencia, adaptándose a nuevos procesos y retos y transformando diseños para continuar vigente en un mercado competitivo que lo pone en riesgo, es de considerar que la producción de calzado en Colombia ha sido realizada por pequeñas y medianas empresas, las cuales fueron afectadas por la apertura económica, debido a que las limitaciones frente a su tecnología, control de gestión y mano de obra calificada, ocasionó gran desventaja frente al mercado mundial. [201] 199 Germán Enrique Núñez, “El calzado del Restrepo está en vía de extinción”, Diario La Economía.com, 30 de octubre, 2016, https://diariolaeconomia.com/fabricas-e-inversiones/ item/2737-el-calzado-del-restrepo-esta-en-via-de-extincion.html 200 Sarmiento, “Origen y transformación industrial”, 63. 201 Sarmiento, “Origen y transformación industrial”, 90. “Para el periodo comprendido entre enero y agosto de 2014 de acuerdo a los informes del DANE se mostró el mayor crecimiento de la producción de calzado en los últimos dos años, el cual registró una variación de 7.2 %. Esta información contrastada con las ventas, reflejó una leve recuperación del sector, jalonado principalmente por el último mes mencionado, el 86 % tuvo un crecimiento del 20 % respecto al mismo periodo de 2013 (El Peletero, 2014, edición 114)”.

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Si bien se ha planteado que las importaciones extranjeras, especialmente las del calzado chino, aumentaron de manera exponencial generando el cierre y la disminución de fábricas y almacenes en el Restrepo, esta apertura generó un impacto mayor en fábricas más industrializadas, puesto que en algunos talleres pequeños continuaron ejerciendo formas de producción y comercialización de zapatos por encargo. No obstante, existen otras aproximaciones a esta situación, por ejemplo la información que ofrecen fuentes secundarias como la prensa local. Estas nos revelan la situación en torno a las políticas económicas internacionales que han generado un impacto en la actividad de los fabricantes y vendedores del calzado. A partir de las historias de tres fabricantes y trabajadores del arte de la zapatería, puede observarse el panorama para la década de los noventa en relación con los aspectos económicos y de productividad. También nos permiten ver cómo han sido afectados la sostenibilidad de los oficios y el desarrollo de las prácticas culturales alrededor de la producción y el comercio de calzado en el barrio Restrepo. El señor Mario Reyes Muñoz tiene una trayectoria en la marroquinería y el calzado en cuero de aproximadamente 35 años; él comenta que su oficio se vio afectado por la firma de los tratados de libre comercio en 1991, que tuvieron como consecuencia el cierre de su fábrica y almacén: Nosotros perdimos casi todo nuestro capital y entre los años 2000 y 2001 nos tocó emigrar porque nosotros nacimos como empresarios en Chapinero, en donde teníamos muy buenos clientes, entre ellos varios extranjeros, pero dadas las circunstancias nos tocó correr para el Restrepo, sector que daba garantías para volver a empezar. […] Cuestiono que muchas personas adineradas del país desestiman el producto nacional, lo cual es visible con las compras de ropa y calzado importado que, a decir verdad, salvo una marca, no hacen la diferencia o están muy por debajo en calidad. [202]

Fredy Ayala, empresario y fabricante con 21 años de experiencia en el oficio, relató que, para esa época, una de las problemáticas que afectaron la compra y venta de calzado en el barrio Restrepo, además de las importaciones, fue el bajo sueldo de la gente y la negativa a endeudarse 202 Mario Reyes, en Núñez, “El calzado del Restrepo está en vía de extinción”.

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CALZADO RIVERA, 2020

con tarjetas de crédito debido a las altas tasas de intereses. Esta fue una de las causas que alteraron el dinamismo de la industria de calzado en el Restrepo [203]. Muchos empresarios se dieron a la tarea de hacer mejores productos, inyectando mucho más calidad y diseño para que el colombiano se enamore del producto nacional y ayude a salvar a una industria que compite en inferioridad de condiciones con los chinos y con otros países que ven en Colombia una oportunidad. Después de mucho regocijo y mucho entusiasmo empezó a entrar calzado de China y Brasil y la industria empezó a mermarse poco a poco, fue como el mueble de madera que se fue comiendo el gorgojo, una vez que empezó no paró y por eso hoy estamos como estamos. […] El gremio está tan golpeado que quienes fueron reconocidos guarnecedores, soladores, diseñadores y zapateros llenos de talento, se fueron a cumplir otras funciones porque la crisis tocó la puerta de sus hogares. Hoy hay gente del calzado arreglando mo-

203 Fredy Mario Ayala, en Núñez, “El calzado del Restrepo está en vía de extinción”.

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tos, manejando taxi, en almacenes o en otras actividades ajenas a la fabricación del bello calzado del Restrepo. [204]

De igual forma, en el artículo del Diario La Economía se menciona que los empresarios de curtiembres de San Benito fueron clausurados por el Gobierno debido a la contaminación ambiental que afecta al río Tunjuelo. Esta situación repercutió en la crisis que aumentó el costo del cuero y, por ende, del calzado [205]. Por su parte, Elizabeth Moscoso, empresaria que lideró con otras personas la creación de la Cámara del Calzado para dar salida a la crisis y plantear propuestas al Gobierno, señaló que la industria del calzado se vio afectada por: el contrabando, las importaciones supuestamente legales, pero con sospecha de triangulación porque vienen de China. […] Tal y como van las cosas, de las 1.500 empresas que sobreviven en el Restrepo quedarán máximo entre 450 y 500 porque hay unas que ya están cerrando o cambiando de actividad económica. Para muchos fue más rentable vender la empresa, las máquinas y salir de personal calificado para ir a China e importar. [206]

En el 2015, la revista web Dos Orillas publicó un artículo titulado “Crisis en la industria del calzado en Bogotá. Solo 4 de cada 10 zapatos que compran los colombianos son nacionales”, referencia estadística que alerta sobre lo que está aconteciendo hasta hoy. En este mismo texto se afirma: La industria del calzado en Bogotá ha estado asentada tradicionalmente en el Barrio El Restrepo, en la localidad de Antonio Nariño, barrio que durante décadas ha sido tradicional punto de encuentro de las familias bogotanas que buscaban el mejor calzado a los mejores precios, las más recientes innovaciones en moda y muy buena calidad. [207] 204 Fredy Mario Ayala, en Núñez, “El calzado del Restrepo está en vía de extinción”. 205 Germán Enrique Núñez, “El calzado del Restrepo está en vía de extinción”, Diario La Economía.com, 30 de octubre, 2016, https://diariolaeconomia.com/fabricas-einversiones/item/2737-el-calzado-del-restrepo-esta-en-via-de-extincion.html 206 Elizabeth Moscoso, en Núñez, “El calzado del Restrepo está en vía de extinción”. 207 Gómez Botero, “Crisis en la industria del calzado en Bogotá”.

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Es importante reconocer que las personas entrevistadas en la prensa generalmente son empresarios de las fábricas más grandes de zapatos, es decir, que las voces de los fabricantes de los pequeños talleres no son las que se consultan. No obstante, las cifras publicadas sobre el aumento de importaciones de calzado en Colombia permiten deducir que la disminución de la producción y el comercio de calzado afectó a todos los fabricantes: De 2007 a 2011 las importaciones de calzado aumentaron de 290 millones de dólares a 636 millones de dólares, más del doble en solo 5 años. La situación tocó fondo en el año 2012, cuando entraron 83 millones de pares de zapatos. En un mercado estimado en 130 millones de pares al año como lo es Colombia, 6 de cada 10 pares consumidos provenían del extranjero, principalmente de China. Para inicios de 2013, la industria había caído en un -11 %, lo que obligó a los miembros del sector a organizarse y a llenar las calles de dignidad con una movilización del gremio. Esta presión obligó al gobierno a lanzar un salvavidas al sector: el Decreto 074 de 2013 que obliga a que cada par de zapatos que ingrese por un valor menor a 7 dólares debe pagar un arancel adicional de 5 dólares. Para el 2014 las exportaciones descendieron en un -2 %. Según el estudio de la Asociación Colombiana de Industriales del Calzado, el Cuero y sus Manufacturas, ACICAM, el ingreso de calzado terminado al país para los primeros tres meses del año 2015 había aumentado en un alarmante 19 % frente al mismo lapso de 2014, a un promedio de costo de 7,5 dólares por par, muy por debajo de lo que cuesta producir uno en Colombia, 13 dólares. A hoy, solo 4 de cada 10 zapatos que compran los colombianos es hecho en el país. A Bogotá llega el 33 % de los zapatos que importa el país. Aun así, en la ciudad, esta industria genera alrededor de 26 mil empleos directos. [208]

A este respecto es ilustradora la entrevista que realizó en 2016 Germán Enrique Núñez del Diario La Economía sobre la situación de la industria del calzado en el barrio el Restrepo a los fabricantes de calzado Fredy Ayala, Elizabeth Moscoso y Mario Reyes. En esta se mencionan factores que incidieron en el cierre de talleres, fábricas y almacenes, lo que afectó 208 Gómez Botero, “Crisis en la industria del calzado en Bogotá”.

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tanto la economía y el sustento, como la trayectoria de quienes desempeñaban oficios tradicionales en el gremio de la zapatería: La situación, aseguran, es muy difícil porque las ventas cayeron ostensiblemente y los antiguos comerciantes que fueron empresarios del calzado, zapateros y empleados de la industria del cuero y la marroquinería ya no están porque muchas fábricas cerraron, demasiadas personas perdieron su empleo, haciendo que la demanda de bienes y servicios se desplomara. [209]

En el año 2017, la Alcaldía Mayor de la ciudad impulsó el programa Yo le Compro a Bogotá, en un intento por activar clústeres emblemáticos de la ciudad, entre los que se incluyó al barrio Restrepo. Así lo expresaban las noticias en 2017: en los últimos cinco años, los comerciantes, distribuidores y fabricantes del tradicional barrio Restrepo, conocido por producir el mejor calzado del país, han pedido auxilio al Distrito y al Gobierno Nacional para que detenga la entrada de mercancía de bajo costo, porque les ha tocado tanto el bolsillo que sus negocios están en riesgo. [210]

El programa buscó fortalecer las cadenas productivas a través del trabajo participativo, acercando a los comerciantes y a los consumidores sin intermediarios. Con el Instituto Distrital de Turismo se activaron rutas para ofrecer productos, visitar fábricas y sitios representativos, como restaurantes, con el fin de motivar a la comunidad nacional e internacional a conocer la historia detrás de los productos y, de esta manera, convertir los sectores en sitios turísticos [211]. A su vez, el Concejo de Bogotá aprobó el Acuerdo 729 de 2018, mediante el cual declaró el 25 de octubre de cada año como el Día Distrital del Calzado, el Cuero, la Marroquinería y sus Productos Afines. El objetivo de esta declaratoria consistió en impulsar el sector a partir de una feria

209 Núñez, “El calzado del Restrepo está en vía de extinción”. 210 Laura Dulce Romero, “Empezarán en tres sectores. Salvavidas para recuperar la economía tradicional del barrio Restrepo”, El Espectador, 16 agosto, 2017, https://www. elespectador.com/noticias/bogota/salvavidas-para-recuperar-la-economia-tradicionaldel-barrio-restrepo/ 211 Romero, “Empezarán en tres sectores”.

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anual, organizada y coordinada por la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico, la última semana de octubre [212]. El 25 de octubre se celebra a los santos de los zapateros, san Crispín y san Crispiniano, y se estima que la fecha sugerida para la feria se relaciona con este día. En el año 2019 se realizó la V Feria del Restrepo que vinculó a los comerciantes del sector con compradores internacionales y nacionales. Bajo el concepto de centro comercial a cielo abierto, fabricantes del sector del cuero exhibieron sus productos en el parque del barrio Restrepo y se realizaron rutas turísticas diseñadas por el Instituto Distrital de Turismo para visitantes nacionales e internacionales [213]. También, dentro de los programas impulsados por la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico en 2013 para fortalecer la producción local de calzado, se propuso la marca Hecho en el Restrepo, una estrategia que tuvo como objetivo impulsar a zapateros de varias generaciones para que sus marcas fueran conocidas y posicionadas con el sello del Restrepo. De esta manera, el diseño y la creación de modelos obtenían un valor agregado para entrar a nuevos mercados, al cambiar la forma instaurada que copiaba o adaptaba modelos de zapatos y a la vez generaba una acción ante la crisis [214]. De igual forma, se buscó identificar el origen de la fabricación de los productos, para articularlo con una campaña de mercadeo territorial que pretendió establecer el sector como un atractivo turístico [215]. En este contexto se planteó el Centro de Servicios Empresariales ‘ZASCA’, del barrio Restrepo, ubicado en la Diagonal 17 C Sur N.º 24 i - 75, que ofreció a productores y comercializadores de esta zona tradicional de Bogotá, servicios integrales, formación y asistencia técnica, mediante la capacitación del recurso humano en temas de diseño, modelaje, tendencias y marketing. [216] 212 Concejo de Bogotá, Acuerdo 729 de 2018, Alcaldía Mayor de Bogotá, https://www. alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=82046 213 Secretaría de Desarrollo Económico, “Bogotá conmemora el Día del Calzado, el Cuero y la Marroquinería”, 16 de octubre, 2019, http://www.desarrolloeconomico.gov.co/ noticias/bogota-conmemora-dia-del-calzado-cuero-y-la-marroquineria 214 Jhon Palomino, “‘Made in’ el Restrepo, El Espectador, 27 de septiembre, 2013, https:// www.elespectador.com/noticias/bogota/made-in-el-restrepo/ 215 Javier Cortés, “‘Hecho en el Restrepo’, la marca que identificará a los empresarios de esta zona de la ciudad”, 2013, https://bogota.gov.co/mi-ciudad/desarrollo-economico/ hecho-en-el-restrepo-la-marca-que-identificara-los-empresarios-de 216 Javier Cortés, “Distrito entrega el innovador Centro de Servicios Empresariales

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VITRINA DE UN LOCAL DE CALZADO EN EL BARRIO RESTREPO, 2020

Si bien el proyecto Zasca y los proyectos de la Secretaría de Desarrollo Económico tuvieron buena acogida, con el cambio de alcaldía esta iniciativa terminó y, junto con ella, la marca Hecho en el Restrepo [217], lo que confirma la inestabilidad de los programas que se emprenden desde el Gobierno y que no tienen una continuidad con la comunidad. El diagnóstico de la disminución de la producción y el comercio de calzado se sigue presentando. Según cifras del DANE, el índice de venta de calzado para el año 2019 continuó bajando, sin contar la crisis que agudizó la pandemia. Por otro lado, la investigadora Andrea Piraquive, magíster en Diseño de la Universidad Nacional de Colombia, quien realizó en 2019 un estudio de siete pequeñas y medianas empresas de calzado del barrio Restrepo, comenta que: existe una contradicción entre los diseñadores, quienes se sienten limitados, y los empresarios, quienes consideran que los diseños no

‘Zasca’”, 2014, https://bogota.gov.co/mi-ciudad/desarrollo-economico/distrito-entrega-elinnovador-centro-de-servicios-empresariales 217 Fernando, Cordero, entrevista.

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son originales y usan la copia adaptada como una estrategia. […] En medio de esta controversia [Andrea Piraquive] también encontró que los empresarios no tienen conocimientos sobre ergonomía y por ello los diseñadores no pueden aplicar el potencial de esta área de estudio. [218]

Una parte importante de los fabricantes trabajan para grandes empresas y los procesos están divididos, así es que la ergonomía no resulta ser un factor importante en el proceso productivo que se realiza en talleres o en satélites especializados. Además, no hay presencia de diseñadores en estos espacios. Incluir a diseñadores podría aportar a la sostenibilidad del oficio; sin embargo, la embestida de la apertura económica ha generado consecuencias más evidentes para la economía local y el sustento familiar de quienes trabajan en la zapatería. Es por esto que el diseño pasa a un segundo plano. Piraquive señala que la falta de formalización de los procesos relacionados con el diseño y la ergonomía afectan la competitividad y limitan las oportunidades para entrar a otros mercados con mejores productos [219], pero se genera una ambigüedad evidente a partir de dos situaciones. Primero, el oficio tradicional que realizan modelistas y ayudantes de modelaje pueden hacerlo diseñadores, tecnificando los procesos y actividades en computador, puesto que incluyen “la investigación de tendencias, la bocetación, el desarrollo de muestras, prototipos, pruebas de uso, escalado, selección de materiales y la planeación de procesos productivos [220]”. Segundo, no abrir el espacio a diseñadores puede obstaculizar la inclusión de nuevas generaciones en los procesos de diseño de calzado, y perder a la vez una oportunidad para mejorar los productos y evitar la copia, proceso que ha sido un “método popular, en cuyo caso el diseño consiste en adaptar elementos estéticos sacados de fotografías o de partes de otros zapatos a las hormas, u otros partes del calzado” [221]. 218 Agencia de Noticias de la Universidad Nacional, “Los problemas de las empresas de calzado del Restrepo para enfrentar mercados tradicionales Bogotá”, El Espectador, 25 de junio, 2019, https://www.elespectador.com/noticias/bogota/los-problemas-de-lasempresas-de-calzado-del-restrepo-para-enfrentar-mercados-tradicionales/ 219 Agencia de Noticias de la Universidad Nacional, “Los problemas de las empresas de calzado”. 220 Agencia de Noticias de la Universidad Nacional, “Los problemas de las empresas de calzado”. 221 Agencia de Noticias de la Universidad Nacional, “Los problemas de las empresas de

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La contratación por temporadas, el pago a destajo y la pandemia La Secretaría Distrital de Desarrollo Económico, en el estudio “La industria de la fabricación de calzado en el Restrepo” del 2015, planteó cómo los términos de contratación por temporadas pueden ser un detonante de inestabilidad para quienes laboran en el ámbito del calzado en el Restrepo: los niveles de contratación en temporadas bajas, se reduce notablemente hasta una tercera parte. […] Para los empleados de este sector la dificultad está en las épocas de picos bajos y parada de la producción, en las cuales se quedan sin trabajo y tienen que buscar en otros sectores donde emplearse. Esta circunstancia es la que genera una alta informalidad en las condiciones de empleo. La inestabilidad se manifiesta en dos tipos de contratos que se realizan entre empleado y empleador, los cuales en la mayoría de los casos (80 %), se realizan de manera verbal y son mayoritariamente por labor realizada en términos de número de pares de zapatos hechos. Dada la inestabilidad laboral que se presenta atada a la estacionalidad de la producción, se preguntó a los empresarios sobre los niveles de rotación de personal, frente a la cual el 58 % considera que no hay alta rotación porque a pesar de los periodos en que los empleados quedan cesantes, estos van y generalmente regresan a la misma empresa. [222]

Otro elemento importante que afecta la estabilidad laboral dentro del sistema de producción de calzado obedece a una forma histórica de remuneración: el trabajo a destajo. Este acuerdo de pago evidencia una práctica cultural y social que se mantiene entre la comunidad trabajadora del calzado en el barrio Restrepo: A los operarios se le pagaba a destajo todos los sábados después del mediodía. Mi padre hacía la liquidación en un cuaderno Iberia. Al final del año les liquidaba una prima de acuerdo a lo producido en el año y concedía unas vacaciones desde más o menos el 20 de diciemcalzado”. 222 Secretaría Distrital de Desarrollo Económico, Dirección de Estudios Socioeconómicos y Regulatorios, Subdirección de Estudios Estratégicos, “La industria de la fabricación”, 61.

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REMONTADORA RODANTE DE JORGE TRUJILLO EN EL CENTRO DE BOGOTÁ, 2021



bre hasta casi finales de enero. En esa época no existía contratos de trabajo ni mucho menos aportes a la seguridad social, sobre todo en ese tipo de trabajos. [223]

Desafortunadamente, la precarización laboral para los trabajadores es una problemática que afecta las condiciones de vida, ya que no solo disminuye el sustento semanal, sino que impide realizar aportes a seguridad social (salud y pensión), debido a que la mayoría de operarios/as trabaja por contratos temporales. “Para el obrero su situación es peor, gana a destajo, se le paga lo que haga por semana generalmente […] las tareas que haga en la semana. Además, depende de la demanda del calzado, hay momentos que no le dan tarea porque no hay pedido o hay algún retraso [224]”. Adicionalmente, el pago varía de acuerdo con la etapa del proceso. Por ejemplo, la guarnición, que implica más tiempo para hacer las tareas asignadas, es mejor pagada. Si este proceso no se realiza por pedido en satélite, “la máquina la pone la fábrica y las herramientas para trabajar (martillo, destornilladores, planchas, fistos, alicates, tijera) eso lo lleva uno […] uno dice: ‘Voy con mi herramienta’, uno la lleva una vez y allá la dejó […] cuando me tenga que ir entonces empaco mi herramienta” [225]. Por otro lado, en el contexto actual, los efectos económicos de la pandemia han sido uno de los agravantes más significativos en términos de producción, comercialización y sostenimiento económico de estos talleres, fábricas y almacenes; y, ante todo, ha sido la causa principal de desempleo que afecta el sustento familiar de quienes viven de su trabajo en los oficios del arte de la zapatería. Carlos Díaz señala que en el taller donde él trabaja hay tres operarios. Allí “todo es manual. Antes de la pandemia se hacían cincuenta o sesenta parcitos al día, nos pagan a destajo, si yo trabajo gano” [226]. Igualmente, Silvio Acevedo quien antes de la pandemia hacía entre veinte y veinticinco pares semanales, resalta que ahora solo hace cinco o seis pares por mucho [227]. 223 Alfredo Espinel Bernal, “Breve ensayo sobre sobre la zapatería artesanal familiar”, Bogotá, 2020. Inédito. 224 G. Espinel Bernal, “El calzado desde la distancia”. 225 Daneyi Vásquez, entrevista telefónica. 226 Oscar Arturo Díaz, entrevista. 227 Silvio Acevedo, entrevista.

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Estas formas de contratación se vieron reflejadas en el censo realizado por la Dirección de Estudios Socioeconómicos y Regulatorios en el 2012, donde se señaló que en el Restrepo el “35 % de las empresas afirma no tener trabajadores remunerados permanentes (término indefinido), mientras que 38 % de los empresarios emplean entre uno y tres trabajadores remunerados permanentes. Solo 6 % de los empresarios afirma contar con más de diez empleados remunerados permanentes [228]”.

Los procesos de transformación y nuevos retos en la producción tradicional de calzado en cuero Existen en este momento situaciones que han llevado a que la producción tradicional del calzado en cuero se encuentre en transformación. Por ejemplo, si bien las relaciones del trabajo de la zapatería se han consolidado históricamente a partir de un sistema de organización familiar que transmite oficios y técnicas a través de varias generaciones para el sustento económico, también han implicado la vinculación de trabajadores que no hacen parte de las familias fabricantes y que igualmente han participado durante toda su vida en la producción. En algunos casos, las nuevas generaciones toman rumbos distintos al del arte de la zapatería, lo que interrumpe la cadena de trasmisión de conocimiento. A su vez, la tecnificación del oficio, unida a la división del trabajo en la producción del calzado, ha generado que en este momento se cuente con trabajadores satélites que desarrollan tareas específicas en la producción y que permiten acelerar la cadena productiva. Desde otro punto de vista, el impacto que generaron las importaciones chinas afectó la producción tradicional de calzado en el Restrepo, en términos de competitividad, por el costo y la disminución en la producción y el comercio de calzado para los pequeños productores. Sin embargo, se puede observar que estos han seguido realizando sus labores en el ámbito local con resultados adecuados a sus experiencias. Ignorar o no dar un valor preponderante a estas políticas ha favorecido en parte la continuidad del trabajo del calzado, pues, a pesar de las cri228 Alcaldía Mayor de Bogotá D. C., Dirección de Estudios Socioeconómicos y Regulatorios, Secretaría Distrital de Desarrollo Económico, “El Restrepo ampliado”, 100.

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sis, hay confianza en el trabajo de calidad y en el cuero como material apreciado por los clientes. Es decir, aunque los dictados económicos dicen una cosa, el trabajo continuo y la realización del oficio generan condiciones para los sistemas locales productivos. Los valores que conforman el trabajo familiar pueden ser más fuertes ante las premisas de los mercados globales. Aunque esta visión parezca romántica, es posible observarlo en territorio, no tanto porque se haga de una forma consciente, sino por la fuerza vital que tiene el trabajo, del cual dependen familias de fabricantes y trabajadores del calzado. La otra cara de la moneda es que, aunque haya reconocimiento y fidelidad por parte de quienes compran calzado fabricado en el Retrepo, los tratados de libre comercio imponen una competencia asimétrica con las importaciones de calzado, especialmente chino, que amenaza la producción manual, el comercio tradicional y el sustento familiar. En situaciones inesperadas, como el confinamiento por la pandemia, se ha profundizado la crisis que han venido resistiendo estos productores locales [229]. La falta de conciencia colectiva sobre el desarrollo de la economía local que se ha configurado desde los oficios y técnicas tradicionales generacionales pone en riesgo una expresión viva que está ligada a la economía local de las familias y trabajadores en este territorio. Además, si bien el barrio Restrepo constituye un referente en la memoria de la ciudad por la producción de calzado, la falta de reconocimiento y promoción de los talleres y almacenes dificulta su sostenibilidad. Por ello, reiteramos las siguientes ideas: ▶ El Restrepo tiene una impronta de historias y memorias del cuero y el calzado que requiere ser valorada más allá de las políticas económicas, y estas políticas precisan tener en cuenta valores, relaciones afectivas, factores sociales y culturales que potencien la experiencia y el trabajo. ▶ Los espacios físicos (talleres, fábricas y almacenes), como contenedores de la actividad humana donde se transmiten los saberes y técnicas tradicionales a integrantes de familias y trabajadores para la producción 229 Diego Ojeda, “El clamor de los zapateros de El Restrepo producto de la cuarentena”, El Espectador, 8 de abril, 2020, https://www.elespectador.com/bogota/el-clamor-de-loszapateros-de-el-restrepo-producto-de-la-cuarentena-article-913697/

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manual, semiindustrial y la comercialización local de calzado, no solo generan un punto de referencia y apropiación del territorio; también conforman un sistema social y de sustento familiar activo, que se ha adecuado a las condiciones sociales, políticas y económicas del país, y que subsiste a pesar de las dificultades que han traído consigo la apertura de los tratados de libre comercio y la pandemia. ▶ Se pueden atribuir valores históricos y sociales a nivel urbano a la producción manual, semiindustrial y a la comercialización tradicional de calzado en el barrio Restrepo. Identificar y reconocer tales valores desde el ámbito del patrimonio inmaterial implica considerar la organización social de las relaciones familiares, las cuales han constituido la fuerza de trabajo colectivo, para una economía de sustento familiar, con base en la producción tradicional de calzado. Estas prácticas han permanecido y se han transmitido por varias generaciones, y han configurado una forma propia de habitar los espacios a partir de usos mixtos, que integran la vivienda, la producción manual semiindustrial y el comercio. Lo anterior en una escala barrial que aporta a la memoria local y configura la identidad espacial y cultural del Restrepo. De esta manera, esta publicación procura abrir el espectro para identificar los componentes de una nueva valoración: la de los significados del patrimonio cultural. Es, por tanto, una apuesta para poner en valor el trabajo familiar, la producción tradicional de calzado en cuero y el oficio del arte de la zapatería como una memoria urbana que tiene un desarrollo y hace un aporte cultural para la ciudad. Es una semilla que se planta para que sea reconocida por aquellos que trabajan el calzado, especialmente en el barrio Restrepo, pues tienen un patrimonio, no solo económico, en sus talleres, fábricas, almacenes y oficios, sino una historia y una memoria que les dan una identidad y un reconocimiento en la ciudad y —como ellos mismo dirían— en el mundo.

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Algunos talleres, fábricas, almacenes y personas para conocer

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racias al trabajo compartido con la comunidad y a partir de un ejercicio etnográfico, pudimos dialogar, mediante entrevistas virtuales o presenciales, con miembros de trece familias y cinco trabajadores. En algunos casos, aun en pandemia, nos permitieron visitar sus talleres, fábricas y almacenes. A través de las palabras de fabricantes y comerciantes que habitan en el Restrepo o alrededores, hemos logrado conocer diferentes realidades de las familias que vinculan sus memorias e historias de vida al cuero, a los oficios del calzado y a la marroquinería. También identificamos, gracias a recorridos etnográficos con pauta de observación directa y derivas urbanas, algunos almacenes tradicionales de calzado, que continúan activando el comercio y la economía local en el barrio. Aportar a la identificación de este patrimonio local nos llevó a dialogar con algunas personas que, con sus saberes, historias y memorias de vida, tejen la práctica cultural que sucede en el barrio a partir del arte de la zapatería. Los compartimos e intentamos, de esta manera, hacer un llamado a reconocer y valorar las economías locales que resisten, que permiten el sustento económico de familias, que hacen parte de la herencia de la ciudad y que se mantienen vigentes a pesar de todas las adversidades. A continuación difundimos las historias de algunas familias participantes de esta investigación, quienes emprendieron el trabajo en talleres, fábricas y almacenes de calzado propios que continúan en funcionamiento.

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Talleres, fábricas y almacenes participantes Almacén Calzado de Lujo, Calzado Súper Lujo y Calzado Súper Lujo Junior’s DIRECCIÓN: calle 17 sur no 18-35 TRAYECTORIA: 41 años a partir de red familiar COMERCIALIZACIÓN: son distribuidores de calzado exclusivo en los tres almacenes propios ubicados en el Restrepo PRODUCCIÓN: se encarga la fabricación de calzado a talleres y fábricas pequeñas del Restrepo, el Olaya, Bosa y Bucaramanga ZAPATOS PARA: niñas, niños y hombres MATERIAL: cuero

Como se reseñó en capítulos anteriores, estos almacenes surgieron como iniciativa de Blanca Carreño y Héctor Acosta. Su trabajo se focaliza en el comercio y la distribución de calzado en cuero para hombres, niños y niñas. Quienes se encuentran a cargo de la administración y el comercio son las hijas y las nietas, como Johanna Acosta. La señora Blanca, por su parte, estuvo al frente de los almacenes hasta antes de la pandemia. Uno de los aspectos representativos es que valoran la producción manual de zapatos en cuero que encargan a talleres y fábricas pequeños para garantizar a la clientela fiel calzado exclusivo y de calidad. Precisamente por esa exclusividad nosotros hemos ido adquiriendo como esa clientela a través del paso de las generaciones. Entonces, empezaron los abuelos, ya trajeron a los hijos, y posiblemente a los nietos, y digamos que, como tenemos la línea de calzado masculino y de niños, los hombres pasan al almacén y luego al de niños. [1]

El comercio tradicional caracteriza el negocio familiar y ha permitido consolidar diferentes prácticas que se manifiestan no solo en la configuración del trabajo colectivo, sino también en las formas de exhibir el calzado en el espacio, en la venta a familias compradoras por varias 1 Johanna Acosta Rincón, entrevista.

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ALMACÉN DE CALZADO DE LUJO, 2020

generaciones y en la distribución del zapato clásico en cuero fabricado manualmente. Aunque este es un rasgo de la producción de calzado en el barrio, hacerlo explícito genera una consciencia del sentido social y cultural que motiva a valorar la producción tradicional de calzado en el Restrepo.

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Almacén de Calzado Jhorbam DIRECCIÓN: calle 17 sur no 22-42 TRAYECTORIA: 40 años a partir de red familiar COMERCIALIZACIÓN: se realiza a través de venta directa, con calzado hecho a la medida

en el almacén y por pedido PRODUCCIÓN: el proceso de fabricación es manual, con máquinas para guarnecer,

desbastar y pulir especial a medida para mujeres trans, comunidad LGTBI, mujeres y hombres que trabajan en eventos artísticos MATERIAL: cuero y sintético ZAPATOS PARA:

Aprendí a través de la vida con mi mamá, yo crecí entre zapatos. Yara Aristizábal Aunque los abuelos iniciaron con el comercio y varios miembros de la familia trabajan en calzado, la fabricación y el almacén fueron iniciativa de la señora Nelly Gaviria, mamá de la diseñadora y modelista Yara Aristizábal. Como ya se ha mencionado, ellas se han especializado en fabricación y comercialización de calzado para comunidades como la LGTBI, tribus urbanas o para obras teatrales. Yara es una reconocida diseñadora y modelista de calzado. Estudió en Bogotá diseño de modas y se especializó en calzado en Italia durante seis años; luego volvió a Colombia a poner en práctica lo que aprendió en la fabricación y a enseñar en su escuela cursos de diseño y modelaje. Es la única mujer modelista que encontramos en el barrio. El arte de la zapatería crea unos vínculos especiales en las familias. El conocimiento de este oficio llega hasta el presente después de al menos tres generaciones; se requiere adaptarlo a las nuevas circunstancias y a la vez conservar unos principios que permitan cuidar la herencia de lo aprendido. Actualmente el almacén es administrado por Sandra Méndez, mientras que Yara Aristizábal tiene en paralelo su propia marca con diseños exclusivos y personalizados que fabrica de una forma tradicional manual. Es un local que tiene cuarenta años, es tradicional en lo no tradicional […] No solo para estas poblaciones sino para ceremonias o para el tema cosplay, eso es una tendencia de personas que se disfrazan para eventos, de superhéroes, de 222


ALMACÉN CALZADO JHORBAM, 2020

películas famosas, para publicidad, para drag queens que es otro mercado. No necesariamente son chicas trans, son hombres que se visten para hacer un show y son hombres, ese es otro mercado que son plataformas grandototas, entonces, yo me especialicé en eso, en personas que no consiguen zapatos fácilmente. [2]

Podríamos decir que en esa especialización del calzado se recuperan las características de la producción artesanal de zapatos singulares, con materia prima seleccionada, con un diseño y estilo personalizados. También es importante mencionar que el volumen de la producción es generalmente reducido. Este es un aspecto relevante al momento de establecer que la producción artesanal sí puede ser realizada en los contextos contemporáneos.

2 Yara Aristizábal, entrevista virtual.

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Fábrica y almacén de calzado Orpar DIRECCIÓN: carrera 24B no 17A 31 sur TRAYECTORIA: 45 años a partir de red familiar COMERCIALIZACIÓN: venta al por mayor y detal en dos almacenes propios ubicados en el

Restrepo PRODUCCIÓN: el proceso de fabricación es manual y utilizan máquinas para guarnecer,

pegar suelas y pulir ZAPATOS PARA: hombres MATERIAL:

cuero

La fábrica y almacén de Calzado Orpar nació gracias al impulso del fabricante Orlando Páramo y la comerciante Magnolia López, ambos provenientes de Armenia, Quindío. Ella era la de los tesones y los negocios. Ella, cuando mi papá empezó a hacer zapatos, cogía un costalito y se iba a venderlo a la 10.ª con 10.ª. Una mujer con mucho empuje y con esa gana de sacarnos adelante […] En toda la trascendencia de nosotros, el zapato siempre ha sido muy artesanal; cuando empezamos, todo se hacía de manera manual, hasta los tacones se hacían en la propia empresa. Los tacones se armaban tapa con tapa, no había cemento sino engrudo que lo preparaban en la misma casa; la suela se desbastaba con vidrio, con un cuchillo. Hoy en día todo cambió. Cuando nosotros llegamos a tener una de las empresas más mecanizadas del Restrepo, teníamos toda la tecnología italiana, teníamos máquinas montadoras, troqueladoras. Hace diez años que nosotros éramos exportadores, decidimos dejar de producir y vendimos toda esa maquinaria, y ahora tenemos el proceso, no tan manual, pero sí lo hacemos con empleados que lo hacen artesanalmente. [3]

Calzado Orpar lleva 45 años en el comercio con la especialidad de zapatos para hombres. Aunque tuvo épocas de gran auge, actualmente su fábrica se caracteriza por condiciones y producción de taller-fábrica mixta. Orpar pasó de ser exportador a tener dos tiendas y una fábrica para la elabora-

3 Robert Páramo López, entrevista virtual.

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BOTAS PARA HOMBRE FABRICADAS EN CALZADO ORPAR, 2020

ción de zapatos, con menos de la mitad de la producción que tuvo en su mejor momento. Esta es una historia más que nos confirma las relaciones familiares que se establecen desde las fábricas de calzado y cómo las dificultades económicas hacen que lo que fue un sueño familiar se vaya paulatinamente perdiendo con el tiempo. De esta manera, la pasión inicial es menguada por las crisis económicas que produjeron en parte los TLC.

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Fábrica y almacén de calzado Rivera DIRECCIÓN: transversal 24B no 16-47 sur y calle 18 sur no 24A-51 TRAYECTORIA: 30 años a partir de red familiar COMERCIALIZACIÓN: venta al por mayor y detal en dos almacenes propios ubicados en el

Restrepo PRODUCCIÓN: el proceso de fabricación es manual y utilizan máquinas para guarnecer,

desbastar, pegar suelas y pulir ZAPATOS PARA: hombres MATERIAL:

cuero

La fábrica y los almacenes de Calzado Rivera tienen su origen en la iniciativa familiar de Gilberto Rivera, proveniente de Cali, y Teresa Díaz, quien llegó de Villavicencio. El taller estuvo primero en los barrios El Claret y Santa Lucía, donde se fabricaba calzado para otras marcas; y apenas desde hace diez años funciona en el barrio Restrepo. Los dos almacenes de calzado para hombre nacieron como marca propia hace cinco años por iniciativa de Richard Rivera y su hermano, quienes, después de la crisis económica que tuvo lugar entre 1998 y 2002, decidieron independizarse y poner los almacenes como estrategia para mantener la producción y el comercio de calzado. Es así como conservan el negocio que garantiza el sustento familiar. Richard Rivera Díaz actualmente es el administrador de la fábrica y el almacén. Recuerda que aprendió el arte de la zapatería entre la cotidianidad familiar cuando tenía aproximadamente diez años: Aprendí desde chiquito, desde que mi papá me decía: “Hágame el favor, deje la vagancia, acompáñeme a la fábrica y me ayuda”. Entonces, ahí ya fui aprendiendo. Me ponían a hacer ojaletes, a abrir los ojitos para los cordones, a ayudar a troquelar; después, a ayudar en guarnición, a entintar; después, me puso [a] ayudar al solador a echar activadores para suela, y así me fue enseñando cada proceso, hasta que ahí le cogí el tiro a todos los procesos. Realmente al principio no me gustó, sin embargo, mi papá me pagaba y, como era un niño, él me daba una platica y me compraba un yoyo, por ejemplo. [4] 4 Richard Rivera Díaz, administrador y comerciante de Calzado Rivera, entrevista, septiembre de 2020.

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FÁBRICA DE CALZADO RIVERA, 2020


Fábrica de calzado Keileens DIRECCIÓN: carrera 14F no 17-42 sur, piso 3 TRAYECTORIA: 10 años a partir de red familiar COMERCIALIZACIÓN: se realiza a través de venta directa a distribuidores nacionales por

pedido PRODUCCIÓN: el proceso de fabricación es manual y utilizan máquinas para guarnecer,

desbastar, pegar suelas y pulir niñas y mujeres MATERIAL: cuero y sintético ZAPATOS PARA:

Me gusta trabajar, el arte es bonito. Luz Helena Vásquez La fábrica Keileens fue creada por el fabricante y comerciante Guillermo Benavides junto a su esposa, Luz Helena Vásquez, fabricante y emplantilladora. Los dos lados de la familia Benavides Vásquez están inmersos en el oficio de la zapatería y provienen del barrio Las Cruces. Yo vengo de Las Cruces. Hace seis años me vine con mi esposo. Mi padrastro tenía el taller en Las Cruces; allá había muchos zapateros que tenían tallercitos chiquitos. Vinimos al Restrepo porque aquí es lo más concurrido de la zapatería […] Trabajé doce años con mi cuñado, por ahí más bien estaba enganchada en eso, ya estaba empapada en el tema, y ya después con mi esposo… [5]

Helena Vásquez trabaja en la fábrica con su mamá, María Rincón, quien es emplantilladora. También con su hermana Angélica, quien realiza el proceso de guarnición; con su hermano Juan, quien es solador, y con dos cortadores. La producción de la fábrica se especializa en la elaboración de zapatos para mujeres y niñas, y distribuye en almacenes de cadena en Bogotá, Bucaramanga y otras ciudades de Colombia. Debido a la pandemia, la producción se ha visto afectada notablemente, lo que ha incidido en la disminución de las ventas y de la contratación de trabajadores. Luz Helena nos narra cómo es su oficio de emplantillandora, el trabajo en el taller y enfatiza que toda la labor es manual: 5 Luz Helena Vásquez, entrevista.

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FÁBRICA DE CALZADO KEILEENS, 2020

Ese es mi oficio. Aquí llega el zapato sin la plantilla que va por dentro […] Lo que yo hago es marcarlo, se escrinea según el almacén para el que vaya, se unta la solución, se mete la plantillita, se patina. Se cordonea, tiquetea y se empaca […] cien pares diarios entre dos […] Se paga al destajo y, dependiendo del proceso, se paga más. La guarnición cobra más, es la que lleva más proceso, es la que cose todo eso, la que arma el corte, la que más demora; digamos, a veces dura hasta un día, haciendo dos tareítas o una, según el modelo que sea. El proceso más largo de la zapatería es hacer el corte y la guarnición. [6]

6 Luz Helena Vásquez, entrevista.

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Fábrica-taller calzado Dorely DIRECCIÓN: calle 19 sur no 24G-14, piso 2 TRAYECTORIA: 3 años a partir de red familiar COMERCIALIZACIÓN: se realiza a través de venta directa con calzado hecho a la medida y

por pedido PRODUCCIÓN: el proceso es manual, utilizan máquinas para guarnecer y pulir ZAPATOS PARA:

mujeres, hombres, niñas y niños

MATERIAL: cuero y sintético

Yo amo los zapatos. Yo, cuando diseño, lo hago, lo miro y me siento orgulloso. Bladimir Vélez Calzado Dorely es un espacio de producción de zapatos que surgió por iniciativa del fabricante y modelista Bladimir Vélez, quien lleva 35 años trabajando en el arte de la zapatería. De su familia trabajan su esposa, como guarnecedora, y su hermano Rodrigo Vélez, como solador. Adicionalmente, Bladimir contrata a dos soladores y un cortador. Hace tres años se consolidó la fábrica-taller donde producen zapatos por encargo, a la medida y por venta a almacenes de cadena. Aprendí a hacer zapatos desde los catorce años en el Restrepo. En ese tiempo que le daban empleo a los sardinos no había problema y ahí fue que me inicié en esto. A mí me gusta mucho, aprendí todo, lo único que no sé es echar máquina, pero el resto, diseño, soladura, tengo harta experiencia… [7]

La especialidad es el zapato de tacón para dama, pero afirma poder hacer todo tipo de zapato. Con respecto a la tecnología, esta no le afecta tanto; es el sentido de lo manual y la belleza de lo que se hace lo que recoge su mirada: Se trabajaba zapato de dama de tacón. Ahora se están haciendo botines, zapato deportivo, un zapato económico, como reinventando para ver cómo se pasa este año […] hacemos un zapato un poquito más caro que el chino, pero la calidad es

7 Bladimir Vélez, entrevista.

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TRABAJO EN CALZADO DORELY, 2020

colombiana. […] Para trabajar, se necesita es gusto, todavía yo hago zapatos a mano, [...] porque un zapato artesanal, no tanto que se demora, sino que queda más bonito. [8]

El solador Rodrigo Vélez empezó en la zapatería a los veinte años en el barrio Ciudad Jardín, cuando tuvo la oportunidad de aprender el arte. Lo hizo de forma empírica, mirando y en la práctica que fue nutriendo con los años: “La soladura es el conjunto de montaje y terminado, los cortes, las plantillas, yo la figuro a la horma, se monta el corte, con pinzas, con pegante, se pega la suela, todo es manual” [9].

8 Bladimir Vélez, entrevista. 9 Rodrigo Vélez, entrevista.

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Fábrica - taller de calzado Ardipiel’s y diseños y moda DIRECCIÓN: carrera 24D no 17-36 sur TRAYECTORIA:

31 años a partir de red familiar

COMERCIALIZACIÓN: se realiza a través de venta directa con calzado hecho a la medida y

por pedido PRODUCCIÓN: el proceso es manual, utilizan máquinas para guarnecer y pulir

Zapatos y productos de marroquinería para mujeres cuero

MATERIAL:

Calzado Ardipiel’s fue creado por Flor Silva y Mario Reyes. La fábrica-taller inicialmente se encontraba en Chapinero, pero, debido a la crisis generada por los TLC, en el 2002 se trasladaron al barrio Restrepo. Su vínculo con el arte de la zapatería surgió a partir de trabajos en otras fábricas, donde aprendieron los diferentes oficios y procesos, y tomaron el impulso para dar continuidad a su historia entre cueros con una iniciativa familiar propia. Flor María Silva conoce todas las etapas del proceso, pero se desempeña en corte, desbaste, guarnición, terminación y control de calidad de los productos. También se encarga de la organización general con los trabajadores. Antes de la pandemia, trabajaban ocho personas en planta y cinco satélites. Además de trabajar en la producción de calzado, es quien realiza el diseño y la fabricación de productos de marroquinería como bolsos, carteras, entre otros, con la marca propia Diseños y Moda [10]. Mario Antonio Reyes Muñoz es un fabricante de calzado y marroquinería. Tiene 61 años, nació en la vereda Los Llanos, entre Samacá y Cucaica, llegó a Bogotá a los 5 años y empezó a trabajar a los 15. Reconoce que su aprendizaje ha sido empírico; es modelista, sabe cortar, desbastar, entiende del curtido y la calidad de los cueros, hace diseños, saca costos, hace el producto y se encarga de venderlo. Es un reconocido líder social que hace parte de la Cooperativa Multiactiva de la Industria del Calzado y Afines (Coomficalz) y es delegatario de la Mesa Sectorial de Cuero, Calzado y Marroquinería.

10 Flor Silva, fabricante de Calzado Ardipiel’s, entrevista, septiembre de 2020.

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FLOR SILVA, GUARNECEDORA Y FABRICANTE DE CALZADO Y MARROQUINERÍA, 2020

Sobre el proceso tradicional de producción, afirma: Artesanalmente se maneja el corte del cuero y la guarnición. Aunque es a máquina, también es manual […] La tecnología es imposible alcanzarla por los costos, son máquinas que valen fácilmente cinco u ocho millones de pesos y una micro, como es esta, no se puede dar ese lujo para comprar una de estas máquinas cuando puede comprar una que cuesta millón y medio de las normales, y el resto lo utiliza para seguir trabajando. Entonces, es muy difícil que la tecnología llegue a nosotros. [11]

Aunque también trabaja sobre pedido para almacenes y otras fábricas, elabora zapatos personalizados sobre medida: “si a la persona le gusta un producto y le gusta la forma como fue elaborado, se puede hacer tal como lo quiere, lo que se llama sobre medida, pagan el 50 % y el resto en la entrega” [12]. Ardipiel’s es una de las pequeñas fábricas que tienen una página web, en donde se presentan los servicios que prestan, su visión sobre el proceso fabricación y la posibilidad de mandar a hacer zapatos.

11 Mario Reyes, entrevista. 12 Mario Reyes, entrevista.

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Fábrica industrial y punto de venta calzado Barbarella DIRECCIÓN: calle 17 sur no 24B-15 TRAYECTORIA:

38 años a partir de red familiar

COMERCIALIZACIÓN: punto de fábrica y distribución a almacenes de cadena a nivel

nacional PRODUCCIÓN: el proceso está industrializado con producción manual ZAPATOS PARA: mujeres y hombres MATERIAL:

cuero

Luis Fernando Cordero llegó a Bogotá, procedente de Santander, en 1966 a los quince años. Su padre lo envió para la capital donde su tío Rafael Cordero para que trabajara en la fábrica de zapatos. Se casó en 1973 con Rosario Muñoz [13], después de varios intentos. En 1982 emprendieron un taller pequeño en el barrio San Antonio, en donde si bien no aprendieron el oficio de la zapatería, se dedicaron a comercializar y administrar. Yo me dediqué mucho a la empresa: hago la parte de compra de materia prima, busco los modelos, los diseños, no los dibujo, pero sí propicio el desarrollo del producto. Me encanta la empresa, porque ha sido parte fundamental, me gusta y uno hace un par de zapatos y uno dice “Qué chévere, qué bonito está” […] Hemos podido sobrevivir porque lo que tenemos es nuestro o si no yo creo que hubiéramos desaparecido. [14]

Con el paso de los años, se establecieron en el barrio Restrepo y adquirieron maquinaria. Esto les permitió tener una gran producción hasta hace siete años, cuando empezó el declive, según ellos, por la entrada al país de productos chinos en material sintético. Llegaron a tener 75 empleados y producían de 4.000 a 4.500 pares mensuales; ahora, con la crisis que se agudizó por la pandemia, solo trabajan 18 empleados. Los vínculos familiares en la producción de calzado no son muy extensos; sin embargo, la constancia desde hace 38 años en el mercado y la producción es lo que los identifica.

13 María del Rosario Muñoz, administradora de Calzado Barbarella, entrevista virtual, septiembre de 2020. 14 Fernando Cordero, entrevista virtual.

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FÁBRICA DE CALZADO BARBARELLA, 2020

El proceso de fabricación es muy manual, no es que sea artesanal, sino manual, se necesita mucha mano de obra. Ha llegado maquinaria que ha hecho que se dividan los procesos. Antiguamente estaba el guarnecedor que cortaba el zapato y lo cosía, ahora hay cortador y guarnecedor que hace la parte de la costura, ahora la costura también se ha dividido. Después viene un proceso que se llama desbastado, hay un proceso que se llama doblado, que lo hace una máquina o una persona de forma manual. También hay una persona que hace el armaje. Esta parte la hacen cuatro personas cuando está industrializado, entonces, no hay forma de industrializar por completo la producción. Ha sido un poquito demorada esa industrialización de los procesos en Colombia. La mayor parte de las empresas son familiares, si vamos a mirar las empresas medianas de zapatos en Colombia son máximo diez y grandes cinco, y son empresas de producción manual. [15] 15 Fernando Cordero, entrevista virtual.

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Fábrica-taller de calzado Hecar HT DIRECCIÓN: carrera 24C no 16A-27 sur TRAYECTORIA:

35 años a partir de red familiar

COMERCIALIZACIÓN: se realiza a través de correrías por venta directa a distribuidores

nacionales PRODUCCIÓN: el proceso es manual, utilizan máquinas para guarnecer, desbastar,

troquelar y pulir ZAPATOS PARA: hombres MATERIAL: cuero

Es resultado de una iniciativa del fabricante Carlos Hernández y la comerciante Rubiela Torres, quienes provenían de familias comerciantes de calzado provenientes de Santa Isabel, Tolima. El nombre HT se debe a las iniciales de sus apellidos, Hernández Torres. Actualmente, la hija Andrea Hernández Torres es la administradora y hace parte de la tercera generación que se dedica al arte de la zapatería. La memoria de la transmisión del oficio se ha cultivado desde la familia: Mi abuelo paterno, Jorge Luis Hernández, fue comerciante de calzado y se fue del Tolima para Neiva donde tenía almacén de calzado en la plaza. Cuando envejecieron y la abuelita murió, el abuelo migró a Bogotá y siguió ayudándole a mi papá y a los tíos en el calzado. Él era el que cobraba en los pueblitos. Un hermano de mi papá, Carlos Hernández, también tiene fábrica de calzado. Empezó en el Restrepo y ahora tienen la fábrica en La Fragüita. También tres tías paternas trabajaron: una en Croydon, otra, Nubia, cosía zapatos a mano que ahora se hacen a máquina y la otra tuvo fábrica de calzado, pero se fueron a vender suelas a Ibagué. Tengo un hermano, Miguel Hernández, que es el vendedor de la fábrica. [16]

Andrea tiene en su memoria la historia de la familia siempre vinculada al calzado. El lugar donde está la fábrica también fue autoconstruido como vivienda en el barrio Restrepo y ha sido el resultado del trabajo familiar en la zapatería. En la actualidad la estrategia de venta está basada en las correrías por municipios de Colombia, una forma de comercializar que históricamente han realizado muchos zapateros. 16 Andrea Hernández Torres, entrevista.

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BOTA FABRICADA EN CALZADO HECAR HT, 2020

En general, la fábrica-taller de calzado tiene un proceso manual que incluye algunas máquinas básicas. Sobre la producción, Andrea tiene claro que están trabajando “a la antigua” y no están tan industrializados. Esta empresa y esta familia van para la cuarta generación, y tienen toda la intención y la fuerza para continuar. La vida y la historia siguen creándose y recreándose a cualquier edad, cuando se tiene el arte en las manos. Ante sus ojos está la valoración cultural de la labor que realizan como familia en el arte de la zapatería.

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Taller de calzado de Silvio Acevedo Bernal DIRECCIÓN: calle 17A sur no 24F-41, piso 2 TRAYECTORIA: 54 años en la zapatería COMERCIALIZACIÓN: se realiza a través de venta directa con calzado hecho a la medida y

por pedido PRODUCCIÓN: el proceso es manual y utiliza una máquina para pulir ZAPATOS PARA: hombres, mujeres, niñas y niños MATERIAL:

cuero y sintético

El taller de Silvio Acevedo Bernal es una iniciativa propia, y allí realiza todo tipo de calzado por encargo, personalizado y a la medida. Desempeña la mayoría de los oficios (diseño, corte y soladura) y el proceso lo hace manualmente, excepto la guarnición, que la encarga por satélite a dos guarnecedores —uno vive en el Restrepo y otro, en Fontibón—. Silvio Acevedo tiene 69 años, nació en Bogotá, su papá era zapatero y su mamá, modista. Ambos, provenientes de Pacho, Cundinamarca, llegaron al barrio Las Cruces, “allá donde nacieron la mayoría de los zapateros que hay ahora” [17]. Empezó a trabajar en calzado desde los quince años en el barrio Las Cruces. Aprendió el oficio con su papá, iniciando como cortador. A los veinticinco años se fue a trabajar en zapatería a San Cristóbal, Venezuela, y regresó en el 2000 a trabajar a Soacha. Lleva nueve años en el Restrepo. Todo el zapato que consume Venezuela, casi todo sale de ahí [San Cristóbal]. Las empresas que había en Valencia y en Caracas no tienen materia prima para trabajar —como allá ellos no tienen importación ni nada—, entonces ya en San Cristóbal se abastecen de Cúcuta. [18]

Nos cuenta que su familia se pasó de Las Cruces al Restrepo en los años setenta porque ya se había extendido mucho el trabajo de zapatería por toda la ciudad. Cada zapatero tiene su interpretación de la historia del desplazamiento de la zona de zapaterías de Las Cruces al Restrepo, lo cual muestra la importancia de reconstruir esa historia. 17 Silvio Acevedo Bernal, entrevista. 18 Silvio Acevedo Bernal, entrevista.

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SILVIO ACEVEDO BERNAL EN SU TALLER DE CALZADO, 2020

El trabajo de Silvio se caracteriza por hacer todo tipo de zapatos, por pares individuales e incluso encargos por docenas. Yo lo que hago son pares, antes de la pandemia hacía veinte, veinticinco pares semanales, ahora cinco o seis pares por mucho, en diciembre es igual, es parejito lo que hago […] La parte más difícil del proceso es el comercio. [19]

La forma de fabricar y comercializar el calzado a la medida y por pedidos específicos es una de las prácticas tradicionales que realizan talleres pequeños. Demuestra la destreza para adecuar, replicar, adaptar y producir calzado diverso y para diferentes gustos. Para realizar el pedido se puede llevar una foto del zapato y se acuerda pagar mínimo el 50 % de anticipo.

19 Silvio Acevedo Bernal, entrevista.

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Calzado Esmaylis DIRECCIÓN: el almacén de calzado ubicado en el barrio Restrepo fue cerrado durante la

pandemia; ahora el taller y almacén están el barrio San Antonio, en la carrera 18 no 3-71 TRAYECTORIA: 30 años de red familiar COMERCIALIZACIÓN: se realiza a través de venta directa en el almacén del barrio San

Antonio y por redes sociales PRODUCCIÓN: el proceso es manual y utilizan máquinas para guarnecer, desbastar, pegar

suelas y pulir ZAPATOS PARA:

mujeres

MATERIAL: cuero y sintético

Fábrica de Calzado Esmaylis surgió por iniciativa del solador Carlos Pinzón y la guarnecedora Marlén Bautista, quienes se constituyen en la primera generación de sus familias que se han dedicado a la fabricación y comercialización de calzado para mujer. Empezaron a los diecinueve años a trabajar en el calzado y desde hace quince viven en el mismo lugar en el que trabajan, en el barrio San Antonio. Yo trabajaba desde los dieciséis años, pero era mensajero en una empresa de zapatos […] Aprendí como ayudante y de solador duré unos tres años y ya después me independicé. He tenido almacén ya cuatro veces, en Yomasa, La Fiscala, en el Danubio Azul y en el Restrepo […] Mi hijo sí trabajaba conmigo, pero por motivos de pandemias ya no… vendo a cadenas en Cali y Medellín, Bogotá, pero por pandemia está detenido. [20]

Marlén Bautista nos habla desde su sentir y, en parte, desde el cansancio del trabajo esforzado que ha realizado en su vida dedicada al calzado: Aprendí en el Restrepo a los diecisiete años. El arte a mí me gusta, pero ya estamos cansados […] Nosotros siempre hemos tenido que vivir endeudados para ponerle los zapatos a ellos, nosotros trabajamos es con préstamos, en este momento estamos endeudados […] una parte por la pandemia. [21]

20 Carlos Pinzón, fabricante de Calzado Esmaylis, entrevista, septiembre de 2020. 21 Marlén Bautista, fabricante de Calzado Esmaylis, entrevista, septiembre de 2020.

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CARLOS PINZÓN, FABRICANTE, SOLADOR Y COMERCIANTE DE CALZADO ESMAYLIS, 2020

Durante el proceso de las entrevistas estábamos en el primer año de pandemia en Bogotá. Este hecho afectó en general a todos los fabricantes de calzado, pero en este caso en particular provocó el cierre del almacén Esmaylis que se encontraba al lado del parque de la Valvanera, con venta especializada en botas y botines para mujeres, elaborados en cuero y en sintéticos: Antes de la pandemia estábamos haciendo trescientos pares en la semana, ahora no, estoy haciendo tres parcitos ahí yo mismo, no tengo nada que hacer […] Cuando hay buen trabajo, más o menos hay dieciocho o veinte personas, con satélites más que todo para la guarnición, he llegado a tener hasta seis, siete, ocho satélites […] Nosotros nos hemos venido reactivando, estamos al 50 %, no por la pandemia, ya venía en decaída, con la pandemia desocupamos y trajimos al tercer piso todo y el resto lo arrendamos. [22]

22 Carlos Pinzón, entrevista.

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Almacén de insumos Montaño DIRECCIÓN: calle 20 sur no 24C-26 TRAYECTORIA: 65 años red familiar COMERCIALIZACIÓN: venta directa y al menudeo de insumos para zapatería y

marroquinería. Cuenta con dos almacenes ubicados en el Restrepo

En el Restrepo hay muchos proveedores de insumos, sin embargo, visitamos el almacén más conocido y antiguo del barrio. Como ya hemos explicado, Almacenes Montaño Montaño surgió como iniciativa de Marcos Montaño y Obdulia Villaquirán, ambos provenientes de Popayán. Doña Obdulia falleció en el año 2021 a los 109 años, y por haber sido partícipe del desarrollo del barrio, podríamos considerarla como una mujer histórica. Tuvieron taller de calzado de 1957 a 1965 y luego decidieron dedicarse a la venta de insumos para fabricación de calzado y marroquinería a través del menudeo o cantidades pequeñas. La pareja tuvo cinco hijos, de los cuales tres han fallecido. Uno de ellos tiene otro almacén de venta de insumos con el mismo nombre y el almacén principal lo administra y atiende el nieto Robert Yesid Montaño Vivas, quien cuenta: Llegaron en 1955 […] entre 1957 y 1965 tuvieron un taller de calzado donde hacían un zapato de tela que se llamaba Coca-Cola. Ellos mismos preparaban el engrudo, lo vendían en botellas tibio porque no se podía enfriar para utilizarlo […] vendían los zapatos CocaCola en Cali porque eran para clima caliente. Mientras hacían eso, empezaron a vender menudeado los insumos y esta fue la parte del negocio que floreció. [23]

Como se explicó en el segundo capítulo, la representatividad de este almacén para muchos trabajadores está asociada con la práctica sociocultural que se ha configurado desde hace más de cincuenta años con la cartelera de avisos clasificados para ir a buscar y ofrecer trabajo, herramientas, máquinas, arriendo o venta de talleres relacionados con el calzado y la marroquinería.

23 Robert Montaño, entrevista.

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ROBERT MONTAÑO, DE LA TERCERA GENERACIÓN QUE ADMINISTRA EL ALMACÉN MONTAÑO, 2020

LETRERO DEL ALMACÉN, 2021. FOTOGRAFÍA CAMILO RODRÍGUEZ-IDPC


Otros almacenes tradicionales de calzado Calzado Mónaco DIRECCIÓN: calle 17 sur no 19-32 ZAPATOS PARA: mujeres Calzado Castor DIRECCIÓN: calle 17 sur no 19 ZAPATOS PARA: mujeres Calzado Nancy DIRECCIÓN: calle 16 sur no 19-51 ZAPATOS PARA: mujeres y niñas Calzado Príncipe De Gales DIRECCIÓN: carrera 19 no 16 sur-20 ZAPATOS PARA: mujeres Calzado Pony’s DIRECCIÓN: calle 16 sur no 22-58 ZAPATOS PARA: mujeres Calzado Emyh’s DIRECCIÓN: carrera 24 no 16-97 sur ZAPATOS PARA: mujeres Calzado El Gamo DIRECCIÓN: carrera 19 no 17-01 sur ZAPATOS PARA: mujeres y hombres Calzado J.R. DIRECCIÓN: carrera 22 no 16-13 sur ZAPATOS PARA: niñas, niños, mujeres y hombres Calzado Sardinos DIRECCIÓN: cra. 20 no 16-04 ZAPATOS PARA: mujeres y niñas Calzado Vito’s DIRECCIÓN: calle 17 sur no 19-25 ZAPATOS PARA: mujeres y hombres Calzado Yullyan DIRECCIÓN: calle 17 sur no 22-53 ZAPATOS PARA: mujeres y hombres


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ALMACÉN MONTAÑO, 2021. FOTOGRAFÍA CAMILO RODRÍGUEZ-IDPC


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Díaz, Oscar Arturo. Guarnecedor de calzado, coordinador de torneo de microfútbol Fabricantes y Peleteros. Entrevista, octubre de 2020. Dorado, Jesús. Solador de calzado. Entrevista, octubre de 2020. Espinel Bernal, Alfredo. Hijo de fabricante y guarnecedora de calzado. Solador no activo. Entrevista virtual, septiembre de 2020. Espinel Bernal, Edith. Hija de fabricante y guarnecedora de calzado. Emplantilladora no activa. Entrevista virtual, septiembre de 2020. Espinel Bernal, Elizabeth. Hija de fabricante y guarnecedora de calzado. Emplantilladora no activa. Entrevista virtual, septiembre de 2020. Espinel Bernal, Germán. Cortador e hijo de fabricante y guarnecedora de calzado. Entrevista virtual y recorrido de derivas urbanas, septiembre de 2020. Espinel Bernal, Marta. Hija de fabricante y guarnecedora de calzado. Emplantilladora y comerciante no activo. Entrevista virtual, septiembre de 2020. Espinel Bernal, Yanet. Comerciante de calzado. Entrevista virtual, septiembre de 2020. García, Jaime, Zapatero Zoñador. Conversación, abril de 2021. Hernández, Andrea. Administradora Calzado Hecar HT. Entrevista, octubre de 2020. Lara Carranza, Isaías. Zapatero y remontador del barrio El Paraíso. Entrevista, noviembre de 2020. López Ramírez, Luis Enrique. Residente del barrio Restrepo, carpintero, 84 años. Entrevista, septiembre de 2020. Montaño, Robert. Propietario de Almacén Montaño. Entrevista, septiembre de 2020. Muñoz, María del Rosario. Administradora de Calzado Barbarella. Entrevista virtual, septiembre de 2020. Narváez, Nelcy Ofelia. Presidenta de la Junta de Acción Comunal barrio Restrepo. Recorridos de derivas urbanas realizados en el barrio Restrepo, septiembre de 2020. Páramo López, Robert. Gerente de Calzado Orpar. Entrevista virtual, septiembre de 2020.


Pinzón, Carlos. Fabricante de Calzado Esmaylis. Entrevista, septiembre de 2020. Reyes, Mario. Fabricante de Calzado Ardipiel’s. Entrevista, septiembre de 2020. Rodríguez, Alcira. Guarnecedora de calzado. Entrevista virtual, septiembre de 2020. Rodríguez, Jorge Aníbal. Modelista de calzado. Entrevista virtual, septiembre de 2020. Rodríguez, Sonia. Emplantilladora de calzado. Entrevista y recorrido de derivas urbanas, octubre de 2020. Torres, Mireya. Guarnecedora y comerciante de Calzado Cardozo. Entrevista, agosto de 2020. Vásquez, Daneyi. Guarnecedora de calzado. Entrevista telefónica, octubre de 2020. Vásquez, Luz Helena. Emplantilladora y propietaria de Calzado Keileens. Entrevista, septiembre de 2020. Vélez, Bladimir. Modelista y fabricante del taller de Calzado Dorely. Entrevista, octubre de 2020. Vélez, Rodrigo. Solador del taller de calzado Dorely. Entrevista, octubre de 2020. Villaquirán de Montano,Obdulia. Fundadora y propietaria de Almacén Montano, entrevista, septiembre de 2020. FUENTES SECUNDARIAS Agencia de Noticias de la Universidad Nacional. “Los problemas de las empresas de calzado del Restrepo para enfrentar mercados tradicionales”. El Espectador, 25 de junio, 2019. https:// www.elespectador.com/noticias/bogota/ los-problemas-de-las-empresas-de-calzado-del-restrepo-para-enfrentar-mercados-tradicionales/ Alcaldía Local de Antonio Nariño. “Conociendo la localidad de Antonio Nariño. Diagnóstico de los aspectos físicos, demográficos y socioeconómicos”. Bogotá, 2009. http://www.sdp.gov.co/ sites/default/files/documentos/15%20Localidad%20de%20Antonio%20Nari%C3%B1o.pdf —. “Restrepo: historias que habitan la ciudad”. 2019. http://www.antonionarino.gov.co/noticias/restrepo-historias-habitan-la-ciudad Alcaldía Mayor de Bogotá. II Recuperación social de la memoria local, localidad 15, Antonio Nariño. Bogotá: Alcaldía Mayor de Bogotá, 2009.

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DEDICAMOS ESTE LIBRO A LAS FAMILIAS PRODUCTORAS, COMERCIANTES Y TRABAJADORAS DEL ARTE DE LA ZAPATERÍA, ESPECIALMENTE A QUIENES HABITAN EL BARRIO RESTREPO DE BOGOTÁ, Y A LA MEMORIA DE JUSTINIANO ESPINEL Y CARMEN BERNAL QUE CON SU HISTORIA DE VIDA INSPIRARON EL RECONOCIMIENTO DE ESTE SABER URBANO. EL AMOR POR LA HISTORIA FAMILIAR Y LA MEMORIA DE UNA PRODUCCIÓN Y COMERCIO TRADICIONAL DE BOGOTÁ NOS PERMITIÓ VALORAR LA VIDA DE NUESTROS ANCESTROS Y RECONOCER LA PINCELADA DE COLOR QUE LE PUSIERON AL GRAN LIENZO QUE ES ESTE CAPÍTULO DE LA HISTORIA EN LA CIUDAD; UNA HERENCIA FAMILIAR INTANGIBLE QUE HACE PARTE DE UN PATRIMONIO COLECTIVO. COLECTIVO TRAMA & MEMORIA


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