Rafael Guillén Hernández
El Taquito fue recinto alterno de Palacio Nacional; Emilio Portes Gil y Adolfo López Mateos despacharon desde allí Alberto Carbot
E
l Taquito era un lugar que so-
banquetes a los presidentes. Después de Calles,
lían visitar de tarde en tarde a
el primer mandatario que acudió al restaurante,
varios presidentes de México y
fue Lázaro Cárdenas.
sus ministros, y con el tiempo hasta se con-
“La ciudad era muy pequeña y los abuelos
virtió en el despacho alterno para algunos
le atinaron al ubicarse en el centro donde todo
mandatarios y sus colaboradores. El primer
se concentraba; ahí se ubicaban los principales
presidente en visitar el popular restaurant
comercios, la universidad y la vida política se
en los años veinte, fue Plutarco Elías Calles.
desarrollaba en Palacio Nacional o sus alrede-
Su antecesor Álvaro Obregón —minutos antes de morir acribillado por José León
Durante algún tiempo, el restaurante
Toral en el restaurante La Bombilla, donde el
convirtió en una especie de anexo informal del
mandatario electo recibió el saludo de sus
despacho presidencial, porque Emilio Portes Gil
correligionarios—, había disfrutado entre-
llegaba a El Taquito dos o tres veces por sema-
meses mexicanos elaborados a petición del
na en punto de las 2 de la tarde y la comida se
sonorense en la cocina de El Taquito, en El
extendía hasta que sacaba adelante los asuntos
Carmen 69 y servidos luego en el comedor
del día. Y para ilustrar esta familiaridad con el
de La Bombilla, ubicado en San Ángel, donde
presidente tamaulipeco (1928— 1930) Rafael
fue asesinado. Rafael Guillén Hernández recuerda que
Guillén narra una curiosa anécdota que su abuelo le refirió:
fue su abuelo don Marcos quien personalmente
“Una tarde, un estudiante de la Escuela
supervisó los sopes las quesadillas y las carnitas
Libre de Derecho, que vivía en la casa del es-
servidas en esa ocasión, y considera que desde
tudiante, llegó al restaurante —de la misma
entonces dio inicio la tradición de preparar los
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dores”, comenta.