Rafael Guillén Hernández
1923 inicia una tradición
A
l paso del algunos años, la familia conformada por don Marcos y Conchita, mis abuelos, creció. Eran ya cinco sus integrantes: David que
había nacido en 1913, Enrique en 1915 y Rafael tres años después, en 1918. La sociedad mexicana intentaba superar los efectos de la Revolución. En diciembre del año de 1920 había tomado posesión Álvaro Obregón; en esos tiempos, los periodos presidenciales duraban cuatro años. La reconstrucción del país inició realmente en 1921. Obregón entendía que mientras el gobierno respondiera a las necesidades e intereses de los obreros y campesinos contaría con el apoyo de estos sectores, por lo que las fuentes del poder no serían únicamente las militares. Para realizar esa tarea, formó un gabinete de ministros capaces, que incluía a Adolfo de la Huerta, Plutarco Elías Calles, José Vasconcelos, Alberto J. Pani, Enrique Estrada, Rafael Subirán y Antonio Villarreal. El afán de José Vasconcelos por renovar y fomentar la cultura, lo llevó a organizar festivales de música y danza, de teatro para el pueblo y, sobre todo, a apoyar el arte popular a través de las obras de los grandes muralistas como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco, que ejercieron su influencia hasta en las artesanías más modestas. En julio de 1923, durante el mandato obregonista, Fran-
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La familia Guillén. David, Rafael y Enrique, con sus padres, en el barrio de El Carmen