Rafael Guillén Hernández
Los hombres del Poder
M
la marcha hacia la modernidad y dejó atrás los regímenes militaristas que habían perdurado como garantes de los logros revolucionarios, siempre amenazados por caudillos inconformes; los
i padre recordaba la Casa del
tiempos de la transición de una sociedad rural a
Estudiante, situada frente a la
otra urbana, en la cual El Taquito se erigía como
célebre plaza del mismo nom-
símbolo de esa confluencia cultural, con su
bre, cuya primera piedra fue colocada el 6 de
toque de antaño y hogaño, que lo convirtió en
julio de 1910 por el ministro de Hacienda de
punto de encuentro de los notables y poderosos.
Porfirio Díaz, José Yves Limantour.
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guel Alemán Valdés, con quien México inició
La Casa del Estudiante albergó personajes
Me contaba que por ese lugar, casi centena-
de la talla de José Vasconcelos, Fidel Castro,
rio que tiene ya categoría de Monumento Histó-
Ernesto Ché Guevara, Carlos Madrazo y Emilio
rico, discurrieron jóvenes artistas, intelectuales y
Portes Gil, quien desde el 30 de noviembre de
políticos, que más tarde ocuparían importantes
1928, durante 14 meses, gobernaría al país de
cargos, entre otros el afable veracruzano Mi-
manera provisional, durante el Maximato.