FAMILA MARCHESI ANTINORI Tignanello pionero de los “Súper Toscanos”
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a familia Antinori ha estado involucrada en la producción de vino durante más de seis siglos, desde que Giovanni di Piero Antinori entró en el “Arte Fiorentina dei Vinattieri” -el Gremio de Viticultores de Florencia- en 1385. A lo largo de su historia de veintiséis generaciones, la familia siempre ha gestionado directamente el negocio con un respeto inquebrantable por la tradición y la tierra. Hoy la empresa es dirigida por Albiera Antinori junto con sus dos hermanas, Allegra y Alessia. El marqués Piero Antinori es ahora el presidente honorario de la firma. La familia posee más de 2000 hectáreas de viñedos en Italia, -principalmente en la Toscana y Umbría. El núcleo de la empresa está en la Toscana. Aquí la familia Antinori posee fincas en las áreas vitivinícolas más importantes de la región: desde Chianti Classico -sede de la empresa- hasta Montepulciano, de Bolgheri a Montalcino. Castello della Sala en Umbría, Casa Vinicola Prunotto en Piamonte, junto con Tenuta Montenisa, situada en Franciacorta, y Tormaresca, con dos bodegas en Castel del Monte y Salento. El avance, que permitió a Marchesi Antinori convertirse en uno de los principales productores de la escena vinícola internacional, surgió a principios de los 70, cuando padre e hijo, Niccolò y Piero Antinori, iniciaron la “revisión de Chianti”, dando a luz a Tignanello, con el aporte del enólogo Giacomo Tachis, y dedicando aun más atención al terroir y al viñedo, base de la calidad de cada vino. 1971 marca la primera cosecha de Tignanello, un vino de carácter elaborado de uvas Sangiovese con un pequeño porcentaje de Cabernet. Tignanello es considerado el pionero del Renacimiento de los vinos italianos y uno de los primeros en ser llamado “Súper Toscano” por los norteamericanos, inaugurando la categoría que hoy también integran otros prestigiosos vinos de diferentes productores.
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he Antinori family has been involved in the production of wine for over six centuries, ever since Giovanni di Piero Antinori entered the “Arte Fiorentina dei Vinattieri” – the Winemakers’ Guild of the city of Florence – in 1385. Throughout its long history, spanning twenty-six generations, the family has always directly managed the business with unwavering respect for tradition and the land. Today the company is managed by Albiera Antinori together with her two sisters Allegra and Alessia. Marquis Piero Antinori is now the honorary president of the firm. The family owns over 2000 hectares of vineyards in Italy, mainly located in Tuscany and Umbria. The core of the company is certainly in Tuscany. Here the Antinori family owns estates in some of the most prominent wine areas of the region: from Chianti Classico – place of the firm’s headquarters – to Montepulciano, from Bolgheri to Montalcino. Castello della Sala in Umbria, Casa Vinicola Prunotto in Piedmont, together with Tenuta Montenisa, in Franciacorta, and Tormaresca, with its two wineries in Castel del Monte and Salento. The breakthrough, that allowed Marchesi Antinori to become one of the leading producers in the international wine scene, came in the early 70s when father and son, Niccolò and Piero Antinori, started the “review of Chianti” giving birth to Tignanello. The contributions of winemaker Giacomo Tachis and dedicating even more attention to the terroir and vineyards, the basis of the quality of each wine, were also contributing factors. 1971 marks the first vintage of Tignanello, a wine with great character made out of Sangiovese grapes with a small percentage of Cabernet. Tignanello was considered the trailblazer of the Italian wines’ Renaissance and one of the first to be named “Super Tuscan” by the Americans, inaugurating a specific category that nowadays consists of other prestigious wines from different producers. MONALISA 205